MAYO
2004


La hermosa y misteriosa Xishuangbanna

Por LIU HUAZHI y WANG NAN

La ciudad de Jinghong, en el centro de la prefectura autónoma de Xishuangbanna

Situado en el suroeste de la provincia de Yunnan, Xishuangbanna es el único oasis en la línea del Trópico de Cáncer. Para llegar allí desde Kunming (capital de la provincia), se tardan dos días en autobús y 40 minutos en avión.

De las 13 etnias que habitan Xishuangbanna, la dai es la más numerosa, con un tercio de la población de toda la prefectura. Desde hace miles de años, el constante trasiego de gentes y caballos dio lugar a una antigua ruta que servía como camino para comunicar entre sí a las naciones han y tibetana. A lo largo de un zigzagueante camino montañoso, las caravanas transportaban a los tibetanos productos cotidianos, como té, azúcar y sal, y de regreso llevaban caballos, ovejas y cuero.

A lo largo de la historia, se formaron dos líneas en la ruta. Una de ellas, parte de Xishuangbanna y Simao, pasa por Dali y Lijiang (Yunnan), y Lhasa (Tíbet), para llegar por fin a Birmania, Nepal y la India.

Xishuangbanna es una ciudad hermosa y misteriosa. En tiempos ancestrales, las malas comunicaciones impidieron que ni siquiera los famosos viajeros como Marco Polo (1254-1324) y Xu Xiake (1586-1641) pudieran pisarla. Hace más de cien años, algunos misioneros procedentes de Francia, Alemania y Estados Unidos llegaron a la altiplanicie del noroeste de Yunnan.

En 1893, los misioneros norteamericanos empezaron a predicar el cristianismo en Xishuanbanna. En 1917, se estableció la primera iglesia en Jinghong y, a continuación, se construyeron algunos edificios de estilo europeo, de mejor calidad que los propios de la zona.

Xishuangbanna es una zona tropical situada en la región fronteriza, con una cultura multinacional y una ecología de selva primitiva. El misterioso río Lancang,  las elegantes viviendas y bosques de bambú, y las hermosas mujeres dai son las peculiaridades más notables de la ciudad.

Se trata de la única selva tropical existente en China y es, además, habitat del elefante y el pavo real. Una cuarta parte de los animales vertebrados y una sexta parte de las especies vegetales del país viven aquí, lo que le ha otorgado el sobrenombre de “reino de la flora y la fauna”. La zona disfruta de un clima templado todo el año, vive en una “eterna primavera”. Por todas partes, la flora y la fauna muestran toda su exuberancia. De diciembre a febrero, mientras nieva en el norte del país, la gente se baña en el Lancang.

Jinghong, ciudad del alba

Aeropuerto de Jinghong, uno de los más transitados de China

En el dialecto dai, Jinghong significa “ciudad del alba”. El nombre se debe a que, según cuenta la leyenda, el buda Sakyamuni llegó a la ciudad de madrugada, después de haber recorrido un largo camino.

Unos 158 kilómetros del río Lancang atraviesan Xishuangbanna y nutren sus tierras.

Situada al sur de Trópico de Cáncer, a Jinghong se le considera como un auténtico banco genético de especies vegetales. Sus ricos recursos de plantas se han convertido en un reclamo turístico. Con una longitud de 4.990 kilómetros, el río Lancang-Mekong pasa por seis países, entre ellos China, Birmania y Laos. En los últimos años, la cooperación económica regional fue foco de atención para los países cercanos, y la apoyaron organizaciones internacionales como la Comisión de Planificación y Desarrollo de la ONU y el Banco de Desarrollo de Asia. Ahora, se ha convertido en una región candente de inversión internacional.

Como importante participante en esta cooperación, Jinghong destaca por sus ventajas geográficas. El gobierno provincial decidió convertirla en una moderna ciudad turística y comercial, así como en una importante ventana hacia el exterior.

En 2001, se inauguró la línea fluvial que comunica China, Laos, Birmania y Tailandia, con fines comerciales. Importante entrada de China al Sur de Asia, el puerto de Jinghong obtuvo la primera categoría estatal como atracadero abierto y desde allí se puede viajar a Birmania, Laos y Tailandia, a través del Lancang-Mekong. Los especialistas en el sector turístico dicen que esta línea será en el siglo XXI uno de los itinerarios más atractivos del mundo.

Al ser una de las salidas de Yunnan hacia Tailandia, Jinghong cuenta con vuelos a las  grandes y medianas ciudades del país, así como a Tailandia y Laos. Su aeropuerto es uno de los más transitados del país.

Jinghong está 180 kilómetros al norte de Tailandia y a 160 kilómetros de Daluo (distrito de Menghai), puerto de segunda categoría nacional. Vía fluvial, terrestre y aérea, Jinghong es punto de comunicación entre China y los países del Sudeste Asiático, una auténtica estación de paso hacia las naciones que forman la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ANSEA).

