Juventud
China: con un pie en la cultura occidental y el otro en
la tradición
Por
nuestra reportera LU RUCA
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La juventud es la fuente de la alegría |
El viaje a China de Maichael Jordan,
gran estrella de la NBA, satisface a los fanáticos
chinos de Jordan |
A los jóvenes les gusta ser diferente
que otros |
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Paladeando comidas exóticas constituye
parte de la vida de moda |
COMO parte de su salida a la palestra mundial, China está sosteniendo
contactos frecuentes con la cultura occidental en la actualidad,
especialmente con la vertiente estadounidense. Es común
ver a los jóvenes chinos con los cabellos teñidos de amarillo,
escuchando música rock, y disfrutando de los partidos
de la liga NBA. ¿Pero cuál es el impacto real del actual
flujo de cultura occidental hacia China para su generación
más joven y su sociedad en general?
La avalancha cultural de Occidente
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McDonald´s, KFC y otros restaurantes
de comida rápida occidental conmueven a montones de
jóvenes con su administración de moda |
En los veintipico de años transcurridos desde que China adoptó
la política de reforma y apertura, la juventud china ha
mantenido crecientes contactos con la cultura occidental.
A este tenor, frecuentan restaurantes de comida rápida
como McDonald´s, Kentucky Fried Chicken (KFC) y Pizza
Hut, deseosos se experimentan por boca propia las supuestas
bondades de dicha cultura alimentaria. Prefieren asimismo
las películas de Hollywood, mientras desdeñan las producciones
fílmicas locales. Los partidos respectivos de baloncesto
de la NBA, y de fútbol de la liga italiana, tienen para
ellos preeminencia sobre cualquier similar doméstico.
No en balde la cadena McDonald´s ha abierto casi
600 establecimientos en China en unos pocos años, mientras
que KFC tiene más de 1.000. Hollywood se embolsilló mil
millones de yuanes al año en el mercado chino, en contraste
con apenas unas decenas de millones de yuanes, en el mejor
de los casos, que fueron a las arcas nacionales por producción
de películas en el mercado local. Durante la temporada
de la NBA, el canal deportivo de la Televisión Nacional
de China (CCTV) transmitió las incidencias en vivo casi
a diario, en tanto que las revistas NBA y Slam gozan de
gran acogida entre los jóvenes hinchas chinos del baloncesto.
De acuerdo con una encuesta sobre ídolos de imagen realizada
entre estudiantes de la enseñanza media en áreas costeras,
el baloncetista estadounidense Michael Jordan ocupa la
primera posición (26 por ciento), seguido por el actor
chino de Hong Kong Jackie Chan (18,6 por ciento). En
tres estudios previos efectuados de 2002 a 2003, los
primeros tres lugares fueron Andy Lau, Jackie Chan y David
Beckham, sin que nadie de la parte continental china apareciera
en la lista. Zhang Yan, estudiante de tercer
año de la Facultad de Estudios Internacionales en la Universidad
del Pueblo de China, afirma: "todos admitimos que
en muchos aspectos los países desarrollados occidentales
son más avanzados que China, y que su cultura y productos
avanzados despiertan nuestra preocupación." Sus compañeros
de clase y amigos se sienten venidos a menos cuando no
saben citar varios nombres de estrellas internacionales
del deporte. Los estudiantes medios y primarios son los
que mayor influencia reciben de la cultura extranjera.
Tiene más referencias sobre los éxitos animados hollywoodenses
Harry Potter o En Busca de Nemo que sobre
historietas animadas y libros de producción nacional.
Por su parte, a los padres les cuesta entender ese deslumbramiento
de los chicos por Jordan y Beckham, y que prefieran ropa
deportiva extranjera como Adidas y Nike, para desdoro
del producto nacional.
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El muro antiguo y el baile moderno |
En comparación, la cultura china tradicional queda relegada en
un rincón. De los numerosos feriados tradicionales, solamente
se sigue celebrando la Fiesta de Primavera. Muchos otros,
tales como el Festival de las Linternas y el de los Botes
Dragones, son ignorados por la juventud, mientras
que cada vez más celebraciones extranjeras, tales como
el Día de los Padres, de las Madres, y el de los Enamorados
y la Navidad, reciben grata acogida. Otro tanto ocurre
con la occidentalización de los conceptos que rigen la
unión matrimonial y el sexo entre la juventud china, lo
que irrita a la generación mayor. Según un estudio de
2.000 entre la gente joven de Beijing, al contestar a
la pregunta de si "procede que los amantes mantengan
relaciones sexuales aunque no se propongan casarse,"
solamente 30 por ciento dijo “no”. A menor edad de los encuestados, mayor la proporción de los
que favorecen este concepto. La proporción de los que
favorecen dicha práctica, y que cuentan con menos de 20
años de edad, es 16 puntos porcentuales más alta que la
de los mayores de 30 años. A ello puede obedecer el epíteto
que se han ganado los más jóvenes, como integrantes de
la denominada generación "moralmente degenerada".
