Economía
china:
desarrollo
sostenido para 2005
Por
nuestro reportero LUO YUANJUN
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Buena
cosecha de cereales veraniegos en Zhijiang, provincia
de Hubei |
Un matrimonio
de ancianos disfruta de la buena cosecha |
En la XII reunión informal
de dirigentes de la CEAP, celebrada a fines de 2004, el
Presidente chino Hu Jintao señaló que tras un análisis integral
de varios factores, se llegó a la conclusión de que en 2005
la economía china mantendrá un desarrollo estable y relativamente
acelerado, sin lugar para el recalentamiento económico
o la “desaceleración brusca” que algunos han pronosticado.
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Wang Zongnan
(derecha), presidente de la Junta Directiva del
Supermercado Lianhua de Shanghai, acompaña a inversionistas
extranjeros en uno de los establecimientos de dicha
cadena comercial |
Las exportaciones
de productos agrícolas en la provincia de Shandong
arrojan un crecimiento estable |
Una de las principales prioridades económicas del gobierno
central de China para 2005 es fortalecer los frentes de
la agricultura, el campesinado y las zonas rurales, con
miras a promover la producción agrícola integral, incrementar
la producción y aumentar los ingresos de los labriegos.
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Campesinos
de la aldea Lilianzhuang del distrito de Cheng’an,
provincia de Hebei, transportando
trigo |
Li Zhong, agricultor del distrito de Lianshui,
provincia de Jiansu, llamó recientemente a su hijo, quien
trabajaba temporalmente en una ciudad sureña de China, y
le pidió que regresara a su tierra natal. “Ya no pagaremos
más impuestos agrícolas y recibiremos subsidios para el
cultivo de cereales. Es una buena oportunidad para nosotros”,
expresó el campesino, ansioso de que su vástago regrese a casa.
A principios de 2005, la provincia de
Jiangsu eliminó los impuestos agrícolas e incrementó los
subsidios fiscales directos anuales de la provincia para
el cultivo de cereales de los 510 millones de yuanes (63
millones de dólares) del año previo a los 620 millones de
yuanes (75 millones de dólares). Al mismo tiempo, se estableció
un precio mínimo de compra de cereales con el fin de garantizar
los intereses de los agricultores.
Además de la provincia de Jiangsu, Zhejiang,
Henan, Guangdong, Shaanxi, Hainan, Guizhou y Chongqing también
anunciaron la abolición de impuestos agrícolas. Ello significa
que 13 provincias y municipios directamente subordinados
al gobierno central adoptaron el sistema de exención de
impuestos agrícolas, práctica adoptada ya por Jilin, Heilongjiang,
Beijing, Shanghai, Tianjin y Tíbet. De esta forma, más de
una tercera parte de las provincias, regiones autónomas
y municipios de jurisdicción central ha cumplido con anticipación
la meta de eliminar los impuestos agrícolas. En virtud de
tal medida, millones de campesinos han podido quedarse con
la totalidad de sus ingresos por concepto del cultivo de
la tierra, algo imposible antes por el oneroso gravamen
fiscal.
Los datos proporcionados por los departamentos de recaudación
de impuestos arrojan que en 2003, el ingreso recaudado por
China por concepto de impuestos agrícolas totalizó 33.800
millones de yuanes, mientras que el volumen total del ingreso
nacional por concepto de impuestos fue de 2 billones de
yuanes en el mismo año. Esta reducción de menos del 2% de
este ingreso tendrá una influencia insignificante para el
tesoro público.
En años recientes, el gobierno chino ha
aliviado, mediante la exención y reducción de impuestos
agrícolas y sobre productos agrícolas especiales, una carga
impositiva por valor de unos 28.000 millones de yuanes,
o 30% de la carga fiscal del campesinado. Los impuestos
agrícolas, vigentes desde las dinastías antiguas, desaparecerán
completamente de la vida de los campesinos tras un período
de continuas reducciones.
