MAYO
2005


Cita con los maestros

–Pasión de un país antiguo por el arte moderno occidental

Por ZHANG HONG

La muestra de grabados de Pablo Picasso atrajo a mucho público.

A pesar de haber tenido un despegue relativamente tardío, el arte contemporáneo de China cada día llama más la atención del mundo. Hasta la década del 80 del siglo pasado, los estudiantes de arte recibían una educación basada en el adiestramiento en las tradicionales habilidades pictóricas. Fue sólo a finales de esa década que el arte moderno occidental llegó a China y a partir de entonces comenzaron a surgir movimientos vanguardistas como el Pop político y el arte de actuación de mediados de la década del 90, que dieron paso a la tendencia de las imágenes digitales de alta tecnología de la actualidad: una generación de artistas chinos se apoderó de un  espacio del mercado internacional.

Al mismo tiempo, las técnicas de formación artística han cambiado y poco a poco se han apartado de las teorías tradicionales del arte chino, en tanto una nueva generación de artistas comenzó a desarrollar sus propios conceptos estéticos en lugar de adaptarlos a las expectativas del público.

Los artistas establecidos en Beijing suelen vivir y trabajar en colectivos en los suburbios de la ciudad. También imparten docencia en las academias de arte de la capital o trabajan como curadores de arte de compañías. Muchos de ellos empiezan su carrera artística en la Galería de Bellas Artes de China. Ésta, ubicada al norte de la famosa calle Wangfujing, es el lugar donde la mayoría de los chinos amantes de la plástica se familiarizaron con el enfoque occidental sobre el buen arte contemporáneo.

La sed por la cultura occidental

Arte ruso - 300 Años, en Guangzhou

En el 2000 Beijing acogió una exposición de obras de Salvador Dalí. Las filas de personas, tanto de la capital como de provincias vecinas que viajaron para ver esta muestra de obras maestras del siglo XX, se extendían a lo largo de toda la calle. Las pinturas notablemente surrealistas de Dalí tienen tanta influencia en China como en el resto del mundo y muchos jóvenes artistas han estudiado la vida y obra de este excéntrico pintor español.

La exposición de Dalí fue sin duda alguna el mayor acontecimiento en la agenda artística del 2000 y desde entonces los libros sobre el tema poco duran en los anaqueles de las librerías.

En octubre de 2004 tuvo lugar la Segunda Exposición de Pintura Impresionista Francesa y en medio del público que disfrutó la muestra estaba el famoso pintor chino y profesor de la Academia de Arte y Diseño de la Universidad Tsinghua, Chen  Danqing. Veintiséis años atrás había estado en el mismo lugar, en medio de un público inexperto, contemplando de una forma igualmente absorta, una exposición de paisajes franceses del siglo XIX, entre obras impresionistas.

En aquel entonces, como ahora, las obras maestras de Occidente despertaron una gran pasión tanto entre el público como entre los pintores chinos. La gente colmaba los salones a toda hora,  deteniéndose frente a cuadros de Gustave Courbet, Camille Corot, o Francois Millet, sin tener noción del tiempo.

Veintiséis años después, Chen se sintió enfrentado a un vacío. “Compartía con buena parte del público la misma sed cultural,  como si todos hubiéramos estado privados de un flujo de la cultura occidental por demasiado tiempo”, explica este pintor.

Cada exposición de arte occidental genera una nueva ola de criterios en los círculos artísticos chinos, desarrollando novedosos conceptos entre los pintores locales que ejercen influencia en su proyección y ponen en boga nuevas tendencias.

Dada la pasión del público chino por el impresionismo, Chen y sus contemporáneos coinciden en que ello revela la ausencia de este movimiento en los programas de educación artística.

En los últimos 50 años, pocas galerías de arte en China han mostrado óleos occidentales y ese tipo de pintura de autores chinos tampoco ha tenido mucha popularidad entre las entidades administrativas de esas instalaciones.

La mayoría de los pintores chinos de óleos han tenido que apoyarse en fotos o libros de arte para ver las obras de sus colegas nacionales y extranjeros. Aunque las exposiciones de arte occidental se han hecho más frecuentes en los últimos 20 años, todavía no logran saciar la sed de los artistas y el público chino amante de la plástica.

En las últimas dos décadas, muchos pintores chinos de óleos, en su mayoría de entre 30 y 50 años de edad, viajaron a Europa y Estados Unidos para tener una visión de primera mano de  obras maestras originales. Sin embargo, como sus estilos y percepción visual estaban predeterminados, estos viajes no fueron de mucha utilidad.

Por otra parte, todavía existe una falta de preparación sobre una percepción visual elemental en las escuelas y universidades chinas.

Según Shen Gongxing, profesor del Instituto de Arte de Nanjing, “las escuelas de arte en China centran su atención en la técnica y abandonan la enseñanza de la apreciación artística. No todo el mundo tiene talento para ser un pintor de éxito, pero casi todos podemos aprender a apreciar el arte”.