De cara a este fenómeno, los padres y algunos sociólogos
abogan por poner coto a lo que se avizora como flagelo
de la cultura occidental sobre la juventud china.
Tradición china bien enraizada
Casi todos los chinos, juventud incluida, admiten que la cultura
occidental ha promovido cambios en el estilo de vida y
los valores de la generación más joven del país. ¿Pero
en qué medida lo ha hecho? ¿Ha logrado asimilar acaso
a la generación más joven, como piensan algunos?
Al leer los enfoques de prensa sobre el impacto que sobre la
juventud china ha ejercido la cultura occidental, Zhang
Yan tiene sus dudas. Según lo que infiere de las observaciones
hechas entre sus compañeros de clase, tal influencia no
es tan fuerte. Con la ayuda de sus compañeros de clase,
la chica se embarcó en una investigación entre varios
cientos de personas jóvenes de entre 15 y 30 años en siete
ciudades, incluyendo Beijing, Chongqing, Xining y Weihai,
las cuales tienen ubicación geográfica y grados de desarrollos
muy diferentes. Los resultados de su investigación concuerdan
con sus predicciones. Al contestar la pregunta de "cuál
es su actitud hacia el consumo de comidas occidentales,"
62,55 por ciento dijo que "no la rechazo pero tampoco
dependo de ella, pues la consumo ocasionalmente en busca
de un cambio," y solamente 10 por ciento eligió "me
gusta mucho."
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Los excitantes deportes al límite fascinan
a los jóvenes |
En cuanto al tema de la familia, solamente 15,03 por ciento mantiene
la opinión occidental a favor de la primacía de la libertad
y la independencia personales, mientras 44 por ciento
piensa que tal visión es inaceptable. Esto indica que
la mayoría de la juventud en China todavía pone el énfasis
en la responsabilidad hacia la familia. La conclusión
de Zhang Yan es confirmada por el profesor Fang Ning,
experto en juventud china en el Instituto de Ciencias
Políticas, adscrita a la Academia de Ciencias Sociales
de China (ACCh). El Profesor Fang sostiene que la influencia
de la cultura occidental no es tan notable como afirman
los medios masivos, especialmente en lo que a moralidad
y valores concierne. Al contestar la pregunta de "por
qué le gustan a usted las películas occidentales,"
la mayoría dijo más que les atrae los novedosos métodos
de expresión de las películas de Hollywood, y no su "trasfondo
y conceptos culturales." Esto indica que aceptar
los productos culturales no implica necesariamente el
reconocimiento o la asimilación de una cultura.
Mientras tanto, el grado de aceptación de la cultura occidental
por parte de la generación más joven se vincula a su localización
y edad. Los que habitan en ciudades grandes tiene más
canales para entrar en contacto con la cultura extranjera
que lo de ciudades medianas y pequeñas, y la tolerancia
en las ciudades grandes hacia la cultura extranjera ha
determinado que sus jóvenes sean el mayor grupo bajo la
influencia de la cultura occidental. Yu Jun, que ya se
aproxima a los 40 años de vida, es un ejemplo de ello.
A mediados de los años ochenta, era un estudiante universitario,
en momentos en que estaban en plena efervescencia los
conceptos liberales de la occidentalización entre la juventud.
En aquella época, en que Yu Jun llevaba un estilo de vida
occidental, mantenerse solero era un concepto “en onda.”
En la actualidad, muchos de sus condiscípulos siguen siendo
solteros, pero, afirma el entrevistado, lo hacen no sólo
por la influencia de la cultura occidental, sino porque
piensan ese modo de vida es conveniente para ellos."
La gente joven de ahora, añade, "crecerá y tras autoexaminarse
volverá a la tradición cuando alcance la madurez"
Lo dicho por Zhang Yan podría servir como descripción exacta
de las condiciones actuales de la juventud china. "En
su fuero más íntimo, la juventud china no puede desechar
el apego a la tradición. Por ejemplo, cuando un estadounidense
vino a China, no se despidió de su madre, algo impensable
para un chino. Con respecto a la visión de la vida, algunos
estudiantes extranjeros dicen que sus colegas chinos no
tienen vida propia. No pueden entender por qué los estudiantes
chinos estudian incluso los fines de semana. Los extranjeros
piensan que los fines de semana deben pertenecerles, y
que no se deben ocupar del trabajo. Son hedonistas, a
diferencias de sus contrapartes chinas." De hecho,
esa es la razón que impide a muchos estudiantes chinos
de ultramar insertarse totalmente en la sociedad occidental.
