Universitarios
chinos encaran a problemas psíquicos
Por LU RUCAI
Ma
Jiajue, universitario de cuarto curso del Instituto de Ciencias
Vitales perteneciente a Universidad de Yunnan, sudoeste
de China, asesinó con un martillo a cuatro compañeros de
clase debido a las frecuentes discusiones mantenidas con
ellos. Este desafortunado incidente ha calado en la sociedad,
haciendo que la problemática de la salud psíquica de los
estudiantes universitarios haya despertado una gran atención
entre la opinión pública.
Situación poco optimista
Desde siempre,
los estudiantes universitarios han estado considerados como
el símbolo de la esperanza y los “hijos mimados del cielo”.
En comparación con los que no gozan de la oportunidad de
cursar estudios universitarios, poseen una posición envidiable
tanto en la carrera profesional como en futuros empleos.
Sin embargo, hasta la publicación de varios casos de suicidio y del
crimen cometido por Ma Jiajue, la gente no ha reconocido
abiertamente que los universitarios no son tan felices como
aparentan, sobre todo tras el vertiginoso desarrollo y modernización
de la sociedad china.
Zhang Yang, estudiante de primer curso proveniente del campo, se ha
vuelto más introvertido al ingresar a la universidad debido
al desconocimiento del ambiente y a la incapacidad en los
estudios. Sus compañeros se alejan de él cada vez más.
“En realidad, esta situación no me gusta nada. Mi complejo de inferioridad
no me permite mirar cara a cara a mis compañeros de clase.
Me siento incapaz de comprender nada, así que poco a poco
me alejo de ellos. Después del suceso de Ma Jiajue, me he
dado cuenta de que me parezco a él en cierto sentido. Estoy
muy preocupado, pues no deseo seguir su ejemplo. No quisiera
encontrarme en esa desagradable situación, pero, a veces,
pierdo los nervios sin querer”, nos comentó Zhang algo alterado
y advirtiéndonos de que no publicáramos su nombre auténtico.
Los casos como
el de Zhang no son raros entre los estudiantes universitarios,
aunque sí difieren en su gravedad. Según las estadísticas
publicadas en 2001 en el Informe sobre el estado psíquico
de los estudiantes universitarios y la educación moral en
los centros docentes superiores de Beijing, los estudiantes
con problemas psíquicos de categoría media y superior representan
el 16,5 por ciento del número total de estudiantes. De ellos,
el índice de los estudiantes provenientes de las zonas rurales
es más alto que el de los estudiantes urbanos, siendo superior
el índice de los provenientes del campo y de las zonas remotas,
alcanzando el 19 por ciento.
Las cifras tienen en cuenta los datos recogidos desde finales de 1997
hasta inicios de 1998. De acuerdo con los expertos consultados,
la proporción actual debe ser de alrededor del 30 por ciento,
es decir, un tercio de los estudiantes matriculados, más
de 23 millones, sufre este tipo de problemas.
Según Shi Gang, profesor de la Universidad de Agronomía de China dedicado a la educación psicológica universitaria durante
muchos años, los problemas psíquicos “se muestran de diferente
manera según avanzan los cursos”.
Así, los estudiantes del primer año se enfrentan generalmente a problemas
de adaptación, incluyendo el nuevo ambiente y las nuevas
relaciones interpersonales. Los del segundo año reciben
una fuerte presión principalmente en los estudios, pues
de los buenos resultados depende la prórroga de la beca.
Por su parte, los del tercer año, sufren
problemas sentimentales, ya que han alcanzado la madurez
sexual aunque no psicológica en este campo. Al llegar al
cuarto año, empiezan a enfrentarse a la presión por la búsqueda
de un buen empleo. El profesor Shi señala que aunque todos
estos problemas son en su mayoría normales, si no son tratados
de manera adecuada y adulta, resultarán en auténticas tragedias.
Causas diversas
“Cuando nosotros
éramos estudiantes no teníamos tantos problemas, ¿por qué
las generaciones actuales son tan problemáticas?”, se preguntó
Liu, padre de un estudiante del tercer año. Su hijo se pasa
las horas del día jugando por Internet, no tiene interés
por nada y ni siguiera quiere hablar con nadie. Liu se vio
obligado a acudir al Centro de Consultas Psicológicas Oriental
en Shijiazhuang, capital de la provincia de Hebei, para
solucionar su problema.
