Bebés sanos, madres seropositivas
Por LU RUCAI
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El
“Viaje a Hefei de los huérfanos contagiados de Sida”
exhorta a la sociedad a deponer la discriminación
y preocuparse por los niños contagiados |
Zhou Zengquan fue por un tiempo subdirector
del Hospital del Pueblo N.º 3 de la Ciudad de Kunming,
donde estuvo encargado del proyecto de “Prevención del
contagio materno-infantil del VIH”. Este proyecto se mantuvo
en gestación secreta durante cuatro años, hasta finales
de 2004, cuando 22 de 23 madres contagiadas por el VIH
recibieron asistencia para parir bebés saludables, mediante
la exitosa aplicación de la obstrucción en el parto.
La pertinencia de la obstrucción en el parto
Zhou Zengquan se involucró
en el proyecto de “Prevención del contagio materno-infantil
del VIH” tras conocer a una madre seropositiva cuatro
años atrás. La mujer no supo de su mal hasta el momento
del parto. Por tanto, su bebé también se infectó. En 2000,
el hospital donde trabajaba Zhou recibió del extranjero
una carga de medicamentos donados para el tratamiento
del Sida. De inmediato, Zhou pensó en la madre seropositiva.
Sin embargo, aquélla no aceptó la donación porque en aquel
entonces aún no había medicamentos para tratar niños.
Prefería morir con su bebé que vivir sola. “Este acontecimiento
me sacudió. Aunque se ha propagado la idea de que la obstrucción
en el parto protege solamente al bebé y no a la progenitora,
y que por lo tanto no vale la pena a llevarla a la práctica,
me puse a experimentar clínicamente con el proyecto. Lo
hice partiendo de la tradición de las madres chinas
de dar mayor valor a la vida de sus vástagos que a la
propia. Un bebé saludable puede incidir en que su madre
enferma de Sida siga viviendo”.
Según la presentación de Zhou, la obstrucción
en el parto es muy fácil. Antes de parir, la madre toma
200mg. de NVP, medicamento recomendado por la OMS (Organización
Mundial de la Salud) para evitar el contagio materno-infantil.
Al nacer el bebé por cesárea, se examina la sangre de
su ombligo y se le suministra NVP, en dosis de 2mg/kg.
Al mismo tiempo se evita amamantar al bebé con leche materna.
Si el volumen de virus en la sangre del bebé de 18 meses
no supera al índice establecido, se podrá declarar exitosa
la obstrucción. Zhou afirma que todos los medicamentos
que se toman durante el proceso sólo cuestan cuatro yuanes,
equivalente a medio dólar estadounidense.
El valladar de la discriminación social
La mayoría de las
madres seropositivas que participaron en el proyecto procedían
de los alrededores de la ciudad de Kunming, provincia
de Yunnan, y han sido recomendadas por obstetras de distintos
hospitales. Los doctores participantes en el proyecto
experimentaron penas y dificultades en la búsqueda de
las enfermas. “En cuatro años sólo encontramos 23 enfermas
que aceptaron la experimentación. En el primer año sólo
convencimos a dos madres de participar en nuestro proyecto”,
suspira con tristeza Zhou. Temiendo efectos negativos
para el hospital, no pudieron reclutar las seropositivas
de manera pública, sino que debieron acudir a recomendaciones.
Por este motivo, el proyecto demoró cuatro años, el doble
del tiempo planificado. De 23 casos clínicos, sólo diez
se atendieron en Kunming, mientras que otros 13 quedaron
dispersos en hospitales locales de Yuxi, Simao y Honghe.
Según explica Zhou, la discriminación que
aún impera en la sociedad hacia los seropositivos impide
que muchas embarazadas contagiadas revelen su identidad,
e incluso la de sus familiares. Por lo tanto, hasta cierto
punto este proyecto se ha desarrollado en las sombras
de la clandestinidad. La conservación del carácter secreto
del tratamiento a estas madres es el deber más importante
de todos los trabajadores del proyecto. “Nunca hemos preguntado
por sus nombres y domicilio reales. Lo único que pedimos
es poder comunicarnos con ellas”. Por lo general, las
informaciones que las mismas dejan, tales como nombre,
dirección y teléfono, son falsas.
