Médicos
famosos de la antigüedad
Por LI WUZHOU y TAN ZHEN
 
Hace unos 2.500 años el duque Huan, rey del Estado de Qi del Período
de Primavera y Otoño (770-476 a.C.), concedió una audiencia
al famoso doctor Bian Que, quien, al ver el semblante del
monarca, le dictaminó una enfermedad que se agravaría si
no se trataba a tiempo.
El rey, que se sentía muy
sano y satisfecho con su poder imperial, se burló de la
advertencia, diciendo que los doctores tenían manía de tratar
a la gente sana para realzar su fama.
Poco
después, Bian Que volvió a visitar al duque Huan, y le repitió
la advertencia de la enfermedad. Lo mismo hizo en una tercera
ocasión, urgiéndole a ponerse a tratamiento. El rey, sin
embargo, siguió haciendo caso omiso. En la cuarta visita,
al mirar al soberano, el galeno dio la vuelta y salió corriendo
sin pronunciar palabra. El duque mandó a alguien a preguntar
al doctor el porqué de aquella extravagante actitud. Bian
Que explicó que la enfermedad del rey, que en un principio
fue superficial, ya había afectado los canales y meridianos
(pasajes por donde circula la energía vital y que regulan
las funciones corporales), para luego invadir los vasos
sanguíneos. En aquel momento ya había calado la médula,
de modo que ningún tratamiento podía surtir efecto. Unos
días después, el rey cayó enfermo y murió en poco tiempo.
Esta historia es bien conocida en China. La misma destaca las habilidades médicas
de Bian Que, uno de los cuatro doctores antiguos más famosos
de China, y creador de los cuatro métodos de diagnosis de
la medicina tradicional china (MTC), los cuales consisten
en la observación, la auscultación y la olfacción, la interrogación,
y la toma del pulso.
Cuatro doctores más famosos de la MTC
En la China antigua había 14 sabios. Zhang Zhongjing,
el sabio médico, y Sun
Simiao, el sabio farmacéutico, estaban en la misma posición
que Confucio, el sabio literario, y Sun Wu, el sabio militar
(También se llama Sun Zi, autor de Artes de la Guerra).
Hoy se dispone de muchos registros históricos sobre doctores famosos. De estos
últimos solamente cuatro son los más conocidos. Además de
Zhang Zhongjing y Sun Simiao, los otros dos son Bian Que,
el protagonista del cuento arriba mencionado, y Hua Tuo,
de la dinastía Han del Este (25-220). Aunque los últimos
dos no estaban incluidos en la lista de los sabios, eran
tratados como "médicos mágicos."
Bian Que es considerado padre de la medicina tradicional china. En las obras
antiguas aparece dotado de capacidad de "devolver la
vida a un cadáver". Su mayor pericia es la acupuntura.
Fue él quien utilizó por primera vez agujas de hierro, reemplazando
los de hueso y de piedra, práctica que contribuyó al empleo
final de agujas de plata.
La mayor contribución del sabio farmacéutico Sun Simiao (581-682) de la dinastía
Tang, a la medicina tradicional china era la colección de
las prescripciones que él compiló en dos libros Qian
Jin Yao Fang (Recetas de mil monedas de oro) y Qian
Jin Yi Fang (Suplemento a las recetas de mil monedas
de oro). El primero contiene 5.300 prescripciones comprobadas,
y el segundo, más de 2.000.
Sun Simiao también fue médico. Un día, al ver pasar una procesión fúnebre, detuvo
a los portadores del ataúd y les preguntó por qué enterraban
a una persona que todavía no había muerto. Le respondieron:
"¿Qué dice? Hace un buen rato que esta mujer está muerta".
Sun Simiao contestó: "No lo creo. Si estuviera muerta,
su sangre se coagularía. ¿No ven que aún está sangrando?"
Los portadores repararon entonces en la sangre fresca que
goteaba por una grieta del ataúd. El marido de la supuesta
muerta pidió abrir el féretro, y dijo a Sun que su esposa
había estado embarazada por más de nueve meses, y el día
anterior sufrió el parto difícil. Por lo cual creyeron que
había muerto.
