La
CEAP nunca ha sido tan necesaria como hoy
Por
ZE BIAN
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Líderes
de los países miembros de la CEAP, posan con ponchos |
El tema de la 12ª Reunión de Líderes de la
Cooperación Económica de Asia y el Pacifico (CEAP) – "una
comunidad, nuestro futuro" – constituye una reflexión
sobre la fuerte voluntad de los miembros de la organización
para promover el dinamismo económico regional y el sentido
de unidad entre ellos.
La reunión de líderes de 21 economías de la Cuenca del
Pacífico, en Santiago de Chile, los días 23 y 24 de noviembre
pasados, sirvió para intercambiar opiniones sobre los desafíos
económicos que encara la región, a la vez que refrendó sus
esfuerzos continuados por encauzar a la CEAP hacia la liberalización
del comercio y la inversión y el crecimiento y la prosperidad
sostenibles.
La región de Asia y el Pacífico, con una
población que abarca el 60 por ciento del total mundial,
precisa otorgar una atención especial al mantenimiento de
su estabilidad y crecimiento, los cuales son vitales para
la economía mundial. La CEAP se erige hoy como vínculo
imprescindible entre sus miembros. El establecimiento
de metas colectivas que a la vez toman en cuenta las diferencias
entre cada economía, queda claramente reflejado en los objetivos
centrales de la CEAP, conocidos como “metas de Bogor,” acordadas
en la Reunión de líderes de 1994 en Bogor, Indonesia. Las
mismas dejan constancia del deseo de CEAP de propiciar el
comercio y la inversión libres en la región para 2010, en
el caso de los países desarrollados, y para 2020, en las
naciones en vías de desarrollo. Es importante recordar que
la CEAP ha hecho avanzar su agenda por medio del consenso.
Las metas son compartidas por todos los miembros, pero
a la vez se ajustan a las circunstancias especiales de cada
economía. Esto es importante en medio de una economía global
en la cual todos los miembros se están esforzando por ser
competitivos y mejorar las condiciones de vida de sus pueblos,
y donde estas economías parten de una amplia variedad de
premisas económicas. Desde su fundación en 1989, la CEAP
ha generado casi 70 por ciento del crecimiento global.
Además, la región superó constantemente al resto del mundo,
incluso durante la crisis financiera asiática de 1997. Sus
tres pilares fundamentales – liberalización del comercio
y la inversión, facilitación de negocios y cooperación económica
y técnica – permiten a sus miembros consolidar sus economías
aprovechando los recursos propios de la región.
Mecanismo vital para intercambiar opiniones y cimentar
la confianza mutua, la CEAP no solamente se basa en la apertura
del mercado y la cooperación económica y técnica, sino que
también reduce conflictos y promueve la estabilidad regional
en los campos relacionados con el anti-terrorismo financiero
y la seguridad comercial. En un mundo donde el terrorismo
se enseñoreó en 2004, incluidos los atentados de Yakarta
y la toma y asesinato de rehenes en la escuela de Beslan,
los miembros de la CEAP, llegan al consenso de reafirmar
la acción colectiva contra el terrorismo, partiendo de
su determinación y esfuerzo por crear un ambiente político
seguro para el desarrollo económico regional. Aunque la
CEAP todavía encara desafíos tales como llevar a la práctica
las metas de Bogor en tiempo y forma, y hacerlas más eficientes,
es evidente que la misma ha estado desempeñando un papel
vital, y que en un futuro su presencia reforzada se hará
sentir en el concierto económico mundial.
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