Cómo
conservar la salud según la medicina tradicional
china
La salud y la longevidad, dos de las cosas más deseadas
por todo el mundo, son temas que han sido estudiados desde
la antigüedad en la medicina tradicional china. Numerosos
médicos, taoístas y confucionistas de las
diversas dinastías y épocas, desde la aparición
de la obra Medicina interna de Huangdi -emperador legendario,
considerado como el fundador del imperio chino-, hace más
de 2000 años, han investigado y argumentado de manera
detallada y profunda los métodos para mejorar y perfeccionar
los cuidados de la salud, formando gradualmente una teoría
sistemática a este respecto, la cual se expone resumida
en los siguientes ocho aspectos:
Primero, el placer de los sentimientos. Mantenernos alegres
y contentos es una condición muy importante para
vivir sanos y longevos. En su obra Registros de Mantenimiento
de la Salud y la Longevidad, Tao Hongjing (456-536), pensador
taoísta, médico y calígrafo de las
épocas Qi (479-502) y Liang (502-557) de la dinastía
del Sur (420-589) propuso que el éxito para tener
una buena salud reside en librarse de los sentimientos
excesivos de angustia, tristeza y pena, pues los que saben
neutralizar sus sentimientos gozan de una vida longeva.
Segundo, abstenerse de los deseos egoístas buscando
la tranquilidad y concentrarse en un solo pensamiento, dejando
a un lado todo tipo de problemas y preocupaciones. Para
ello se requiere una moral alta, y ser sincero y generoso.
Según Sun Simiao (581-682), longevo y famoso médico
de las dinastías Sui (581-618) y Tang (618-907),
conocido como el Rey de la Medicina, la causa por la que
no se consigue la longevidad o se muere joven es la
falta de cuidados apropiados, las ambiciones y la búsqueda
excesiva de fama y fortuna personales. Por lo tanto, los
que saben conservar la salud no ansían cosas difíciles
de alcanzar, no conciben intenciones abstractas, ni anhelan
lo que no les pertenece, mientras que siempre hablan de
la bondad en lugar de fijarse en el dinero y en la fortuna.
Tercero, moderación sexual. El crecimiento y el
desarrollo del cuerpo humano dependen de la energía
vital depositada en el riñón. Si el riñón
está bien nutrido de dicha esencia, la vida se prolongará
y gozará de una fuerte resistencia a las enfermedades.
Para conservar esta energía vital es necesario controlar
los deseos sexuales. Si se abusa de esta práctica,
se gastará la energía vital, se perjudicará
la salud y como consecuencia disminuirá el período
de la vida.
Cuarto, adaptarse siempre a las cuatro estaciones del año.
Los seres humanos viven en la naturaleza, por lo que el
cómo adaptarse al cambio climático de las
estaciones constituye un contenido primordial de la teoría
sobre los cuidados de la salud. Según la obra Lüshi
Chunqiu (enciclopedia compilada por Lü Buwei hacia
el 284 a.C.), para lograr la longevidad se han de eliminar
los inconvenientes sobre las anormalidades climáticas,
es decir, las temperaturas o las condiciones extremas no
correspondientes a su estación, tales como el viento,
el frío, el calor en verano, la sequedad, la humedad
y el fuego. Seis factores patógenos denominados por
la medicina tradicional china.
Quinto, restringir la alimentación. El bazo y el
estómago constituyen la base vital adquirida después
del nacimiento, y se les puede perjudicar mediante la irregularidad
en las comidas, la cual provoca enfermedades y envejecimiento
precoz. Según la obra Medicina interna de Huangdi,
el yin -principio femenino o negativo en la naturaleza de
acuerdo con la medicina y la filosofía chinas, opuesto
al yang, el masculino o positivo- se produce de los cinco
sabores. Si se alimenta en cantidad excesiva, se perjudican
el estómago y los intestinos. Si se consume sal en
exceso, el pulso tiende a anormalizarse, mientras que si
se toman demasiados alimentos amargos, la piel se seca y
el pelo se cae.
Por su parte, Sun Simiao argumenta de manera más
completa y científica sobre los convenientes e inconvenientes
en la comida. Así, dice que no se puede comer hasta
sentirse muy lleno, es mejor consumir platos sencillos y
simples, y siempre tibios. Los alimentos más salubres
son los ligeros, dulces y de sabor suave. En cuanto a los
métodos de comer, aconseja que la comida se coma
bien cocida y masticada, y no se ingieran alimentos crudos.
Las disciplinas tales como no hablar durante las comidas,
aplicar masajes suaves en la cara y el vientre tras cada
comida, no consumir verduras crudas, granos crudos, comidas
caducadas y malolientes, así como licores turbios,
también son muy importantes para el mantenimiento
de la salud, la prevención de las enfermedades contagiosas
y el botulismo.
Sexto, practicar con frecuencia ejercicios físicos.
El cuerpo humano, como conjunto orgánico que es,
requiere del movimiento y de los ejercicios constantes,
los cuales permiten adquirir energía y vitalidad,
para mantener la salud. En la dinastía Han (205 a.C.-220),
Hua Tuo, primer cirujano famoso chino de finales de la dinastía
Han Oriental (25-220), pregonaba el fortalecimiento de la
salud y la prevención de enfermedades mediante la
práctica de ejercicios físicos, señalando
que el movimiento y los ejercicios hacen digerir la esencia
derivada de la comida y circular la sangre, de modo que
se evitan las enfermedades. En su compilación Mil
Recetas Más Valiosas, obra medicinal enciclopédica
de Sun Simiao, el autor advierte que hay que hacer deportes
de vez en cuando para fortalecer la salud, aunque de una
manera moderada.
Séptimo, actuar en conformidad con el carácter
propio y cuidarse de acuerdo con la edad. El mismo médico
Sun Simiao analiza que la gente mayor de 50 años
empieza a padecer la pérdida del yang y el decaimiento
aumenta cada día, con lo cual uno pierde poco a poco
la memoria, se hace perezoso y no se siente a gusto en diversos
aspectos. A medida que se pierde vista y oído, las
personas se vuelven molestas y se enfadan fácilmente,
a la vez que observan con lamento los asuntos incumplidos
y pierden toda esperanza. Entonces se ponen de mal genio
y empeoran. Este análisis nos advierte que los seres
humanos tienen que experimentar una serie de cambios fisiológicos
y fisonómicos al entrar en la vejez, por tanto debemos
cuidar y proteger a los ancianos con cariño y regular
su mal humor según su voluntad, de manera que puedan
vivir una vida completa y mueran de forma natural.
Octavo, tomar medicinas con moderación. Los seres
humanos somos distintos en cuanto a la constitución
física, aunque todos tenemos nuestros puntos débiles
y enfermamos. Por tanto, la toma adecuada de medicamentos
preventivos constituye uno de los contenidos principales
de la teoría del mantenimiento de la salud. Los antepasados
han prestado mucha atención a este método
para la prevención de la salud y han preparado muchas
fórmulas y recetas medicinales a este respecto. Sin
embargo, la larga vida no sólo se logra con el consumo
de medicamentos, pues si se ignoran los métodos del
mantenimiento de la salud, no hay ningún elixir milagroso
que consiga realmente alargar la vida.
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