AGOSTO
2004


Salvando Vidas con la Abstención

 --Visita al Centro de Rehabilitación Forzada

de Drogadictos de Kunming

Por LIU DONGPING

El famoso Centro de Rehabilitación Forzada de Drogadictos de Kunming, fundado en 1989, se encuentra en las afueras de la ciudad de Kunming, provincia de Yunnan. Es el primero de su tipo en China y también el mayor de Asia en la actualidad. Ocupa más de 200 hectáreas, divididas en cuatro zonas de tratamiento: la zona de abstención de drogas, de restablecimiento, de administración de drogadictas, y de abstención voluntaria. Además, cuenta con la única base de investigación científica y de producción de medicinas de China para paliar la adicción a las drogas. En el centro hay ahora más de 3.600 adictos sometidos a tratamiento. En los últimos diez años, el centro ha ayudado a abandonar el hábito a más de 47.000 personas provenientes de las diversas regiones del país, incluyendo Hong Kong, Macao y Taiwán, con lo cual también ha librado de ese azote a  las respectivas familias.   

Método de desintoxicación de Kunming

Durante los pasados diez años desde su fundación, el Centro de Rehabilitación Forzada de Drogadictos de Kunming ha creado una efectiva  y reconocida terapia denominada “método de Kunming”, según nomenclatura del Programa  Internacional de la ONU para el Control de Drogas (UNDCP, en inglés) y entidades extranjeras correspondientes. A diferencia de la terapia de desintoxicación usada por Estados Unidos y Europa, que consiste en sustituir las drogas por otras patentadas de menos toxicidad, el modo de Kunming pone el énfasis en el proceso holístico de la desintoxificación, el tratamiento psicológico y la recuperación mediante trabajos físicos. A comienzos de la década del 1990, el centro elaboró un tipo de cápsula de medicina tradicional china llamada “6·26” que permite a los adictos independizarse al cien por ciento de las drogas. Dicha pastilla es segura, rápida y eficaz. Al tomarla, los pacientes no sufren efectos secundarios ni dependencia. Después del tratamiento medicinal, se les ayuda a reincorporarse a la sociedad mediante terapia psicológica y laboral.

“La cápsula es efectiva y sin efectos secundarios”, dice un joven taiwanés enviado por su familia al centro. “Traté de dejar las drogas en Taiwán, pero fracasé. Aquí estoy  mejorando por días, y mi familia está contenta con mi estado de salud. Ahora hago ejercicios físicos a diario”, afirma mientras juega al billar.

Este joven se inició en el consumo de drogas a los 17 años, empujado por la depresión espiritual. Gastó 10 millones de dólares taiwaneses en 3 años. “Llegué aquí al cierre del año pasado y pagaba 3.500 yuanes cada cuarenta días. Ahora, ya no quiero drogas; casi he olvidado el sabor de la heroína”. El entrevistado rebosa de confianza por haberse zafado de la droga y ha decidido prestarse como voluntario para ayudar a otros drogadictos.

Según expertos, no es difícil abstenerse físicamente de los estupefacientes; un período de 10 días de aislamiento sin consumo es suficiente para abandonar la toxicomanía. Lo más difícil consiste en la dependencia psicológica. Actualmente, el porcentaje de los que vuelven al consumo de drogas es muy alto, porque no consiguen superar la adicción psicológica.

El método de Kungming combina factores físicos, psicológicos y sociales. Pasadas tres fases del tratamiento— desintoxicación, recuperación y cuidado posterior—la mayoría de los adictos logran abandonar las drogas. El éxito del método de Kunming ha ganado altos elogios en el ámbito internacional. Más de 7.000 funcionarios gubernamentales, periodistas y expertos de 130 países han visitado el centro.

Los pacientes suelen participar en trabajos manuales simples,  como por ejemplo escoger frijoles. Estas labores no sólo equivalen a una buena terapia, sino que son asimismo una manera de compensar la escasez de fondos para su tratamiento. En los últimos años, con la ayuda del gobierno local, el centro ha establecido una granja agrícola, donde se han plantado 15.000 árboles frutales, un criadero de gallos y un potrero de 3.000 metros cuadrados para bueyes y ovejas. La granja ha obtenido resultados económicos y sociales satisfactorios, por lo que logrado abrir un camino de desarrollo sostenible para los pacientes. Estos consolidan su recuperación y evitan de paso el regreso inmediato a la sociedad, donde podrían retomar el hábito.

El centro de Kungming ha creado también un mecanismo de control de drogas que integra la rehabilitación, recuperación y prevención en la comunidad. El Centro de Consultas Médicas del Método de Kungming ofrece servicios de consulta y difusión de conocimientos correspondientes. Sus esfuerzos han contribuido a la promoción de rehabilitación voluntaria, recuperación en la comunidad y educación sobre la prevención de drogas. Gracias a ello, se ha reducido en gran medida la tasa de reincidencia, el número de nuevos drogadictos y la propagación del SIDA.

Administración y salvación humanistas

No se ven ventanas de barrotes de hierro, redes de electricidad ni murallas altas en el centro de Kunming. El patio semeja un parque, limpio y bien ordenado por doquier. No es raro  ver palomas volando y  pavos reales que pasean por el césped. Todo ello insufla nuevos deseos de vivir y disfrutar de la alegría.

