JANUARY
2005


El presidente Hu Jintao en la ceremonia de bienvenida en Brasilia

Fructífera gira de Hu Jintao por América Latina

Por WU RUIGEN

Hu Jintao en una entrevista con  Fidel Castro de Cuba

Hu Jintao durante una visita a la Universidad de Ciencias Informáticas de Cuba

Hu Jintao inspecciona un proyecto de cooperación aeroespacial
chino-brasileño en Sao Paulo

El 24 de noviembre de 2004 el presidente chino Hu Jintao concluyó exitosamente su visita oficial a cuatro países latinoamericanos: Brasil, Argentina, Chile y Cuba, logrando incrementar la amistad y la comprensión bilaterales, impulsar el intercambio económico, comercial, científico y cultural con esos países y promover las inversiones recíprocas.

 Durante su estancia en Santiago de Chile, Hu participó en la XII Reunión Cumbre Informal de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico (CEAP), en cuyo seno y junto a otros estadistas de las naciones de dicha área, abordó tanto importantes temas bilaterales como regionales e internacionales.

 

El presidente argentino Nestor Kirchner da la bienvenida a Hu Jintao

En la medida en que se ha producido el acelerado crecimiento de la economía china en los últimos 25 años, el comercio entre China y América Latina ha registrado un continuo incremento, que en el año 2003 alcanzó 26 mil 800 millones de dólares,  más del doble del año anterior.

China importó de Brasil gran cantidad de mineral de hierro de excelente calidad; y de Chile y Perú mineral de cobre. Además, el mercado chino tiene mucha demanda de soya, de la cual Argentina es la principal suministradora, y de  productos agrícolas y pecuarios de esa región. El año pasado, las exportaciones de productos primarios de Argentina y Brasil elevaron el superávit comercial de América Latina con China a 3 mil 300 millones de dólares.

Chinos residentes en Argentina dan la bienvenida al presidente Hu Jintao

En los últimos años, el valor de las exportaciones de Brasil a China ha experimentado un gran crecimiento. En los primeros cuatro meses de este año, las exportaciones de Argentina a China han registrado un aumento de 66 por ciento con respecto al año anterior.

Los analistas consideran que debido al acelerado incremento de las demandas de los mil 300 millones de consumidores chinos, existe aún un gran espacio para el crecimiento del valor del comercio sino-latinoamericano.

Al tiempo que se incrementa notablemente el comercio entre China y América Latina, el país asiático aumenta cada año sus inversiones directas en la exploración y extracción de minerales en dicha región. Empresas chinas participan en la explotación de hierro en el Perú, de petróleo en Ecuador y de oro en Venezuela.

Hasta finales del 2003, el monto acumulado de inversiones chinas en la explotación de recursos naturales y en los sectores de procesamiento y ensamblaje en Brasil, Chile, Perú, Cuba y otros países latinoamericanos sobrepasó los 800 millones de dólares.                      

 En la reciente visita del presidente chino a los cuatro países mencionados, se ha acordado dar nuevo impulso a los intercambios económicos y comerciales bilaterales y a las inversiones recíprocas.

En cuanto a las inversiones, se reveló que China destinará en los próximos 10 años un total de 100 mil millones de dólares para inversiones en la región latinoamericana. 

El presidente Hu Jintao es recibido en acto solemne por su colega de Chile, Ricardo Lagos

Además de cooperar con China en la producción y lanzamiento de satélites de uso pacífico y en la adquisición de aviones de uso civil, empresas de Brasil esperan incursionar en el mercado petrolero chino y quieren ser socios del gigante asiático en la extracción de hidrocarburos en la zona marítima y de gas natural en Brasil. Para ello, la parte china invertirá en los próximos dos años en el mayor país latinoamericano unos 10 mil millones de dólares, con el fin de mejorar las respectivas infraestructuras, al tiempo que el valor del comercio bilateral llegará a 20 mil millones de dólares.

Según los convenios firmados con Argentina, China invertirá un total de 20 mil millones de dólares en ese país durante los próximos diez años, en los sectores de transporte y comunicación, combustibles e  hidrocarburos,  infraestructura y satélites.

China cooperará con Chile y Cuba en la explotación conjunta de minerales de cobre y de níquel, respectivamente.

