La hermosa y misteriosa
Xishuangbanna
Por
LIU HUAZHI y WANG NAN
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La
ciudad de Jinghong, en el centro de la prefectura
autónoma de Xishuangbanna |
Situado en el suroeste de la provincia de Yunnan, Xishuangbanna es el único
oasis en la línea del Trópico de Cáncer. Para llegar allí
desde Kunming (capital de la provincia), se tardan dos
días en autobús y 40 minutos en avión.
De las 13 etnias que habitan Xishuangbanna, la dai es la más numerosa,
con un tercio de la población de toda la prefectura. Desde
hace miles de años, el constante trasiego de gentes y
caballos dio lugar a una antigua ruta que servía como
camino para comunicar entre sí a las naciones han
y tibetana. A lo largo de un zigzagueante camino montañoso,
las caravanas transportaban a los tibetanos productos
cotidianos, como té, azúcar y sal, y de regreso llevaban
caballos, ovejas y cuero.
A lo largo de la historia, se formaron dos líneas en la ruta. Una de ellas,
parte de Xishuangbanna y Simao, pasa por Dali y Lijiang
(Yunnan), y Lhasa (Tíbet), para llegar por fin a Birmania,
Nepal y la India.
Xishuangbanna es una ciudad hermosa y misteriosa. En tiempos ancestrales,
las malas comunicaciones impidieron que ni siquiera los
famosos viajeros como Marco Polo (1254-1324) y Xu Xiake
(1586-1641) pudieran pisarla. Hace más de cien años, algunos
misioneros procedentes de Francia, Alemania y Estados
Unidos llegaron a la altiplanicie del noroeste de Yunnan.
En 1893, los misioneros norteamericanos empezaron a predicar el cristianismo
en Xishuanbanna. En 1917, se estableció la primera iglesia
en Jinghong y, a continuación, se construyeron algunos
edificios de estilo europeo, de mejor calidad que los
propios de la zona.
Xishuangbanna es una zona tropical situada en la región fronteriza, con
una cultura multinacional y una ecología de selva primitiva.
El misterioso río Lancang,
las elegantes viviendas y bosques de bambú, y las
hermosas mujeres dai son las peculiaridades más
notables de la ciudad.
Se trata de la única selva tropical existente en China y es, además, habitat
del elefante y el pavo real. Una cuarta parte de los animales
vertebrados y una sexta parte de las especies vegetales
del país viven aquí, lo que le ha otorgado el sobrenombre
de “reino de la flora y la fauna”. La zona disfruta de
un clima templado todo el año, vive en una “eterna primavera”.
Por todas partes, la flora y la fauna muestran toda su
exuberancia. De diciembre a febrero, mientras nieva en
el norte del país, la gente se baña en el Lancang.
Jinghong, ciudad del
alba
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Aeropuerto de Jinghong, uno de los más transitados
de China |
En el dialecto dai, Jinghong significa “ciudad del alba”. El nombre
se debe a que, según cuenta la leyenda, el buda Sakyamuni
llegó a la ciudad de madrugada, después de haber recorrido
un largo camino.
Unos 158 kilómetros del río Lancang atraviesan Xishuangbanna y nutren sus
tierras.
Situada al sur de Trópico de Cáncer, a Jinghong se le considera como un
auténtico banco genético de especies vegetales. Sus ricos
recursos de plantas se han convertido en un reclamo turístico.
Con una longitud de 4.990 kilómetros, el río Lancang-Mekong
pasa por seis países, entre ellos China, Birmania y Laos.
En los últimos años, la cooperación económica regional
fue foco de atención para los países cercanos, y la apoyaron
organizaciones internacionales como la Comisión de Planificación
y Desarrollo de la ONU y el Banco de Desarrollo de Asia.
Ahora, se ha convertido en una región candente de inversión
internacional.
Como importante participante en esta cooperación, Jinghong destaca por
sus ventajas geográficas. El gobierno provincial decidió
convertirla en una moderna ciudad turística y comercial,
así como en una importante ventana hacia el exterior.
