FEBRERO
2005


Médicos famosos de la antigüedad

Por LI WUZHOU y TAN ZHEN

Hace unos 2.500 años el duque Huan, rey del Estado de Qi del Período de Primavera y Otoño (770-476 a.C.), concedió una audiencia al famoso doctor Bian Que, quien, al ver el semblante del monarca, le dictaminó una enfermedad que se agravaría si no se trataba a tiempo.

El rey, que se sentía muy sano y satisfecho con su poder imperial, se burló de la advertencia, diciendo que los doctores tenían manía de tratar a la gente sana para realzar su fama.

Poco después, Bian Que volvió a visitar al duque Huan, y le repitió la advertencia de la enfermedad. Lo mismo hizo en una tercera ocasión, urgiéndole a ponerse a tratamiento. El rey, sin embargo, siguió haciendo caso omiso. En la cuarta visita, al mirar al soberano, el galeno dio la vuelta y salió corriendo sin pronunciar  palabra. El duque mandó a alguien a preguntar al doctor el porqué de aquella extravagante actitud. Bian Que explicó que la enfermedad del rey, que en un principio fue superficial, ya había afectado los canales y meridianos (pasajes por donde circula la energía vital y que regulan las funciones corporales), para luego invadir los vasos sanguíneos. En aquel momento ya había calado la médula, de modo que ningún tratamiento podía surtir efecto. Unos días después, el rey cayó enfermo y murió en poco tiempo.

Esta historia es bien conocida en China. La misma destaca las habilidades médicas de Bian Que, uno de los cuatro doctores antiguos más famosos de China, y creador de los cuatro métodos de diagnosis de la medicina tradicional china (MTC), los cuales consisten en la observación, la auscultación y la olfacción, la interrogación, y la toma del pulso.

Cuatro doctores más famosos de la MTC

En la China antigua había 14 sabios. Zhang Zhongjing, el sabio médico, y Sun Simiao, el sabio farmacéutico, estaban en la misma posición que Confucio, el sabio literario, y Sun Wu, el sabio militar (También se llama Sun Zi, autor de Artes de la Guerra).

Hoy se dispone de muchos registros históricos sobre doctores famosos. De estos últimos solamente cuatro son los más conocidos. Además de Zhang Zhongjing y Sun Simiao, los otros dos son Bian Que, el protagonista del cuento arriba mencionado, y Hua Tuo, de la dinastía Han del Este (25-220). Aunque los últimos dos no estaban incluidos en la lista de los sabios, eran tratados como "médicos mágicos."

Bian Que es considerado padre de la medicina tradicional china. En las obras antiguas aparece dotado de capacidad de "devolver la vida a un cadáver". Su mayor pericia es la acupuntura. Fue él quien utilizó por primera vez agujas de hierro, reemplazando los de hueso y de piedra, práctica que contribuyó al empleo final de agujas de plata.

La mayor contribución del sabio farmacéutico Sun Simiao (581-682) de la dinastía Tang, a la medicina tradicional china era la colección de las prescripciones que él compiló en dos libros Qian Jin Yao Fang (Recetas de mil monedas de oro) y Qian Jin Yi Fang (Suplemento a las recetas de mil monedas de oro). El primero contiene 5.300 prescripciones comprobadas, y el segundo, más de 2.000.

Sun Simiao también fue médico. Un día, al ver pasar una procesión fúnebre, detuvo a los portadores del ataúd y les preguntó por qué enterraban a una persona que todavía no había muerto. Le respondieron: "¿Qué dice? Hace un buen rato que esta mujer está muerta". Sun Simiao contestó: "No lo creo. Si estuviera muerta, su sangre se coagularía. ¿No ven que aún está sangrando?" Los portadores repararon entonces en la sangre fresca que goteaba por una grieta del ataúd. El marido de la supuesta muerta pidió abrir el féretro, y dijo a Sun que su esposa había estado embarazada por más de nueve meses, y el día anterior sufrió el parto difícil. Por lo cual creyeron que había muerto.

