
La
medicina de las Esposas Felices
Por
el reportero ZHANG HUA
En julio de este año, cuatro hospitales de
Beijing acometieron una investigación clínica conjunta sobre
la disfunción sexual femenina. Las entidades asistenciales,
a saber, el Primer y Tercer Hospitales de la Universidad
de Beijing, el Xuanwu y el Chaoyang, ofrecieron asimismo
tratamiento gratuito a quienes se brindaron de voluntarias
para probar un tipo de Viagra femenina llamada Fangnuo. Al principio, fueron pocas las mujeres
que acudieron al llamado de los investigadores, y su cifra
no aumentó hasta que, más adelante, los medios de comunicación
comenzaron a poner su atención en el tema.
El medicamento en cuestión, denominado Fangnuo,
estimula los impulsos sexuales femeninos, aumenta sus secreciones
hormonales y propicia en general una vida sexual más satisfactoria.
Zhang Miao, ginecóloga del Hospital de la Universidad de
Beijing, y responsable del proyecto, nunca imaginó que encontrar
voluntarias fuera tan complicado.
Según una encuesta llevada a cabo en EE.UU.,
el 25 por ciento de las mujeres del país sufre de alguna
disfunción sexual antes de la menopausia, cifra que llega
al 75 por ciento entre las que ya han entrado en la etapa
menopausal. En China, más de 10 por ciento de las mujeres
experimentan disfunciones sexuales que se pueden aliviar
con Fangnuo. Según la práctica internacional, una nueva medicina puede entrar al
mercado solamente después de pasar con éxito por tres etapas
clínicas experimentales. Las primeras dos etapas experimentales
de Fangnuo se llevaron
a cabo en Estados Unidos y resultaron efectivas. La tercera
etapa debe ser conducida en Beijing bajo dirección de Zhang
Miao. Su objetivo es probar la eficacia y seguridad de Fangnuo, pero solamente un puñado de mujeres se ha ofrecido voluntariamente para
la prueba.
Resulta sorprendente esta reacción si se
tiene en cuenta la abrumadora respuesta al experimento realizado
en la aplicación del viagra hace algunos años, cuando la
lista de voluntarios alcanzó los centenares. La investigadora
Zhang Miao y sus colegas se sintieron desconcertados por
la reticencia femenina china a participar en el experimento.
Sexo - el tabú por excelencia
Liu Lian (no es su nombre verdadero) es una profesora de
música de escuela primaria. Es una atractiva y desenvuelta
joven de 25 años de edad. Desafortunadamente para ella,
desde que se casó, en octubre de 2003, no ha sido capaz
de experimentar el placer completo de una luna de miel en
el sentido aceptado del placer físico desenfrenado. Sus
amigos han notado que a ratos se deprime y preocupa, a la
vez que delata cómo los problemas que ella y su marido encaran
en la vida sexual les llenan la existencia de tensiones
e infelicidad.
En un esfuerzo por aislar el problema, Liu
Lian comenzó a consultar libros de texto médicos, pero todo
lo que encontró fueron algunos análisis sobre disfunciones
sexuales masculinas. Demasiado tímida para recurrir a la
ayuda de los hospitales, Liu Lian se quedó con la única
alternativa de obviar el contacto sexual con su marido.
Incluso se preparó para aceptar que él procurara una amante
antes que seguir sometiéndose al sufrimiento de sus aproximaciones
sexuales.
Tal parece que en todas partes del mundo,
incluyendo China, existe mayor preocupación por la satisfacción
sexual masculina que por la femenina, y que se asumen con
cierta desidia las investigaciones sobre disfunción sexual
femenina. El departamento ginecológico del Primer Hospital
de la Universidad de Beijing, donde trabaja Zhang Miao,
abrió recientemente una sección de salud sexual - algo inusitado
en los hospitales chinos.
La situación de Liu Lian se diferencia de
la disfunción sexual descrita a menudo en libros de texto
médicos, y que ocurre generalmente después que una mujer
entra en la menopausia.
"Esa es una de las razones por las que
necesito voluntarias de 21 a 65. Mi voluntaria más joven
tiene 23, pero la mayoría está en la etapa menopausal. Solamente
diez por ciento de las voluntarias para mi proyecto están
en los 20, pero el porcentaje de mujeres en esta categoría
de edad que sufren de disfunción sexual es mucho más alto,
" explica Zhang Miao.
