MAYO
2005


Un emperador artesano inmortalizó la porcelana Song

Por HUO JIANYING

En 1135, la parte norte del imperio Song cayó en manos del reino Jin.

Jarrón de Geyao, subastado en 10,5millones de yuanes en 2004

Cuando tomaron la capital Bianliang (hoy Kaifeng), los Jin capturaron al emperador Huizong, llamado Zhao Ji (1082-1135), y le desterraron a una ciudad pequeña que es hoy día el distrito de Yilan, cerca de la frontera norte del país, donde hace mucho frío en invierno.

Tras ocho años de cautiverio, el emperador Huizong estaba muy enfermo. Arropado con una pieza de piel de oveja para protegerse del frío, estaba acurrucado en un sótano de pocos metros cuadrados, sin tener medicinas ni haber comido durante varios días, sólo acompañado por su desesperanzado hijo, Zhao Huan.

El emperador Huizong gustaba de la porcelana y era experto en este arte. Personalmente había elaborado piezas para su deleite. En esos tristes momentos y moribundo, aún añoraba el fuego del horno, pero no para la fabricación de porcelana, sino para calentarse con el calor. Al final, no pudo sobrevivir a ese crudo invierno y murió con mucha nostalgia de la patria y de los familiares en esa tierra ajena y distante.

El emperador Huizong fue y sigue siendo un personaje contradictorio en la historia china. Por un lado, era incompetente para gobernar el imperio, pero por el otro era artista talentoso. Escribía buenos poemas, y conocía mucho de música y óperas.  Destacó en la caligrafía porque tuvo su propia característica, conocida como estilo Jin Delgado, y gozó de mucha fama en el bronce artístico, la pintura, la colección de piedras raras, el arte del té y la porcelana. Ningún otro emperador se le puede comparar. En una subasta de artículos antiguos a principios de este año, una pintura suya, titulada Melocotonero, bambú y oropéndola, fue vendida a 61 millones 160 mil yuanes (equivalentes a 7 millones 330 mil dólares).

Fue el único emperador chino para quien la fabricación de porcelana fue un ideal importante, al que dedicó mucha energía. Las porcelanas fabricadas en hornos Guanyao, Ruyao y Junyao, todos auspiciados por él, no sólo representan cumbres importantes en la lista de las Cinco Porcelanas Más Famosas de la dinastía Song (las otras dos son de los hornos Geyao y Dingyao), sino que también tienen sitiales imperecederos en la historia de la cerámica y la porcelana de China. Son todas porcelanas preciosas y valiosas, y deseadas por la gente desde la antigüedad. Cada pieza puede valer un Perú.

En 1992, un plato de 8 centímetros de diámetro, de fabricación del horno Ruyao, se vendió a 1 millón 540 mil dólares en una subasta en Nueva York. En la actualidad, la porcelana de Ruyao, incluso fragmentos sueltos, son muy solicitados en el mercado. Por ejemplo, un pequeño trozo de buena calidad puede venderse en unos mil yuanes, y son difíciles de encontrar en el mercado.

Horno Ruyao

Tazón de loto, de Ruyao

La porcelana de uso imperial de Ruyao siempre ocupa el primer lugar en la lista de porcelanas famosas antiguas. Es la más valiosa y rara entre las Cinco de la dinastía Song, porque sólo existe en la actualidad una cantidad muy limitada de estas piezas artísticas. Según estadísticas, sólo se conservan en diversas partes del mundo de 60 a 70 piezas de porcelana imperial Ruyao de la dinastía Song. Son consideradas como las Concubinas de Alta Categoría en la Porcelana, por su belleza y su noble origen.

Según investigaciones arqueológicas, el horno Ruyao se encontraba en Ruzhou (hoy distrito de Linru). Ruzhou ha sido desde la antigüedad centro de producción de porcelana. En la dinastía Tang (618-907), ese lugar ya producía porcelanas finas, de arte avanzado. Se hizo conocido gracias a que su horno fue exclusivamente asignado para la fabricación de porcelanas imperiales en la dinastía Song. Desde 1086 hasta 1106, ese lugar alcanzó su etapa de apogeo, pues el emperador destinaba grandes cantidades de recursos humanos y materiales, para fabricar objetos a su gusto: pequeños, elegantes y finos, o sea, con objetivos ornamentales en lugar de prácticos. La mayoría de sus productos son, además de platos y tazones, adornos y objetos para el estudio, tales como tacitas para lavar pinceles, incensarios y pequeños frascos. También fue invención de Huizong la imitación de objetos de bronce en la porcelana. Existe el concepto de que la porcelana de Ruyao no cuenta con artículos grandes. Por lo tanto, entre las porcelanas conservadas hasta hoy día casi no se encuentra piezas de más de 20 centímetros.

