MAYO
2005


Palacio Potala: Perla del Tíbet

Por LU RUCAI

Se dice que quien no visita el Palacio Potala, no ha estado en Lhasa ni en el Tíbet.

El Palacio Potala, símbolo de Lhasa e incluso del Tíbet, se ha convertido en un lugar sagrado para la población local por su maravillosa arquitectura, valores religiosos y culturales.

Situado en la montaña roja del centro de Lhasa, el Potala es el mayor grupo de construcciones estilo palacio y fortaleza que se conserva hasta el presente, en tanto refleja la esencia de la arquitectura, la pintura y el arte religioso del Tíbet. En 1994 fue incluido en el Catálogo de Patrimonios Mundiales de la UNESCO. En 2002 y 2001, el Monasterio Jokhang y el Palacio Norbulingka fueron incorporados también en ese catálogo como proyectos ampliados del grupo de construcciones históricas del Palacio Potala.

El Comité de Patrimonio Mundial reconoció así el valor de estas construcciones. El Palacio Potala y el Monasterio Jokhang, de Lhasa, un grupo de construcciones que integran la administración, la religión y la política, están situados en el centro del valle del río Lhasa, a una altura de 3.700 metros sobre el nivel del mar. El complejo está formado por el Palacio Blanco y el Palacio Rojo, así como sus construcciones anexas.

El Potala, palacio de invierno del Dalai Lama desde el siglo VII, ha sido el centro del budismo y de administración de generación en generación. La armonía entre una arquitectura ingeniosa, una decoración espléndida y un paisaje natural engrandecen el encanto de estas edificaciones. El Monasterio Jokhang es un grupo de construcciones budistas de estilo peculiar. El Palacio Norbulingka fue levantado en el siglo XVIII y sirvió como palacio de verano del Dalai Lama. También se le considera una maravillosa obra del arte tibetano. El paisaje natural, las ingeniosas construcciones y su importancia histórico-religiosa  constituyen una imagen impresionante.

Palacio Potala: una construcción maravillosa

“Potala” es la transliteración de “putuo”, del sánscrito, que se refiere a la isla donde vivía el Guanyin (un Bodhisattva). El Palacio, situado en la montaña Roja del centro de la ciudad de Lhasa, fue construido en el siglo VII durante el reinado de Songtsan Gambo, de la trigésima segunda generación de la dinastía Tubo, para su matrimonio con la Princesa Wencheng, de la dinastía Tang (618-904). Llamado Palacio de Montaña Roja en aquel entonces, la construcción tenía 9 pisos y 999 habitaciones, más la sala de buda. En total tiene 1.000 habitaciones.

Es lamentable que el espléndido inmueble fuera destruido por las guerras. En el siglo XVII, el Dalai Lama V, quien fue nombrado oficialmente por el gobierno Qing, líder administrativo y religioso del Tíbet, comenzó a reconstruirlo, empeño que duró 50 años. Al concluir, recibió el nombre de Palacio Potala.

Esta construcción adquirió su dimensión actual después de ampliaciones realizadas por diversas generaciones de Dalai Lama, y siempre ha sido el centro político y religioso del Tíbet.

Construido en la pendiente de la montaña, la construcción principal del Palacio tiene 13 pisos y 115 metros de alto, y ocupa un área de más de 360.000 metros cuadrados.

Para el famoso arquitecto chino Zheng Xiaoxie, el Potala no parece ser obra del hombre, sino una construcción que creció sobre la montaña y forma parte de ella.

“Es el palacio ubicado a la mayor altura sobre el nivel del mar en el mundo”, dijo el director de administración de la instalación, “lo maravilloso es que no se sabe cómo fue construido. Nadie puede imaginarse cómo la gente llevaba los grandes bloques de piedra a la montaña Roja”.

El espacio más ancho de la muralla de piedra tiene cinco metros, mientras el espesor del muro exterior del palacio mide de 2 a 5 metros. Con la base directamente enclavada en las rocas y construida con granitos, el muro tiene una altura de varias decenas de metros. El hierro hubo de verterse a cierta distancia para elevar a capacidad antisísmica del cuerpo del muro.

El Palacio Potala refleja las clases sociales y la posición real suprema mediante la altura de la montaña. Esta última también aumenta la función de defensa de la instalación y combina la grandeza de la construcción y la seguridad de la fortaleza.