En la China actual, con la mejora de las condiciones materiales de vida, se vuelve cada vez más notable el problema de la sed por la cultura y el placer espiritual.

Las pinturas viajan con menos facilidad que los exponentes de la música, la canción y la danza. Grandes músicos y compañías de baile internacionales han venido a China, pero la distancia física concede a las obras maestras de Occidente una mística inalcanzable. Desde la Exposición de Pinturas de Paisajes Rurales Franceses del Siglo XIX , en la Galería de Bellas Artes de China, en 1978, el público local sólo ha podido apreciar unas pocas muestras extranjeras de nivel mundial.

Cuando se plantea el tema del arte occidental, la mayoría de los chinos han oído hablar sólo de unos pocos exponentes del impresionismo y por supuesto de Pablo Picasso.

Exposiciones de arte occidental en China

La escultura Columna de 
Violoncelo, de F. Arman, 
en la Feria de Arte de 
Shanghai, en 2004.

En 1983 se presentó en China una muestra de la obra del  famoso pintor español Pablo Picasso. En diciembre del 2001,  el público chino tuvo la oportunidad de ver un poco más de su arte.

A Picasso se le considera como uno de los mejores pintores del mundo y se estima que creó entre  60.000 y 80.000 obras, sin contar una cifra innumerable de obras en manos de coleccionistas privadas. Las pinturas de Picasso se exhiben en muchas galerías occidentales. Después de un vacío de 20 años, había una anticipada alegría entre los chinos amantes del arte ante la posibilidad de poder apreciar nuevamente las obras de este maestro. Muchos quedaron decepcionados porque la muestra incluyó sólo 161 de los grabados del pintor. ¿Dónde estaban los óleos? ¿Dónde estaba Guernica y Las Señoritas de Aviñón? Aunque los grabados de Picasso son de un incalculable valor, éstos no pueden compararse con sus óleos y bocetos.

Como las obras de este pintor se conservan en los museos más famosos del mundo y son propiedad de los más especializados coleccionistas de arte, el dinero, o la falta de éste, fue el principal problema para traerlas a China. Ningún museo chino puede pagar las enormes sumas por los préstamos, transportación y seguro de los óleos de Picasso, que son en extremo caros. Sin embargo, aunque también están altamente cotizadas, las obras de Auguste Rodin, M.C Escher, Salvador Dali y Henry Moore sí vinieron a China. ¿Cómo se logró?

Zhang Yu, gerente general del Centro de Exposiciones con el Exterior de China, explica que las muestras exhibidas en esa institución son mayormente intercambios, organizados por gobiernos o como parte de visitas de autoridades extranjeras a este país. Zhang lamentó las dificultades que existen para montar grandes exposiciones en China, lo cual se debe fundamentalmente a la mencionada falta de fondos.

Si bien el gobierno ha organizado la mayoría de las exposiciones de maestros occidentales en China, entidades privadas han asumido asimismo varias muestras en los dos últimos años, Sin embargo, éstas no aportaron los  dividendos esperados por los organizadores.

Según Zhang, algunas compañías de ultramar financian las exposiciones de arte en lugar de las representaciones. Las cosas son muy diferentes en China, donde el arte casi no recibe apoyo financiero de las compañías justamente porque éstas no obtienen ganancias.

Para Zhang, “las ganancias son mínimas, pero después de todo, el prestigio de un museo debe juzgarse más por la calidad de las muestras que exhibe que por su margen de ganancias”.

Para organizar mejores y más exitosas exposiciones de arte , se necesita una planificación más innovadora, así como un ambiente más favorable y técnicas efectivas de promoción y ventas.

En el exterior, el 20 por ciento de los ingresos de los museos proviene de la venta de las entradas y el restante 80 por ciento de la venta de recuerdos (souvenirs). Luego de aprender de la experiencia de estas instituciones, los museos de arte de China comienzan a vender réplicas de pinturas, esculturas y otros artículos relacionados con las exposiciones.

Exposiciones de arte extranjeras organizadas en China desde la década de 1990

1991 Colección del Museo del Prado  

1992 Obras de Ilya Repin y sus contemporáneos

1993 Muestra de Auguste Rodin

1995 Exposición de Joan Miro

1996 Exposición de Marc Chagal;

         Tesoros del Museo Kunsthistorisches

1998 Obras de Levitan y sus Contemporáneos;

         Exposición de Corneliu Baba

1999 Exposición de Arte Africano;

         Exposición de M.C Escher

2000 Muestra de pinturas originales de Salvador Dalí;

         Muestra de esculturas de Henry Moore;

         Cultura Maya

2001 Muestra de obras del Museo Estatal de Arte e Historia de Luxemburgo;

         Muestra de grabados de Picasso

2003 Bienal Internacional de Beijing

2004 Tesoros Impresionistas de la Colección Nacional de Francia

Fotos de cnsphoto

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