Soñar en plural –Relaciones comerciales con América Latina

Por WANG YANG y LAO YI

En la era de la globalización económica, China se empeña en sumar socios y diversificar al máximo sus transacciones, a la par que confirma lazos de amistad y reaviva simpatías. Tal sucede con buena parte de América Latina, que una vez nos sonó remota y ahora se nos encima con todo su potencial. Y le damos la bienvenida.

Sobre nuestras relaciones comerciales, sin olvidar tropiezos y dudas, conversamos en agosto pasado con los embajadores de Brasil, Chile y México, las tres economías más pujantes de esa región. A continuación, un resumen de lo tratado:

Embajador de México, Sr. Sergio Ley López

 

–Avances de los vínculos bilaterales desde que el Primer Ministro chino, Wen Jiabao, de visita en México en diciembre de 2003, proclamara junto al Presidente mexicano, Vicente Fox, el establecimiento de una relación estratégica.

Esta relación tuvo su primera manifestación con la comisión binacional que sesiona, como máximo, cada 18 meses, para abordar la agenda bilateral, mecanismo que aplicamos a países con los que tenemos una relación muy especial, como Estados Unidos y España. La pri-mera reunión con China tuvo lugar en agosto de 2004, en Beijing, con la asistencia de una delegación mexicana de alto nivel. Considero muy satisfactoria y exitosa esta prime-ra reunión y nos preparamos para la próxima, en Ciudad de México. Desde entonces se ha intensificado la relación entre los dos países, que hoy tienen múltiples coincidencias y la voluntad política de solucionar mediante diálogo los problemas mutuos. Coincidimos con China en muchos aspectos relacionados con la reforma de la ONU, y la consideramos capaz de liderar importantes foros multilaterales y actuar como interlocutor válido ante las naciones más desarrolladas.

–Trascendencia de la visita del Presidente Hu Jintao a México

El Gobierno mexicano se congratula por haber recibido en los pasados dos años a los más altos dirigentes de la República Popular China, comenzando por el Primer Ministro Wen Jiabao, que nos visitó en 2003. Este año lo hicieron el Vicepresidente Zeng Qinghong y el Presidente de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, Jia Qinglin. Para septiembre tendremos al Presidente Hu Jintao. Consideramos que estas visitas constituyen un gran impulso a las relaciones.

–Desequilibrio que sufre México en su comercio con China.

Hay efectivamente una balanza comercial descompensada. China y México tenemos estadísticas divergentes debido al importante volumen de comercio triangulado, porque con frecuencia compramos mercancías chinas en terceros países, como EE.UU., y China compra mercancías mexicanas a terceros, como Singapur. De ahí la notable divergencia en las cifras del comercio bilateral.

Nuestra embajada ha logrado una cifra más aproximada a la realidad, que nos permite situar dicho intercambio en 16.500 millones de dólares, lo que hace de México el primer socio comercial de China en América Latina, y no el segundo, como se ha dicho hasta ahora; y para México, China es el segundo socio comercial mundial, luego de EE.UU. Para ello dimos como reales las estadísticas mexicanas de las importaciones procedentes de China, porque las mercancías fabricadas aquí que entran a México se consideran procedentes de China, aunque se compren en terceros. Asimismo, tomamos las estadísticas chinas de las importaciones de México, porque la aduana china hace lo mismo, y asume las mercancías fabricadas en México como originarias del mismo, aunque provengan de un tercero. Pero pensamos que, en lugar de poner barreras al comercio, debemos buscar la asociación estratégica con China y juntos hacer valer nuestras mercancías en terceros mercados.

–Perspectivas para la colaboración bilateral en el terreno turístico, ahora que México es destino aprobado para viajeros chinos.

Esperamos contar en breve con los primeros grupos de viajeros chinos, a quienes podemos ofrecer bellas playas, sitios ecológicos, ciudades históricas coloniales de gran riqueza artística y un folclore reconocido en todo el mundo. Nos esforzamos además por proporcionarles servicios especializados en su propio idioma. Se necesita asimismo un personal capaz que en la propia China promueva la cultura mexicana. Algunas agencias de viaje ya laboran en este sentido.

Pendientes aún están los vuelos directos entre China y México, que esperamos se resuelvan en un fututo cercano, ya que hasta ahora se recurre a un tercer país para la visa, aunque sea de tránsito. Desde el punto técnico es perfectamente factible volar sin escalas desde Beijing, Shanghai y Guangzhou hasta la ciudad de Tijuana, que es el punto más cercano en México, y en toda América Latina, desde China. Así lo han concebido los técnicos mexicanos, con la idea de que después se siga viaje hasta Ciudad de México. Tijuana puede ser incluso una entrada para los turistas chinos a toda América Latina y el Caribe.

–Apreciación sobre la situación económica y de desarrollo de México, cuyo valor de producción doméstica global ha superado al de Brasil, para situarse a la cabeza de América Latina.

