FEBRERO
2005


La medicina de las Esposas Felices

Por el reportero ZHANG HUA

 

 

En julio de este año, cuatro hospitales de Beijing acometieron una investigación clínica conjunta sobre la disfunción sexual femenina. Las entidades asistenciales, a saber, el Primer y Tercer Hospitales de la Universidad de Beijing, el Xuanwu y el Chaoyang, ofrecieron asimismo tratamiento gratuito a quienes se brindaron de voluntarias para probar un tipo de Viagra femenina llamada Fangnuo. Al principio, fueron pocas las mujeres que acudieron al llamado de los investigadores, y su cifra no aumentó hasta que, más adelante, los medios de comunicación comenzaron a poner su atención en el tema.

El medicamento en cuestión, denominado Fangnuo, estimula los impulsos sexuales femeninos, aumenta sus secreciones hormonales y propicia en general una vida sexual más satisfactoria. Zhang Miao, ginecóloga del Hospital de la Universidad de Beijing, y responsable del proyecto, nunca imaginó que encontrar voluntarias fuera  tan complicado.

Según una encuesta llevada a cabo en EE.UU., el 25 por ciento de las mujeres del país sufre de alguna disfunción sexual antes de la menopausia, cifra que llega al 75 por ciento entre las que ya han entrado en la etapa menopausal. En China, más de 10 por ciento de las mujeres experimentan disfunciones sexuales que se pueden aliviar con Fangnuo. Según la práctica internacional, una nueva medicina puede entrar al mercado solamente después de pasar con éxito por tres etapas clínicas experimentales. Las primeras dos etapas experimentales de Fangnuo se llevaron a cabo en Estados Unidos y resultaron  efectivas. La tercera etapa debe ser conducida en Beijing bajo dirección de Zhang Miao. Su objetivo es probar la eficacia y seguridad de Fangnuo, pero solamente un puñado de mujeres se ha ofrecido voluntariamente para la prueba.

Resulta sorprendente esta reacción si se tiene en cuenta la abrumadora respuesta al experimento realizado en la aplicación del viagra hace algunos años, cuando la lista de voluntarios alcanzó los centenares. La investigadora Zhang Miao y sus colegas se sintieron desconcertados por la reticencia femenina china a participar en el experimento.

Sexo - el tabú por excelencia

Liu Lian (no es su nombre verdadero) es una profesora de música de escuela primaria. Es una atractiva y desenvuelta joven de 25 años de edad. Desafortunadamente para ella, desde que se casó, en octubre de 2003, no ha sido capaz de experimentar el placer completo de una luna de miel en el sentido aceptado del placer físico desenfrenado. Sus amigos han notado que a ratos se deprime y preocupa, a la vez que delata cómo los problemas que ella y su marido encaran en la vida sexual les llenan la existencia de  tensiones e infelicidad.

En un esfuerzo por aislar el problema, Liu Lian comenzó a consultar libros de texto médicos, pero todo lo que encontró fueron algunos análisis sobre disfunciones sexuales masculinas. Demasiado tímida para recurrir a la ayuda de los hospitales, Liu Lian se quedó con la única alternativa de obviar el contacto sexual con su marido. Incluso se preparó para aceptar que él procurara una amante antes que seguir sometiéndose al sufrimiento de sus aproximaciones sexuales.

Tal parece que en todas partes del mundo, incluyendo China, existe mayor preocupación por la satisfacción sexual masculina que por la femenina, y que se asumen con cierta desidia las investigaciones sobre disfunción sexual femenina. El departamento ginecológico del Primer Hospital de la Universidad de Beijing, donde trabaja Zhang Miao, abrió recientemente una sección de salud sexual - algo inusitado en los hospitales chinos.

La situación de Liu Lian se diferencia de la disfunción sexual descrita a menudo en libros de texto médicos, y que ocurre generalmente después que una mujer entra en la menopausia.

