Grutas de Mogao, nicho sagrado del arte budista

Por LU RUCAI

Historia de Manjusri (las Cinco Dinastías) Un bodhisattva (mediados de Tang) Un bodhisattva (principios de Tang) Bodhisattvas (Tang en mayor esplendor)  

Las Grutas de Mogao en Dunhuang, conocidas también como Cavernas de los Mil Budas, se sitúan en la vertiente este de la montaña Mingsha, 25 kilómetros al sureste de la ciudad de Dunhuang, provincia de Gansu. A su oeste está el desierto Takla Makan. El sitio goza de fama mundial en virtud de sus cuevas misteriosas, construcciones extraordinarias y esculturas y frescos preciosos. En 1987, la UNESCO lo sumó a su lista de patrimonios de la humanidad, tras considerar que las grutas constituyen un punto estratégico en la Ruta de la Seda, una estación de trasbordo comercial entre Oriente y Occidente, y un centro de unión de la religión, la cultura y los conocimientos. Las esculturas y los frescos en las 492 grutas y templos-cavernas (Se han excavado 735 grutas hasta hoy) constituyen un excepcional despliegue del milenario arte budista.

Descubrimiento de las grutas de Mogao

Dunhuang, puerta que franqueó al budismo el paso al Oriente, es el centro budista de la región al oeste del río Amarillo. Allí, numerosos monjes de alta categoría se dedicaron a predicar el budismo. Uno de ellos, Lezun, abrió la primera gruta en el año 366, en el valle Dangquan, al pie de la montaña Sanwei, para hacer ofrendas al Buda. A partir de entonces la obra fue continuada por bonzos de generaciones posteriores, quienes construyeron más grutas, especialmente en las dinastías del Norte (386-581) y las dinastías Sui (581-618) y Tang (618-907). El budismo alcanzó su clímax durante las dinastías del Norte, durante las cuales los miembros de la familia imperial se encargaron de ampliar las grutas. A inicios de las dinastías Sui y Tang, según se desarrollaban la economía y prosperaba la Ruta de la Seda, el proceso constructivo entró en su período de mayor auge. Esta plenitud, empero, precedió a una etapa de franca decadencia durante las dinastías Song (960-1279) y la Yuan (1206-1367), debido a la recesión que afectó a la economía de Dunhuang y la pérdida de la importancia de la Ruda de la Seda, si bien se llevaron a cabo algunas reparaciones de poca monta. Por esa época, viajó a la localidad el explorador italiano Marco Polo. Con el tiempo, Dunhuang se convirtió en un desierto.

En 1035, con el fin de evitar el asalto de las tropas de la dinastía Xia del Oeste, los bonzos de Mogao, junto a funcionarios y ricos locales, escondieron todos los tesoros, pinturas, obras de sutras, caligrafías de literatura antigua y contratos conservados desde tiempos antiguos en la gruta N.º 17, y cerraron la cueva, ocultándola con un fresco de Bodhisattva. La gruta permaneció en secreto hasta 1900, cuando el taoísta Wang Yuanlu la descubrió por casualidad. El hallazgo de la “Cueva de los Sutras” atrajo a numerosos aventureros y arqueólogos extranjeros, quienes acudieron sucesivamente a Wang a la caza de piezas valiosas. Como consecuencia, una gran cantidad de reliquias culturales pasó al exterior, con lo cual el arte de Dunhuang recibió el reconocimiento académico extranjero y devino patrimonio mundial. Según estadísticas, hay más de 50.000 documentos en el exterior, y sólo 8.000 tomos de Sutras y documentos en la Biblioteca Nacional en Beijing. El 90% de estos materiales históricos son obras budistas, y el resto obras clásicas confucianas y taoístas y restos de algunos libros históricos y geográficos ya perdidos. Una buena parte de los mismos fueron escritos en tibetano antiguo, sánscrito y otros idiomas, por lo que se consideran sumamente valiosos para la investigación de la historia de Asia Central y las regiones del Oeste (un término usado en la dinastía Han para designar un territorio al oeste de Yumenguan, que incluía la actual región de Xinjiang y parte de Asia Central).

Las Cuevas de los Mil Budas que se muestran en la actualidad se extienden de norte a sur por espacio de 1.680 metros, y las grutas abiertas en diversas dinastías, que suman 735, están esparcidas en un precipicio de 15 a 30 metros de alto, y se agrupan en una a cuatro capas. Las mismas se dividen en dos zonas, la del sur y la del norte. La primera, con 487 grutas, era zona de reverencia y hoy constituye el cuerpo principal de Mogao. La misma cuenta con más de 2.400 esculturas de color y 45.000 metros cuadrados de frescos de diversos tamaños. La famosa Cueva de los Sutras también se encuentra en esta zona. La zona norte sirvió de vivienda a los obreros y bonzos, y fue descubierta a principios de los años 90 del siglo pasado. En las 248 cuevas sólo se encontraron camas, cocinas, altares y soportes de lámparas, todos de tierra, entre otros equipos de vida.