La mayor economía de América Latina es la mexicana. En ese sentido damos pasos importantes para consolidar el crecimiento. No hemos dejado de crecer y las crisis recurrentes de la economía mexicana son cosas del pasado. No tenemos los crecimientos espectaculares de Asia, pero esperamos crecer como potencia media. Ya lo somos en la exportación y queremos continuar por este fructífero camino.

Embajador de Chile, Sr. Pablo Cabrera

 

–Conversaciones entre China y Chile para establecimiento de Tratado de Libre Comercio; posibilidad de cero aranceles en comercio bilateral para 2006.

Las conversaciones entre Chile y China para el establecimiento del Tratado de Libre Comercio (TLC) parten de serios estudios de factibilidad sobre el tema. En 2005, personalmente renegocié varios contenidos de las mismas, de lo cual surgió un texto integral en tres capítulos que, entre otros temas, incluye el comercio de bienes, pero que rebasa con creces este apartado. Chile ya tiene experiencias de libre comercio con más de 40 países, las cuales facilitan el proceso con China, con la cual esperamos alcanzar el nivel de cero aranceles a largo plazo, quizás entre dos a 15 años. Durante ese lapso deberá definirse asimismo nuestra lista de productos de excepción y condiciones de acceso a los mercados.

–Complementariedad de ambas economías

Nuestras economías presentan una notable complementariedad, dada tanto por nuestra condición de países en vías de desarrollo, como por nuestra pertenencia al sistema de la Cooperación Económica de Asia y el Pacífico (CEAP), dentro de la cual China desempeña un importante papel. También hay similitudes entre nuestras estructuras económicas. Somos el principal productor de cobre a nivel mundial y China el mayor importador de ese producto desde Chile, un hecho importante que nos permite un mayor acercamiento. Todo esto condiciona una conectividad mutua, que facilita que Chile llegue a ser la puerta de entrada a Sudamérica para China.

–Estado de opinión de la sociedad chilena respecto a la relación económica bilateral.

Chile exhibe un gran número de “primeros” con respecto a China: el primer país sudamericano en esta-blecer relaciones con la RPCh, el primero en apoyar su candidatura a la OMC, el primero en reconocer su condición de economía de mercado. Hoy China es el segundo principal destino mundial de nuestras exportaciones después de EE.UU. y somos su tercer socio comercial en América Latina, luego de México y Brasil. En medio de tales circunstancias es lógico que reine entre los dos países un espíritu de amistad y cooperación.

–Áreas que inversionistas chinos deben priorizar al hacer negocios en Chile.

Sin ánimos de presumir, creemos que Chile puede ofrecerle oportunidades excepcionales a China. Como ya señalé, tenemos amplia experiencia en la conformación de áreas de libre comercio en varias partes del mundo. Y ya hay buenos resultados en el tema bilateral: 27 empresas nuestras de diversos rubros invierten aquí y 16 chinas lo hacen en nuestro territorio, y hay que destacar la colaboración marítima. Desde hace poco somos destino autorizado para el turismo chino, un apartado que ofrece tremenda potencialidad para el inversionista de esa nacionalidad, dada la necesidad que tenemos de fomentar la infraestructura hotelera y otros servicios. Algo similar podemos decir de los sectores bancario, minero, vinícola. El Pacífico, que antes nos separaba, ahora nos une.

–Percepción chilena sobre tema de dumping chino y perspectivas futuras para comercio bilateral.

Con China no tenemos ninguna disputa comercial pendiente. Somos un país abierto al comercio internacional, al que no le afecta un cargamento de zapatos. Este espíritu está contenido en nuestras aspiraciones a un TLC con China y en el apoyo que le dimos a ésta para acceder a la OMC. Una vez concluido el TLC se generará una mayor certidumbre entre nosotros, pues los mecanismos del mismo incluyen cláusulas bien definidas que permiten evitar cualquier distorsión en nuestros intercambios. Súmese a ello que la OMC contiene un marco adecuado para encarar cualquier fenómeno de dumping, lo que nos hace sentirnos protegidos.

No menos importante es el hecho, como ya mencioné, de que Chile haya sido pionero en muchos aspectos de sus lazos con China, lo cual ha servido para crear un ambiente de confianza y de obligaciones hacia nosotros en cuanto a la transparencia de toda transacción comercial.

En el futuro todo tiene que ser mejor. Somos pequeños, pero con una conciencia muy desarrollada de dónde se ubican nuestras potencialidades y nuestra fortaleza, que está sustentada en buena medida en nuestra diversidad. No auguramos un comienzo espectacular, aunque sí tengo plena confianza en un desarrollo intenso y gradual de las relaciones, que algunos ya estiman que alcanzará los 10.000 millones de dólares para 2008.

Embajador de Brasil, Sr. Luiz Augusto de Castro Neves

 

–Complementariedad en comercio entre China y Brasil.

