JULIO
2004


Universitarios chinos encaran a problemas psíquicos

Por LU RUCAI

Ma Jiajue, universitario de cuarto curso del Instituto de Ciencias Vitales perteneciente a Universidad de Yunnan, sudoeste de China, asesinó con un martillo a cuatro compañeros de clase debido a las frecuentes discusiones mantenidas con ellos. Este desafortunado incidente ha calado en la sociedad, haciendo que la problemática de la salud psíquica de los estudiantes universitarios haya despertado una gran atención entre la opinión pública.

Situación poco optimista

Desde siempre, los estudiantes universitarios han estado considerados como el símbolo de la esperanza y los “hijos mimados del cielo”. En comparación con los que no gozan de la oportunidad de cursar estudios universitarios, poseen una posición envidiable tanto en la carrera profesional como en futuros empleos.

Sin embargo, hasta la publicación de varios casos de suicidio y del crimen cometido por Ma Jiajue, la gente no ha reconocido abiertamente que los universitarios no son tan felices como aparentan, sobre todo tras el vertiginoso desarrollo y modernización de la sociedad china.

Zhang Yang, estudiante de primer curso proveniente del campo, se ha vuelto más introvertido al ingresar a la universidad debido al desconocimiento del ambiente y a la incapacidad en los estudios. Sus compañeros se alejan de él cada vez más.

“En realidad, esta situación no me gusta nada. Mi complejo de inferioridad no me permite mirar cara a cara a mis compañeros de clase. Me siento incapaz de comprender nada, así que poco a poco me alejo de ellos. Después del suceso de Ma Jiajue, me he dado cuenta de que me parezco a él en cierto sentido. Estoy muy preocupado, pues no deseo seguir su ejemplo. No quisiera encontrarme en esa desagradable situación, pero, a veces, pierdo los nervios sin querer”, nos comentó Zhang algo alterado y advirtiéndonos de que no publicáramos su nombre auténtico.

Los casos como el de Zhang no son raros entre los estudiantes universitarios, aunque sí difieren en su gravedad. Según las estadísticas publicadas en 2001 en el Informe sobre el estado psíquico de los estudiantes universitarios y la educación moral en los centros docentes superiores de Beijing, los estudiantes con problemas psíquicos de categoría media y superior representan el 16,5 por ciento del número total de estudiantes. De ellos, el índice de los estudiantes provenientes de las zonas rurales es más alto que el de los estudiantes urbanos, siendo superior el índice de los provenientes del campo y de las zonas remotas, alcanzando el 19 por ciento.

Las cifras tienen en cuenta los datos recogidos desde finales de 1997 hasta inicios de 1998. De acuerdo con los expertos consultados, la proporción actual debe ser de alrededor del 30 por ciento, es decir, un tercio de los estudiantes matriculados, más de 23 millones, sufre este tipo de problemas.

Según Shi Gang, profesor de la Universidad de Agronomía de China dedicado a la educación psicológica universitaria durante muchos años, los problemas psíquicos “se muestran de diferente manera según avanzan los cursos”.

Así, los estudiantes del primer año se enfrentan generalmente a problemas de adaptación, incluyendo el nuevo ambiente y las nuevas relaciones interpersonales. Los del segundo año reciben una fuerte presión principalmente en los estudios, pues de los buenos resultados depende la prórroga de la beca.

Por su parte, los del tercer año, sufren problemas sentimentales, ya que han alcanzado la madurez sexual aunque no psicológica en este campo. Al llegar al cuarto año, empiezan a enfrentarse a la presión por la búsqueda de un buen empleo. El profesor Shi señala que aunque todos estos problemas son en su mayoría normales, si no son tratados de manera adecuada y adulta, resultarán en auténticas tragedias.

Causas diversas

“Cuando nosotros éramos estudiantes no teníamos tantos problemas, ¿por qué las generaciones actuales son tan problemáticas?”, se preguntó Liu, padre de un estudiante del tercer año. Su hijo se pasa las horas del día jugando por Internet, no tiene interés por nada y ni siguiera quiere hablar con nadie. Liu se vio obligado a acudir al Centro de Consultas Psicológicas Oriental en Shijiazhuang, capital de la provincia de Hebei, para solucionar su problema.

