¿Qué comen
los auténticos
revolucionarios?
Por
Inesa
Pleskachuskaya

La
cocina occidental china se enorgullece de su alto nivel de condimento. Su sabor distintivo lo debe a los candentes chiles, un ingrediente traído a
China por primera vez por los comerciantes españoles en el siglo XVII. Pero la cocina de Sichuan era caliente mucho antes de la llegada de los
españoles. Una colección de poemas del antiguo estado
de Chu titulado Elegía a
Sur revela que
los naturales del área han estado cocinando con la pimienta
de Sichuan, la casia (cinamomo local), el ajenjo y otras
especias, desde
300 A.C. Los textos descubiertos en las tumbas
de la dinastía Han (206 A.C. – 220 D.C.) también describen
los platos ricos, diversos y exquisitos condimentados con
especias exóticas. Hoy en día el chile y el ajo han suplantado
algunas de las especias de épocas anteriores, pero la pimienta
de Sichuan, la casia, el anís estrellado, el polvo de cinco especias y
el cilantro, siguen reinando
en la cocina local
de Sichuan.
El
propósito principal de la cocina norteña china es conservar
el calor del cuerpo en medio de bajas temperaturas. Los platos de Sichuan, por otra parte, están concebidos para mantener seco el interior del cuerpo, dada el alto nivel de humedad de esta región. El chile caliente en tiempo bochornoso y
húmedo hace que los órganos internos actúen como
un sistema de enfriamiento. En invierno, el
chile calienta el interior del
cuerpo, acelera la circulación de la sangre, promoviendo el metabolismo y acelerando
la digestión. Y sabiendo
que los comestibles
no se mantienen en un
clima caliente, y que el refrigerador es
una invención relativamente reciente, ¿cómo
se las arreglaban los antepasados
chinos para evitar que se malograran
los alimentos? Pues con el
chile: un confiable destructor de bacterias.
La
provincia de Sichuan ha sido bendecida por un clima subtropical
y una irrigación excelente, así que los comestibles frescos
abundan todo el año. Los platos infaltables en la cocina local son arroz, fideos, cerdo, col, rábano blanco, pescados
de agua dulce y cuajada de tofu. Las montañas
cubiertas por densas arboledas de bambú son el
habitat de los pandas, símbolo de Sichuan y China. El bambú es su alimento fundamental, que sirve asimismo de alimento favorito a los humanos, junto
con varias clases de setas, hierbas endémicas y
raíces del bosque que enriquecen las mesas locales.
Esta
región montañosa es también rica en
todas las clases de nueces, en especial la de Castilla, el ginkgo y el pino petrificado. Los largos y crudos
inviernos obligan
a los sichuaneses a
preservar las verduras, lo cual hacen con sal, vinagre, aceite y - ¡por supuesto!
– el imprescindible chile.
Inesa Pleskachuskaya
es la jefa de la oficina del periódico nacional bielorruso
Belarus
de Hoy y del Canal de TV Nacional de Ontario ONT en Beijing
|