AGOSTO
2004


Cómo conservar la salud según la medicina tradicional china

La salud y la longevidad, dos de las cosas más deseadas por todo el mundo, son temas que han sido estudiados desde la antigüedad en la medicina tradicional china. Numerosos médicos, taoístas y confucionistas de las diversas dinastías y épocas, desde la aparición de la obra Medicina interna de Huangdi -emperador legendario, considerado como el fundador del imperio chino-, hace más de 2000 años, han investigado y argumentado de manera detallada y profunda los métodos para mejorar y perfeccionar los cuidados de la salud, formando gradualmente una teoría sistemática a este respecto, la cual se expone resumida en los siguientes ocho aspectos:

Primero, el placer de los sentimientos. Mantenernos alegres y contentos es una condición muy importante para vivir sanos y longevos. En su obra Registros de Mantenimiento de la Salud y la Longevidad, Tao Hongjing (456-536), pensador taoísta, médico y calígrafo de las épocas Qi (479-502) y Liang (502-557) de la dinastía del Sur (420-589) propuso que el éxito para tener una buena salud “reside en librarse de los sentimientos excesivos de angustia, tristeza y pena, pues los que saben neutralizar sus sentimientos gozan de una vida longeva”.

Segundo, abstenerse de los deseos egoístas buscando la tranquilidad y concentrarse en un solo pensamiento, dejando a un lado todo tipo de problemas y preocupaciones. Para ello se requiere una moral alta, y ser sincero y generoso. Según Sun Simiao (581-682), longevo y famoso médico de las dinastías Sui (581-618) y Tang (618-907), conocido como el Rey de la Medicina, la causa por la que no se consigue la longevidad o se muere joven es “la falta de cuidados apropiados, las ambiciones y la búsqueda excesiva de fama y fortuna personales. Por lo tanto, los que saben conservar la salud no ansían cosas difíciles de alcanzar, no conciben intenciones abstractas, ni anhelan lo que no les pertenece, mientras que siempre hablan de la bondad en lugar de fijarse en el dinero y en la fortuna”.

Tercero, moderación sexual. El crecimiento y el desarrollo del cuerpo humano dependen de la energía vital depositada en el riñón. Si el riñón está bien nutrido de dicha esencia, la vida se prolongará y gozará de una fuerte resistencia a las enfermedades. Para conservar esta energía vital es necesario controlar los deseos sexuales. Si se abusa de esta práctica, se gastará la energía vital, se perjudicará la salud y como consecuencia disminuirá el período de la vida.

Cuarto, adaptarse siempre a las cuatro estaciones del año. Los seres humanos viven en la naturaleza, por lo que el cómo adaptarse al cambio climático de las estaciones constituye un contenido primordial de la teoría sobre los cuidados de la salud. Según la obra Lüshi Chunqiu (enciclopedia compilada por Lü Buwei hacia el 284 a.C.), para lograr la longevidad se han de eliminar los inconvenientes sobre las anormalidades climáticas, es decir, las temperaturas o las condiciones extremas no correspondientes a su estación, tales como el viento, el frío, el calor en verano, la sequedad, la humedad y el fuego. Seis factores patógenos denominados por la medicina tradicional china.

Quinto, restringir la alimentación. El bazo y el estómago constituyen la base vital adquirida después del nacimiento, y se les puede perjudicar mediante la irregularidad en las comidas, la cual provoca enfermedades y envejecimiento precoz. Según la obra Medicina interna de Huangdi, el yin -principio femenino o negativo en la naturaleza de acuerdo con la medicina y la filosofía chinas, opuesto al yang, el masculino o positivo- se produce de los cinco sabores. Si se alimenta en cantidad excesiva, se perjudican el estómago y los intestinos. Si se consume sal en exceso, el pulso tiende a anormalizarse, mientras que si se toman demasiados alimentos amargos, la piel se seca y el pelo se cae.

Por su parte, Sun Simiao argumenta de manera más completa y científica sobre los convenientes e inconvenientes en la comida. Así, dice que no se puede comer hasta sentirse muy lleno, es mejor consumir platos sencillos y simples, y siempre tibios. Los alimentos más salubres son los ligeros, dulces y de sabor suave. En cuanto a los métodos de comer, aconseja que la comida se coma bien cocida y masticada, y no se ingieran alimentos crudos. Las disciplinas tales como no hablar durante las comidas, aplicar masajes suaves en la cara y el vientre tras cada comida, no consumir verduras crudas, granos crudos, comidas caducadas y malolientes, así como licores turbios, también son muy importantes para el mantenimiento de la salud, la prevención de las enfermedades contagiosas y el botulismo.

Sexto, practicar con frecuencia ejercicios físicos. El cuerpo humano, como conjunto orgánico que es, requiere del movimiento y de los ejercicios constantes, los cuales permiten adquirir energía y vitalidad, para mantener la salud. En la dinastía Han (205 a.C.-220), Hua Tuo, primer cirujano famoso chino de finales de la dinastía Han Oriental (25-220), pregonaba el fortalecimiento de la salud y la prevención de enfermedades mediante la práctica de ejercicios físicos, señalando que el movimiento y los ejercicios hacen digerir la esencia derivada de la comida y circular la sangre, de modo que se evitan las enfermedades. En su compilación Mil Recetas Más Valiosas, obra medicinal enciclopédica de Sun Simiao, el autor advierte que hay que hacer deportes de vez en cuando para fortalecer la salud, aunque de una manera moderada.

Séptimo, actuar en conformidad con el carácter propio y cuidarse de acuerdo con la edad. El mismo médico Sun Simiao analiza que la gente mayor de 50 años empieza a padecer la pérdida del yang y el decaimiento aumenta cada día, con lo cual uno pierde poco a poco la memoria, se hace perezoso y no se siente a gusto en diversos aspectos. A medida que se pierde vista y oído, las personas se vuelven molestas y se enfadan fácilmente, a la vez que observan con lamento los asuntos incumplidos y pierden toda esperanza. Entonces se ponen de mal genio y empeoran. Este análisis nos advierte que los seres humanos tienen que experimentar una serie de cambios fisiológicos y fisonómicos al entrar en la vejez, por tanto debemos cuidar y proteger a los ancianos con cariño y regular su mal humor según su voluntad, de manera que puedan vivir una vida completa y mueran de forma natural.

Octavo, tomar medicinas con moderación. Los seres humanos somos distintos en cuanto a la constitución física, aunque todos tenemos nuestros puntos débiles y enfermamos. Por tanto, la toma adecuada de medicamentos preventivos constituye uno de los contenidos principales de la teoría del mantenimiento de la salud. Los antepasados han prestado mucha atención a este método para la prevención de la salud y han preparado muchas fórmulas y recetas medicinales a este respecto. Sin embargo, la larga vida no sólo se logra con el consumo de medicamentos, pues si se ignoran los métodos del mantenimiento de la salud, no hay ningún elixir milagroso que consiga realmente alargar la vida.

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