La textura de la base de la porcelana Ruyao es fina y de color gris. Su modelo es delgado y de forma bien acicalada.  El esmalte es duro y su color varía en diversos grados de azul: azul celeste, azul verdoso como la cáscara del huevo de pato y azul claro. En la superficie del esmalte se ve pequeñas líneas parecidas a grietas pero no las son. Es que el esmalte contiene elementos de ágata, lo que la diferencia de otras porcelanas. Otra característica de los productos de Ruyao es que se aplica el esmalte en el cuerpo entero de la pieza, razón por la que al cocerlos, hay que ponerlos encima de un soporte, y al ser cocidos, en la parte inferior de las piezas quedan huellas de los clavos del soporte, de tamaño de semillas de sésamo.

El horno Ruyao, orientado exclusivamente para la corte imperial, mantenía pequeña escala de producción, por eso el personal que dominaba el arte también era reducido. Cuando los Jin invadían el imperio, el horno dejó de producir. Aunque algunos artesanos huyeron a establecerse en el sur del país, no lograron después fabricar objetos de calidad original debido a la restricción en la adquisición de materias primas y otras condiciones.

Horno Junyao

Hay una hermosa leyenda, muy popular hasta hoy día. Durante el reinado del emperador Huizong, un horno oficial en la ciudad de Yangzhai (hoy ciudad de Yuzhou, provincia de Henan), estaba a punto de ser abierto tras la cocción. De repente cayó una lluvia fuerte. Cuando cesó la lluvia, el horno se había enfriado. Un viejo artesano, muy preocupado e intranquilo por los efectos de la lluvia, sacó inmediatamente del horno una pieza, que era una tacita lavapinceles. El producto recién cocido lucía un esmalte bien desarrollado, de color verde por dentro y violeta por fuera, pero estaba cubierto de grietas en la superficie, y éstas aumentaban, produciendo pequeños ruidos. Todo el mundo se preocupó por la pérdida de todo el horno. El artesano veterano pasó la mano por la superficie y no notó la hendidura. Luego tocó la tacita y se oyó sonidos claros, lo que significaba que la pieza no estaba rota. Entonces escogió algunos artículos más para enviarlos a la corte y mostrarlos al emperador Huizong. Al ver las porcelanas coloridas, brillantes y cubiertas de vetas, el soberano se puso muy contento, y mandó hacer más piezas así en el futuro.

Los artesanos atribuían el fenómeno de las vetas, parecidas a grietas, a la lluvia ordenada por el rey dragón, y cocieron un jarrón adornado con una escultura de dragón y empezaron a venerarlo. Desde allí, cada vez que abrían el horno, sea con lluvia o sin ella, siempre encontraban los productos cubiertos de vetas. En la antigüedad, se creía que el emperador era hijo del dragón, y que la gente común y corriente no debía venerar esculturas del dragón. Entonces alguien informó del asunto al Huizong, y éste arrestó al artesano veterano y lo interrogó. El artesano contestó que lo hizo con buenos deseos, pues la palabra jarrón se pronunciaba igual que la palabra “seguridad”. Un jarrón de dragón significaba el deseo de eterna seguridad y paz para el emperador. La respuesta inteligente alegró mucho al emperador, quien mandó hacer más piezas similares para ponerlas en el palacio imperial, nombrándolas “Jarrón de Dragón Enrollado”, modelo que adquirió el significado de prosperidad y paz desde entonces.

La leyendo se basa en el hecho de que el emperador Huizong desempeñó un papel muy importante en el desarrollo de la porcelana de Junyao.

La aplicación del esmalte alterable en el horno constituye la característica más importante de la porcelana de Junyao. Durante el proceso de cocción, se produce una serie de cambios extraordinarios tanto en el color del esmalte como en sus dibujos ornamentales. Los productos del mismo horno resultan ser distintos, y siempre son únicos. El color se puede dividir en dos categorías: verde y azul, o violeta y rojo. Existen artículos de un mismo color, pero de distintos grados, y también hay piezas de diversos colores.

El horno Junyao de Yuzhou, que data de la dinastía Tang, nunca pudo escapar de la vista del emperador Huizong. Éste mandó establecer hornos oficiales de Junyao en ese lugar, para que suministraran piezas especiales a la corte imperial, medida que a la vez promovió el desarrollo artístico y técnico de la porcelana de Junyao. Existía entonces un dicho que rezaba que las diez mil riquezas de la casa no valen como un trozo de porcelana Junyao. Aunque es un poco exagerado, demuestra el alto valor de esta artesanía.