La política de desarrollo de la parte occidental y el fomento del comercio emprendidos por China-ANSEA proporcionan una gran oportunidad a Jinghong para convertirse en una ciudad turística y comercial internacional. Para alcanzar esta meta, se han invertido 400 millones de RMB con el objetivo de reconfigurar la construcción urbana.

Sin embargo, la inversión gubernamental no es suficiente. Por eso, Jinghong se ha empeñado en atraer inversiones y activar los bienes inmobiliarios, transformando la parte vieja de la ciudad. Buena muestra son las calles recién construidas para el turismo y el comercio, así como la moderna plaza Fude. En 2002, la cobertura de vegetación el 52,41 por ciento de la superficie y el área de tierras verdes per cápita se aproximaba a los 30 metros cuadrados.

Como una de las primeras localidades con el título oficial de “ciudad turística excelente” y como lugar turístico fronterizo, Jinghong está empeñando todo su esfuerzo en erigirse como el mejor centro de turismo del país, un sitio agradable donde vivir con grandes posibilidades para la inversión. En este camino, Jinghong está aprovechando las oportunidades que ofrecen el plan de desarrollo del oeste y la cooperación regional del Mekong.

El Budismo, punto de unión de los dai

Todos los dai profesan el Budismo

En Xishuangbanna, el Budismo se siente en todas partes. Varios cientos de años atrás, la secta hinayanista empezó a transmitirse a este lugar y se convirtió en la religión de todos los dai. Los niños varones, al llegar a los seis o siete años, deben ingresar en el  monasterio. Si no se tiene experiencia en este aspecto, uno nunca será una persona respetada en la sociedad. Sin embargo, las exigencias de los niños-monje no son demasiadas y, después de tres años, pueden volver a la vida seglar.

El Budismo se originó en la India en el siglo VI a.c. y se dividió en dos sectas, mahayanista y hinayanista, diferenciadas por su forma de entender la doctrina. La hinayanista se divulgó en Birmania entre los siglos III a VI, y luego entró en Xishuangbanna.

La secta hinayanista que siguen los dai es diferente del Budismo que practican los han y los tibetanos. También difiere del que se practica en los países del Sudeste Asiático. La sutra absorbe elementos de la cultura dai y trata de manera más flexible a los monjes, que no tienen por qué ser vegetarianos, y para las mujeres, a las que no pasar por el monasterio para que puedan atender a las necesidades de procreación.

Las construcciones religiosas son muy abundantes en Xishuangbanna y en casi todas las aldeas hay un monasterio, que es el centro donde se profesa la religión y se aprende la cultura. La pagoda del monasterio es siempre algo sagrado para los dai.

La sutra de esta etnia se escribe en hojas de la especie “Corypha Umbraculifea Linn”. En la actualidad, tiene ya más de 84.000 tomos. De acuerdo con los datos históricos, este método proviene de la India y fue empleado durante más de mil años a partir de la Dinastía Tang (618-907). Las hojas, después de secarse y prensarse, se utilizan para esculpir la sutra con una vara de hierro. Para que la letra sea más clara, a veces se pone una capa de aceite sobre la hoja. La sutra así tallada puede perdurar mil años sin que los insectos la dañen. Se dice que la “Corypha Umbraculifea” representa una cultura geográfica: allí donde se encuentra, allí hay budismo.

Los monasterios dai tienen doble techo, planta cuadrada y están orientados al este. El Gran Monasterio de Jinghong es el centro para los creyentes budistas de Xishuangbanna. A lo largo de la historia, fue un lugar sagrado utilizado por el máximo gobernante de la región en la ceremonia de culto. Ahora también recibe la visita de una multitud de creyentes.

Entre las construcciones budistas, el kiosco octagonal de Jingzhen es quizás la más famosa. Se trata de un lugar de reunión de los monjes. Fue construido en 1701 y durante 300 años ha sido mantenido como una importante reliquia de Estado. En su lado izquierdo, crece un “bodhi”, árbol sagrado del Budismo. Según se cuenta, el buda Sakyamuni reflexionaba siempre bajo un bodhi, y allí encontró también la esencia del Budismo.

Zona de turismo

Xishuangbanna, con un área que apenas alcanza una cincocentésima parte del territorio de China, es una de las tres principales zonas de desarrollo del turismo, gracias a sus ricos recursos en este terreno. En la década de los ochenta del siglo XX, la orilla del río Liusha, al sur de Jinghong, estaba cubierta de cultivos. Sin embargo, hoy en día es un lugar para pasar las vacaciones.

Desde 1992, unos 4 millones de turistas pasaron por Xishuangbanna. En 2002, cerca de 15.000 visitantes extranjeros entraron y salieron a través del aeropuerto y el puerto de Jinghong, y del puerto de Mohan, una cantidad que supone la cuarta parte del total de turistas que recibe toda la provincia. A partir de la década de los noventa, Xishuangbanan se ha convertido en un brillante punto turístico gracias a sus destacadas cualidades geográficas.