Según Dong Lijun, doctor del centro, no es que Liu no tuviera problemas de joven, es que en aquel entonces, el país se encontraba en una etapa de recuperación y desarrollo socioeconómico en la que se prestaba más atención a la alimentación y al vestido, en lugar de hacerlo a cuestiones psicológicas. En la actualidad, gracias al nivel de desarrollo social alcanzado, es normal que se enfatice en la salud psíquica. El crecimiento económico acelera el ritmo de vida y aumenta la presión laboral, lo cual ejerce una poderosa influencia sobre la psicología de los estudiantes que aún permanecen en el recinto universitario.

Además del cambio del entorno social, existen otras causas que provocan problemas psicológicos en los estudiantes universitarios, entre ellas el sistema educativo. “Nuestro sistema ha permitido que los estudiantes pasen de manera resuelta su vida estudiantil, desde la primaria y la secundaria hasta la universitaria. Los jóvenes no tienen ninguna experiencia social y les falta la capacidad de soportar los fracasos y los reveses a los que se enfrentan en la universidad, circunstancia que les permitiría tener puntos de vista parciales sobre muchos temas”, comentó el profesor Shi Gang.

Al mismo tiempo, en la mayoría de las localidades se practica una educación orientada casi exclusivamente al examen de ingreso a la universidad, quizá debido a alcanzar una alta tasa de admisiones, descuidando así la calidad psicológica de los estudiantes. Además, habría que añadir el ambiente familiar donde crecen, pues también puede influir negativamente en su equilibrio psicológico.

Según el doctor Fang, que trabaja en la clínica de psicología de la Universidad de Beijing, la mayor parte de los estudiantes con problemas psíquicos proviene de familias monoparentales, mientras que los problemas psicológicos y el sentimiento de inferioridad de los estudiantes rurales vienen dados por la pobreza económica.

Fortalecimiento urgente de las consultas psíquicas universitarias

La idea de que los problemas psicológicos no son una enfermedad está arraigado en la mentalidad de los chinos. Desde la antigüedad, la primera opción que se adoptaba para resolver un problema de ese calibre era acudir a los templos budistas y quemar incienso ante las deidades. Aunque para la mayoría de los jóvenes esta opción ya está caduca, para otros sigue siendo tan válida como siempre. En comparación con esta práctica, las consultas a expertos en psicología no están aún bien vistas.

“En general, cuando tengo algún problema, hablo con mis amigos íntimos en lugar de acudir a la consulta de un psicólogo. Creo que puedo arreglármelas muy bien así”, dijo Wang Hao, estudiante de la Universidad Politécnica de Beijing.

A diferencia de Wang, la mayoría de los estudiantes con problemas psíquicos no quieren pedir ayuda a los expertos porque piensan que se trata de cuestiones privadas que no se deben revelar a los demás. Además, mucha gente considera a las personas con problemas psíquicos como neurópatas o, incluso, como locos. Si algún estudiante consulta a un psicólogo, será discriminado por sus compañeros de estudio, pues eso significaría que reconoce su enfermedad mental, lo cual no hace más que aumentar la presión psicológica.

A medida que progresa la sociedad, un número mayor de personas acude a las consultas psicológicas, aunque los problemas tratados se limitan generalmente a los estudios. Según Zhao, profesor de la Universidad Central de Finanzas y Economía, al principio, casi nadie acudía a su clínica, pues no querían reconocer que eran enfermos. “Ahora, cada vez más estudiantes vienen a hablar conmigo de sus problemas, no sólo de estudio, sino también sentimentales. Esto tiene que ver con el cambio en la mentalidad de la sociedad”, dijo Zhao.

En la actualidad, la mayoría de los centros docentes superiores han establecido un departamento de educación psicológica. En Beijing, el 70 por ciento de las universidades han hecho lo mismo. Sin embargo, el trabajo en esos departamentos no se ha llevado a cabo de manera sistemática.

Según las estadísticas recogidas en el Informe sobre el estado psíquico de los estudiantes universitarios y la educación moral en los centros docentes superiores de Beijing, más que la mitad de esos establecimientos no cuentan con una asignación financiera fija. La mayoría están subordinados al departamento de trabajo estudiantil. Algunos centros docentes no tienen ni siguiera una sala para las consultas y, mucho menos, equipos adecuados.