Según Dong Lijun,
doctor del centro, no es que Liu no tuviera problemas de
joven, es que en aquel entonces, el país se encontraba en
una etapa de recuperación y desarrollo socioeconómico en
la que se prestaba más atención a la alimentación y al vestido,
en lugar de hacerlo a cuestiones psicológicas. En la actualidad,
gracias al nivel de desarrollo social alcanzado, es normal
que se enfatice en la salud psíquica. El crecimiento económico
acelera el ritmo de vida y aumenta la presión laboral, lo
cual ejerce una poderosa influencia sobre la psicología
de los estudiantes que aún permanecen en el recinto universitario.
Además del cambio
del entorno social, existen otras causas que provocan problemas
psicológicos en los estudiantes universitarios, entre ellas
el sistema educativo. “Nuestro sistema ha permitido que
los estudiantes pasen de manera resuelta su vida estudiantil,
desde la primaria y la secundaria hasta la universitaria.
Los jóvenes no tienen ninguna experiencia social y les falta
la capacidad de soportar los fracasos y los reveses a los
que se enfrentan en la universidad, circunstancia que les
permitiría tener puntos de vista parciales sobre muchos
temas”, comentó el profesor Shi Gang.
Al mismo tiempo,
en la mayoría de las localidades se practica una educación
orientada casi exclusivamente al examen de ingreso a la
universidad, quizá debido a alcanzar una alta tasa de admisiones,
descuidando así la calidad psicológica de los estudiantes.
Además, habría que añadir el ambiente familiar donde crecen,
pues también puede influir negativamente en su equilibrio
psicológico.
Según el doctor Fang, que trabaja en la clínica de psicología de la
Universidad de Beijing, la mayor parte de los estudiantes
con problemas psíquicos proviene de familias monoparentales,
mientras que los problemas psicológicos y el sentimiento
de inferioridad de los estudiantes rurales vienen dados
por la pobreza económica.
Fortalecimiento urgente de las consultas
psíquicas universitarias
La idea de que
los problemas psicológicos no son una enfermedad está arraigado
en la mentalidad de los chinos. Desde la antigüedad, la
primera opción que se adoptaba para resolver un problema
de ese calibre era acudir a los templos budistas y quemar
incienso ante las deidades. Aunque para la mayoría de los
jóvenes esta opción ya está caduca, para otros sigue siendo
tan válida como siempre. En comparación con esta práctica,
las consultas a expertos en psicología no están aún bien
vistas.
“En general, cuando
tengo algún problema, hablo con mis amigos íntimos en lugar
de acudir a la consulta de un psicólogo. Creo que puedo
arreglármelas muy bien así”, dijo Wang Hao, estudiante de
la Universidad Politécnica de Beijing.
A diferencia de
Wang, la mayoría de los estudiantes con problemas psíquicos
no quieren pedir ayuda a los expertos porque piensan que
se trata de cuestiones privadas que no se deben revelar
a los demás. Además, mucha gente considera a las personas
con problemas psíquicos como neurópatas o, incluso, como
locos. Si algún estudiante consulta a un psicólogo, será
discriminado por sus compañeros de estudio, pues eso significaría
que reconoce su enfermedad mental, lo cual no hace más que
aumentar la presión psicológica.
A medida que progresa
la sociedad, un número mayor de personas acude a las consultas
psicológicas, aunque los problemas tratados se limitan generalmente
a los estudios. Según Zhao, profesor de la Universidad Central
de Finanzas y Economía, al principio, casi nadie acudía
a su clínica, pues no querían reconocer que eran enfermos.
“Ahora, cada vez más estudiantes vienen a hablar conmigo
de sus problemas, no sólo de estudio, sino también sentimentales.
Esto tiene que ver con el cambio en la mentalidad de la
sociedad”, dijo Zhao.
En la actualidad,
la mayoría de los centros docentes superiores han establecido
un departamento de educación psicológica. En Beijing, el
70 por ciento de las universidades han hecho lo mismo. Sin
embargo, el trabajo en esos departamentos no se ha llevado
a cabo de manera sistemática.
Según las estadísticas recogidas en el Informe sobre el estado psíquico
de los estudiantes universitarios y la educación moral en
los centros docentes superiores de Beijing, más que la mitad
de esos establecimientos no cuentan con una asignación financiera
fija. La mayoría están subordinados al departamento de trabajo
estudiantil. Algunos centros docentes no tienen ni siguiera
una sala para las consultas y, mucho menos, equipos adecuados.