Entonces Sun examinó la respiración y tomó el pulso de la mujer. Sacó tres agujas de plata y la pinchó con ellas. Súbitamente, la mujer volvió en sí. Acto seguido, Sun dio al marido un paquete de medicina, advirtiéndole que llevara inmediatamente a la paciente a casa y le diera la medicina. “La madre y el bebé, añadió, se salvarán. Todo salió como había pronosticado Sun. La mujer dio a luz un bebé sano.

Por su parte, el sabio médico Zhang Zhongjing resumió sus experiencias clínicas, y escribió el libro Shang Han Za Bing Lun (Sobre enfermedades febriles y misceláneas), 700 años antes de la aparición del Canon de la Medicina del doctor árabe Ibn Sina. El libro de Zhang incluye 113 prescripciones típicas y 397 métodos y teorías de tratamiento. El mismo ha sido desde entonces la obra clásica para el estudio de la MTC. Muchos principios de tratamiento de la MTC se basan en las teorías de Zhang.

Hua Tuo fue el primer cirujano del país y del mundo en  emplear la anestesia general para una operación quirúrgica. Su fórmula Mafeisan precedió en 1.600 años el primer caso de uso de anestesia en Europa. Hasta hoy, los chinos siguen refiriéndose a los buenos médicos del país como “Reencarnación de Hua Tuo”. 

Habilidades médicas mágicas

En cierta ocasión dos pacientes fueron a ver a Hua Tuo. Los dos se quejaban de dolor de cabeza y fiebre. Hua Tuo dio una medicina laxante a uno y al otro un remedio sudorífico. Sus asistentes no entendieron por qué y le pidieron explicación. Hua Tuo argumentó que aunque los dos pacientes tenían síntomas similares, las causas de sus enfermedades no eran iguales: uno sufría de indigestión; el otro tenía un resfrío. Sus recetas, por lo tanto, eran diferentes.

La diferencia principal existente entre la medicina china y la occidental reside en que la primera trata la enfermedad y la segunda los síntomas. Un médico occidental “trata la cabeza cuando el paciente se queja del dolor de la cabeza y cura los pies si éstos duelen”, según un modismo chino que describe así la medicina occidental. Sin embargo, los médicos de la MTC hacen distintas recetas para los mismos síntomas combinando la diferenciación y la clasificación de diversos factores etiológicos, razón por la cual la diagnosis y el tratamiento varían de un paciente al otro.

Las numerosas recetas populares de efectos especiales que se conocen hasta hoy día también se atribuyen a las experiencias y el análisis de los doctores famosos de las diversas dinastías. Durante el reinado del emperador Qianlong (1736-1795) de la dinastía Qing (1644-1911), un doctor llamado Xu Dachun, proveniente del sur del país, se hizo famoso en el círculo médico imperial. En una ocasión, la emperatriz madre se sintió mal durante varios días, pues tenía tupido el pecho, un abultamiento del vientre y poco apetito. Aunque consultó a varios médicos dentro y fuera de la corte, no mejoró; más bien empeoraba por días. Entonces el emperador Qianlong emitió un decreto para ubicar a doctores capacitados por todo el imperio. Xu Dachun fue recomendado, y se presentó en la corte. Se informó primero de la enfermedad y los tratamientos anteriores con los eunucos y criadas. Luego fue a ver a la paciente, y le recetó tres qian (unidad de peso, equivale a cinco gramos) de semillas de rábano (raphanus sativus). Poco después de tomar la infusión recetada, la emperatriz madre evacuó el vientre y se sintió enseguida aliviada en esa región del cuerpo y en el pecho.

Para los médicos de la MTC, muchos tipos de vegetales e incluso comidas pueden servir de medicina para salvar la vida. Según registros de San Guo Zhi (Historia de los Tres Reinos), un día Hua Tuo encontró a un paciente que gemía por no poder tragar nada. Parecía que tenía algo en la garganta. Hua Tuo se acercó al paciente. Observó su semblante, y dijo a un familiar de éste: “Compra un poco de ajo picado que se vende en el puesto al lado de la calle y mézclalo en medio tazón de vinagre. Dale de tomar eso y ya está”. Después de tomar la medicina, el paciente vomitó un largo gusano intestinal y se recuperó inmediatamente.