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La cadena
de tiendas Carrefour de Francia cuenta con 27 establecimientos
en 15 ciudades de China |
Esta política tributaria y la implementación
de subsidios directos a las familias campesinas han estimulado
en gran medida el entusiasmo entre los labriegos por dedicarse
al cultivo, lo cual redunda en el fomento de la producción
de cereales. Según Jin Renqing, ministro de la Hacienda,
el apoyo fiscal de China a la producción agrícola en 2004
fue el mayor hasta la fecha, con beneficios para el campesinado
rara vez vistos. Ello garantiza la continuidad y la estabilidad
de la política financiera en el apoyo a la agricultura,
las zonas rurales y el campesinado en 2005.
Pese al apoyo financiero gubernamental,
existen aún muchos desafíos y dificultades para que las
vastas zonas rurales de China alcancen sus objetivos básicos
de incrementar la producción de cereales y el ingreso de
los campesinos en 2005.
En primer lugar, es fácil de decir pero difícil de conseguir
el incremento de la producción. El 2004 fue un período de
recuperación del crecimiento de la producción de granos.
Sin embargo, la baja eficiencia de los cultivos, lo limitado
de la tierra laborable y la débil estructura agrícola constituyen
obstáculos para el incremento de la producción de granos,
a lo cual se suman factores objetivos como el clima y el
mercado global. Las precipitaciones e inundaciones han ejercido
un fuerte impacto sobre la producción agrícola china en
los últimos años.
Segundo, el incremento del ingreso del campesinado entra
en una etapa difícil, dada la magnitud de los obstáculos
restrictivos y la debilidad de los factores favorables.
Los costos de la producción agrícola se han mantenido altos
y resulta limitado el espacio para el alza de los precios
de los productos agrícolas. La estructura económica urbana
y rural del país no ha sido superada y dista de ser un mecanismo
efectivo para aumentar el ingreso de los campesinos.
Por último, la mejora de la competitividad agrícola constituye
un gran desafío. La agricultura china y las zonas rurales
se encuentran en una etapa crucial del desarrollo y se enfrentan
a la presión del mercado interno y externo; según aumenta
la apertura al exterior, crecen los desafíos que entrañan
los intentos de integrarse a una nueva era de la globalización
económica, particularmente en este momento en que China
termina su período de transición tras incorporarse a la
Organización Mundial del Comercio (OMC).
Con todo, existen grandes oportunidades para el desarrollo
de la economía rural. El Presidente Hu Jintao señala que
de modo general, China ha entrado en una etapa de desarrollo
en el que la industria empieza a apoyar a la agricultura,
y las ciudades a las zonas rurales. En la conferencia central
sobre trabajo económico celebrada a finales de 2004, las
autoridades centrales enfatizaron que la solución de los
problemas de la agricultura, el campesinado y las zonas
rurales deben ser la tarea prioritaria de todos los niveles
del gobierno, y que deben fortalecerse, en vez de debilitarse,
las medidas a apoyo a la agricultura en 2005.
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Campesinos
beneficiados por el parque modelo de ciencia
y tecnología |
El
gas conducido por el proyecto de desvío de gas natural
del Oeste al Este llega a Shanghai |
Otra tarea económica clave del gobierno
central en 2005 es controlar la escala total de la inversión
en activos fijos, la optimización de la estructura de inversión
y el reajuste de la relación entre la inversión y el consumo.
Antes de la celebración de la conferencia de trabajo económico
central a fines de 2004, abundaban las conjeturas sobre
las tendencias de desarrollo de la economía china en 2005.
“Anhelo conocer las políticas gubernamentales para el
2005, y si las mismas continuarán o habrán cambios en las
políticas”, dijo Shi Pingxing, gerente general de una compañía
de muebles.
Fan Gang, famoso economista afirma que
siempre suele enfrentar la misma interrogante sobre el futuro
de la política de macrocontrol de China. En el Foro de Establecimiento
de Credibilidad en China Qiu Xiaohua, subdirector de la
Administración Estatal de Estadísticas, expresó que en 2005
se fortalecerá el macrocontrol, aunque habrá asimismo cambios
en su centro de gravedad, las medidas y el vigor.