Entonces Sun examinó la respiración y tomó el pulso de la mujer. Sacó tres agujas
de plata y la pinchó con ellas. Súbitamente, la mujer volvió
en sí. Acto seguido, Sun dio al marido un paquete de medicina,
advirtiéndole que llevara inmediatamente a la paciente a
casa y le diera la medicina. “La madre y el bebé, añadió, se salvarán”. Todo salió como había pronosticado Sun. La mujer dio a luz un bebé sano.
Por su parte, el sabio médico Zhang Zhongjing resumió sus experiencias clínicas,
y escribió el libro Shang Han Za Bing Lun (Sobre
enfermedades febriles y misceláneas), 700 años antes de
la aparición del Canon de la Medicina del doctor
árabe Ibn Sina. El libro de Zhang incluye 113 prescripciones
típicas y 397 métodos y teorías de tratamiento. El mismo
ha sido desde entonces la obra clásica para el estudio de
la MTC. Muchos principios de tratamiento de la MTC se basan
en las teorías de Zhang.
Hua
Tuo fue el primer cirujano del país y del mundo en emplear
la anestesia general para una operación quirúrgica. Su fórmula
Mafeisan precedió en 1.600 años el primer caso de uso de
anestesia en Europa. Hasta hoy, los chinos siguen refiriéndose
a los buenos médicos del país como “Reencarnación de Hua
Tuo”.
Habilidades médicas mágicas
En cierta ocasión dos pacientes fueron a ver a Hua Tuo. Los dos se quejaban
de dolor de cabeza y fiebre. Hua Tuo dio una medicina laxante
a uno y al otro un remedio sudorífico. Sus asistentes no
entendieron por qué y le pidieron explicación. Hua Tuo argumentó
que aunque los dos pacientes tenían síntomas similares,
las causas de sus enfermedades no eran iguales: uno sufría
de indigestión; el otro tenía un resfrío. Sus recetas, por
lo tanto, eran diferentes.
La diferencia principal existente entre la medicina china y la occidental reside
en que la primera trata la enfermedad y la segunda los síntomas.
Un médico occidental “trata la cabeza cuando el paciente
se queja del dolor de la cabeza y cura los pies si éstos
duelen”, según un modismo chino que describe así la medicina
occidental. Sin embargo, los médicos de la MTC hacen distintas
recetas para los mismos síntomas combinando la diferenciación
y la clasificación de diversos factores etiológicos, razón
por la cual la diagnosis y el tratamiento varían de un paciente
al otro.
Las numerosas recetas populares de efectos especiales que se conocen hasta hoy
día también se atribuyen a las experiencias y el análisis
de los doctores famosos de las diversas dinastías. Durante
el reinado del emperador Qianlong (1736-1795) de la dinastía
Qing (1644-1911), un doctor llamado Xu Dachun, proveniente
del sur del país, se hizo famoso en el círculo médico imperial.
En una ocasión, la emperatriz madre se sintió mal durante
varios días, pues tenía tupido el pecho, un abultamiento
del vientre y poco apetito. Aunque consultó a varios médicos
dentro y fuera de la corte, no mejoró; más bien empeoraba
por días. Entonces el emperador Qianlong emitió un decreto
para ubicar a doctores capacitados por todo el imperio.
Xu Dachun fue recomendado, y se presentó en la corte. Se
informó primero de la enfermedad y los tratamientos anteriores
con los eunucos y criadas. Luego fue a ver a la paciente,
y le recetó tres qian (unidad de peso, equivale a
cinco gramos) de semillas de rábano (raphanus sativus).
Poco después de tomar la infusión recetada, la emperatriz
madre evacuó el vientre y se sintió enseguida aliviada en
esa región del cuerpo y en el pecho.
Para los médicos de la MTC, muchos tipos de vegetales e incluso comidas pueden
servir de medicina para salvar la vida. Según registros
de San Guo Zhi (Historia de los Tres Reinos), un
día Hua Tuo encontró a un paciente que gemía por no poder
tragar nada. Parecía que tenía algo en la garganta. Hua
Tuo se acercó al paciente. Observó su semblante, y dijo
a un familiar de éste: “Compra un poco de ajo picado que
se vende en el puesto al lado de la calle y mézclalo en
medio tazón de vinagre. Dale de tomar eso y ya está”. Después
de tomar la medicina, el paciente vomitó un largo gusano
intestinal y se recuperó inmediatamente.