Otro problema es que cerca de la tercera
parte de estas mujeres se niega a ir al hospital para
hacerse pruebas, renuentes a que se divulgue su historia
clínica. De ahí que uno de los trabajos más importantes
fuera garantizarles el anonimato. Como parte de las medidas
adoptadas, con frecuencia se enviaba la ambulancia al
lugar designado para recoger a la madre. Luego se le llevaba
a un sitio aislado para extraerle la sangre. A veces,
la mujer no acudía a la cita y el conductor enloquecía
dando vueltas y vueltas, sin encontrar a nadie.
Necesidad de promover el método
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En la XV Asamblea
Mundial de Sida efectuada en Bangkok, Tailandia, el
12 de julio de 2004, Pu Cunxin (segundo de la izquierda)
y Jiang Wenli (izquierda), actores famosos
y también promotores sobre la prevención del Sida
en China, venden papel recortado con fines caritativos,
con el texto de ocho caracteres chinos que significan
“amaos mutuamente, disfrutad la vida juntos” |
Después de terminar
el proyecto, Zhou Zengquan fue asignado al Centro de Prevención
y Control de Enfermedades de la provincia de Yunnan. Más
tarde, empezó a trabajar para el recién establecido Centro
del Sida, aunque continuó con sus investigaciones sobre
la obstrucción del parto. A finales de 2004, el Gobierno
chino publicó el plan clínico para la prevención de la
transmisión materno-infantil del Sida, recomendando la
aplicación de este tratamiento. El doctor Zhou se sintió
feliz.
Sin embargo, no las tenía todas consigo.
Al respecto dice: “El alto índice de éxito en la obstrucción
en el parto no significa que se domine la técnica de obstruir
la transmisión del virus del Sida”. En China, aún hay
muchas embarazadas que no saben que han sido contagiadas,
lo que aumenta la dificultad de controlar y prevenir la
enfermedad. Aunque este estudio clínico ha madurado en
el extranjero, apenas despunta en China. Por tanto, la
decisión del gobierno en ese sentido reviste una importancia
capital.
El 17 de noviembre de 2004, el Ministerio
de Salud Pública emitió un aviso, exhortando a fortalecer
el trabajo en zonas experimentales de control y a prevenir
la transmisión materno-infantil del VIH. A partir de 2003,
estas zonas experimentales han estado atendiendo una población
de 13.600.000, incluyendo 3.220.000 mujeres en edad fecunda.
En el Plan (experimental) para la Implementación
del Trabajo de Control y Prevención de Transmisión Materno-Infantil
del VIH, publicado el 8 de noviembre de 2004, el Ministerio
de Salud Pública planteó políticas detalladas para la
ejecución del trabajo de control y prevención en 15 zonas
experimentales distribuidas por Henan, Hebei, Shanxi y
otras provincias. Según el mismo se incluyen los siguientes
servicios: la consulta gratis para mujeres encintas y
la preparación para el matrimonio; el examen gratis del
anticuerpo del virus del Sida para las parturientas; el
tratamiento gratis para las seropositivas y los recién
nacidos contagiados; el examen de seguimiento para las
mujeres encintas y los recién nacidos contagiados; el
examen rápido de anticuerpo del virus de Sida para las
mujeres a punto de parir y desconocedoras de su situación
de contagio, etc.
Según la investigación, de no tomar medidas preventivas, la tasa de transmisión
maternal alcanzará de un 15 a un 50 por ciento. Cada
año, cerca de 2.400.000 mujeres seropositivas en el
mundo paren más de 800.000 bebés contagiados, lo que
se traduce en un aumento del 75% del índice de mortalidad
entre los recién nacidos. Los datos publicados en
2004 por el Ministerio de Salud Pública de China muestran
que el índice de contagio materno-infantil en algunas
regiones de China ha ascendido del 0,1 al 0,6 por
ciento, o sea, que entre 30 y 40 por ciento de las
mujeres portadoras de VIH pueden transmitir el virus
a su bebé. |