Zhang Yuzu, ex director del centro de rehabilitación, dijo que para la administración resulta indispensable contar con un ambiente humano. El centro ha invertido veinte millones de yuanes en la mejora de sus instalaciones ambientales para que los pacientes puedan recibir un mejor tratamiento en una atmósfera cerrada, agradable y alejada de las drogas.

La administración humanista y científica ha señalado a los adictos un camino hacia la nueva vida. Xinli (todos los nombres de pacientes en el artículo son seudónimos) viene de la región autónoma de la etnia zhuang de Guangxi. Pasó de ser una profesora respetada de escuela primaria a rica joyera. Pero todo su mundo de ilusiones se esfumó como pompa de jabón una vez que se  convirtió en esclava del “polvo blanco”. Durante siete años de drogadicción, intentó  numerosas veces abstenerse de las drogas, pero siempre fracasó. Para conseguir heroína, hizo de todo, hasta recurrir a la prostitución.

En el 2002, Xinli fue enviada al centro de rehabilitación. Los médicos y policías, lejos de  anatematizarla, la consolaron y estimularon a recomenzar su vida, explicándole el perjuicio de la droga y la severidad de las leyes pertinentes. Recurrieron a cuanto medio les fue posible para contactar a sus padres y les convencieron de no abandonar a su hija. La visita de los padres animó a Xinli, quien comprendió de nuevo el significado y valor de la vida.

Hace un año, Xinli salió del centro, pero sigue manteniendo contacto con los policías. Cursó la especialidad de finanzas en una universidad para adultos, y consiguió un trabajo en una compañía de seguros. Nunca olvidará los empeños de  los trabajadores del centro para ayudarla a reincorporarse a la sociedad.

La administración humanista implica atención solícita y educación de los pacientes. El centro ha dispuesto líneas telefónicas para parientes y de consulta psicológica, y ha preparado una sala de recepción. Los policías de la entidad festejan los cumpleaños de los internados, ofrecen servicios clínicos y una dieta nutritiva. Todos desean ayudar a los drogadictos a recuperar su amor y respeto propios.

Drogadictos jóvenes

En el patio del centro, ante el edificio gris, unos jóvenes delgaduchos atraen la atención del visitante.

Congcong, de sólo12 años, es el menor de todos. En su cara pálida,  brillan unos ojos pueriles y claros. Nació en una pequeña aldea montañosa de la provincia de Guizhou. Cuando era muy niño, su padre murió y le dejó al amparo de su abuela y madrastra. Estas eran tan pobres que no tenían dinero para enviar a Congcong a la escuela. Un traficante incitó al niño a robarle 500 yuanes a su abuela y se lo llevó a Kunming. Esa fue la primera experiencia de Congcong con las drogas. De ahí comenzó a crear hábito.  Pronto se quedó sin dinero y no tuvo otro remedio que vagar por la calle. En la estación del tren, unos policías lo encontraron vestido de harapos y lo trajeron al centro de rehabilitación. “Quiero regresar a casa”, dijo Congcong entre sollozos; “quiero ir a la escuela. Jamás volveré a mezclarme con los delincuentes”.

Ma Yan, oriunda de una aldea pobre de la ciudad de Luxi, provincia de Yunnan, se quedó huérfana cuando tenía 2 años. A los 7 ya era vagabunda. Un día, estando en una casa donde la habían adoptado probó droga sin saber qué era, con la intención de aplacar el dolor de estómago. Desde entonces comenzó a dar tumbos por la vida. Para mantenerse, se ha ocupado en todo tipo de trabajos. Ha sido enviada al centro cuatro veces y se ha comportado bien, pero al mencionar del futuro se preocupaba mucho: “No tengo familia, ¿adónde puedo ir?”

El Centro de Rehabilitación de Drogadictos de Kunming se aplica con  todas sus energías a salvar pacientes. La sociedad, por su parte, debe prestarle aún más atención y ayuda humana. Sólo con los esfuerzos de toda la sociedad, se puede crear un ambiente civilizado y saludable que permita “rechazar la droga y apreciar la vida”.

Cuatro métodos de tratamiento en China

1.      Tratamiento domiciliar: Se efectúa en casa, bajo la supervisión del Departamento de Seguridad Pública, la guía del de Salud Pública, atención médica y el cuidado de la familia. El objeto de este tipo de tratamiento son normalmente los primerizos y los recién rehabilitados. El período de duración depende del caso concreto.

2.      Abstención voluntaria: Se refiere a los que van voluntariamente a los centros de rehabilitación. Estos organismos son administrados por el Departamento de Salud Pública y supervisados por el de Seguridad Pública. Por lo general, el período es de 10 a 20 días. El centro tiene como objetivo ayudar a los drogadictos a librarse del vicio y la dependencia psicológica.

3.   Abstención forzada: Los municipios de diversos niveles establecen según la necesidad centros de rehabilitación permanente o temporal. Estos, bajo la administración de los organismos de seguridad pública y la supervisión de los departamentos de salud pública, fuerzan a los adictos a dejar de consumir drogas. El período varía de entre 3 a 6 meses, y un año como máximo

4. Abstención promovida por el trabajo y la educación: Según las reglas estipuladas en la Decisión del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional sobre la Prohibición de Drogas, los que reinciden en el consumo  después de la abstención forzada deben someterse a la reforma mediante el trabajo y la educación, para continuar absteniéndose de las drogas.

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