El
afamado legalista Shen Sibao
-declaraciones
sobre la nueva modificación de la Ley de Comercio
Exterior-
Por
LIN QI y LI WUZHOU
En la actualidad,
Shen Sibao, célebre jurista especializado en comercio y
director de la Facultad de Derecho de la Universidad de
Comercio y Relaciones Económicas con el Exterior,
pasa la mayor parte de su tiempo recibiendo a los medios
de comunicación y dando clases a los funcionarios
gubernamentales de alta categoría que pondrán
en práctica, desde el primero de julio del presente
año, la modificada Ley sobre Comercio Exterior.
Dicha ley fue
establecida en 1994, tiempo durante el cual el ingreso total
por tal concepto ascendió de 366.600 millones de
dólares a 850 mil millones de dólares en 2003,
colocando a China en el cuarto lugar mundial.
Aunque tiene
solamente diez años de historia, esta ley salida
a la luz según las características propias
de aquel entonces, no coincide en muchos aspectos con las
normas internacionales actuales, ni tampoco coincide con
el presente desarrollo de reforma y apertura, ni con el
incremento del comercio exterior.
Sobre todo,
con la integración de nuestro país a la Organización
Mundial de Comercio (OMC), y según las palabras de
Shen, es necesario hacer algunas modificaciones de la Ley
original con miras a cumplir la promesa de China de abrir
gradualmente el mercado al mundo entero y perfeccionar las
leyes y los reglamentos pertinentes y convertir a China,
centro mundial de comercio exterior, en un país económicamente
poderoso.
Los cambios
adoptados influenciarán tanto a los inversores chinos
como a los comerciantes extranjeros. En este artículo,
publicaremos algunos temas de interés extraídos de
la entrevista mantenida con el profesor Shen Sibao.
Una noticia
beneficiosa
“La
modificación de la Ley es una noticia muy beneficiosa
para las empresas de capital exclusivo, de capital mixto
y de cooperación mutua, así como para los
inversores extranjeros que tienen establecidas sus propias
empresas en China”, según el profesor Shen.
China tiene actualmente un monto de inversión directo de 450.000
millones de dólares estadounidenses, lo que le coloca
a la cabeza del mundo. Las 430.000 empresas extrajeras establecidas
en China suponen un valor importador y exportador del 50
por ciento del total de nuestro país. El objetivo
de la nueva Ley es establecer un mercado ordenado, unificado,
justo y de libertad, lo que favorecerá también a
las empresas arriba mencionadas.
En la Ley se incluyen artículos contra el monopolio y contra
la competencia desleal, favoreciendo a las empresas nacionales
en contra de las empresas extranjeras. Además, también
añadirán otros derechos establecidos por la
OMC para las empresas nacionales chinas que serán
disfrutados igualmente por las empresas extranjeras.
Shen
añadió que considera a las empresas extranjeras
como “nuestros cuerpos corporativos, nuestra propia empresa
y una parte de nuestra industria interna”. La salida a la
luz de la nueva Ley sobre Comercio Exterior es la consecuencia
de la promesa del Gobierno chino antes de ingresar en la
OMC.
Las preferencias otorgadas en cuando al derecho de comercio para
las personas naturales y las empresas extranjeras son casi
iguales a las de las empresas chinas, lo que quiere decir
que gozarán del igual derecho que las locales. La
protección y el servicio ofrecidos a las industrias
nacionales servirán igualmente a las extranjeras.
Las empresas
extranjeras siempre han sido en el pasado víctimas
del proteccionismo del comercio unilateral. Con los tres
nuevos artículos añadidos a la Ley sobre la
protección del derecho de la propiedad intelectual,
la investigación sobre comercio exterior y el socorro,
el Estado permitirá, en nombre de aquellas empresas
que sufran un trato desigual, realizar investigaciones,
sostener conversaciones y charlas para proteger las empresas
nacionales, de modo que las extranjeras de capital exclusivo,
mixto y de cooperación mutua también se vean beneficiadas.
Además,
según la Ley, el margen negociador para las empresas
extranjeras se verá ampliado. Por ejemplo, en la
actualidad, las dedicadas a la fabricación de teléfonos
móviles, no pueden gestionar otros productos, con
la nueva Ley será posible, proporcionándoles
así más espacio para su supervivencia.
Una ley familiar
Para los comerciantes
extranjeros que hacen exclusivamente negocios con China
y no tienen empresas propias en el país, la modificación
de la Ley les favorecerá, porque su reforma pretende
establecer un mercado estable, unificado y justo, precisamente
lo que desean los comerciantes extranjeros, según
Shen.
La Ley de 1994,
enfatizaba unilateralmente la administración, y realizaba
exámenes y pruebas, decidía las cuotas y otorgaba
los permisos, etc., proporcionando así oportunidades
que eran aprovechadas por algunos funcionarios, al carecer
de un reglamento eficaz para castigar a los que la infringían.