Las edificaciones principales del Potala incluyen el Palacio Blanco, el Palacio Rojo y diversas construcciones complementarias. El primero, construido en 1648, es el lugar donde las diversas generaciones de Dalai Lama trataban los asuntos políticos y religiosos. Esta construcción, que mira al sur, tiene 7 pisos.

El Palacio Rojo, situado en el centro del Potala y concluido en 1694, tiene 6 pisos. Este era el lugar donde se veneraban las estupas de las diversas generaciones de Dalai Lama y se realizaban las  actividades religiosas. La estupa del Dalai Lama V es la primera y la más grande y está hecha con más de 6.000 kilos de oro y diversas piedras preciosas incrustadas. Sus restos mortales se conservan en esta estupa.

El Pabellón Oeste es el mayor del Palacio Rojo, donde se conservan un tablero con inscripciones y colgaduras obsequiados por el emperador Qianlong, los cuales son tesoros del Palacio Potala.

Según se dice, el emperador Qianlong estableció especialmente una fábrica para tejer estas colgaduras, labor que duró un año. En el  Potala se conservan también estatuas de Songtsan Gambo y la Princesa Wencheng. Además, una escuela de funcionarios bonzos, dormitorios de bonzos, una imprenta y una cárcel forman parte del grupo de construcciones del Palacio.

Famoso por sus lindos colores, el Potala se levanta en el amplio valle del río Lhasa. El color gris del valle y de las montañas forma el fondo del palacio. El blanco, el rojo y el amarillo son los colores con los cuales se pintaron el muro exterior del palacio, de estos colores el rojo es el color representante de las deidades de los antepasados del período de Tubo (principios del siglo VII-mediados del siglo IX), y más tarde pasó a ser color con un significado religioso. El muro exterior del Palacio Rojo es de ese color. El blanco, símbolo de la bondad y color secular, proviene del mundo de nieve de la meseta y de los productos lácteos. El Palacio Blanco debe su nombre a este color. El fuerte contraste entre el rojo y el blanco representa la unión de la administración y la religión. El amarillo, poco usado en el Palacio Potala, es el color que simboliza la secta Gelug, y el color de los tejados del palacio. El principio de usar otros colores es una práctica común. Por ejemplo, los marcos de las ventanas y puertas son negros, con el fin de asimilar más la luz solar y elevar la temperatura del interior.

El Potala no sólo es la obra maestra de la arquitectura tibetana, sino también un depósito de tesoros de la artesanía religiosa de esa etnia. Más de 2.500 metros cuadrados de pinturas adornan los corredores y los techos.

Según registros, unos 200 artesanos participaron en los murales y tardaron más de 10 años en completarlos. Estos murales, de ricos contenidos, reflejan la historia de los personajes, mitologías, sutras, diversiones étnicas, entre otros aspectos. Todos tienen un alto valor artístico. Además, el palacio conserva unas 10.000 pinturas de las dinastías Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911) y gran cantidad de esculturas de piedra, madera, barro y colgaduras, así como objetos de cerámica, jade, oro y plata.

También atesora una gran cantidad de kamasutras y documentos históricos importantes, algunos fueron escritos con agua de oro y de plata. Varios de ellos, provenientes de la antigua India, tienen una historia de más de 5.000 años.     

El Monasterio Jokhang y el Palacio Norbulingka

El Monasterio Jokhang, situado en el sureste de Lhasa y construido en 601, es una edificación de madera y piedra que combina los estilos arquitectónicos de los han y los tibetanos más antiguos. Diferente de otros monasterios de Lhasa, esta construcción venera a budas y deidades de diversas escuelas del budismo.

Cuando fue construido, el monasterio tenía sólo 8 pabellones. Con las ampliaciones a gran escala realizadas por el Dalai Lama V en el siglo XVII, esta obra se convirtió en un enorme grupo de edificaciones que ocupaban un área de 25.100 metros cuadrados. El pabellón de kamasutras, principal construcción del monasterio, tiene 4 pisos y es una combinación de la arquitectura de los han y los tibetanos. En él se venera la estatua de oro de Sakyamuni, traída por la Princesa Wencheng.

