MAYO
2005


De buen humor

 

A y B estaban peleando y A mordió la nariz de B. Cuando el oficial quería resolver el asunto, A declaró que B se había mordido su propia nariz. Cuando el oficial dijo: “Su nariz es más alta y su boca es más baja. ¿Cómo podía él morderse a sí mismo?”  A contestó: “El subió a un banco para mordérsela”.

Feng Dao y He Ning trabajaban todos en la Secretaría Imperial. Un día He preguntó a Feng: “Compraste unas botas. ¿Cuánto pagaste por ellas?” Feng levantó su pie izquierdo y dijo: “Novecientos”. He, quien era bastante susceptible, movió la cabeza y denostó contra él: “¿Entonces, por qué necesitas mil ochocientos para mis botas?” Feng levantó su pie derecho y dijo: “Esta es novecientos también”.

Cierta vez una persona tenía picazón y pidió tres veces a su hijo buscar el lugar de la picazón y rascárselo, pero el hijo no lo encontró. Pidió varias veces lo mismo a su esposa y ésta tampoco lo encontró. Esta persona se enfadó mucho y se lamentó: “Mi esposa y mi hijo son mis más íntimas personas, ¿por qué ellos tienen dificultades con mi cuerpo?” Entonces él sacó su propia mano. Se rascó una vez y la picazón desapareció.

Dos intelectuales venidos a menos fantaseaban sobre manjares y descanso. Uno de ellos dijo: Durante toda mi existencia me he visto privado del alimento y el sueño. Cuando triunfe comeré y dormiré como Dios manda. Después de dormir volveré a comer". El otro  comentó: "Eso no va conmigo. Yo comeré primero, y luego seguiré comiendo. ¿A qué viene perder el tiempo en dormir?"   

En cierta ocasión Yu Gong se emborrachó como una cuba. Luego se acercó a la casa del consejero Lu y vomitó justo a la puerta. El portero le regañó en duros términos: ¿Qué clase de animal eres que te vomitas en la puerta ajena? Esta es una puerta antigua. ¿Acaso no lo ves?  Gong señaló su propia boca diciendo. "Precisamente. ¿No notas lo vieja que se ha puesto mi boca también?" 

 

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