"Esa es una de las razones por las que necesito voluntarias de 21 a 65. Mi voluntaria más joven tiene 23, pero la mayoría está en la etapa menopausal. Solamente diez por ciento de las voluntarias para mi proyecto están en los 20, pero el porcentaje de mujeres en esta categoría de edad que sufren de disfunción sexual es mucho más alto, " explica Zhang Miao.

Liu Lian y muchas otras no tuvieron el valor de participar en la prueba médica de Zhang Miao, quien se desesperaba por hallar voluntarias.

Conceptos sexuales conservadores

La prolongada historia feudal china, que se cebó con tanto éxito en suprimir la creatividad y el conocimiento sexual de las mujeres ha dejado hondos surcos en la sicología sexual femenina nacional. Muchas mujeres chinas vinculan el sexo al pecado original, y la mayoría no se atreve siquiera a soñar con expresar sus preferencias sexuales. Para ellas, una vida sexual feliz significa apenas la satisfacción de las demandas de sus maridos. De otro modo, podrían ser consideradas licenciosas y ser ignoradas como esposas. Ésta es una área donde la reforma y la apertura de China han tenido poca influencia.

“Por tradición, las mujeres chinas no han disfrutado del sexo. Por mucho tiempo han permanecido en un estado pasivo y de inferioridad, y carecen de canales formales para procurar consejos, consulta y ayuda," dice el profesor Cao Zeyi, subdirector de la Asociación Médica China y presidente de su Sociedad de Ginecología.

La opinión del profesor Cao es compartida por el sexólogo chino Ma Xiaonian, quien atiende a un colectivo de pacientes en el cual la relación hombre-mujer es de 17:1, en comparación con 4:3 en los países occidentales. Este problema plantea un gran desafío a los médicos chinos, pues todo indica que los ciudadanos del país necesitan más educación sexual, mientras que los médicos requieren de más adiestramiento en el campo de la disfunción sexual. Se ha sugerido que se establezca un servicio de pacientes no internados, que se ocupe exclusivamente de los problemas de las parejas jóvenes, provisto de un equipo médico que trabaje de consuno para solucionar tales dificultades.

Las inhibiciones sexuales de las mujeres chinas afectan su conocimiento sexual y el uso de los productos relativos al sexo, que por mucho tiempo se han considerado como obscenos e inconvenientes. En Estados Unidos, 67 por ciento de las parejas casadas utilizan lubricantes para estimular las respuestas sexuales de las mujeres, mientras que en China el 81 por ciento de las parejas obvian su uso. A pesar de los más de 20 años de  apertura, sigue prevaleciendo el conservadurismo sexual.

Después que Fangnuo fuera mencionado en los medios de comunicación chinos, aumentó el número de voluntarias que contactaron a Zhang Miao para explicar sus situaciones y expresarle su deseo de someterse a la prueba. También recibió cartas de Francia y de Singapur.

Sexo—alma de los matrimonios

Según los doctores del proyecto de Fangnuo, la mayoría de las voluntarias esperaban que mejorara la calidad de su unión conyugal, pues cada vez son más los chinos que esperan disfrutar de una vida sexual placentera. En 2003, más de la mitad de los casos de divorcio del país tuvieron sus causas en la insatisfacción sexual, aunque pocos matrimonios estuvieron dispuestos a ventilar el tema en los tribunales.

Una mujer en sus 60 afirma sufrir de disfunción sexual, y añade que su marido tiene relaciones extramaritales. "No me importan las otras mujeres de mi marido," dice, "Me preocupo de mi hija, que también sufre de disfunción sexual. Quisiera que ella gozara de un matrimonio feliz; por eso la llevé a ver a la doctora Zhang Miao."

“La intimidad física es muy importante en un matrimonio," indica Zhang Miao, "la armonía sexual ayuda a conjurar los conflictos, pero cuando se carece de dicha armonía un desacuerdo de menor importancia puede convertirse en problema descomunal. El buen sexo es, por lo tanto, un requisito fundamental para un buen marimonio o relación." Según la introducción de Zhang Miao, hay cuatro pasos hacie el sexo: excitación, estímulo, clímax y etapa de meseta o retracción. Fangnuo ayuda a las mujeres en la segunda etapa.

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