En 2004, la restricción de recursos se convirtió
en el meollo del desarrollo económico del país, de cara
a una escasez general de carbón, electricidad, petróleo
y capacidad de transporte. Otro aspecto económico de peso
del año pasado fue el 4% de alza en el índice de precios
de consumo, la mayor alza de los últimos siete años. Al
mismo tiempo, la inversión en activos fijos se mantuvo persistentemente
alta hasta que el gobierno central intervino con la implementación
de medidas de macrocontrol.
En la conferencia sobre el trabajo económico
central se señala que en 2005 se debe fomentar la capacidad
de manejar la economía de mercado socialista y fortalecer
y promover el control macroeconómico. Este macrocontrol,
una labor a largo plazo, puede variar de centro de gravedad
y vigor, según la situación económica general. Ma Kai, Presidente
de la Comisión Estatal de Desarrollo y Reforma, afirma al
respecto: “Se debe pasar la base del trabajo económico al
ajuste estructural, el modo de crecimiento económico y la
promoción del desarrollo coordinado”.
En 2005, el gobierno chino continuará con su política de
macrocontrol, a la par que se concentra en una política
fiscal y monetaria estable que favorezca un suministro monetario
más fluido. En cuanto a las medidas de control, se prestará
atención al uso de medios económicos, la disminución de
interferencias administrativas, el uso de la palanca económica,
la mejora de la flexibilidad y la eficiencia de las políticas.
El incremento de tipos de interés sobre depósitos bancarios
en renminbi, aprobado el 29 de octubre de 2004, es una
señal de este macrocontrol.
Se prevé que el crecimiento inversionista
anual de toda la sociedad alcanzará un 17% en 2005, mientras
que el incremento de la inversión urbana deberá ser del
20%. Esta tasa de crecimiento está básicamente dentro del
margen normal. A pesar de que se reducirá la función de
la inversión como propulsor económico, no se espera un alto
margen de incremento de inversión ni se producirá una brusca
desaceleración económica, ya que las empresas tienen mayor
iniciativa para la inversión que antes.
En 2005 tendrán lugar grandes cambios
en la estructura de la inversión industrial. A este tenor,
se reducirán la inversión excesiva en los sectores siderúrgico,
de aluminio electrolítico, el cemento y los autos, y aumentará
la orientación de capital hacia los departamentos sometidos
a cuellos de botella de la economía nacional, como la energía,
el transporte, etc.
Pese a la disminución de la inversión
en activos fijos, el sector terciario mantendrá su rápido
crecimiento, con lo cual se augura un vuelco favorable en
la situación del desequilibrio inversionista. Los rápidos
incrementos en los ingresos de los residentes urbanos en
2004 han estimulado el consumo y elevado la estructura de
consumo como un todo, sentando una buena base para el incremento
de la inversión en el sector de servicios en 2005. La futura
apertura de las industrias de servicio a la inversión foránea
y la inversión privada china aumentarán la competencia sana
en la inversión de la industria terciaria.
En 2005, China se abrirá más al exterior,
sobre todo en el sector de servicios y comercio. En el presente,
la inversión extranjera en la industria terciaria china,
principalmente en los servicios, representa un 7,9% de la
inversión total foránea en la parte continental de China,
mientras que la misma proporción en la industria secundaria
es de 68%, concentrada principalmente en la manufacturera.
Esta situación no sólo no se corresponde con la gran demanda
de inversión en el sector terciario de China, sino que también
contradice fuertemente el patrón de flujo de la inversión
directa extranjera a escala mundial.
Uno de los centros de gravedad del
trabajo económico central en 2005 será la promoción de la
cooperación interactiva y la complementación mutua entre
las ventajas de las regiones del este, el centro y el oeste,
con el fin de alcanzar el desarrollo común.
Al comentar la estrategia del “desarrollo
del centro de China”, el World Business Newswire
considera que el este y el oeste del país constituyen dos
alas, y que el centro del país, incluyendo Jiangxi, Anhui,
Hubei, Hunan, Henan y Shanxi, forma una columna que los
vincula, y a la vez enfatiza que el aceleramiento del desarrollo
económico del centro de China es clave para el desarrollo
sano de la economía del país.
