MAYO
2005


Cuando el Primer Ministro llora

Por HUSSEIN ISMAIL*

Casco dejado por una víctima del accidente ocurrido en la mina Hongda de la ciudad de Handan, provincia de Hebei. La seguridad laboral es ahora un asunto de primer orden

Vestido como un minero ordinario, tomando en la mano derecha un panecillo de trigo cocido a vapor, que es tradicional alimento básico, y en la mano izquierda una taza de té verde, el Primer Ministro Wen Jiabao charlaba con los mineros, unos sentado y otros de pie.

La escena se registró en la mina de carbón Xiashijie, de 1.300 metros de profundidad, en la ciudad de Tongchuan, zona central de la provincia de Shaanxi, en el noroeste del país. Ahí había ocurrido una trágica explosión de gas. En el primer día del año nuevo de 2005, cuando la gente estaba celebrando la fiesta en hoteles o en casa, el Primer Ministro voló a Tongchuan, ciudad recién azotada por la adversidad. Fue a pasar la fiesta con los mineros y los familiares de las víctimas.

No era la primera vez que un líder chino se mezclaba como un ciudadano común con compatriotas abatidos por el infortunio. Pero sí realmente era la primera vez que se veía a un alto dirigente estatal derramando lágrimas. Wen Jiabao, político bien formado que suele citar antiguos poemas cuando habla, había dicho en su primer día de su carrera que los dirigentes deberían estar más cerca del pueblo.

Al enterarse de que una familia había perdido su sostén económico, Wen, llorando,  abrazó al hijo de un minero muerto. El Primer Ministro chino dejó lágrimas en la dolorosa herida de la familia.

Los accidentes laborales, especialmente en las minas, solían ser ocultados en tiempos pasados, pero ahora aparecen en los periódicos. China es una gran potencia en producción de carbón y uno de los países de mayor consumo de esta materia prima. En China, las vidas inmoladas para producir cada millón de toneladas de carbón son cien veces mayores que en los Estados Unidos y 30 veces más que en Sudáfrica. Es decir, para producir esa cantidad de carbón se sacrifica cuatro vidas como costo en China, mientras en los Estados Unidos, menos de 0,04; en Sudáfrica, menos de 0,13; en Rusia, menos de 0,34. Para algunos, éstas son nada más que cifras y datos para estudiar accidentes laborales, y el costo de producción; pero para los mineros que suelen trabajar en fosos subterráneos y para sus familiares que esperan angustiados su regreso, significan la muerte, la pérdida, la tristeza y el fantasma de las privaciones para las supervivientes familias mineras.

Tan sólo un mes después del accidente de la mina Daping en la provincia de Henan, que causó 148 víctimas, el 28 de noviembre pasado ocurrió en la mina Chenjiashan el más grave accidente de la industria minera china en los últimos 44 años. Murieron 166 trabajadores, sustentos y pilares de cada familia.

Después, cuando todos los chinos celebraban jubilosamente la Fiesta de la Primavera y la tragedia de la mina Chenjiashan aún golpeaba la mente, llegó la noticia de otra catástrofe. El 14 de febrero de este año, en la mina Sunjiawan de la ciudad de Fuxin, en la provincia de Liaoning, otro terrible accidente dejó 214 muertos.

A pesar de que en 2004 la cifra de víctimas mortales en las minas descendió en 6,33 por ciento en comparación con el año 2003, hubo 6.027 muertos en 2004. De acuerdo con las cifras oficiales, ocurrieron 3.639 catástrofes mineras en 2004. La cifra demuestra que a China le cuesta demasiado situarse entre las economías más avanzadas del mundo. China es el país con más alta tasa de crecimiento económico en el mundo y también es uno de los países con peor historia de inseguridad en la producción. Más de cien mil trabajadores mueren en sus sitios de trabajo todos los años. Según estadísticas oficiales, los accidentes laborales costaron 136.755 vidas en 2004, la mayoría de ellos en minas, fábricas de sustancias químicas y pirotecnia.