Por dentro y por fuera del pabellón se ven murales de una superficie de más de 2.600 metros cuadrados, los cuales reflejan temas del budismo y personajes históricos. Además, el monasterio también conserva una gran cantidad de reliquias de diversas épocas  provenientes de la India, Nepal y Tíbet, 3.229 estatuas de budas y personajes históricos de diversos materiales, 1.324 tankas y 595 pagodas, así como más de 150 objetos religiosos. El Monumento de la Alianza de Tang y Tubo, que se levanta frente del monasterio, constituye una muestra histórica de los intercambios amistosos entre los pueblos de las dos etnias.

El Palacio Norbulingka, situado a 2 km al oeste del Palacio Potala, es un jardín de estilo tibetano antiguo rodeado por árboles y flores. Su nombre significa “Jardín precioso” en la lengua local. Construida en los años 40 del siglo XVIII durante el período del Dalai Lama VII y con un total de 370 habitaciones, esta instalación se convirtió posteriormente en el palacio de verano de diversas generaciones de Dalai Lama. Todos los años, desde abril hasta septiembre, el Dalai Lama se trasladaba a Norbulingka para tratar asuntos administrativos y realizar actividades religiosas.

Este palacio cubre un área de 360.000 metros cuadrados, donde se encuentran más de 100 especies de plantas, muchas traídas desde otras regiones del continente y del exterior. La construcción tiene un estilo tibetano típico, con magníficas y elegantes decoraciones. Con 301 pinturas, el mural del pabellón sur del nuevo palacio describe la historia del Tíbet y proporciona valiosos datos para su investigación, incluida la de su pueblo.  

Labores de restauración

Por ser la tierra santa del budismo de origen tibetano, cada año cientos de miles de peregrinos y visitantes llegan al Palacio Potala. Según estadísticas de la Administración del Turismo, esa instalación  recibe más de 500.000 visitantes anualmente, un promedio de 1.500 por día. Generalmente se necesitan 3 horas para recorrer todo el palacio. Si el peso de cada persona se calcula en 60 kilos, el cuerpo principal de la construcción soporta más de 45 toneladas mientras está abierto al público. Además, el número de turistas atendidos por el palacio se incrementa a un ritmo de 20% por año, en tanto la cifra máxima de visitantes atendidos en una jornada supera los 5.000.

“Ante el enorme peso que soporta, esta construcción de 115 metros de altura y hecha de tierra, madera y piedra, puede sufrir grietas y sus muros pueden hundirse, todo lo cual constituye una amenaza para la base del palacio, que está enclavada en una montaña”, dijo Qiangba Gesang, director del departamento de administración del Palacio Potala.

Por lo tanto, desde 2003 se aplican nuevos métodos de administración y se permite la entrada de sólo 50 personas cada 20 minutos en las cuatro horas en que la instalación está abierta en la mañana, y la misma cantidad cada 30 minutos en las dos horas y media que abre al público en la tarde. Así, el número de visitantes al palacio no pasa de 850 al día, con lo cual se alivia la carga sobre él.

De 1989 a 1994, el gobierno chino asignó 55 millones de yuanes (unos 6,65 millones de dólares) así como una gran cantidad de oro, plata y otros materiales preciosos y organizó un equipo de ingenieros integrado por artesanos tibetanos, administradores y técnicos de regiones interiores para restaurar este palacio. Los trabajos fueron elogiados por la UNESCO y se les considera un “milagro en la historia de la protección de construcciones antiguas”.

En junio de 2002 comenzó la restauración de los tres lugares de valor histórico del Tíbet, incluidos los Palacios Potala y Norbulingka, con un total de 330 millones de yuanes (unos 39,9 millones de dólares). Estas labores durarán 5 años y se concentrarán en el fortalecimiento de la base y el cuerpo principal del Potala, la restauración arquitectónica y la restauración del pabellón de reliquias. Los fondos invertidos en esta segunda restauración a gran escala del Potala suman ya 179 millones de yuanes (21,6 millones de dólares).

Después de los incesantes esfuerzos de los trabajadores, para fines de 2004 se habían concluido 6 obras, como la fábrica de moneda, la restauración de los murales del Palacio Blanco y de los muros del este y sur del Pabellón Este. Igual labor se realizó en el Palacio del Rey del Dragón Este y la sala de estudios de sutras del Norbulingka. Las construcciones del Potala siempre muestran su encanto peculiar e histórico a los visitantes.    

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