Hay numerosos aspectos complementarios, entre los cuales priman los alimentos. China tiene una inmensa población, un creciente nivel de ingresos y, en comparación, un reducido por ciento de tierra cultivable, por lo que tiene que comprar alimentos. Por su parte, Brasil puede dedicar la casi totalidad de sus tierras a la producción de los mismos y suministrarlos a China. Otro renglón es el hierro, del que China tiene amplia necesidad. Brasil produce un mineral de alta calidad y, a la vez, requiere de carbón mineral, que abunda en China. Otro aspecto son las inversiones mutuas y asociaciones entre empresas, como la existente entre la productora brasileña de compresores de refrigeración Embraco (que produce uno de cada cuatro compresores en el mundo) y su filial china Snowflake; o la firma aeronáutica Embraer, asentada en Shanghai, que produce motores de avión para China. Está asimismo el tema culinario, que tiene ante todo un tinte cultural entre dos países que apenas comienzan a conocerse. De ahí que ya se vean algunas churrasquerías brasileñas en China. Afortunadamente, ha concluido el embargo chino sobre las importaciones de carne de Brasil, actual mayor exportador del mundo de ese rubro, declarado a raíz del brote de fiebre aftosa en nuestro país, el cual ha sido totalmente controlado.

–Estadísticas recopiladas entre 1995 y 2003 indican que Brasil ha presentado el 4 por ciento de las acusaciones mundiales por dumping contra China. ¿Cómo asume Brasil los roces entre las partes? Consejos a empresas chinas que exportan a Brasil.

No creo que roces sea la palabra adecuada. Es normal que haya diferencia entre las partes, debido a las leyes brasileñas, las de la OMC. Lo usual es que si alguno de nuestros productores se siente perjudicado por lo que percibe como dumping chino, presente su queja al gobierno, el cual inicia investigaciones ante la OMC, para determinar si realmente existe el problema. Esto es natural entre países con una creciente relación. Hoy los temas positivos predominan sobre los negativos y las diferencias pueden darse en ambos sentidos, como cuando China rechazó la descarga de buques brasileños cargados de soya, algo inusual. Este hecho nos alertó sobre lo urgente de aprender sobre las exigencias chinas en este terreno, para cumplir con sus leyes al pie de la letra.

Por otra parte, en Brasil, en la ciudad de Sao Paulo, ha habido manifestaciones de obreros textiles que se sienten amenazados por la llegada de productos textiles chinos. Yo no soy tan tremendista, pero sí pienso que las partes necesitamos monitorear cuidadosamente nuestras relaciones. Tengo confianza en que el próximo viaje de nuestro Ministro de Desarrollo, Comercio e Industria, Luiz Fernando Furlán, a China, para discusiones con las autoridades locales, ayude en este sentido.

–Vías para obviar la presencia de terceros en la adquisición de productos, como sucede con el café y los medicamentos brasileños.

Hay que partir de aprovechar al máximo los canales directos establecidos, para lo cual se necesita de mayores contactos entre ambas partes. Claro, no es tan sencillo como se dice. Los intermediarios internacionales, que comercializan desde la soya hasta los productos farmacéuticos, tienen la logística y el oficio, que se tornan en garantías para los compradores. Pero para los vendedores eso implica notables pérdidas. Debemos ir a esta solución con un enfoque gradual, pues para lograrlo no basta con la voluntad política. Debemos comenzar por hacernos del control de la mencionada logística y ser capaces de conducir el proceso de un extremo a otro.

–Pronósticos para el futuro del comercio bilateral.

Parto de una visión optimista y con tal actitud asumo mi papel aquí de desarrollar al máximo las posibilidades de intercambio comercial. Ante todo, se precisa ser competitivos, y los chinos ya lo son. Brasil, sin embrago, no lo es tanto, y por consiguiente resulta un imperativo que marche en esa dirección, en la cual algo hemos logrado. Para dar una idea al respecto, baste decir que unos 20 años atrás el comercio exterior brasileño apenas ocupaba un 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que esa cifra llega hoy a un 30 por ciento. Pienso que la complementariedad que existe con China es positiva para Brasil, cuyo crecimiento reciente obedece en parte al desarrollo económico de China.

Confío en que el comercio bilateral siga creciendo sobre bases estables y que no sólo incluya productos primarios, sino que pase a los de alto valor agregado. Cada día nuestra oficina comercial recibe decenas de peticiones de empresarios brasileños interesados en venir a China, y no menos entusiasmo notamos en la parte china por nuestro país.

Crece familia “estratégica”
Expertos chinos estiman que el término "asociación estratégica" califica cada vez con mayor frecuencia las relaciones existentes entre China y América Latina. Estos nexos, hoy en su mejor momento histórico, son mutuamente beneficiosos. En 1993, Brasil fue el primer país de esa región en establecer tal asociación con China. Le siguieron México, en 2003, y Chile y Argentina, en 2004. En 2005 se sumó Venezuela. Además, China ha consolidado sus lazos amistosos con Cuba y Perú.


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