Se cree que los doctores verdaderos de la MTC son capaces de recurrir a las
emociones para curar enfermedades. Según un registro personal
de la dinastía Qing, un funcionario de un distrito local
sufría de depresión, no comía bien y dormía intranquilo.
Su salud iba de mal a peor. Su familia consultó a muchos
doctores pero los resultados fueron leves. Un día, un médico
veterano fue a verle. Le tomó el pulso y le dijo circunspecto:
"Usted padece del desorden menstrual". El funcionario
se echó a reír a carcajadas y expulsó al doctor. Después
del suceso, cada vez que se reunía con amigos y conocidos,
hacía el cuento y se reía del doctor. Pero inesperadamente,
comenzó a experimentar mejoría, y al final se recuperó totalmente.
Entonces se percató de la artimaña del doctor: las risas
fueron la medicina que le había recetado.
En
los documentos médicos oficiales también se encuentra un
registro sobre el caso de cómo Hua Tuo utilizó el sentimiento
de cólera para tratar enfermedades. Un funcionario enfermo
desde mucho tiempo antes fue a ver a Hua Tuo. Después de
examinarlo, Hua Tuo creyó que el enfado podría curarle.
Entonces le cobró, pero no le hizo ninguna receta, y en
su lugar le dejó una carta para burlarse del él. El funcionario
se puso muy enfadado y mandó a alguien a matar a Hua Tuo.
Pero no lo consiguió. Se sintió más enojado, y esculpió
coágulos oscuros de sangre. Entonces ocurrió la maravilla:
su salud mejoró desde entonces.
En beneficio del pueblo
Antes de ser primer ministro de la dinastía Song (960-1279), Fan Zhongyan, confucionista
distinguido de la época, declaró que si no podía ser primer
ministro preferiría trabajar de doctor, porque ambas posiciones
le ofrecían igual oportunidad para trabajar en beneficio
del pueblo.
Muchos doctores antiguos de la MTC consideraban su trabajo de salvación de la
vida como una tarea sagrada más que una profesión simple
para mantenerse. Zhang Zhongjing alcanzó un alto rango en
su carrera burocrática, pero nunca dejó de practicar la
medicina. En ocasiones tenía que cumplir deberes oficiales
mientras atendía a pacientes. Como sus colegas le criticaban,
dimitió como gobernador de Changsha para dedicarse totalmente
a la medicina.
La
muerte trágica de Hua Tuo fue ejemplo de un doctor honrado
de la MTC. El médico mágico sacrificó su vida por sus principios
de servir a las amplias masas. Cao Cao, militar con nivel
de primer ministro, sufría de dolor crónico del trigémino,
del cual ningún otro doctor había podido curarle. Pero
dejó de sufrir con la acupuntura de Hua Tuo. Entonces pidió
a éste que fuera su doctor personal. Pero Hua Tuo no quiso.
Buscó un pretexto y se fue. Cao Cao mandó a invitarle varias
veces, pero Hua Tuo nunca volvió, lo cual ofendió a Cao
Cao, quien le capturó y le sentenció a muerte.
Dong Feng, fama pareja a la de Zhang Zhongjing y Hua Tuo, pasó una buena parte
de su vida en las montañas Lushan de Jiangxi, curando enfermedades
en su pueblo local. Nunca cobró por el tratamiento. En su
lugar, pedía que plantaran cinco árboles de albaricoque
en las montañas si lograba curar una enfermedad grave, y
uno si el caso era ordinario. En pocos años se plantaron
más de 100.000 albaricoqueros. Dong Feng compró cereales
con la venta del albaricoque y los regaló a los pobres.
Según registros de la época, en un año Dong Feng salvó y ayudó a más de 20.000 personas. Ello explica
por qué el bosque de albaricoques constituye epítome del
gremio médico.
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Estatuas
de Li Shizhen, Hua Tuo y Sun Simiao en el bulevar
de esculturas de Shanghai |
Palacio
conmemorativo del sabio médico Zhang Zhongjing, en
su pueblo natal de Nanyang, Henan |
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