De acuerdo con un responsable de las consultas psicológicas de una
universidad de Beijing, éstas han comenzado a realizarse
tras la publicación de un documento emitido por el Ministerio
de Educación, aunque el personal, trasladado de otros departamentos
de educación moral, no está capacitado para trabajar en
este tipo de servicios.
El doctor Dong Lijun del Centro de Consultas Psicológicas Oriental
comprende perfectamente esta situación. “No debemos exigir
mucho a los profesores de estas consultas. Me conformo únicamente
con que puedan averiguar el grado del problema psíquico
que sufren los estudiantes para poder pasármelos a mí. Sin
embargo, esto, en realidad, no llega a ocurrir. He atendido
algunos casos, que si se hubieran descubierto a tiempo,
hubieran sido fáciles de tratar”, comentó Dong.
Como consecuencia, los estudiantes dudan del nivel profesional de las
consultas psicológicas de sus centros universitarios, lo
cual obstaculiza, en cierto grado, la posibilidad de que
acudan en busca de ayuda.
Los psicólogos
profesionales no están satisfechos con los resultados del
trabajo de tales consultas en las universidades y, a su
vez, los profesores que trabajan en ellas tienen sus propias
quejas. La escasez de recursos humanos es el principal problema.
Las encuestas muestran que las universidades pequeñas sólo
cuentan con un profesor de salud psíquica y, a veces, éste
desempeña simultáneamente papeles en otras profesiones.
Una universidad de 20.000 estudiantes posee como máximo
dos o tres profesores de consulta, o sea, uno por cada 10.000
estudiantes.
Debido a la falta de personal, las consultas en la mayoría de las universidades
no se abren a tiempo completo. En los mejores casos, se
atienden al día a un par de estudiantes. Según Dong, el
problema a este respecto no sólo existe en los centros docentes
superiores, sino también en la sociedad, debido al creciente
número de personas con desarreglos psicológicos. En la actualidad,
los profesionales de dicho sector se ven desbordados.
Una canción popular bien acogida en los recintos universitarios refleja
fielmente el estado psíquico de los estudiantes. Dice así,
“He fracasado en los estudios, y no tengo otro remedio;
el niño que soñaba con ideales se ha vuelto malo...” Para
salir de este estado, no sólo se requiere una gran fuerza
de voluntad, sino también la intervención de los profesionales.
Información complementaria
Ma Jiajue, nacido en
un pueblo rural de Guangxi en 1981, ingresó en la Universidad
de Yunnan con unas notas excelentes. Sin embargo, no pudo
adaptarse a la vida en la gran ciudad. La pobreza y la ignorancia
le convirtieron pronto en el centro de las burlas de sus
compañeros de estudio. Poco a poco, Ma comenzó a sentir
un odio creciente hacia ellos. Del 13 al 15 de febrero de
2004, mató con un martillo a cuatro chicos que le acusaron
de haber hecho trampas en un juego de cartas. Después del
suceso, se escapó a la ciudad de Sanya, provincia de Hainan,
y se llevó consigo una grabadora y unas cintas de música
en las que grabó el motivo y el proceso de la matanza. Gracias
a la denuncia de unos ciudadanos, fue detenido un mes después,
el 15 de marzo, en Sanya. En comisaría reconoció la culpabilidad
del horrendo crimen. Ahora espera a ser juzgado por la justicia
china.
El 27 de septiembre de 2003, la página
web de educación e investigaciones científicas (http://www.edu.cn/)
llevó a cabo una encuesta sobre las causas de los problemas
psicológicos de los estudiantes universitarios. Hasta el
13 de febrero de 2004, un total de 1.786 usuarios participaron
en dicha encuesta. Los resultados mostraron que el 34,9
por ciento de los encuestados consideran que la causa principal
de sus problemas fue el sistema educativo orientado al examen
de admisión universitaria, el cual hace que los padres miman
con exceso a los estudiantes y no les prepara para enfrentarse
a las dificultades. Al mismo tiempo, el 31,12 por ciento
cree que la presión en los estudios, la vida y el empleo
constituyen la razón principal por la que los estudiantes
se han vuelto psicológicamente vulnerables. Por último,
los que piensan que el tratamiento inadecuado de las relaciones
interpersonales, la sensibilidad o la crisis sentimental
es la causa principal de sus problemas representa el 12,5,
el 9,78 y el 7,47 por ciento, respectivamente.
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