Juguetes
folklóricos
Por
LI CUNSONG*
Cada
pueblo tiene sus juguetes. Los mismos se han desarrollado
a la par que la civilización del país, renovándose
por una parte, pero también conservando matices étnicos
que le hacen irrepetibles. No es festinado afirmar que el
camino más corto para conocer una nacionalidad son
los juguetes infantiles.
POTENCIA
mundial exportadora de juguetes en la actualidad, China
ha visto desarrollarse este rubro representativo de la cultura
por espacio de 5.000 años. En tiempos recientes,
según se aceleran los procesos de urbanización
y de influencia de la cultura foránea, se van perdiendo
tradiciones en la elaboración de algunos juguetes
folklóricos chinos. Se impone por tanto una labor
de rescate. Pero antes, veamos cuáles son los juguetes
tradicionales de China, comenzando por los rurales.
Estos
suelen estar presentes casi todo el tiempo, pero con frecuencia
se les pasa por alto, en la creencia de que no pasan de
ser figuras de barro para el entretenimiento
de niños. Hay incluso quienes los consideran rústicos.
Nada más lejos de la realidad. Li Kuchan (1898-1988),
famoso maestro de la pintura tradicional china, dijo: No
menospreciemos estas obras de los campesinos; las cabezas
con forma de tigre, los zapatos en forma de cerdo, las figuras
de barro... si Picasso los viera, los consideraría
una maravilla. Xu Beihong (1895-1953), otro maestro
artístico, también se deshizo en elogios para
las figuras de barro de Zhang Changlin, creador de una escuela
de figurillas que hoy hace las delicias de millones en todo
el planeta.
Los
estilos de los juguetes rurales de China son tan variados
como las mismas localidades. En cuanto a las figuras que
representan personas, las hay de barro, de cerámica,
y de masas de harina de trigo, de azúcar, de cerda,
de paja, de tela, etc.
He aquí
algunos juguetes populares:
Tigres
de tela
La historia
de la adoración popular del tigre tiene larga data.
En los años comprendidos de 1978 a 1988 se exhumó
una tumba antigua de la edad neolítica con 6.400
años de antigüedad, en Xishuipo, Puyang, provincia
de Henan, considerada cuna de la civilización china.
Junto a los restos mortales del cadáver se encontraron
dos esculturas de conchas de ostras, una representa un dragón
y la otra un tigre. El hallazgo permite afirmar que la adoración
al dragón y el tigre se remonta al período
de la cultura Yangshao.
Hace
decenas de años se veían tigres de tela por
todas partes en las zonas rurales; muchas muchachas sabían
tejer estas figuras, que se pueden diferenciar con facilidad,
según su procedencia: el tigre de Beijing, el de
Shanxi, el de Shandong... cada escuela le imprime a las
figuras su sabor local y su impronta étnica, así
como el carácter propio de cada artesano.
Según
viejas creencias populares, los niños estaban bien
protegidos cuando a su lado tenían a un amigo
tigre, considerado rey de los bosques, para defenderlos
de la mala suerte.
Juguetes
de barro
Nüwa,
divinidad mitológica china, hizo mucho por preservar
el género humano. Etre sus hazañas se cuenta
haber remendado el cielo con piedra fundida y aplacar las
inundaciones. Registros que datan de más de 1.800
años aseguran que también creó seres
humanos con barro. Toda esta imaginería refleja el
desarrollo de las figuras humanas de barro, la más
antigua de las cuales es de una mujer desnuda, confeccionada
en arcilla roja. Dicha pieza fue exhumada en Kalaqin, prefectura
autónoma mongola de Liaoning y tiene más de
5.500 años. Pertenece al período neolítico
de la cultura Hongshan.
El cetro
en antigüedad entre los juguetes de barro, sin embargo,
lo tienen los perros hechos de ese material, a los cuales
se considera como tótemes reales. Se
afirma que los mismos se vendían en grandes ferias
que en tiempos antiguos tenían lugar en el Mausoleo
Taihao Fuyi de Huaiyang, provincia de Henan, del 2 del febrero
hasta el 3 de marzo de cada año.
El Da´afu,
una figura de barro de Wuxi, provincia de Jiangsu, goza
de popularidad entre chinos de va-rias generaciones, y tanto
en China como en el exterior. Según tradiciones orales
en épocas idas las personas de Wuxi vivían
bajo el constante miedo de ser atacados por animales. Así,
hasta que un niño de barro descendió del cielo
y devoró a las intranquilas fieras. La calma volvió
al lugar, donde desde entonces se rinde culto a las figuras
Daafu.
Las
figuras de seres humanos gozaban de mucha fama en el Tianjin
de los siglos XVII a XVIII, durante los reinados de los
empe-radores Qianlong y Jiaqing, de la dinastía Qing.
El clímax de la habilidad artística en este
tipo de obras se alcanzó años más tarde,
con las figuras humanas coloreadas de Nirenzhang.
Estas esculturas constituyeron un escalón ascendente
en el nivel artístico de las figuras de barro, creando
una escuela propia. Su creador fue Zhang Changlin (1826
-1906) .
Zhang
Changlin se inició en este arte en su niñez,
aprendiendo de su padre. Sus obras, de amplia temática
e inspirada en las costumbres locales, la mitología
y el teatro, no sólo captan la similitud física,
sino que logran apoderarse del espíritu del modelo.
Al estar realizadas en materiales escogidos, y adornadas
de esmalte de vivos colores, estas obras maestras no se
secan ni se agrietan con el paso del tiempo. Hoy son celebradas
en todo el orbe.
Juguetes
sonoros
Xun,
es un conocido instrumento de viento de cerámica
cocida. Con él, los antepasados buscaban imitar el
canto de los pájaros, con el fin de atraer y capturar
animales. Algunas antiguas piezas desente-rradas en ruinas
de la edad Neolítica de Banpo, provincia de Shaanxi,
y del período Hemudu de Shanxi, y en el Huoshaogou
de Yumen, provincia de Gansu, tienen de 6.700 a 7.000 años
de historia. El xun tiene diversas formas, a saber, de huevo,
de pera, de pez. Suele tener uno o va-rios agujeros. La
forma de pera es la más popular. En el presente la
forma más popular de dicha artesanía se elabora
en Huaiyang, provincia de Henan.
El nigugu
es un silbato de barro folklórico del distrito de
Junxian, provincia de Henan. Es agujereado y tiene forma
de bolsa, o de pájaro. Se afirma que durante las
constantes campañas bélicas de hace más
de 1.000 años, durante las dinastías Sui (581-618)
y Tang (618-907), el nigugu era usado como cantimplora
y silbato militar.
Jiaohu
es el juguete de barro representativo de Gaomi, provincia
de Shandong. Se divide en dos partes que van ligadas por
la parte central con cuero. El centro está vacío.
Cuando se tira de sus extremos, produce sonido.
* El
autor, nacido en 1927, es investigador de la Galería
de Bellas Artes de China y subdirector de la Comisión
de Arte Folklórico de China. Sus caricaturas y grabados
se conservan en la mencionada galería y el Museo
Estatal de China.
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