Examen
médico prematrimonial ¿obligatorio o no?
Por LU RUCAI
JUSTO
cuando se le colocaba en el desván del olvido, el
examen médico prematrimonial obligatorio parece dispuesto
a volver por sus fueros. Y lo intenta de la mano de una
aguda polémica que hoy divide en dos bandos a millones
de chinos: los que favorecen su aplicación forzosa,
como antes, para garantizar una descendencia sana, y quienes
prefieren que el mismo quede al albedrío de las parejas.
Es un derecho de opción, claman estos últimos.
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El debate
se suscita cuando apenas han transcurrido dos años
de la moratoria aplicada a este chequeo de salud, que estuvo
vigente sin discusión por más de dos décadas.
En 1986 quedaba estampada de manera oficial y para estricto
cumplimiento la denominada Notificación sobre el
examen físico prematrimonial. En octubre de 2003,
sin embargo, entró en vigor el Nuevo Reglamento de
Registro Matrimonial, que hizo de lo obligatorio una posibilidad
más, reconociendo el derecho de las parejas a someterse
o no a la mencionada revisión sin otra presión
que su propio deseo.
En ese
momento, la medida fue saludada por muchos, considerando
que el cambio era síntoma de progreso social en el
país, y un espaldarazo a la defensa de los derechos
humanos.
Como
resultado, en los últimos 24 meses, según
estadísticas del Ministerio de Salud Pública,
la tasa de aplicación de dicho examen cayó
a un 10 por ciento, y en algunos lugares hasta menos del
uno por ciento. En la norteña provincia de Heilongjiang,
por ejemplo, la tasa actual sólo alcanza 0,43 por
ciento. Al mismo tiempo, y como posible consecuencia a los
ojos de algunos, se incrementan sin cesar las cifras de
niños nacidos con defectos. Ante esta situación
dicha provincia decidió retomar el carácter
obligatorio del examen médico. Como cabía
esperar, ello condujo a una acalorada polémica en
el ámbito nacional.
Después
de la medida tomada en Heilongjiang, especialistas médicos
en algunas localidades como Beijing, Guangdong y Jiangxi
propusieron sumarse a la iniciativa, pero encontraron el
rechazo de las autoridades locales. Estas se decantaron
por la prueba opcional. En el caso de Shanghai, con el objetivo
de incrementar la tasa de examinados, se han iniciado las
pruebas gratuitas. Sin embargo, muchos shanghaineses consideran
que el gasto no es el problema. Lo más importante,
afirman, sigue siendo la calidad del servicio.
A continuación,
relacionamos algunas de las posiciones, tanto a favor como
en contra, sobre el debatido examen:
Gao
Yanning, profesora adjunta de la Facultad de Salud Pública
de la Universidad Fudan: Personalmente no estoy de
acuerdo con la obligatoriedad del examen. Debemos respetar
el derecho de elección de la pareja. No debemos intervenir
mediante disposiciones administrativas. Además, el
matrimonio y la procreación son dos cosas distintas.
Para disminuir la tasa de niños con problemas lo
que hay que promover es el examen de las mujeres embarazadas.
Hu Xingdou,
profesor del Instituto de Ciencias Humanas de la Universidad
Politécnica de Beijing: Debemos sacar lecciones
de lo sucedido y reflexionar sobre la elaboración
de políticas. Las decisiones tomadas sin pleno análisis
previo conducirán a una pérdida de credibilidad
en nuestra legislación. Apoyo la medida de Heilongjiang.
Muchos consideraron que la eliminación de las pruebas
obligatorias en 2003 fue una decisión apresurada.
Lu Xing,
funcionario público: El examen físico
prematrimonial es costoso y no pasa de ser mera formalidad,
porque los médicos no le prestan mucha atención.
En algunos lugares, el certificado médico se consigue
a través de relaciones interpersonales, por amiguismo.
Como consecuencia, se afecta la confianza del público
en estos organismos y prefieren pasarlos por alto. Además,
la prueba no garantiza la prevención de las enfermedades
sexuales contagiosas, porque la mayoría de las parejas
ya ha tenido relaciones prematrimoniales.
Fan
Jinrong, médico de la provincia de Shanxi: Sabemos
por experiencia que mucha gente conoce previamente de sus
padecimientos y por lo tanto evitan la prueba médica.
Hay una conciencia de salud e higiene muy baja, sobre todo
en las zonas rurales. Si no se aplican medidas obligatorias,
podría desencadenarse una crisis de imprevisibles
consecuencias para todo el país. Por eso, la prueba
prematrimonial se corresponde con la realidad china y requiere
de respaldo legal.
Zhang
Jie, editora: No me parece necesaria la prueba. Sé
muy bien cuál es mi estado de salud. Entonces, ¿por
qué debo someterme a ese escrutinio? Además,
algunos hospitales no protegen la privacidad personal, con
lo cual alejan a muchos indecisos.
Una
encuesta realizada por el sitio web Sina arroja que 60,64
por ciento de entre 2.000 interrogados apoya la prueba forzosa
realizada en Heilongjiang, considerándola un buen
método para su popularización; un 27,43 por
ciento, empero, no está de acuerdo, pues argumenta
que viola la privacidad personal. Un 11,93 por ciento opina
que, sea obligatoria o no, la prueba es necesaria.
Por
último, adjuntamos los puntos de vistas vertidos
por el Grupo Especializado Conjunto de Investigaciones del
Consejo de Estado (formado por personalidades de algunos
departamentos gubernamentales, como la Oficina del Sistema
Jurídico del Consejo de Estado, el Ministerio de
Asuntos Civiles, el Ministerio de Salud Pública,
la Comisión de Planificación Familiar y el
Ministerio de Hacienda): la prueba médica prematrimonial
desempeña un papel limitado en la prevención
eficaz de los defectos de nacimiento. A ello se suma el
carácter formal con que se suele aplicar. Debemos
estimular la realización del examen, pero siempre
acudiendo a la voluntariedad de los cónyuges. Nunca
bajo coacción.
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