Niñeras
de alta categoría
A
medida que se
incremente en algunas de las grandes ciudades del país
la demanda de personal doméstico por parte de las familias
de altos ingresos, existen más y más vacantes en este
sector. Ello se debe a que muchos son rechazados por sus
empleadores, debido a su bajo nivel educacional y a que
no poseen la preparación profesional adecuada. Luo Weihong,
una mujer de la ciudad de Chengdu que estudió en una escuela
para la formación de personal doméstico, ha llegado a
ser una niñera de alta categoría y trabaja en la casa
de una familia extranjera.
Su historia puede servir de inspiración para los
que hoy se preparan para entrar en esta rama de los servicios.
Entrevista en el supermercado
Para
respetar las costumbres del abogado inglés Charlie, empleador de Luo Weihong, nuestra entrevista tuvo lugar fuera
de su apartamento. En el supermercado del Hotel Lidu de
Beijing, Luo Weihong me habla de su trabajo en casa de
la familia del señor Charlie, mientras escoge leche y
huevos con agilidad. “Perdone, pero, para mí, mi trabajo
diario es un reto, y tengo que esmerarme con energía
en mi tarea”, dijo sonriendo.
En
el apartamento de 150 metros cuadrados donde trabaja,
ella se encarga de comprar y preparar el desayuno y la
cena de la familia, compuesta de cuatro personas, además
de hacer la limpieza, lavar la ropa y jugar con los dos
niños. Cuando se convierta en niñera permanente, su salario
mensual podría llegar a los 2.000 yuanes, pero como todavía
está a prueba, gana 1.800. Después de deducir el 20 por
ciento que le cobra la Agencia de Personal Doméstico de
Chengdu por concepto de gestión y formación, le quedan
1.440 yuanes, tres veces más de lo que gana una niñera
común en Beijing.
Después
de pagar en la caja registradora, Luo Weihong puso cuidadosamente
el recibo en su bolsillo. Me explicó que, cada día, la
señora Charlie le da 100 yuanes para los gastos diarios
de la familia, pero que a ella le gusta llevar bien la
cuenta de todo lo que compra.
“Pero si se produce una subida de precios, ¿no
pensará la patrona que le estás robando el dinero?”, pregunté.
“Trabajo a conciencia, y el señor y señora confían
en mí”, me respondió, imperturbable.
Un día en la vida
de Luo Weihong
En la entrevista, Luo Weihong
se veía algo cansada. Cuando le pregunté si su trabajo
la fatigaba, no me contestó directamente, sino que me
hizo un resumen de sus tareas diarias:
A las
3 : 00 de la madrugada, Crowe, el hijo menor, de 3 años
y medio, se despierta por la tos. Necesita de su atención
para volver a conciliar el sueño.
Antes
de las 6 : 30, se levanta y cambia de ropa a Crowe. Después de asearse, prepara leche caliente y una ensalada de frutas
para el señor Charlie, y lo despierta.
A las
6 : 50, despierta al hijo mayor, Charles, de 5 años y
medio. Lo viste bien y cuida de que él y su hermano menor
se aseen y desayunen. A las
7 :
25, después de que el patrón se va con Charles para llevarlo
en su auto a la escuela internacional, se pone a jugar
con Crowe hasta las 8 : 30, hora en que lo lleva a la
guardería infantil del hotel. Entonces, compra algo para
el desayuno, incluyendo leche de soja y panecillos cocidos
al vapor para ella y para la patrona, la señora Charlie,
a quien también le gusta el desayuno chino, pues es oriunda
de la provincia de Sichuan.
La
señora Charlie tiene su propio negocio y suele salir de
casa a las 9 : 30 de la mañana.
A partir de este momento, Luo Weihong comienza
a hacer la limpieza como si se tratara de un hotel de
5 estrellas: arregla la ropa de cama de las tres alcobas,
limpia los 3 cuartos de baño, el recibidor y los muebles.
Lava la alfombra y la ropa cada cuatro días. Cuando termina,
ya son las 11 : 00.
Al
mediodía, si está sola, se cuece unos tallarines. Si está
de buen ánimo, o si la patrona se encuentra en casa, prepara
un delicioso almuerzo.
Como
los ingleses no suelen comer lo que quedó de la cena de
la noche anterior, Luo Weihong va al supermercado a las
12 : 30 para comprar verduras. Termina de preparar los
materiales para la cena a eso de las
3 :
00. Antes de las 4 : 00, sale de casa rumbo a la guardería
infantil y a la escuela, para recoger a Crowe y a Charles
y llevarlos a casa. Los ayuda a tomar sus respectivos baños. Luego,
juega con ellos y les enseña chino.
A las
5 : 30, les sirve la cena a los niños y vela porque coman.
Seguidamente, les
cocina la cena al señor y a la señora, y se sienta a la
mesa para comer con ellos. Después de dormir a los niños,
prepara el agua, la ropa y los libros que llevarán los
niños a la guardería y a la escuela al día siguiente,
y friega la loza. Para entonces,
son las 9 de la noche, o poco más de las 9.