En cambio, la nueva norma no solamente subrayará la supervisión
y el servicio con el fin de establecer un mercado unificado
y ordenado, a la vez abierto, sino que también añadirá
reglamentos sancionadores para los comerciantes que contravengan
la Ley. Además, definirá el castigo para el
personal administrativo estatal, incluyendo la responsabilidad
por un delito criminal.
En opinión de Shen, estos reglamentos “serán eficaces
para restringir los casos de corrupción y aceptar
sobornos, así como para detener a los que no actúen
de forma legal durante su administración”.
El proteccionismo
local es un acto que odian todos los comerciantes y, desde
hace mucho tiempo, difícil de reprimir. En el capítulo
X de la Ley sobre la responsabilidad jurídica se
exige a todas las provincias y regiones llevar una administración
según la promesa realizada por el Gobierno chino
ante la OMC, y mantener un sistema unificado, justo y transparente
de comercio exterior. Cualquier persona, empresa, institución
o funcionario gubernamental que vaya contra estos principios,
deberá asumir responsabilidades judiciales.
La nueva Ley
sobre Comercio Exterior está elaborada completamente
según las normas y las reglas de la OMC y siguiendo
la experiencia de los países económicamente
desarrollados. Aunque no se puede decir que sea idéntica
a la de los países occidentales, en su conjunto casi
no hay mucha diferencia. Por ello, para los comerciantes
occidentales esta Ley es muy familiar, es fácil de
comprender y observar, pues ya no es un texto difícil,
calificó con optimismo Shen.
A la Ley también
se le va a agregar un reglamento de gran significado y muy
conocido por los occidentales. Se trata del hecho de que
un chino pueda dedicarse al comercio exterior, acabando
así con la política interna de discriminación
en el área comercial que se venía aplicando
desde hace mucho tiempo.
Además,
coincide justamente con la protección de los Derechos
Humanos subrayada en la Constitución recién ratificada.
Es también muy importante para los pequeños comerciantes,
tanto chinos como extranjeros, así como para las
empresas de tamaño pequeño y medio.
Rompiendo el
monopolio de las grandes compañías sobre el
comercio exterior permite a las personas liberales que habitan
en el complejo residencial SOHO de Shanghai y Beijing hacer
negocios desde casa, con sólo disponer de un ordenador,
un fax, un teléfono fijo o uno móvil.
Las pequeñas compañías, empresas o comerciantes
individuales pueden abrir un negocio a nombre de personas
naturales chinas. Este reglamento no sólo ayuda a
diversificar los canales, sino también a aumentar las alternativas
de elección de los comerciantes extranjeros.
Defectos
existentes
La Ley sobre
Comercio Exterior aún no es perfecta, pues existen
todavía algunos defectos y presenta cierta distancia
de maniobra comparada con la ley de los países desarrollados.
Citamos un ejemplo, la Ley sobre Comercio Exterior de los
Estados Unidos cuenta con más de mil páginas
y tiene establecidos reglamentos referentes a muchos problemas
que puedan ocurrir en la práctica real y es fácil
de manejar y ejercer por las empresas.
Sin embargo la nuestra, aunque ha añadido 3 capítulos
y 26 artículos, es aún un libro delgado, ya
que sólo totaliza 11 capítulos y 70 artículos.
Muchos reglamentos relacionados con la Ley están
en proceso de elaboración y divulgación. Para
completarla hace falta por lo menos elaborar más
de cien reglamentos y sistemas.
Debemos tener en cuenta que la historia del mercado económico
de China es relativamente corta, todavía carecemos
de experiencia al respecto, tanto para la elaboración
como para llevar a cabo esta Ley. Además, no podemos
copiar las leyes que corresponden a los mercados occidentales.
Aunque existe cierta distancia al respecto, en la práctica,
hemos dado un gran paso hacia su mejoramiento.
En el pasado,
debido a las imperfecciones de los reglamentos de nuestra
Ley, algunos países y compañías extranjeras
aprovecharon los fallos para aplicar una política
de barreras comerciales frente a las empresas y productos
de China, incluso con el pretexto de anti-dumping
propugnando el proteccionismo comercial unilateral.
Según unas
estadísticas incompletas, a partir de 1979, los productos
chinos han sufrido 500 acciones anti-dumping y más
de 4.000 tipos de productos han sido sometidos a investigación,
como consecuencia China sufrió una pérdida directa
de más de 10.000 millones de dólares estadounidenses,
sin incluir incalculables pérdidas económicas indirectas.
“Gracias al
perfeccionamiento de nuestra Ley, las pérdidas se reducirán
en el futuro. Las empresas chinas saben y están cada
vez más capacitadas para enfrentarse a los pleitos,
sobre todo tras el fortalecimiento de los métodos de investigación
sobre las barreras comerciales de otros países”,
dijo finalmente el profesor Shen.
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