Dos trabajadores en una misión de rescate en la mina de carbón Liuhe, provincia de Guizhou, donde diez mineros quedaron atrapados en el accidente de septiembre de 2004

China tiene 600 minas de carbón estatales de gran escala, 2.600 minas de carbón bajo la jurisdicción de gobiernos provinciales y municipales, y 22.000 minas de carbón controladas por pequeñas ciudades e individuos. Según estudios realizados en 2003 por la Administración Estatal de Supervisión de Seguridad de Producción, el Ministerio de Hacienda, y la Comisión Estatal de Desarrollo y Reforma, la mayor parte de éstas se distribuyen en 13 provincias. Las principales minas de carbón administradas por el Estado necesitarán 6 mil millones de dólares para mejorar sus medidas de seguridad en los próximos años. Esto indica que la deficiencia de capital para la seguridad de trabajo es la causa principal de los accidentes. Como el Estado no puede encargarse de todo esto, se reclama explorar más canales de inversión en las minas. Zhao Baoming, vice presidente de la Comisión de Seguridad de Producción del Consejo de Estado, ha expresado: “Casi todos los accidentes de minas tienen algo que ver con la corrupción y con funcionarios corruptos”.

Hay quienes atribuyen algunos accidentes laborales a pequeñas fallas humanas y otros que culpan a la indiferencia que los propietarios de minas muestran por la vida de los obreros. El Diario de la Juventud de China citó el caso de Estados Unidos: había numerosas pequeñas minas en Estados Unidos en los años 50s, en donde los accidentes causaban frecuentemente víctimas. Entonces el gobierno ordenó que los propietarios pagaran una suma como depósito de garantía antes de que comenzaran a explotar las minas. El dinero fue concentrado en una fundación para mineros muertos en el trabajo. La familia de cada víctima podía recibir cientos de miles o un millón de dólares como recompensa. Pero en China la compensación es de 12.000 dólares. Los medios de comunicación chinos exhortan al gobierno a aumentar su control sobre la industria minera que juega un papel importante en el crecimiento económico de China. Durante su inspección a la Mina de carbón Xiashijie en Tongchuan, el Primer Ministro Wen Jiabao acentuó: "El carbón es la energía principal en China. Los mineros de carbón merecen el respeto y la atención de la sociedad. Nosotros deberíamos asegurar que cada uno de ellos pueda volver a casa sano y salvo."

En el pasado, siempre que había un accidente minero, la explicación era que las minas privadas descuidan las medidas de seguridad. Cuando las calamidades golpean minas estatales, la alarma suena para todas las minas, privadas o estatales. Las causas son la atrasada tecnología, la imperfecta administración y el bajo nivel técnico de los trabajadores.

Para mantener el desarrollo de la economía china se consume enorme cantidad de carbón. El problema de la inseguridad en sus minas no se resuelve de un día para otro. China no puede parar la producción de carbón ni puede evitar víctimas en las minas. Este podría ser uno de los motivos que llevan al Primer Ministro a verter lágrimas. El gobierno chino no tiene panacea para este problema ni espera algún milagro. Lo más realista es planear científicamente. Se debería enmendar la Ley de Carbón promulgada hace nueve años para elevar la capacidad de producción y mejorar el nivel de seguridad. Se prevé que la nueva ley puede ofrecer apoyo legal para solucionar problemas en las minas de carbón. De modo que los propietarios que evadan la inversión en la seguridad laboral sean sancionados por la ley. Huang Shengchu, rector del Instituto de Información de Carbón, dijo: “La razón principal de las frecuentes catástrofes mineras está en la insuficiente inversión en equipos de seguridad y en la indiferencia en la seguridad”.