Hornos Guanyao y Dingyao 

Jarrón con orejas, de Guanyao

A pesar de la ausencia de registros históricos sobre la cocción en persona por el emperador Huizong, sí existen datos que cuentan que él establecía personalmente plantas de porcelana, las cuales se refieren a los hornos Guanyao de la dinastía Song.

Guanyao es el nombre especial para referirse a esos hornos, que diferían de los civiles, y que eran administrados por funcionarios enviados por el emperador, cuyos productos también eran monopolizados por la corte imperial. Los hornos oficiales de las dinastías Ming y Qing (desde el siglo XIV) pertenecían a esta categoría. Sin embargo el Guanyao de la dinastía Song era el horno administrado por la familia imperial, y situado alrededor del palacio imperial. El emperador Huizong estableció su Guanyao en la capital Bianliang (hoy Kaifeng). Cuando fue apresado, la capital se trasladó desde el norte hasta la ciudad sureña Lin’an (hoy Hangzhou), y el Guanyao también se mudó allá. Entonces en la historia existen el Guanyao de Song del Norte y el Guanyao de Song del Sur. Estos hornos abiertos por la familia imperial figuran entre los cinco hornos más famosos de la dinastía Song.

Según registros de la dinastía Song, durante el reinado Zhenghe de Huizong, se estableció el Guanyao, y tras el traslado de la capital, fueron establecidos dos hornos nuevos en Hangzhou, los cuales han sido encontrados en la actualidad. Las investigaciones arqueológicas han demostrado que éstos son el Guanyao de Song del Sur. Sin embargo, aún no han encontrado las ruinas del Guanyao de Song del Norte, debido a que estaba en la orilla del río Amarillo, y las inundaciones del río han enterrado las ruinas de la ciudad de Bianliang a seis o siete metros debajo de la superficie. Además, el Guanyao del Norte era de escala pequeña, lo que dificulta aún más su descubrimiento. Por suerte, parte de los productos originales se han conservado hasta nuestros días.

La porcelana del Guangyao es similar en lo general a la del Ruyao y el Geyao, además de que cuenta con un estilo claro imperial y demuestra el gusto del emperador Huizong. Este emperador abrazó el taoísmo en sus últimos años, y por eso gustaba de los diversos grados del color azul verdoso que insuflaban cierto grado de misterio y belleza vislumbrada. Buscaba la simpleza y la elegancia apartadas de la conciencia mundanal, en lugar de los motivos complicados ornamentales. Por lo tanto, su porcelana destaca por el color del esmalte, y la capa de este material es gruesa. Se cocía primero la base y luego se aplicaba varias veces el esmalte encima. Así que se requerían varias cocciones para hacer un producto acabado. En general, las piezas acabadas son de sólo un color, o adornadas con pocos y simples motivos, por ejemplo de dibujos de cuerdas, que consisten en líneas curvas, horizontales o verticales, y en la superficie se ven vetas naturales del esmalte.

En el Palacio Imperial de Beijing, se exhibe un jarrón de dibujos de cuerdas. Es de color azul verdoso claro, y de forma sencilla: cuello largo, vientre redondo y patas enrolladas altas. Está simplemente adornado desde arriba hacia abajo con siete líneas en relieve, obra típica del Guanyao de Song.

De las cinco porcelanas más famosas de Song, la del horno Dingyao es la única que no tenía calidad de uso imperial.

El horno Dingyao está en el distrito de Quyang, Dingzhou, en la provincia de Hebei. Nació en el siglo IX, a finales de la dinastía Tang, y tuvo una historia de casi 600 años. La dinastía Song fue su mejor época. Producía gran variedad de artículos, pero los principales son la porcelana blanca, aunque cocía también objetos de color violeta, negro y de color salsa de soya. La base de la porcelana blanca es fina y de textura tupida. El esmalte blanco tiende a ser amarillento, llamado vulgarmente “blanco de marfil”. De los cinco hornos, el Dingyao destaca por sus adornos ornamentales, cuyos motivos suelen ser de plantas y animales de buen simbolismo.

Originalmente los productos del Dingyao eran designados para el uso imperial, pero perdieron la posición posteriormente, no porque no tenían buena calidad, sino porque no caían bien al gusto de la familia imperial. El proceso del arte se llama “cocción de invertido”, lo cual quiere decir que los objetos estaban puestos boca abajo en el contenedor del horno para ahorrar el combustible. La desventaja de este método consiste en que en el borde de los objetos no se podía aplicar el esmalte, y hay que insertar un aro de oro, plata, cobre, u otro tipo de metal en el borde. A lo mejor esta artesanía no convenció a algún emperador, quien mandó cesar la producción del horno. Pero la misma gustó a otros, quienes la incluyeron en la lista de las cinco porcelanas más famosas de la dinastía Song.

 

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