ABRIL
2005


¿Por qué aumentan los de la tercera edad?
 
La población de más de 60 años de edad sobrepasa los 130 millones

Sin duda alguna, China es el país más poblado del mundo y con 130 millones de personas de más de 60 años de edad,  ocupa el primer lugar a escala mundial en ese indicador. La  cifra  representa el 10 por ciento de su población.

De acuerdo con las normas internacionales utilizadas para definir la sociedad senil, China ya pasó el límite, porque las personas mayores de 60 años suman el 10% de su población y las de 65, el 7%. Según datos proporcionados por la Asociación de Personas de Edad Avanzada de China, el porcentaje de la población en ese grupo aumentará al 11.8% para el 2020 en tanto el pico de envejecimiento de la población se alcanzará aproximadamente para el 2030, con un período que durará más de 20 años. Para mediados del siglo XXI, los adultos mayores de 60 años sobrepasarán los 400 millones y los mayores de 65, serán 300 millones.

Los países desarrollados también enfrentaron el desafío del envejecimiento poblacional. Cuando entraron en la sociedad senil, el ingreso promedio per cápita de esas naciones era de 4.000 dólares y en muchos de ellos llegaba a 10.000 dólares. Sin embargo, actualmente, el Producto Interno Bruto  per cápita en China es de sólo 1.000 dólares.

Sobre todo, el cambio de la composición poblacional de adulta a senil en China tomó sólo 18 años aproximadamente. En cambio, ese proceso en  Francia fue de 115 años; en Inglaterra, 45; en Suiza, 85; y en Estados Unidos, 60. Por ello mucha gente se preocupa  por los siguientes temas, ante un pronosticado pico de población de edad avanzada. ¿Podrá China resolver las contradicciones entre el envejecimiento demográfico y el desarrollo económico?  ¿Podrá China llegar a ser un país con suficiente capital  para  garantizar la vida de todas esas personas?

La población en el período de dividendo

En cuanto a las relaciones entre el envejecimiento y el crecimiento económico, los expertos  chinos prestan especial atención a las experiencias de Japón. Qiao Xiaochun, profesor del Instituto de Investigación Demográfica de la Universidad del Pueblo de China, señaló que el factor principal del estancamiento económico de Japón durante decenas de años se debió a la falta de mano de obra a causa de una baja tasa de natalidad y la pesada carga que representaba la población de edad avanzada. Son estos problemas a los que precisamente se  debe enfrentar nuestro país.

Yu Xuejun, director general del departamento de política y legislación de la Comisión de Población y Planificación Familiar de China, que dirige las investigaciones demográficas y hace propuestas al gobierno para sus estrategias en ese campo, dijo: China ha entrado en una etapa de más de diez años de abundante mano de obra. Los niños nacidos durante el tercer período de explosión poblacional crecen gradualmente hasta hacerse trabajadores. Por ello, China entrará  en un período con abundante mano de obra y con una carga más ligera para la población, creando así un favorable ambiente demográfico para acelerar su crecimiento económico. Según los  pronósticos, para el 2015 la población económicamente activa de China puede llegar a 930 millones de personas para luego comenzar a disminuir gradualmente.

El periodo más difícil  para garantizar el empleo es cuando la mano de obra disponible alcanza su pico, y también es el período de dividendos de la población.

Yu señaló que antes de la entrada en la sociedad senil, con un período de  40 años, de 1990 a 2030,  China va a formar una estructura de edad favorable para su desarrollo económico. Las personas no adultas y las de edad avanzada ocupan un porcentaje relativamente bajo de la población total. Una suficiente mano de obra y una relativamente ligera carga social, son aspectos muy favorables para el desarrollo económico. Si resolvemos bien la ubicación de los jóvenes, China no tendrá ningún problema para mantener un nivel de desarrollo alto y rápido.

Listos para el seguro social
Una feria de oferta de empleos en Beijing

El profesor Qiao Xiaochun, además de dedicarse al estudio de las relaciones entre la recesión económica y el envejecimiento de la población en Japón, también analiza su sistema de apoyo a los adultos de la tercera edad. Se afirma que la selección de un adecuado sistema de seguro de vejez es muy importante en el momento en que se encuentra China ante su fuerte desarrollo y la difícil situación de envejecimiento de la población.

