Jonrones
con peculiaridades chinas
PESE
a la casi nula tradición como deporte favorito del
público chino, el béisbol progresa en el gigante
asiático sin mucho ruido, pero ganando espacios de
forma gradual, con la mente puesta en una cita obligada: los
Juegos Olímpicos de Beijing en 2008. La selección
nacional china acaba de dar un gran paso de avance tras conquistar
el tercer lugar del campeonato asiático celebrado recientemente
en Japón, y clasificar para la Copa del Mundo, prevista
del 2 al 17 de septiembre próximo en Holanda. Sin embargo,
los aficionados chinos (un grupo muy reducido en el caso del
béisbol) están tan acostumbrados a lograr títulos
en certámenes mundiales y olímpicos, que un
tercer lugar continental en un deporte de tan escasa difusión
entre ellos podría parecerles un hecho poco destacable.
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¿Le
llegó el strike? |
Calentando
el bate para el 2008 |
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Pero estarían muy equivocados si piensan así,
pues para lograr ese tercer lugar histórico,
como lo han calificado los directivos locales de la disciplina,
tuvieron que romper la hegemonía mantenida durante
muchos años por Japón, Taipei de China (Taiwán)
y Corea del Sur en la región.
Un victoria 4-3 frente a Corea del Sur el pasado 22 de
mayo en el estadio japonés de Miyazaki permitió
a China subir por vez primera al podio del Campeonato de
Asia, torneo en que debutó en 1985.
Además, resultó la primera victoria ante
uno de esos tres grandes desde que el deporte
de las bolas y los strikes desembarcó en Shanghai
hace ya 144 años.
Y hay más, el chino Wang Nan resultó electo
el mejor lanzador del torneo, una distinción que
pocos podrían imaginar hace unos años alcanzaría
un pitcher de este país.
Como expresó Jiang Xiuyun, vice presidenta de la
Administración de Golf, Béisbol y Softbol
de China, el avance del cuarto al tercer puesto parece
pequeño, pero constituye un progreso significativo
y substancial. Esos tres equipos asiáticos representan,
junto a EE. UU. y Cuba, el nivel más alto del béisbol
mundial. Romper su hegemonía en Asia, significa que
el béisbol chino ya alcanza el nivel global".
Desarrollo del béisbol en china
En 2002, después de muchos años de infortunios
y de falta casi total de apoyo, aunque con mucho trabajo
y esfuerzo, comenzaron a darse los pasos en la dirección
correcta para el desarrollo de esta disciplina en el país.
La creación de una liga nacional, aunque modesta,
fue una decisión clave en este sentido, que se complementó
con la internacionalización de este deporte.
La liga, en la que ya participan seis equipos, permite
a los jugadores que conforman la selección nacional
y a otras prometedoras figuras celebrar alrededor de 60
partidos al año. Además, a los clubes se les
permite contratar a peloteros foráneos.
En 2003, la Asociación China y las Grandes Ligas
de Estados Unidos firmaron un acuerdo de cooperación
a largo plazo.
El ex jugador de la liga estadounidense y entrenador Jim
Lefebvre fue designado, junto al ex lanzador Bruce Hurst,
para preparar al equipo chino que participaría en
el Campeonato de Asia de ese año.
Previo a la competición, el equipo chino realizó
una base de entrenamiento en Arizona (EEUU), en las instalaciones
del equipo de Grandes Ligas Marineros de Seattle, concentración
que se mantiene anualmente.
Presente y futuro
El tercer lugar en Miyazaki y la clasificación
para la Copa del Mundo reflejan el presente de felicidad
que vive el béisbol en China, pero también
predicen lo difícil que será futuro.
Tras el final de la liga local, el plantel nacional viajará
a finales del verano a Japón e Italia para continuar
su preparación con miras a la justa del orbe, en
la que se proponen quedar entre los mejores ocho equipos.
Sin dudas un gran desafío, pero tras derrotar a Corea
del Sur, los peloteros chinos olvidan la palabra imposible.
Quizás hasta pudieran hacer suya una frase muy
popular entre los amantes del béisbol en Cuba, quienes
aseguran que la pelota es redonda y viene en caja
cuadrada, para manifestar que cualquier cosa puede
suceder en el terreno de juego.
Lograr la confianza y el interés de la afición
nacional podría ser la meta más difícil
de los peloteros chinos, que tendrían en los Juegos
Olímpicos de Beijing la oportunidad dorada para lucirse
antes sus coterráneos. Incluso si no se alzan con
alguna presea, el mayor premio sería el de un público
que a partir de entonces comience a seguir esta disciplina
nacida a principios del siglo XIX en Estados Unidos.
A los pesimistas, cabría recordarles lo remoto
que pareció alguna vez que el tenis de mesa, nacido
en las postrimerías del siglo XIX en Gran Bretaña,
llegara a ser el deporte nacional de China, o que los tenistas
del país asiático fueran sus auténticos
monarcas mundiales. La historia tiene la última palabra.
*El
autor es periodista cubano especializado en deportes, residente
en Beijing |