¿Cómo
te va con tu patrón chino?
Por
LI WUZHOU
NIKITA es una gerente de
la parte rusa en una compañía de ca-pital
mixto chino-ruso. Un día, la esposa del gerente de
la parte china le dijo: "Mire, este mes Vasia llega
todos los días con cinco minutos de anticipación,
Misha con 10, pero Bolia con un solo minuto."
"¿Es que llegó
tarde?," inquirió Nikita.
"No," respondió
la señora.
"Entonces, ¿qué
pasa?"
"Llegar sin anticipación
supone que ella no aprecia este trabajo."
A Nikita no le caben dudas
sobre la dedicación de los chinos al trabajo y su
obediencia a los jefes. Sin embargo, hay detalles en el
comportamiento chino que aún no comprende. Las diferencias
culturales entre éstos y sus socios extranjeros son
mayores de lo que puede imaginar.
En la actualidad, más
de cien mil extranjeros trabajan en China, y esta cifra
aumenta todos los días con gran rapidez. A la vez,
según se acentúa la adquisición de
empresas extranjeras por parte de las chinas, hay cada vez
más empleados extranjeros en las empresas chinas
fuera del territorio nacional. Por lo tanto, no está
de más tratar de conocer cómo llevarse bien
con un patrón chino.
Empresa
china estima a empleados extranjeros
En la década de los
80 y 90 del siglo pasado, los inversionistas japoneses absorbieron
muchas empresas estadounidenses de va-rias industrias, incluida
la manufactura, los bienes raíces y del entrete-nimiento
(entre éstas la famosa productora fílmica
Columbia Pictures). Los gerentes estadounidenses que se
veían obligados a trabajar para los patrones japoneses
siempre se quejaban por la pérdida de oportunidades
de ascenso.
No obstante, esto apenas
ocurre en las empresas chinas. Al contrario de los nipones,
que se consideran a sí mismos mejor que los gerentes
extranjeros, los administradores chinos estiman mucho a
los foráneos, sobre todo a los europeos y estadounidenses,
y por si fuera poco, desean estudiarlos. Es una costumbre
que ha existido por más de 20 años, cuando
se empezó a aplicar la apertura, hasta hoy día.
Ahora más que nunca, las empresas chinas demandan
a los administradores extranjeros. Muchas metrópolis,
tales como Nanjing, Shanghai y Shenzhen, ofrecen beneficiosas
condiciones para atraer a los admi-nistradores extranjeros
de alto nivel.
G
ary Wetzel es experto estado-unidense
y gerente general de una filial en su país del Grupo
Wanxiang de China. Consiguió este trabajo por un
anuncio publicado en el periódico The Wall Street
Journal. Antes de entrar en este grupo, tenía muchas
preocupaciones, porque trabajaba para una empresa japonesa,
donde vivía en constante trifulca sobre el modo de
pensar, trabajar, admi-nistrar y crear, debido a las diferencias
culturales entre gerentes estadounidenses y japoneses.
El señor Wetzel,
como director de alto nivel, sabe combinar las características
administrativas de China y de Occidente. No sólo
se esfuerza en su propio ámbito, sino que también
hace limpieza, lleva a cabo inventarios de almacén
y mantenimiento diario. Por todas estas contribuciones a
la empresa, logró el respeto de los empleados y también
un título de "Trabajador modelo" por tres
años seguidos.
Lo que conmueve más
a Gary es el tono y el modo de hablar de su patrón
chino con él. De tal suerte afirma su amor por el
trabajo y su valor personal.
Tipos
de patrones chinos
Los patrones chinos se dividen
en tres tipos principales.
El primero proviene de las
capas bajas de la sociedad. Sus empresas generalmente se
reúnen en la zona del delta del río de la
Perla y la provincia de Zhejiang. Aunque sus filiales ultramarinas
se distribuyen en casi todo el mundo, se colocan generalmente
en países del tercer mundo y son de magnitud mediana
o pequeña. El 90% de los patrones cantoneses son
de origen campesino, y también han sido pequeños
artesanos. En cuanto a las 100 mejores empresas de la provincia
de Zhejiang, el 90% de los patrones son de origen rural,
o han laborado como sastre, o alguna otra ocupación
artesanal. Estos patrones generalmente son de extracción
social pobre, por lo que no tuvieron buena educación
en su infancia. Muchos de ellos sólo son graduados
de secundaria o primaria, incluso los hay analfabetos.
Aunque estos "patrones
de raíz de hierba", como le llamamos en China,
no han recibido ningún a-diestramiento sistemático,
ni se han especializado en rama alguna, sí han pasado
casi todas las penalidades de la vida, inimaginables para
muchos. Aunque no están dotados precisamente de glamour,
sí constituyen una élite de los 800 o 900
mi-llones de campesinos de China.
Si algo no les falta es
energía, agudo olfato y rápida capacidad de
decisión: siempre se las arreglan para eludir las
trampas y atrapar a su presa. Tienen otra característica:
nunca se desaniman frente a las derrotas. Por eso, estos
patrones de raíz de hierba pueden ocupar el mercado
de primera categoría con su tecnología de
tercer nivel.