Según analistas, las economías de China y América Latina son complementarias, puesto que la primera tiene suficiente capital para importar de esa región gran cantidad de combustibles y minerales cada año con el fin de satisfacer la creciente demanda en sus diversos sectores industriales, y la última cuenta con ricos recursos naturales, como petróleo, soya, algodón, lana, cobre, hierro, recursos pesqueros y otros, pero necesita inversión extranjera. De ahí el carácter mutuamente beneficioso de la cooperación económica y el intercambio comercial entre ambas partes, como parte de un vínculo que deberá ayudar a diversificar la economía y el comercio de las naciones latinoamericanas y a reducir su dependencia económica y comercial con respecto a Estados Unidos y Europa.

Por razones geográficas e históricas, la economía y el comercio de América Latina están estrechamente ligados a Estados Unidos y Europa, sobre todo al primero. Por largo tiempo, Estados Unidos ha sido el mayor socio comercial de América Latina. La Unión Europea ocupa el segundo lugar en este aspecto. Generalmente, el volumen comercial anual entre el coloso norteamericano y cualquier país latinoamericano llega al 60 por ciento o más. Las inversiones en la región también provienen principalmente de Estados Unidos y la Unión Europea (UE).

Hasta la fecha, sólo las dos potencias económicas regionales están negociando con los países de América Latina tratados de libre comercio. Desde que entró en vigor a comienzos de este año el Convenio de Libre Comercio entre Estados Unidos y Chile, el gobierno de George Bush ha intensificado sus negociaciones con el Mercado Común del Cono Sur (Mercosur), con la intención de avanzar hacia la llamada Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que para el año 2005 se extendería desde Alaska, en el norte, hasta la Tierra del Fuego, en el sur. En el pasado mes de mayo, un total de 25 líderes de los nuevos y viejos estados miembros de la UE viajaron a Guadalajara, México, para reunirse con 33 jefes de estado y de gobierno de América Latina, con el propósito de fomentar el comercio y las inversiones, y discutir sobre libre comercio entre bloques económicos.          

Por su parte, Brasil, Argentina, Chile y Cuba han reconocido el estatus de economía del mercado de China, lo que constituye uno de los éxitos logrados por la reciente gira del jefe de estado chino.

En fin, la visita de Hu Jintao a cuatro naciones latinoamericanas acelerará sin duda el desarrollo del nuevo tipo de relaciones Sur-Sur. Javier Sandisu, destacado economista dedicado al estudio de asuntos económicos de países en vías de desarrollo en la sucursal argentina del Banco Bilbao-Vizcaya de España, comentó recientemente que China concede cada vez más importancia a América Latina, no sólo en comercio, sino también en inversiones, ya que ésta última servirá a China como una vía más de abastecimiento de energía y minerales, de los que depende su sostenido y estable crecimiento económico.

El intercambio y el apoyo económico mutuo entre China y los países latinoamericanos promueven el crecimiento económico de ambas partes, especialmente de América Latina. Tanto en esa región como en el resto del mundo se dan cuenta de que Latinoamérica ha sacado y sacará enormes beneficios de los lazos económicos y comerciales con China, que tiene un mercado de mil 300 millones de consumidores, cuya demanda se eleva cada vez más, que mantiene un crecimiento económico anual de 7 a 9 por ciento, y que necesita diversificar sus vías de abastecimiento de recursos. Para los países latinoamericanos, China es un mercado estable que sirve para reducir sus pesadas deudas y fortalecer su macroeconomía.

En cuanto al comercio internacional, está tomando fuerza la tendencia de que los países en vías de desarrollo se unan para hablar con una sola voz en los foros internacionales. Por ejemplo, en la reunión de la Organización Mundial del Comercio (OMC) de Cancún, México, en 2003, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, China, la India, Tailandia y Filipinas, formaron un frente común para negociar con los países desarrollados y al persistir éstos en su posición y sus propios intereses, fracasó la cumbre de Cancún. La unión Sur-Sur ayuda en las negociaciones Sur-Norte y en el establecimiento de un nuevo orden económico y comercial internacional, justo y razonable.

La reciente gira de Hu Jintao por cuatro países latinoamericanos ha generado atención mundial y ha merecido amplia difusión y comentarios en muchos medios de prensa internacionales, que sostienen que China está acercándose a América Latina y estableciendo lazos de verdaderos socios, beneficiosos para ambas partes. Por consiguiente, no resulta exagerado afirmar que la visita de Hu abre una nueva era y constituye un hito en las relaciones chino-latinoamericanas.

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