En 1979, cuando China empezó a implementar
la reforma y la apertura, con el fin de elevar lo antes
posible su poderío nacional, y acortar la brecha con los
países desarrollados, el gobierno central decidió aplicar
“políticas especiales y flexibles” en las provincias de
Guangdong y Fujian. Esta decisión marcó el inicio de la
estrategia de desarrollo de las zonas costeras del país,
que estimuló a las zonas dotadas de buenas condiciones a
lo largo de las costas este y sudeste para que se desarrollaran
antes que las regiones interiores. Al tomar esta decisión
se tuvo en cuenta el desarrollo desequilibrado temporal
entre las regiones de diferentes condiciones topográficas.
Estas zonas costeras han prosperado con
la nueva política y se ha involucrado, sobre todo desde
la adhesión China a la OMC, en la economía global. El centro
y el oeste de China, por otro lado, se han quedado a la
zaga. Gran número de trabajadores rurales del centro y el
oeste del país emigraron a las zonas costeras, lo que ha
contribuido al bajo costo de producción de la economía orientada
a las exportaciones del este de China. Este fenómeno ha
demorado cualquier traslado de la industria de procesamiento
de exportación a las regiones interiores y ha ampliado la
disparidad económica entre el este y el centro y el oeste
del país.
A finales de los años setenta del siglo
pasado, la prioridad de desarrollo del gobierno central
se concentró en el Delta del Río de la Perla, en la provincia
de Guangdong. Este énfasis económico pasó al Delta del Río
Yangtsé a fines de los años ochenta, a la zona de Beijing,
Tianjin y el mar de Bohai a mediados de los años noventa,
a la “estrategia de desarrollo del oeste” a finales de los
años noventa, y luego, al “rejuvenecimiento del nordeste
de China” en 2003. Todas estas prioridades y estrategias
pasaron por alto el centro del país.
En la conferencia del trabajo económico
central celebrada en diciembre de 2004, el gobierno central
propuso la “implementación de la estrategia de desarrollo
del oeste, el rejuvenecimiento de la base industrial del
nordeste, la promoción del desarrollo del centro del país,
y el estímulo a las regiones del este, de modo que se sitúen
por delante de otros, con miras a alcanzar la promoción
mutua y el desarrollo común” de las diferentes regiones
del país. El “desarrollo del centro de China” apareció por
primera vez en la agenda del gobierno, atrayendo sobre sí
amplia atención.
La urgencia de solucionar el problema
del centro del país está relacionada en gran medida con
los problemas de la agricultura, del campesinado y de las
zonas rurales. El 2004 fue un año relativamente bueno para
el desarrollo económico rural, ya que el ingreso del campesinado
se incrementó en buena medida. Sin embargo, al entrar el
país en el último período de transición post OMC y abrir
su sector agrícola a principios de 2005, surge una pregunta:
¿Podrá el frágil sector agrícola resistir el embate de los
productos agrícolas importados? Al estar dedicadas al agro
la mayoría de las provincias del centro de China, el apoyo
del gobierno al centro significa respaldar la agricultura
del país.
Como beneficiario de la política de apertura y reforma,
el Delta del Río de la Perla también ha tomado la iniciativa
de impulsar el desarrollo económico de sus vecinos menos
afortunados. Después de asociarse con Hong Kong y Macao
en 2003 para la expansión del Delta del Río de la Perla,
de modo que el mismo pase a ser Gran Delta del Río de la
Perla, Guangdong retomó la estrategia de desarrollo de Pan
Delta del Río de la Perla, destinada a integrar el desarrollo
económico de las provincias y regiones autónomas vecinas
como Guangxi, Hunan, Fujian, Jiangxi, Hainan, Sichuan, Yunnan
y Guizhou, sumándolas a la provincia de Guangdong, y Hong
Kong y Macao. Los esfuerzos de integración económica regional
han recibido fuerte apoyo y estímulo del gobierno central
e indican el inicio del desarrollo coordinado de las regiones
del este, el centro y el oeste.
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