En 2001, se inauguró la línea fluvial que comunica China, Laos, Birmania
y Tailandia, con fines comerciales. Importante entrada
de China al Sur de Asia, el puerto de Jinghong obtuvo
la primera categoría estatal como atracadero abierto y
desde allí se puede viajar a Birmania, Laos y Tailandia,
a través del Lancang-Mekong. Los especialistas en el sector
turístico dicen que esta línea será en el siglo XXI uno
de los itinerarios más atractivos del mundo.
Al ser una de las salidas de Yunnan hacia Tailandia, Jinghong cuenta con
vuelos a las grandes
y medianas ciudades del país, así como a Tailandia y Laos.
Su aeropuerto es uno de los más transitados del país.
Jinghong está 180
kilómetros al norte de Tailandia y a 160 kilómetros de
Daluo (distrito de Menghai), puerto de segunda categoría
nacional. Vía fluvial, terrestre y aérea, Jinghong es
punto de comunicación entre China y los países del Sudeste
Asiático, una auténtica estación de paso hacia las naciones
que forman la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático
(ANSEA).
La política de desarrollo de la parte occidental y el fomento del comercio
emprendidos por China-ANSEA proporcionan una gran oportunidad
a Jinghong para convertirse en una ciudad turística y
comercial internacional. Para alcanzar esta meta, se han
invertido 400 millones de RMB con el objetivo de reconfigurar
la construcción urbana.
Sin embargo, la inversión gubernamental no es suficiente. Por eso, Jinghong
se ha empeñado en atraer inversiones y activar los bienes
inmobiliarios, transformando la parte vieja de la ciudad.
Buena muestra son las calles recién construidas para el
turismo y el comercio, así como la moderna plaza Fude.
En 2002, la cobertura de vegetación el 52,41 por ciento de la superficie
y el área de tierras verdes per cápita se aproximaba a
los 30 metros cuadrados.
Como una de las primeras localidades con el título oficial de “ciudad turística
excelente” y como lugar turístico fronterizo, Jinghong
está empeñando todo su esfuerzo en erigirse como el mejor
centro de turismo del país, un sitio agradable donde vivir
con grandes posibilidades para la inversión. En este camino,
Jinghong está aprovechando las oportunidades que ofrecen
el plan de desarrollo del oeste y la cooperación regional
del Mekong.
El Budismo, punto de
unión de los dai
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Todos los dai profesan el Budismo |
En Xishuangbanna, el Budismo se siente en todas partes. Varios cientos
de años atrás, la secta hinayanista empezó a transmitirse
a este lugar y se convirtió en la religión de todos los
dai. Los niños varones, al llegar a los seis o
siete años, deben ingresar en el
monasterio. Si no se tiene experiencia en este
aspecto, uno nunca será una persona respetada en la sociedad.
Sin embargo, las exigencias de los niños-monje no son
demasiadas y, después de tres años, pueden volver a la
vida seglar.
El Budismo se originó
en la India en el siglo VI a.c. y se dividió en dos sectas,
mahayanista y hinayanista, diferenciadas por su forma
de entender la doctrina. La hinayanista se divulgó en
Birmania entre los siglos III a VI, y luego entró en Xishuangbanna.
La secta hinayanista que siguen los dai es diferente del Budismo
que practican los han y los tibetanos. También
difiere del que se practica en los países del Sudeste
Asiático. La sutra absorbe elementos de la cultura dai
y trata de manera más flexible a los monjes, que no tienen
por qué ser vegetarianos, y para las mujeres, a las que
no pasar por el monasterio para que puedan atender a las
necesidades de procreación.
Las construcciones religiosas son muy abundantes en Xishuangbanna y en
casi todas las aldeas hay un monasterio, que es el centro
donde se profesa la religión y se aprende la cultura.
La pagoda del monasterio es siempre algo sagrado para
los dai.
La sutra de esta etnia se escribe en hojas de la especie “Corypha Umbraculifea
Linn”. En la actualidad, tiene ya más de 84.000 tomos.