Liu Lian y muchas otras no tuvieron el valor
de participar en la prueba médica de Zhang Miao, quien se
desesperaba por hallar voluntarias.
Conceptos sexuales conservadores
La prolongada historia feudal china, que
se cebó con tanto éxito en suprimir la creatividad y el
conocimiento sexual de las mujeres ha dejado hondos surcos
en la sicología sexual femenina nacional. Muchas mujeres
chinas vinculan el sexo al pecado original, y la mayoría
no se atreve siquiera a soñar con expresar sus preferencias
sexuales. Para ellas, una vida sexual feliz significa apenas
la satisfacción de las demandas de sus maridos. De otro
modo, podrían ser consideradas licenciosas y ser ignoradas
como esposas. Ésta es una área donde la reforma y la apertura
de China han tenido poca influencia.
“Por tradición, las mujeres chinas no han
disfrutado del sexo. Por mucho tiempo han permanecido en
un estado pasivo y de inferioridad, y carecen de canales
formales para procurar consejos, consulta y ayuda,"
dice el profesor Cao Zeyi, subdirector de la Asociación
Médica China y presidente de su Sociedad de Ginecología.
La opinión del profesor Cao es compartida
por el sexólogo chino Ma Xiaonian, quien atiende a un colectivo
de pacientes en el cual la relación hombre-mujer es de 17:1,
en comparación con 4:3 en los países occidentales. Este
problema plantea un gran desafío a los médicos chinos, pues
todo indica que los ciudadanos del país necesitan más educación
sexual, mientras que los médicos requieren de más adiestramiento
en el campo de la disfunción sexual. Se ha sugerido que
se establezca un servicio de pacientes no internados, que
se ocupe exclusivamente de los problemas de las parejas
jóvenes, provisto de un equipo médico que trabaje de consuno
para solucionar tales dificultades.
Las inhibiciones sexuales de las mujeres chinas afectan
su conocimiento sexual y el uso de los productos relativos
al sexo, que por mucho tiempo se han considerado como obscenos
e inconvenientes. En Estados Unidos, 67 por ciento de las
parejas casadas utilizan lubricantes para estimular las
respuestas sexuales de las mujeres, mientras que en China
el 81 por ciento de las parejas obvian su uso. A pesar de
los más de 20 años de apertura, sigue prevaleciendo el
conservadurismo sexual.
Después que Fangnuo
fuera mencionado en los medios de comunicación chinos, aumentó
el número de voluntarias que contactaron a Zhang Miao para
explicar sus situaciones y expresarle su deseo de someterse
a la prueba. También recibió cartas de Francia y de Singapur.
Sexo—alma de los matrimonios
Según los doctores del proyecto de Fangnuo, la mayoría de las voluntarias esperaban que mejorara la calidad de su
unión conyugal, pues cada vez son más los chinos que esperan
disfrutar de una vida sexual placentera. En 2003, más de
la mitad de los casos de divorcio del país tuvieron sus
causas en la insatisfacción sexual, aunque pocos matrimonios
estuvieron dispuestos a ventilar el tema en los tribunales.
Una mujer en sus 60 afirma sufrir de disfunción
sexual, y añade que su marido tiene relaciones extramaritales.
"No me importan las otras mujeres de mi marido,"
dice, "Me preocupo de mi hija, que también sufre de
disfunción sexual. Quisiera que ella gozara de un matrimonio
feliz; por eso la llevé a ver a la doctora Zhang Miao."
“La intimidad física es muy importante en
un matrimonio," indica Zhang Miao, "la armonía
sexual ayuda a conjurar los conflictos, pero cuando se carece
de dicha armonía un desacuerdo de menor importancia puede
convertirse en problema descomunal. El buen sexo es, por
lo tanto, un requisito fundamental para un buen marimonio
o relación." Según la introducción de Zhang Miao, hay
cuatro pasos hacie el sexo: excitación, estímulo, clímax
y etapa de meseta o retracción. Fangnuo ayuda a las mujeres en la segunda etapa.
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