Al
final de su explicación, Luo Weihong agregó: “Realmente,
es un trabajo fatigante”.
Pero, por su cara sonriente, me di cuenta de que
está contenta con él. Me dijo que, aunque la tarea es ardua, y la presión bastante grande,
cumplirá exitosamente su labor, porque también quiere
ganar honores para los chinos.
La “experta cocinera” se integra en la familia
empleadora
En
las familias comunes, la niñera suele preparar cuatro
platos diferentes, además de una sopa, para cada comida.
Pero en el lugar donde trabaja, Luo Weihong tiene
que preparar dos tipos de comidas. Como el señor Charlie
es abogado consejero de una empresa, tiene que llevar
a sus hijos viajado por todo el mundo. En agosto del 2002, se mudaron de Singapur para China, por lo que
los niños aún no se han acostumbrado a la comida de nuestro
país. En la escuela para la formación de domésticas, Luo
Weihong aprendió a cocinar platos occidentales, pero sólo
para cenas de trabajo. Son muy diferentes a los que suelen
comer los niños en sus casas.
Cuando
comenzó a trabajar para esta familia, Luo Weihong supo
que a los niños les gustaba la pasta (una comida hecha
con macarrones italianos, queso, pollo y pescado), y en
seguida decidió aprender a hacer ese plato con la señora Charlie. Dos días después, la pasta cocida por ella
recibió la aprobación de los niños. Los niños, que tienen
sus propios gustos, no quieren comer lo mismo todos los
días. Por esa razón, Luo Weihong ha aprendido a preparar
una gran variedad de platos, tales como macarrones italianos,
tallarines en sopa de pescado, arroz con cuadritos de
pollo, arroz con carne y huevo, evitando así la repetición
de las comidas de cada día en una semana. Cuando prepara
el pastel de huevo, típico refrigerio de Chengdu, los
niños dan saltos de alegría, y se sientan en sus rodillas
para que ella les de comer.
Después
de “conquistar” a los niños, es decir, después de aprender
a despertarles el apetito, éstos le han cobrado más apego
a Luo Weihong. Cada vez que aprenden nuevos juegos o canciones,
quieren presentárselos primero a “Mamá Helen” (tratamiento
que le dan a Luo Weihong). En ese momento, por ocupada
que esté, lo deja todo y juega un rato con ellos.
Por
otro lado, Luo Weihong también estudia los hábitos alimentarios
del matrimonio. A
la patrona, de algo más de 40 años, y al patrón, quien
tiene 50, no les gustan las comidas ricas en calorías,
pues desean mantenerse en forma y conservar la buena salud.
Por ello, Luo Weihong, acostumbrada a la comida de Sichuan,
aprendió a elaborar comidas que no sólo saben bien y tienen
buena apariencia, sino que además no contengan muchas
calorías, con poca azúcar y poca grasa.
“Los platos que sirvo gozan de la aprobación de
mis patrones. Incluso la vecina dijo que comenzaría a comer
los mismos que preparo yo”. Al decir esto, Luo Weihong
reflejó en su rostro el orgullo que siente por su éxito.
Expresó que su empeño en el trabajo había sido recompensado,
lo que le proporcionaba una inmensa alegría.
Obedecer y nunca decir “no”
Luo Weihong, de 40 años, se graduó de la carrera de
Radio en la Universidad de Ciencia y Tecnología Electrónica.
Después de dejar su puesto en 1995, se fue a trabajar
lejos de su lugar de origen. Su esposo, quien trabaja
como médico, y
su hija, de 12 años, apoyan su decisión de servir como
niñera en la casa del matrimonio de extranjeros.
Para Luo Weihong, quien nunca había pertenecido
a la rama del servicio doméstico, lo más importante en
esta tarea es adaptarse a las condiciones de trabajo y
saber ocupar su posición adecuadamente.
“Cuando
estudié en la escuela para la formación de domésticas,
todas nos propusimos ‘desafiar a las niñeras filipinas’,
pero al comenzar a trabajar en casa de los patrones, nos
dimos cuenta de que necesitábamos aprender de ellas”,
comentó. En el extranjero, Charlie y su esposa siempre
emplearon niñeras filipinas y mayordomos ingleses. Como
no pudieron traerlos a China, contrataron sucesivamente
a dos niñeras locales, pero su trabajo no les satisfizo.
Luo Weihong no quería ser la tercera que ellos despidieran.
“Desde el principio, comencé a obedecer todo lo que me
decían que hiciera. En
caso de no entender cómo hacer algo o de cometer errores,
ofrecía mis disculpas, pero nunca le decía que no a nada.
Además, aunque
se debe amar a la familia empleadora como a la propia,
es necesario mantener ciertas reglas en algunos aspectos.
Por ejemplo, si quiero hacer una llamada a otra ciudad,
salgo y busco un teléfono público y llamo con mi tarjeta”
.
Excepto
cuando necesita profundizar un tema, siempre utiliza el
inglés para contestar las llamadas o en las conversaciones
de la vida cotidiana. Dice que es una persona afortunada,
porque puede practicarlo en su trabajo, pero también afirma
que dominar el inglés no es lo principal, pues lo que
necesitan los patrones son niñeras competentes, y no personas
con quien conversar.