Resistentes a los padecimientos
y al trabajo pesado, exigen lo mismo a sus empleados. Los
patrones chinos creen que los trabajadores tienen que poner
en primer lugar el beneficio de la empresa, incluso sacrificando
sus propios beneficios para que florezca la empresa. Estas
empresas funcionan 24 horas al día, y en ellas el
trabajo extra no es cosa rara. En busca de la mayor ganancia,
no otorgan mucha importancia a la familia ni al descanso.
Con todo, estos patrones son a veces encantadores. Gozan
invitándote a su casa, donde te colman de atenciones.
El gerente de la parte china en la empresa de Nikita pertenece
a ese tipo.
El segundo tipo es bien
educado y generalmente ha tenido experiencias académicas
en países extranjeros. Son los más sabios,
enérgicos y elocuentes de todos los patrones chinos,
y administran la mayoría de las empresas grandes
de China. Como tienen buen juicio, conciencia del mercado
y alta capacidad de administración, obtienen de común
grandes éxitos. Entre estos patrones se citan a los
siguientes como representativos: Ren Zhengfei, de Huawei;
Liu Chuanzhi, de Lenovo; Zhuang Ruimin, de Haier; y Li Dongsheng,
de TCL. Ellos desarrollan perfectamente la sabiduría
antigua del Oriente en la nueva época.
Los patrones de ese tipo
conocen bien la idiosincrasia extranjera, incluido el sistema
de administración occidental. Por lo tanto, cuando
se relacionan con empleados extranjeros, respetan el modo
de ser y la manera de trabajar de Occidente.
El tercer tipo son los patrones
de las entidades estatales, que se mueven con un talante
oficial u oficioso. Estos patrones conocen bien la administración
y los círculos oficiales. A veces son arbitrarios,
difíciles de soportar y viven emitiendo órdenes,
a pesar de lo cual dejan espacio de maniobra a sus empleados
extranjeros.
Características
de los patrones chinos
Sin embargo, la admiración
que las empresas chinas suelen de-mostrar por sus empleados
extranjeros no supone que éstos no necesiten transformar
su modo de trabajar y administrar.
"Muchos extranjeros
recién llegados a China vienen imbuidos de la idea
de que tienen que enseñar a los chinos cómo
trabajar. Esta actitud lleva un matiz bastante colonial.
Incluso, muchos chinos piensan lo mismo. Pero, cuando un
grupo funciona bien, significa que todos sus miembros han
abandonado los prejuicios. Lo más importante es encontrar
una manera unificada de trabajar, poniendo a un lado las
diferencias culturales," manifiesta la doctora Nandani
Lynton, presidente de Recursos Ejecutivos Lynton, quien
se dedica a la cultura pluralista empresarial.
Aunque no acepta el modo
de pensar de su compañero chino, Nikita admite: "En
cuanto a la solución de problemas, los chinos y los
extranjeros siempre piensan diferente; tienen sus propios
métodos. Los chinos son más hábiles,
pacientes y prudentes. Cuando tropiezan con dificultades,
los chinos suelen decir: Esperen, si hacemos esto de esta
manera, ¿cómo será? ¿Y con la
otra? Es la filosofía china-- reflexionar tres veces
antes de obrar".
"Los chinos tienen
buena memoria, y comercian con mucha cautela. Les gusta
prepararlo todo con suficiente tiempo antes de discutir.
Son capaces de asumir un trabajo fijo y a largo plazo. Ya
sea en negociaciones, o en trabajos ordinarios, la tranquilidad
y la confianza en sí mismos ayudan mucho a los chinos".
En una reunión china, el patrón siempre ocupa
el asiento principal, y el segundo y tercer jefes se sientan
a ambos lados del patrón. Y los patrones desean que
sus empleados les llamen por su título. La mayoría
de ellos no entiende ni permite un contacto informal con
sus empleados, lo que sí sucede normalmente en las
compañías estadounidenses.
El Sr. Guinness trabaja
en un astillero de capital chino de Ningbo. Cree que los
gerentes chinos siempre necesitan de un consenso. Es decir,
si un jefe dice "sí", no significa la probación
de un asunto; pero si hay un jefe que dice "no",
la decisión será demorada sin dudas.
Lo que más ha impresionado
al Sr. Guinness es lo que dijo su director chino en un banquete
para celebrar un éxito de la empresa. El director
dijo: "Con la atención cariñosa de los
directores del buró, con la dirección de los
directores mismos de la compañía, conseguimos
un excelente éxito" Al escuchar esto, los ingenieros
extranjeros no sabían a qué atenerse. "Esto
es mentira, se quejó un especialista extranjero,
porque fui yo quien instaló y reajustó la
máquina. Los directores de la compañía
sólo aparecieron una vez y los del buró nunca
ha acudido". Los empleados chinos le explicaron que
no era una mentira, sino la regla. Todos los asuntos hay
que vincularlos con el director.
A pesar de choques como
éste, los occidentales han comenzado a cambiar su
percepción sobre China, que ha demostrado amplia
capacidad para ser flexible y deponer arquetipos de mentalidad
mecánica y rígida.
|