Cita
con los maestros
–Pasión
de un país antiguo por el arte moderno occidental
Por
ZHANG HONG
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La
muestra de grabados de Pablo Picasso atrajo a mucho
público. |
A
pesar de haber tenido un despegue relativamente tardío,
el arte contemporáneo de China cada día llama más la atención
del mundo. Hasta la década del 80 del siglo pasado,
los estudiantes de arte recibían una educación basada en
el adiestramiento en las tradicionales habilidades pictóricas.
Fue sólo a finales de esa década que el arte moderno occidental
llegó a China y a partir de entonces comenzaron a surgir
movimientos vanguardistas como el Pop político y el arte
de actuación de mediados de la década del 90, que dieron
paso a la tendencia de las imágenes digitales de alta tecnología
de la actualidad: una generación de artistas chinos se apoderó
de un espacio del mercado internacional.
Al
mismo tiempo, las técnicas de formación artística han cambiado
y poco a poco se han apartado de las teorías tradicionales
del arte chino, en tanto una nueva generación de artistas
comenzó a desarrollar sus propios conceptos estéticos en
lugar de adaptarlos a las expectativas del público.
Los
artistas establecidos en Beijing suelen vivir y trabajar
en colectivos en los suburbios de la ciudad. También imparten
docencia en las academias de arte de la capital o trabajan
como curadores de arte de compañías. Muchos de ellos empiezan
su carrera artística en la Galería de Bellas Artes de China.
Ésta, ubicada al norte de la famosa calle Wangfujing, es
el lugar donde la mayoría de los chinos amantes de la plástica
se familiarizaron con el enfoque occidental sobre el buen
arte contemporáneo.
La
sed por la cultura occidental
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Arte
ruso - 300 Años, en Guangzhou |
En
el 2000 Beijing acogió una exposición de obras de Salvador
Dalí. Las filas de personas, tanto de la capital como de
provincias vecinas que viajaron para ver esta muestra de
obras maestras del siglo XX, se extendían a lo largo de
toda la calle. Las pinturas notablemente surrealistas de
Dalí tienen tanta influencia en China como en el resto del
mundo y muchos jóvenes artistas han estudiado la vida y
obra de este excéntrico pintor español.
La
exposición de Dalí fue sin duda alguna el mayor acontecimiento
en la agenda artística del 2000 y desde entonces los libros
sobre el tema poco duran en los anaqueles de las librerías.
En octubre de
2004 tuvo lugar la Segunda Exposición de Pintura Impresionista
Francesa y en medio del público que disfrutó la muestra
estaba el famoso pintor chino y profesor de la Academia
de Arte y Diseño de la Universidad Tsinghua, Chen Danqing. Veintiséis años atrás había estado en el mismo lugar, en medio de
un público inexperto, contemplando de una forma igualmente
absorta, una exposición de paisajes
franceses del siglo XIX, entre obras impresionistas.
En aquel entonces,
como ahora, las obras maestras de Occidente despertaron
una gran pasión tanto entre el público como entre los pintores
chinos. La gente colmaba los salones a toda hora, deteniéndose
frente a cuadros de Gustave Courbet, Camille Corot, o Francois
Millet, sin tener noción del tiempo.
Veintiséis años
después, Chen se sintió enfrentado a un vacío. “Compartía
con buena parte del público la misma sed cultural, como
si todos hubiéramos estado privados de un flujo de la cultura
occidental por demasiado tiempo”, explica este pintor.
Cada
exposición de arte occidental genera una nueva ola de criterios
en los círculos artísticos chinos, desarrollando novedosos
conceptos entre los pintores locales que ejercen influencia
en su proyección y ponen en boga nuevas tendencias.
Dada
la pasión del público chino por el impresionismo, Chen y
sus contemporáneos coinciden en que ello revela la ausencia
de este movimiento en los programas de educación artística.
En
los últimos 50 años, pocas galerías de arte en China han
mostrado óleos occidentales y ese tipo de pintura de autores
chinos tampoco ha tenido mucha popularidad entre las entidades
administrativas de esas instalaciones.
La
mayoría de los pintores chinos de óleos han tenido que apoyarse
en fotos o libros de arte para ver las obras de sus colegas
nacionales y extranjeros. Aunque las exposiciones de arte
occidental se han hecho más frecuentes en los últimos 20
años, todavía no logran saciar la sed de los artistas y
el público chino amante de la plástica.
En las últimas
dos décadas, muchos pintores chinos de óleos, en su mayoría
de entre 30 y 50 años de edad, viajaron a Europa y Estados
Unidos para tener una visión de primera mano de obras maestras
originales. Sin embargo, como sus estilos y
percepción visual estaban predeterminados,
estos viajes no fueron de mucha utilidad.
Por
otra parte, todavía existe una falta de preparación sobre
una percepción visual elemental en las escuelas y universidades
chinas.
Según
Shen Gongxing, profesor del Instituto de Arte de Nanjing,
“las escuelas de arte en China centran su atención en la
técnica y abandonan la enseñanza de la apreciación artística.