En el momento en que decía
estas palabras, Luo Weihong
pasaba por el magnífico vestíbulo del hotel con
los artículos comprados en la mano. Me pidió que le tomara
una foto para enviársela a su esposo y a su hija, y decirles
que le iba muy bien y que confiaba plenamente en poder
cumplir con la tarea que se había propuesto.
Cumplir los requisitos
El motivo por el cual las niñeras
filipinas y los mayordomos ingleses pueden competir mejor
en este mercado es que los servicios que prestan han sido
normalizados y sistematizados. Dondequiera que estén,
sus servicios no perderán su “sabor original” y su calidad.
Comparados con ellos, aunque la mayor parte del personal
que labora en esta rama en nuestro país posee sus diplomas
académicos, pocos tienen la experiencia necesaria. En
el caso de las niñeras, suelen dejar en los empleadores la impresión
de que “tienen una fuerte conciencia de su propia personalidad,
pero poca conciencia de servicio”. El trabajar en el llamado
“servicio doméstico de alta categoría” no sólo implica
tener un alto nivel educacional y ganar un buen salario,
sino también prestar un servicio de buena calidad, lo
cual ocupa un lugar primordial. Las empleadas deben estar
conscientes de su posición como “personal de servicio”,
y aceptar las orientaciones de las familias empleadoras.
Además,
no pueden ocupar sus puestos pensando sólo en alcanzar
otros objetivos. El empleador desea obtener un buen servicio,
y las niñeras no deben verlo como un trampolín para viajar
al extranjero o pasar a trabajar en una gran empresa.
Vacantes en el mercado de
“niñeras de alta categoría”
El déficit de “niñeras de alta
categoría” es una realidad. Según Zhang Jianji, presidente
de la Asociación China de Personal Doméstico, por lo regular,
la gente prefiere emplear “niñeras de alta categoría”,
de formación profesional. El volumen de vacantes del mercado oscila entre
el 50 y el 60 por ciento.
Ello se debe, por una parte, a que el concepto
de empleo de la mayoría de las personas no es el adecuado,
y por la otra, a que los centros formadores no pueden
cubrir las necesidades, que es la razón principal.
Actualmente,
en el mercado de personal doméstico, las que buscan trabajo
para servir como niñeras son fundamentalmente muchachas
de zonas rurales u obreras urbanas que han perdido su
empleo, por lo que su nivel educacional es bastante bajo.
Muchas niñeras no conocen el modo de vida de la ciudad,
y algunas ni siquiera saben manejar los aparatos electrodomésticos.
Esto origina el fenómeno general del cambio frecuente
de niñera en las familias empleadoras, lo que resulta
molesto para ambas partes. Hoy, los problemas de este
sector han despertado una gran atención en el gobierno.
Después de investigar el mercado del personal doméstico
del país, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
ha seleccionado 10 ciudades (Beijing, Shanghai, Tianjin,
Chongqing, Shenyang, Zhengzhou, Guangzhou, Shenzhen, Chengdu,
etc.) como lugares experimentales para establecer centros
para la formación de profesionales en este sector. Por
ejemplo, en Chengdu, donde esta formación se ha convertido
en un proceso coordinado, se ha creado el primer “gran
mercado de niñeras” del país. Los centros de personal
doméstico de las federaciones de mujeres de la sociedad
también han acogido con entusiasmo la tarea de formar
“niñeras de alta categoría”. Cada día son más las niñeras
que se benefician con esta formación, pues se han dado
cuenta de que asistir a este tipo de cursillos constituye
realmente una buena vía para elevar su nivel profesional.
Información adicional
Los
mayordomos y niñeras de alta categoría que trabajan para
familias extranjeras radicadas en nuestro país y que
han tenido una formación profesional, poseen el Certificado
de Calidad de los centros formadores de personal doméstico,
y el Certificado de Calificación Profesional de China,
y sus salarios oscilan entre 600 y 3.000 yuanes mensuales.
Entre
las asignaturas que deben estudiar, con carácter obligatorio,
las futuras “niñeras de alta categoría” se encuentran
las relacionadas con los conocimientos básicos para el
ejercicio de la profesión, como por ejemplo, legislación
y sanidad, decoración, organización de las actividades
familiares, comunicación y trato social, preparación de
comidas chinas y occidentales, limpieza, planchado y conservación
de la ropa, cómo
atender a un bebé, educación preescolar, atención a la
mujer embarazada, a las puérperas, ancianos y enfermos,
manejo de aparatos electrodomésticos, computadoras y cámaras
de video, y administración de recursos. Entre los estudios
relacionados se encuentran la conducción de autos, medicina
tradicional china, cosmetología de la medicina china,
y aplicación de masajes. Los cursillos para las niñeras
que trabajan para familias extranjeras incluyen, además,
estudios intensivos para aprender a elaborar platos occidentales,
inglés básico y reglas de protocolo oriental y occidental.