En 1992, Jinghong recibió la calificación oficial de zona de turismo de categoría nacional. Alrededor del río Liusha, al sur de Jinghong, se abrió la zona de desarrollo del turismo. Está previsto que, en un futuro próximo, el área dedicada al turismo y a la agricultura tropical sea de 93,48 hectáreas de tierra, que subirán hasta las 1.000 hectáreas a largo plazo.

La construcción de la “ciudad vacacional” se dividió en dos etapas. La primera se inició en 1993, con el objetivo de desarrollar programas característicos de la selva tropical, la cultura étnica y el turismo fronterizo, convirtiéndola en una zona multifacética de turismo, servicio y divertimiento.

En este primer período, la inversión en infraestructura fue de 125 millones de RMB, y se contrataron proyectos por valor de 1.529 millones (1.010 de ellos ya puestos en marcha). Dentro de estas obras, se incluyen instalaciones comerciales, hosteleras y de recepción. Además, se han terminado los trabajos de pavimentación de las vías y la construcción de conductos de agua y de cables para la electricidad y las telecomunicaciones

En estos diez años, se han firmado 54 proyectos, por un valor de 1.600 millones de RMB, con empresarios de Taiwan, Beijing, Shanghai y Liaoning.

Para aprovechar la política de desarrollo de la parte occidental del país y la oportunidad que supone la creación de una zona de libre comercio entre China y la ANSEA, así como la construcción de la autopista Kunming-Bangkok, se ha elaborado una estrategia de desarrollo. Las obras de la segunda etapa comenzaron sobre la base del buen sistema de servicios y administración, las mejoradas condiciones de la infraestructura y el propicio ambiente para la inversión. Su fin consiste en erigir un centro turístico apoyado en tres pilares: la exuberantes naturaleza, la cultura étnica y los usos y costumbres del lugar.

En la actualidad, se han perfeccionado los servicios de radiodifusión, financieros y de seguros, de telecomunicaciones y logístico. Se han levantado gran cantidad de hoteles, viviendas, instalaciones de juego y centros comerciales. Entre los hoteles, hay nueve de tres estrellas y cuatro de dos estrellas, con una capacidad para alojar a 1,2 millones de personas al año. Tras diez años de construcción, las instalaciones y la infraestructura han sido mejoradas y la capacidad anual para recibir turistas supera los dos millones de personas. La “ciudad vacacional” se ve más bonita cada día que pasa.

Ríos, meandros, selva tropical, campo natural, reliquias históricas, monasterios y viviendas de bambú conforman el atractivo de la zona. Hasta ahora, se han invertido 50 millones de RMB para la infraestructura de la segunda etapa. Se están elaborando una serie de medidas políticas para llevar a cabo proyectos de turismo, industria ligera, comercio y vivienda. Hasta primeros de enero de 2003, se definieron varios de ellos: el centro de cultura de la sutra, un jardín botánico de valiosas especies y un barrio de viviendas características.

La “ciudad vacacional” de Xishuangbanna es fundamental para el desarrollo de Jinghong y fue calificada por el Buró de Turismo de Yunnan como “zona excelente de turismo” en 1995.

La fiesta del agua

La fiesta de “echarse agua”

Hace falta visitar una aldea dai para conocer los usos y costumbres del lugar. Sus viviendas están normalmente dispuestas a la orilla del río y los bambúes se apiñan dentro de ellas. Desde antiguo, los chinos tienen predilección por el pino, el ciprés y el bambú. En Xishuangbanna, hay unas cien especies de bambú, que tienen múltiples funciones en la vida cotidiana y en las actividades culturales, artísticas y religiosas de los dai, un pueblo con una gran experiencia en el cultivo y el procesamiento de este árbol.

En Xishuangbanna, cada aldea cuenta con un bosque preservado, que sirve de  cementerio a los lugareños. Según la costumbre local, dentro de ellos no se puede llevar a pastar a los animales ni recoger leña. Por eso, los 400 bosques preservados son auténticos bancos genéticos de plantas, donde sobreviven unas cien especies de hierbas medicinales y más de 150 especies de plantas en vías de extinción.

La fiesta más importante del lugar es la conocida como festividad de “echarse agua”, que se celebra del 13 al 15 de abril. El primer día es para despedir lo viejo; el segundo se celebra arrojándose agua, y el tercero marca el comienzo del nuevo año.

Antes, la gente cogía una jofaina y salpicaba levemente a la otra persona, lo que significaba que le daba mil felicidades. Sin embargo, hoy en día la fiesta es diferente. Con la masiva entrada de turistas, se lleva a cabo una auténtica batalla de agua por las calles.

Un dicho del lugar dice que el que se moja en la fiesta será feliz toda la vida. Pero además de echarse agua, durante los tres días festivos las gentes de las diferentes etnias bailan y cantan en medio de los aplausos y los vítores. Es, realmente, el carnaval de Oriente.

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