Según explicó Qiao, en Japón, el seguro social de la población de la tercera edad se ha convertido en un problema a todas luces. Antes de 2004, las subvenciones asignadas por el Gobierno para esas personas representaban un tercio del total y luego hasta el 50 por ciento. Si se convirtieran en capital, serían una suma enorme. Ahora el gobierno japonés no tiene más remedio que aplicar una alta tasa de impuestos a un pequeño porcentaje de jóvenes, aún así tampoco puede  resolver el  problema de la manutención de una creciente población de la tercera edad. Ello explica el descontento tanto de los jóvenes como del otro grupo poblacional.

Lo planteado anteriormente por el profesor Qiao es un sistema de pensión basado en “recaudar de los jóvenes para pagar a los adultos mayores”, el cual se aplicaba en Japón y en muchos países europeos. También puede explicarse  como un sistema que cobra dinero a los jóvenes para mantener a las personas de edad avanzada y  de esta forma pasa  la presión de la manutención de los últimos a los primeros. Con el fin de aliviar la pesada carga que recae sobre la juventud y el  Estado, el gobierno chino comenzó a trasformar, a partir de 1995, la política de administración de los fondos de seguros de  “recaudar para pagar” en el sistema de acumulación parcial. Esto quiere decir que para resolver el seguro de las personas de la tercera edad,  se establece una cuenta para cada uno y se acumula una pensión desde el inicio de su vida laboral. De esta forma, cuando llegue la jubilación, el seguro de manutención no será una responsabilidad solamente del gobierno y los jóvenes.

De acuerdo con Li Peilin, subdirector del Instituto de Sociología de la Academia de Ciencias Sociales de China, hasta fines de septiembre de 2004, las personas en el seguro para la vejez sumaban 160,62 millones y las del seguro médico, 119,41 millones. Las cifras no son tan grandes para una población tan numerosa. Los expertos señalan que China es un país donde está muy arraigado el concepto tradicional de cuidar a los mayores prácticamente en el seno familiar, sobre todo en el campo, donde viven 900 millones de personas.

Ante el creciente número de personas de la tercera edad, se ha desarrollado una industria de servicios para ese sector y el  gobierno chino ha modificado la legislación relacionada con ello,  como “Las normas del diseño arquitectónico para los adultos mayores” y  “La norma del diseño sin obstáculos en la construcción y las vías urbanas”. Todo lo hecho busca facilitar el alojamiento y acceso de esas personas a los lugares. Además de las instalaciones para las personas de la tercera edad, también se han establecido clínicas sanitarias, asilos, escuelas, centros de recreación y actividades deportivas para ancianos en diversas localidades del país.

Buenas perspectivas
Aprendiendo a navegar en internet, en la Universidad para Ancianos

El 19 de abril de 2004,el Grupo Financiero Prumerica, de Estados Unidos, y  el Centro de  Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, en inglés), también de Estados Unidos, publicaron conjuntamente un análisis de la política poblacional y la situación económica de China, en el cual se señala que es muy llamativo el envejecimiento de la población de este país. Para el 2040, los adultos mayores chinos sumarán  397 millones, sobrepasando la población total de Francia, Alemania, Italia, Japón  e Inglaterra.  Cómo China va a enfrentar este desafío en cierta medida definirá si podrá o no llegar a ser un país desarrollado, próspero y estable.

Aunque el informe afirma que se garantizará la manutención de esas personas, incluida la atención   médica, por parte de las empresas estatales e instituciones gubernamentales, expresa también preocupación por la situación de aquellas de las empresas privadas. Gracias a la integración de estas empresas al sistema de pensión de jubilados aprobada por el Consejo de Estado a finales de la década del 90, los problemas de atención se resolverán gradualmente.

El Sr. John Hamre, presidente y jefe ejecutivo del CSIS, explicó que el creciente envejecimiento de la población podría colocar a China frente a un gran desafío. Sin embargo, consideró que ello no va a debilitar la tendencia de la acumulación de riquezas del país. La condición para ello es que China debe aplicar políticas correctas. De no vencer el reto del envejecimiento poblacional, probablemente tenga que enfrentar una mayor debilidad económica y una limitada influencia en la arena internacional. De tener éxito en este campo, las perspectivas de China son ilimitadas.

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