Bruce
Lee en el cielo; Shaolin en la tierra
Por
INESA PLESKACHEUSKAYA
A Bruce
Lee le admiraban tanto en el mismo cielo, que un extemporáneo
llamado de las alturas cortó su breve existencia
cuando más se le aclamaba en la tierra. Desde entonces
fue leyenda que marcó el desarrollo de las artes
marciales de todo el mundo, y hasta hoy es pauta obligada
en las batallas a puños y patadas del cine internacional.
Del
brazo de su ángel, el wushu forma de boxeo
tradicional chino devino centro de atención
del planeta, lo cual se ha extendido a otras tradiciones
y a la cultura china en general.
Pero
las artes marciales chinas son más que wushu
o kungfu. Quienes desean una buena coordinación muscular
tienen a su disposición el denominado "puño
largo", pero los que buscan relajación y fuerza
mental, pueden optar por el taijiquan. A cada cuerpo según
su capacidad, pues no hay que extralimitarse. En China se
afirma que no se debe forzar la naturaleza.
Claro,
desde que existen armas de fuego, ha cambiado la correlación
de fuerzas. No hay campeón de kungfu más veloz
que una bala. De ahí que muchos en China vean en
este arte una forma de recreación o mejoramiento
de la salud, más que pura defensa. Y de paso, mantienen
viva una manifestación ancestral del Oriente que
mezcla filosofía, religión, medicina y hasta
artes militares.
Sirva
de ejemplo que el taijiquan refleja las ideas filosóficas
del yin y del yang, vinculando la teoría de los cinco
elementos cosmológicos y los principios del bagua
(ocho trigramas) con ciertas posiciones, a la vez que genera
un flujo continuo de movimiento.
El boxeo
de Shaolin se originó en el famoso templo del mismo
nombre, en la provincia de Henan, bajo fuerte influencia
de la filosofía budista mezclada con el yoga indio.
Su fundador parece haber sido el monje indio Boddhitharma,
que vino a China en el siglo VI en busca del nirvana. No
se sabe si lo encontró, pero por muchos siglos la
leyenda de Boddhitharma ha sido piedra angular del templo
Shaolin.
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Dicen
los chinos que "cada ciudad tiene su dialecto y cada
región su estilo de wushu." Pero casi todos
comparten una misma cualidad: el fortalecimiento del cuerpo.
Al generar músculos y energía, se hace uso
del "sistema externo," o wai jia quan. El "sistema
interno," nei jia quan, se concentra en la técnica
de respiración, los movimientos circulares lentos
y el estímulo a la energía del qi. Desde hace
siglos, los especialistas debaten cuál de estas escuelas
de wushu es la mejor, aunque lo cierto es que ambas están
íntimamente ligadas, pues el "sistema eterno"
se vale de ejercicios del "sistema interno" y
viceversa. Para decidirse por alguna, cada individuo toma
en cuenta sus objetivos. Los estilos externos son para los
que procuran la lucha y la velocidad; los "internos"
para quienes propician lo espiritual del ejercicio. Sorprendente
como pueda parecer, los expertos convienen en que los estilos
"externos" son más fáciles de perfeccionar,
especialmente para los de físico fuerte. Los "internos"
exigen paciencia, resistencia y disciplina extremas. Algunos
sistemas "internos" populares son taijiquan, xingyi
quan y bagua zhang.
Si usted
se interesa en serio por el wushu, ahí está
el templo Shaolin, donde se puede estudiar la disciplina.
Construido en 498, el templo fue el centro más famoso
de wushu de China durante la dinastía Wei del Norte
(386-534 A.D.) Fue sin embargo el cine de los años
70 el que le catapultó a la fama internacional, como
Meca de las artes marciales. Apenas 14 años atrás
no había un solo hotel en el área. Hoy en
día pululan estas instalaciones y hay unas 50 escuelas
de artes marciales que entrenan a más de 50.000 estudiantes.
El arte marcial más popular del mundo podría
ser el taijiquan --practicado por millones de chinos hasta
una edad avanzada, puesto que ayuda a mantener la flexibilidad
muscular, el equilibrio orgánico y la buena circulación.
El taijiquan incluye "el empuje con las manos"
para rechazar a un eventual rival y otros ejercicios.
La buena comprensión y las reacciones apropiadas
son las armas más eficaces de un combatiente. Cuando
se finge ser derrotado resulta más fácil engañar
al enemigo. Para dominar el taiji se requieren muchos años
de esfuerzo y entrenamiento.
El estilo
Wing chun, predilecto de Bruce Lee, fue creado por un monje
budista, Hg Mui, quien pasó sus conocimientos a su
discípulo Wing Chun. Se trata de un estilo agresivo,
dinámico, basado en la velocidad, trucos y patadas
rápidas. Promete resultados inmediatos para los debutantes.
El bagua
zhang, que se traduce como boxeo de los ocho trigramas,
es uno de los estilos de wushu más peculiares. Quienes
lo practican, que suelen ser temidos por sus agresivos y
poco ortodoxos ataques, se desplazan en círculos
imaginarios, cambiando de velocidad y dirección,
lanzando de vez en cuando golpes con las palmas de la mano.
Los ocho trigramas son una composición de tres líneas
consecutivas y descontinuadas contenidas en el Libro de
los Cambios o I Ching. El bagua zhang is muy esotérico
y casi imposible de dominar para quien no sea chino.
Otra
forma de boxeo, un tanto más suave, es el xingyi
quan. A semejanza del taijiquan, pone el énfasis
en la energía del qi, si bien sus movimientos son
más dinámicos y enérgicos, además
de basarse en una filosofía más activa que
el taiji.
Se afirma
que el xingyi quan es el arte marcial más antiguo
de China, y sus desplazamientos imitan a animales como el
tigre, el caballo, el mono, el gallo y la serpiente. Para
comenzar a practicarlo se deben dominar cinco golpes bloqueadores,
cada uno de los cuales simboliza los cinco elementos de
la filosofía china, a saber, el pi (metal), beng
(madera), zuan (agua), pao (fuego) y heng (tierra).
Hay
muchas más formas y estilos en China, cada uno basado
en siglos de sabiduría acumulada. Hoy, cuando ya
no bastan los brazos y piernas para imponerse en una lucha
física, el espíritu que ha sustentado estas
prácticas sigue siendo el mejor bastión contra
el más fiero de los enemigos.
El wushu
devino centro de atención del planeta, lo cual se
ha extendido a otras tradiciones y a la cultura china en
general.
El arte
marcial más popular del mundo podría ser el
taijiquan --practicado por millones de chinos hasta una
edad avanzada.
El taijiquan
refleja las ideas filosóficas del yin y del yang,
vinculando la teoría de los cinco elementos cosmológicos
y los principios del bagua (ocho trigramas) con ciertas
posiciones, a la vez que genera un flujo continuo de movimiento.
Hoy,
cuando ya no bastan los brazos y piernas para imponerse
en una lucha física, el espíritu que ha sustentado
estas prácticas sigue siendo el mejor bastión
contra el más fiero de los enemigos.
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