No todo el mundo tiene talento para ser un pintor de éxito,
pero casi todos podemos aprender a apreciar el arte”.
En
la China actual, con la mejora de las condiciones materiales
de vida, se vuelve cada vez más notable el problema de la
sed por la cultura y el placer espiritual.
Las
pinturas viajan con menos facilidad que los exponentes de
la música, la canción y la danza. Grandes músicos y compañías
de baile internacionales han venido a China, pero la distancia
física concede a las obras maestras de Occidente una mística
inalcanzable. Desde la Exposición de Pinturas de Paisajes
Rurales Franceses del Siglo XIX , en la Galería de Bellas
Artes de China, en 1978, el público local sólo ha podido
apreciar unas pocas muestras extranjeras de nivel mundial.
Cuando
se plantea el tema del arte occidental, la mayoría de los
chinos han oído hablar sólo de unos pocos exponentes del
impresionismo y por supuesto de Pablo Picasso.
Exposiciones
de arte occidental en China
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La escultura Columna de
Violoncelo, de F. Arman,
en la Feria de Arte de
Shanghai, en 2004.
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En 1983 se presentó
en China una muestra de la obra del famoso pintor español
Pablo Picasso. En diciembre del 2001, el público chino
tuvo la oportunidad de ver un poco más de su arte.
A Picasso se
le considera como uno de los mejores pintores del mundo
y se estima que creó entre 60.000 y 80.000 obras, sin contar
una cifra innumerable de obras en manos de coleccionistas
privadas. Las pinturas de Picasso se exhiben en muchas galerías
occidentales. Después de un vacío de 20 años, había una
anticipada alegría entre los chinos amantes del arte ante
la posibilidad de poder apreciar nuevamente las obras de
este maestro. Muchos quedaron decepcionados porque la muestra
incluyó sólo 161 de los grabados del pintor. ¿Dónde estaban
los óleos? ¿Dónde estaba Guernica y Las Señoritas de Aviñón?
Aunque los grabados de Picasso son de un incalculable valor,
éstos no pueden compararse con sus óleos y bocetos.
Como
las obras de este pintor se conservan en los museos más
famosos del mundo y son propiedad de los más especializados
coleccionistas de arte, el dinero, o la falta de éste, fue
el principal problema para traerlas a China. Ningún museo
chino puede pagar las enormes sumas por los préstamos, transportación
y seguro de los óleos de Picasso, que son en extremo caros.
Sin embargo, aunque también están altamente cotizadas, las
obras de Auguste Rodin, M.C Escher, Salvador Dali y Henry
Moore sí vinieron a China. ¿Cómo se logró?
Zhang
Yu, gerente general del Centro de Exposiciones con el Exterior
de China, explica que las muestras exhibidas en esa institución
son mayormente intercambios, organizados por gobiernos o
como parte de visitas de autoridades extranjeras a este
país. Zhang lamentó las dificultades que existen para montar
grandes exposiciones en China, lo cual se debe fundamentalmente
a la mencionada falta de fondos.
Si bien el gobierno
ha organizado la mayoría de las exposiciones de maestros
occidentales en China, entidades privadas han asumido asimismo
varias muestras en los dos últimos años, Sin embargo, éstas
no aportaron los dividendos esperados por los organizadores.
Según
Zhang, algunas compañías de ultramar financian las exposiciones
de arte en lugar de las representaciones. Las cosas son
muy diferentes en China, donde el arte casi no recibe apoyo
financiero de las compañías justamente porque éstas no obtienen
ganancias.
Para
Zhang, “las ganancias son mínimas, pero después de todo,
el prestigio de un museo debe juzgarse más por la calidad
de las muestras que exhibe que por su margen de ganancias”.
Para
organizar mejores y más exitosas exposiciones de arte ,
se necesita una planificación más innovadora, así como un
ambiente más favorable y técnicas efectivas de promoción
y ventas.
En
el exterior, el 20 por ciento de los ingresos de los museos
proviene de la venta de las entradas y el restante 80 por
ciento de la venta de recuerdos (souvenirs). Luego de aprender
de la experiencia de estas instituciones, los museos de
arte de China comienzan a vender réplicas de pinturas, esculturas
y otros artículos relacionados con las exposiciones.
Exposiciones
de arte extranjeras organizadas en China desde la
década de 1990
1991 Colección
del Museo del Prado
1992
Obras de Ilya Repin y sus contemporáneos
1993
Muestra de Auguste Rodin
1995
Exposición de Joan Miro
1996
Exposición de Marc Chagal;
Tesoros del Museo Kunsthistorisches
1998
Obras de Levitan y sus Contemporáneos;
Exposición de Corneliu Baba
1999
Exposición de Arte Africano;
Exposición de M.C Escher
2000
Muestra de pinturas originales de Salvador Dalí;
Muestra de esculturas de Henry Moore;
Cultura Maya
2001
Muestra de obras del Museo Estatal de Arte e Historia
de Luxemburgo;
Muestra de grabados de Picasso
2003
Bienal Internacional de Beijing
2004
Tesoros Impresionistas de la Colección Nacional de
Francia
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Fotos
de cnsphoto
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