JULIO
2004


Misteriosa etnia tuwa

Los tuwas son gente amable y hospitalaria

Trashumancia en busca del mejor pasto

El vigésimo noveno día del quinto mes lunar se celebra la Fiesta del Toldo, la cual tiene lugar una vez al año. Los que toman parte en ella tienen que depositar una piedra atada con una cinta de colores para ser bendecidos y pedir buena suerte durante todo el año.

A orillas del río Hanasi, viven los tuwas, la etnia más pequeña de todas las minorías nacionales que habitan en China. En la actualidad, las dos mil personas que pertenecen a esa tribu se concentran principalmente en comunidades compactas de los poblados Hanasi, Hemuxiang y Baihaba.

Desde hace mucho, al contrario de lo que hace la civilización moderna, los tuwas siguen llevando una vida nómada y continúan aislados del exterior. Mantienen no sólo el estilo propio y la fisonomía de su antigua tribu, sino también un concepto de consanguinidad tribal, una conciencia colectiva y un culto religioso exclusivo.

Heredadas e influenciadas por sus antepasados, aún conservan en todo su esplendor y práctica las religiones shaman y lama, mediante las cuales adoran y veneran al fuego y a la naturaleza. Por ello, todos los años, realizan una serie de festejos para ofrecer sacrificios a la montaña, al agua, al cielo, al fuego y al toldo.

Los tuwa viven principalmente del pastoreo y de la caza. Las casas pequeñas y bajas donde habitan son muy primitivas y están hechas de madera con una forma puntiaguda en la parte superior y cuadrada en la inferior. Debido al entorno en el que habitan, sus costumbres y hábitos diarios son similares a los de los pastores kazakos y mongoles, los cuales se alimentan básicamente de carne de res y de cordero, leche, terrones de leche, yogur, vino de leche y otros productos lácteos, así como de patata y verduras cultivadas por ellos mismos.

Además de la Fiesta del toldo, los tuwas también conmemoran las festividades de los chinos han, tales como la Fiesta de la Primavera, la Fiesta de las Linternas –decimoquinto día del primer mes lunar-, etc. Todos los años cuando llega la primavera, los valientes y laboriosos tuwas, con yurtas y pellejos de vino a la espalda, se trasladan en busca de pastos, conduciendo las manadas de ovejas y vacas. Entre el 15 de julio y el 15 de agosto, salen en busca de hierba para almacenar víveres que serán consumidos en invierno por sus ganados.

Según una antigua leyenda, los tuwas son los descendientes directos de los soldados viejos y débiles abandonados por Genghis Khan durante su expedición hacia el oeste, por eso, el mundo exterior no los reconoce como una nacionalidad. Cuando necesitan completar el registro civil, en la columna de nacionalidad suelen poner la palabra “mongol”. Los tuwas tienen su propio idioma oral, aunque carecen de escritura, lo que les ha impedido guardar un registro de su propia historia. Así, los cuentos relacionados con su etnia están llenos de misterios e invenciones coloristas.

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