De acuerdo con un responsable de las consultas psicológicas de una universidad de Beijing, éstas han comenzado a realizarse tras la publicación de un documento emitido por el Ministerio de Educación, aunque el personal, trasladado de otros departamentos de educación moral, no está capacitado para trabajar en este tipo de servicios.

El doctor Dong Lijun del Centro de Consultas Psicológicas Oriental comprende perfectamente esta situación. “No debemos exigir mucho a los profesores de estas consultas. Me conformo únicamente con que puedan averiguar el grado del problema psíquico que sufren los estudiantes para poder pasármelos a mí. Sin embargo, esto, en realidad, no llega a ocurrir. He atendido algunos casos, que si se hubieran descubierto a tiempo, hubieran sido fáciles de tratar”, comentó Dong.

Como consecuencia, los estudiantes dudan del nivel profesional de las consultas psicológicas de sus centros universitarios, lo cual obstaculiza, en cierto grado, la posibilidad de que acudan en busca de ayuda.

Los psicólogos profesionales no están satisfechos con los resultados del trabajo de tales consultas en las universidades y, a su vez, los profesores que trabajan en ellas tienen sus propias quejas. La escasez de recursos humanos es el principal problema. Las encuestas muestran que las universidades pequeñas sólo cuentan con un profesor de salud psíquica y, a veces, éste desempeña simultáneamente papeles en otras profesiones. Una universidad de 20.000 estudiantes posee como máximo dos o tres profesores de consulta, o sea, uno por cada 10.000 estudiantes.

Debido a la falta de personal, las consultas en la mayoría de las universidades no se abren a tiempo completo. En los mejores casos, se atienden al día a un par de estudiantes. Según Dong, el problema a este respecto no sólo existe en los centros docentes superiores, sino también en la sociedad, debido al creciente número de personas con desarreglos psicológicos. En la actualidad, los profesionales de dicho sector se ven desbordados.

Una canción popular bien acogida en los recintos universitarios refleja fielmente el estado psíquico de los estudiantes. Dice así, “He fracasado en los estudios, y no tengo otro remedio; el niño que soñaba con ideales se ha vuelto malo...” Para salir de este estado, no sólo se requiere una gran fuerza de voluntad, sino también la intervención de los profesionales.

Información complementaria

Ma Jiajue, nacido en un pueblo rural de Guangxi en 1981, ingresó en la Universidad de Yunnan con unas notas excelentes. Sin embargo, no pudo adaptarse a la vida en la gran ciudad. La pobreza y la ignorancia le convirtieron pronto en el centro de las burlas de sus compañeros de estudio. Poco a poco, Ma comenzó a sentir un odio creciente hacia ellos. Del 13 al 15 de febrero de 2004, mató con un martillo a cuatro chicos que le acusaron de haber hecho trampas en un juego de cartas. Después del suceso, se escapó a la ciudad de Sanya, provincia de Hainan, y se llevó consigo una grabadora y unas cintas de música en las que grabó el motivo y el proceso de la matanza. Gracias a la denuncia de unos ciudadanos, fue detenido un mes después, el 15 de marzo, en Sanya. En comisaría reconoció la culpabilidad del horrendo crimen. Ahora espera a ser juzgado por la justicia china.

El 27 de septiembre de 2003, la página web de educación e investigaciones científicas (http://www.edu.cn/) llevó a cabo una encuesta sobre las causas de los problemas psicológicos de los estudiantes universitarios. Hasta el 13 de febrero de 2004, un total de 1.786 usuarios participaron en dicha encuesta. Los resultados mostraron que el 34,9 por ciento de los encuestados consideran que la causa principal de sus problemas fue el sistema educativo orientado al examen de admisión universitaria, el cual hace que los padres miman con exceso a los estudiantes y no les prepara para enfrentarse a las dificultades. Al mismo tiempo, el 31,12 por ciento cree que la presión en los estudios, la vida y el empleo constituyen la razón principal por la que los estudiantes se han vuelto psicológicamente vulnerables. Por último, los que piensan que el tratamiento inadecuado de las relaciones interpersonales, la sensibilidad o la crisis sentimental es la causa principal de sus problemas representa el 12,5, el 9,78 y el 7,47 por ciento, respectivamente.

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