Cuesta mucho librarse de conceptos tradicionales formados
a través de miles de años. Algunos jóvenes chinos piensan
que dominan la cultura occidental, pero lo que tienen
en realidad es un conocimiento superficial. Stanley Rosen,
profesor del departamento de Ciencias Políticas de la
Universidad de Carolina del Sur dijo en su conferencia
de agosto de 2004: "pregunté a mis estudiantes chinos
por qué habían elegido estudiar ciencias políticas, y
me contestaron que así es más fácil obtener visa. Pero
después de estudiar un año, muchos se pasaron a la informática
o a Administración Empresarial, para conseguir
un buen trabajo. Consideran el departamento de ciencias
políticas como un trampolín. Algunos incluso se dedican
a hacer negocios. Son muy prácticos." A juicio del
profesor Rosen, los estudiantes estadounidenses no procederían
de ese modo.
La fusión de las culturas china y occidental
En una era signada por el alto desarrollo de los medios masivos
de comunicación, la juventud está expuesta como nunca
antes a la influencia de las culturas extranjeras, especialmente
con la popularización del Internet. Así las cosas cualquier
cultura o forma de vida vanguardista puede circular por
todo el mundo en un santiamén. Según estadística de CNNIC,
antes del 30 de junio de 2004, China tenía 87 millones
de usuarios de Internet, la mayoría de ellos jóvenes.
Internet se ha convertido en un canal importante a través
del cual se puede acceder a varias culturas. En medio
de la apertura y diversidad de la sociedad moderna, la
gente joven debe determinar su orientación cultural ante
el avance de la cultura occidental.
Después de experimentar la tendencia liberal de los años 80,
la juventud china ha adoptado una aproximación más racional
hacia la cultura occidental, y ha dejado de acatar ciegamente
sus dictados, obviando los imperativos de la moda per
se. Por el contrario, tienden ahora a absorber elementos
de las culturas oriental y occidental mediante el análisis
y la selectividad. Una encuesta de muestra sobre "perspectivas
mundiales, la vida y los valores de la juventud"
efectuada en Tianjin en 2000 (2.500 muestras) mostró que
la proporción de quienes se apegan sin pensarlo dos veces
a los conceptos occidentales de matrimonio y sexo ha bajado.
Por ejemplo, solamente 7,7 por ciento de los estudiantes
y 7,2 por ciento de la gente joven de otras ocupaciones
convienen en que la "liberación sexual es señal de
civilización moderna, resultado inevitable del amor";
mientras que 73,3 por ciento en ambos grupos eligieron
"no." Esto indica que la juventud china no acepta
la imposición indiscriminada de la cultura occidental.
Vale mencionar que los conceptos morales feudales también
fueron rechazados por los jóvenes. Por ejemplo, al contestar
la pregunta relacionada con que la "castidad vista
como razón de vida para una mujer y equivalente a la supresión
de la humanidad por parte de la tradición," 54,4
por ciento de los estudiantes y 51,4 por ciento de la
gente joven de otras ocupaciones optaron por el "sí."
Los jóvenes manejan la cultura tradicional, armados de
teorías culturales racionales y avanzadas. Se trata sin
dudas de una manifestación de progreso social.
De hecho, hoy nos resulta difícil de definir cuáles entre las
muchas formas de vida de la juventud asimila provienen
de oriente o del occidente. Ciertas cosas occidentales
se han mezclado con la vida china hasta devenir parte
de la cultura oriental. Muchos jóvenes sostienen esta
visión. "Lo cierto es que algunas actitudes están
relacionadas muy de cerca con el desarrollo social. Por
ejemplo, muchos de mis amigos deciden casarse sólo después de alcanzar los 30. Esto es resultado de la búsqueda
de calidad de vida, a instancias del nivel de desarrollo
social. Nadie piensa que éste es resultado de la influencia
occidental. Pero hace dos décadas, una actitud de ese
tipo hubiera sido criticada," reflexiona Wang Zhuo,
quien prefiere la soltería. Sus palabras reflejan la tendencia
a mezclar las culturas china y occidental. En la encuesta
de Tianjin en 2000 mencionada antes, 50 por ciento de
los estudiantes y jóvenes de otras ocupaciones optaron
por un "sí" a la observación de que "tanto
la cultura china y como la occidental tienen debilidades,
y deben desarrollarse en paralelo aprendiendo mutuamente
de la otra." Casi 30 por ciento de los encuestados
piensan que "las culturas del mundo se mezclarán."
Hu
Shouwen, presidente de la Prensa Juvenil de China, sostiene
que aunque la entrada de la cultura occidental en China
es un desafío, "no debemos temer el mencionar dicha
cultura. Hay mucho de esencial en la cultura occidental.
Lo que hemos introducido está lejos de ser bastante, especialmente
en lo referente a las cosas sanas." Zhang Qizhi,
reconocido historiador en las vertientes ideológica y
cultural, mantiene la misma opinión. Por ello, aboga por
la consolidación de la educación en los valores de la
mejor tradición cultural de China. Solamente con sólidos
cimientos culturales tradicionales podremos asimilar adecuadamente
lo mejor del producto cultural foráneo.