Arte de Dunhuang

El mayor atractivo de las grutas de Mogao se lo han otorgado sus esculturas coloridas y frescos. Además de su valor artístico, estas obras preciosas también constituyen registros sobre las condiciones sociales de la época.

Esculturas coloridas: Hay más de 3.500 piezas de tema budista, adornadas con frescos coloridos. Dada la liviandad de la textura de las rocas de Mogao, las esculturas solían hacerse con arcilla, lo que dificultaba su conservación. De ahí su alto valor, pues pocas se han conservado hasta la fecha. Las manifestaciones artísticas del conjunto tuvieron su momento de mayor esplendor en la dinastía Tang. Cada obra representa de tres a 11 figuras de estilo realista.

Frescos: El contenido de los frescos siempre se relaciona con la religión budista, aunque hay excepciones. Se abordaban asimismo las inspecciones imperiales, la agricultura, la pesca y comercio, de acuerdo a cada época. Los de la dinastía Song reflejaban con mayor frecuencia la prédica del Budismo y contenían relatos. Las imágenes representadas en los frescos sobresalen por su apego a los cánones artísticos budistas de la India y de las regiones del Oeste. En las dinastías Sui y Tang aconteció la mayor prosperidad del arte de Mogao, justo cuando se registraba la vulgarización del arte budista, y los personajes se hacían más realistas.

Cuevas amenazadas por la erosión

Debido a su ubicación geográfica en el desierto noroeste del país, las grutas de Mogao han enfrentado la amenaza de la erosión eólica y la infiltración de agua desde un principio, además de sufrir derrumbes y pérdida de color. Desde la década de los 80 del siglo XX, se ha dado seguimiento al estado de las mismas mediante equipos meteorológicos de control automático. Se han llevado a cabo asimismo investigaciones para dar con los materiales idóneos para reparar los frescos. En 1998, el Instituto de Investigación de Dunhuang y una fundación de Estados Unidos emprendieron de manera conjunta un registro fotográfico digital del lugar. Gracias a este método se han podido capturar imágenes más claras, que permiten observar detalles invisibles bajo la luz natural y las partes ocultas por los biombos traseros y columnas centrales.

Las grutas abrieron al público en 1979. Desde entonces han recibido a casi cuatro millones de turistas de más de 80 países y regiones. En 2004 el creciente flujo de visitantes superó a los 400.000. Se estima que cuando el bióxido de carbono y el vapor que despiden los visitantes sobrepasa cierto nivel, se dañan los colores de los frescos. Por tanto, el departamento administrativo local ha tomado medidas para evitar la afluencia extrema de turistas.

Observaciones:

1. Dunhuang se sitúa en el extremo oeste de la noroccidental provincia de Gansu, entre las provincias de Gansu y Qinghai y la región autónoma uigur de Xinjiang. Por el este y oeste se extiende el desierto de Gobi. El clima es seco, con notables diferencias de temperatura entre el día y la noche, y precipitaciones limitadas. La temperatura promedio anual es de 9,4 grados, y la del mes de julio es de 24,7 grados. En enero, el termómetro marca 9,3 grados. De mayo a octubre son los mejores meses para las visitas. Es conveniente llevar gafas obscuras, sombrero, pañuelos y otros objetos para evitar el efecto de la arena y los rayos del sol.

2. En la ciudad de Dunhuang hay más de cien hoteles y casas de huéspedes de diversas categorías, además de numerosos hoteles destinados al turismo, con condiciones bastantes buenas y precios bajos. Por 50 yuanes se encuentra un buen cuarto. El transporte urbano es conveniente, con líneas de autobuses en toda la ciudad, además de 300 taxis que ofrecen servicios las 24 horas del día. También cuenta con más de 300 triciclos. En la calle Mingshan hay cuatro centros de alquiler de bicicletas, a precios bajos. Las agencias de viajes locales también ofrecen servicios de arrendamiento de coches.

3. Los lugareños gustan de platos que incluyen la carne de carnero, el pollo y la res, y sobre todo de recetas preparadas base de harina de trigo. En la calle de los tenderetes abundan comidas ligeras al paso en diversos estilos locales.

4. De las grutas abiertas al turismo, las más atractivas son las N.º 96, la 17, la 130, la 158, la 259, la 285, la 200 y la 428. El precio actual es de 100 yuanes (12 dólares), y el servicio de guías en idioma extranjero, de 20 yuanes (2,5 dólares) por persona.

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