Las catástrofes en las minas significan enormes golpes a las familias de las víctimas. Estas sintieron algún consuelo cuando Wen Jiabao vino hasta ellas, acarició a los niños y consoló a las viudas para mirar valientemente al futuro. Lo que el Primer Ministro chino hizo al ofrecer atención humanitaria a la gente aumentó el poder de adhesión del pueblo al gobierno. Cuando él dio la mano a pacientes del Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SRAG), envió el mensaje de que el SRAG no era insuperable y no debían tener tanto miedo al ver a alguien estornudando. En la Fiesta de la Primavera de este año, Wen visitó un pueblo de Henan donde muchos residentes están infectados por el SIDA. Él se sentó entre ellos, estrechó sus manos. Nie Qian, una paciente de SIDA de 40 años de edad, lloró cuando el Primer Ministro sonriente se sentó al lado de ella, y disipó todo su nerviosismo al estar junto a un líder del Estado. La visita del Primer Ministro trajo un cambio a su vida: antes de eso todos los vecinos la evitaban, ahora su casa está frecuentada como una colmena. Los visitantes vienen de todas partes, lejos o cerca, preguntando sobre su encuentro con el Primer Ministro. Cada uno es ahora amable con ella. El Primer Ministro devolvió la esperanza a su vida. 

De hecho, Wen Jiabao no es el único líder chino que esté cerca del pueblo. El Presidente Hu Jintao pasó la noche de la fiesta primaveral con las minorías étnicas de la provincia de Guizhou, comiendo arroz glutinoso en la cena. Los líderes estatales dan un ejemplo a todos los cuadros en China. Desde luego ellos no esperan que otros simplemente repitan lo que ellos hacen. Ellos dirigen el nuevo gobierno con principios que ellos practican desde el primer día que asumieron sus cargos: el poder es para servir al pueblo. China pone un ejemplo al mundo.

Recientes medidas del Gobierno chino para intensificar la seguridad en las minas de carbón en 2005

El Primer Ministro Wen Jiabao almorzando con mineros en un túnel de carbón en Tongchuan

● En febrero, el Consejo de Estado promovió la categoría de la Administración Estatal de Supervisión de Seguridad de Producción, nominándola Administración General Estatal de Supervisión de Seguridad de Producción (AGESSP),  y estableció la Administración Estatal de Supervisión de Seguridad en las Minas de Carbón, subordinada a la AGEEEP.

● Durante la investigación de la explosión de gas en la Mina Sunjiawan del Grupo Minero Fuxin de la provincia de Liaoning, ocurrida el 14 de febrero, Liu Guoqiang, gobernador adjunto de la provincia, que se encargaba de la industria y la seguridad de trabajo, fue suspendido de su cargo. Fue el primer funcionario de alto rango en China que cargó con la responsabilidad administrativa de un accidente minero.

● Desde finales de febrero hasta inicios de marzo hubo inspecciones de seguridad en minas estatales de 20 provincias, regiones autónomas y municipios de jurisdicción central, en particular en minas reincidentes en explosiones de gas. Clave del trabajo es inspeccionar las 45 empresas estatales asignadas por la Administración Estatal de Supervisión de Seguridad de Minas de Carbón.

● Las administraciones locales de zonas carboníferas establecen y perfeccionan el mecanismo de supervisión de la seguridad minera y el sistema de aviso previo de un peligro potencial. Castigos más severos esperan a los responsables de accidente. Han intensificado las inspecciones de seguridad laboral en pequeñas minas. Han cerrado las pequeñas minas ilegales. Las minas cerradas, abandonadas y de infraestructura son puestas bajo patrullaje y supervisión.

● En 2005 China asignará 360 millones de dólares para financiar la renovación técnica en la seguridad de trabajo de importantes minas estatales de carbón, principalmente en el control de gas. Y un sistema de fondo de riesgo será implantado en las minas de carbón.

*Hussein Ismail es redactor jefe adjunto de la edición árabe de China Hoy

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