Se cree que los doctores verdaderos de la MTC son capaces de recurrir a las emociones para curar enfermedades. Según un registro personal de la dinastía Qing, un funcionario de un distrito local sufría de depresión, no comía bien y dormía intranquilo. Su salud iba de mal a peor. Su familia consultó a muchos doctores pero los resultados fueron leves. Un día, un médico veterano fue a verle. Le tomó el pulso y le dijo circunspecto: "Usted padece del desorden menstrual". El funcionario se echó a reír a carcajadas y expulsó al doctor. Después del suceso, cada vez que se reunía con amigos y conocidos, hacía el cuento y se reía del doctor. Pero inesperadamente, comenzó a experimentar mejoría, y al final se recuperó totalmente. Entonces se percató de la artimaña del doctor: las risas fueron la medicina que le había recetado.

En los documentos médicos oficiales también se encuentra un registro sobre el caso de cómo Hua Tuo utilizó el sentimiento de cólera para tratar enfermedades. Un funcionario enfermo desde mucho tiempo antes fue a ver a Hua Tuo. Después de examinarlo, Hua Tuo creyó que el enfado podría curarle. Entonces le cobró, pero no le hizo ninguna receta, y en su lugar le dejó una carta para burlarse del él. El funcionario se puso muy enfadado y mandó a alguien a matar a Hua Tuo. Pero no lo consiguió. Se sintió más enojado, y esculpió coágulos oscuros de sangre. Entonces ocurrió la  maravilla: su salud mejoró desde entonces.

En beneficio del pueblo

Antes de ser primer ministro de la dinastía Song (960-1279), Fan Zhongyan, confucionista distinguido de la época, declaró que si no podía ser primer ministro preferiría trabajar de doctor, porque ambas posiciones le ofrecían igual oportunidad para trabajar en beneficio del pueblo.

Muchos doctores antiguos de la MTC consideraban su trabajo de salvación de la vida como una tarea sagrada más que una profesión simple para mantenerse. Zhang Zhongjing alcanzó un alto rango en su carrera burocrática, pero nunca dejó de practicar la medicina. En ocasiones tenía que cumplir deberes oficiales mientras atendía a pacientes. Como sus colegas le criticaban, dimitió como gobernador de Changsha para dedicarse totalmente a la medicina.

La muerte trágica de Hua Tuo fue ejemplo de un doctor honrado de la MTC. El médico mágico sacrificó su vida por sus principios de servir a las amplias masas. Cao Cao, militar con nivel de primer ministro, sufría de dolor crónico del trigémino, del cual   ningún otro doctor había podido curarle. Pero dejó de sufrir con la acupuntura de Hua Tuo. Entonces pidió a éste que fuera su doctor personal. Pero Hua Tuo no quiso. Buscó un pretexto y se fue. Cao Cao mandó a invitarle varias veces, pero Hua Tuo nunca volvió, lo cual ofendió a Cao Cao, quien le capturó y le sentenció a muerte.

Dong Feng, fama pareja a la de Zhang Zhongjing y Hua Tuo, pasó una buena parte de su vida en las montañas Lushan de Jiangxi, curando enfermedades en su pueblo local. Nunca cobró por el tratamiento. En su lugar, pedía que plantaran cinco árboles de albaricoque en las montañas si lograba curar una enfermedad grave, y uno si el caso era ordinario. En pocos años se plantaron más de 100.000 albaricoqueros. Dong Feng compró cereales con la venta del albaricoque y los regaló a los pobres. Según registros de la época, en un año Dong Feng salvó y ayudó a más de 20.000 personas. Ello explica por qué el bosque de albaricoques constituye epítome del gremio médico.

Estatuas de Li Shizhen, Hua Tuo y Sun Simiao en el bulevar de esculturas de Shanghai Palacio conmemorativo del sabio médico Zhang Zhongjing, en su pueblo natal de Nanyang, Henan
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