De acuerdo con los datos históricos, este método proviene
de la India y fue empleado durante más de mil años a partir
de la Dinastía Tang (618-907). Las hojas, después de secarse
y prensarse, se utilizan para esculpir la sutra con una
vara de hierro. Para que la letra sea más clara, a veces
se pone una capa de aceite sobre la hoja. La sutra así
tallada puede perdurar mil años sin que los insectos la
dañen. Se dice que la “Corypha Umbraculifea” representa
una cultura geográfica: allí donde se encuentra, allí
hay budismo.
Los monasterios dai tienen doble techo, planta cuadrada y están
orientados al este. El Gran Monasterio de Jinghong es
el centro para los creyentes budistas de Xishuangbanna.
A lo largo de la historia, fue un lugar sagrado utilizado
por el máximo gobernante de la región en la ceremonia
de culto. Ahora también recibe la visita de una multitud
de creyentes.
Entre las construcciones budistas, el kiosco octagonal de Jingzhen es quizás
la más famosa. Se trata de un lugar de reunión de los
monjes. Fue construido en 1701 y durante 300 años ha sido
mantenido como una importante reliquia de Estado. En su
lado izquierdo, crece un “bodhi”, árbol sagrado del Budismo.
Según se cuenta, el buda Sakyamuni reflexionaba siempre
bajo un bodhi, y allí encontró también la esencia del
Budismo.
Zona de turismo
Xishuangbanna, con un área que apenas alcanza una cincocentésima parte
del territorio de China, es una de las tres principales
zonas de desarrollo del turismo, gracias a sus ricos recursos
en este terreno. En la década de los ochenta del siglo
XX, la orilla del río Liusha, al sur de Jinghong, estaba
cubierta de cultivos. Sin embargo, hoy en día es un lugar
para pasar las vacaciones.
Desde 1992, unos 4 millones de turistas pasaron por Xishuangbanna. En 2002,
cerca de 15.000 visitantes extranjeros entraron y salieron
a través del aeropuerto y el puerto de Jinghong, y del
puerto de Mohan, una cantidad que supone la cuarta parte
del total de turistas que recibe toda la provincia. A
partir de la década de los noventa, Xishuangbanan se ha
convertido en un brillante punto turístico gracias a sus
destacadas cualidades geográficas.
En 1992, Jinghong recibió la calificación oficial de zona de turismo de
categoría nacional. Alrededor del río Liusha, al sur de
Jinghong, se abrió la zona de desarrollo del turismo.
Está previsto que, en un futuro próximo, el área dedicada
al turismo y a la agricultura tropical sea de 93,48 hectáreas
de tierra, que subirán hasta las 1.000 hectáreas a largo
plazo.
La construcción de la “ciudad vacacional” se dividió en dos etapas. La
primera se inició en 1993, con el objetivo de desarrollar
programas característicos de la selva tropical, la cultura
étnica y el turismo fronterizo, convirtiéndola en una
zona multifacética de turismo, servicio y divertimiento.
En este primer período, la inversión en infraestructura fue de 125 millones
de RMB, y se contrataron proyectos por valor de 1.529
millones (1.010 de ellos ya puestos en marcha). Dentro
de estas obras, se incluyen instalaciones comerciales,
hosteleras y de recepción. Además, se han terminado los
trabajos de pavimentación de las vías y la construcción
de conductos de agua y de cables para la electricidad
y las telecomunicaciones
En estos diez años, se han firmado 54 proyectos, por un valor de 1.600
millones de RMB, con empresarios de Taiwan, Beijing, Shanghai
y Liaoning.
Para aprovechar la política de desarrollo de la parte occidental del país
y la oportunidad que supone la creación de una zona de
libre comercio entre China y la ANSEA, así como la construcción
de la autopista Kunming-Bangkok, se ha elaborado una estrategia
de desarrollo. Las obras de la segunda etapa comenzaron
sobre la base del buen sistema de servicios y administración,
las mejoradas condiciones de la infraestructura y el propicio
ambiente para la inversión. Su fin consiste en erigir
un centro turístico apoyado en tres pilares: la exuberantes
naturaleza, la cultura étnica y los usos y costumbres
del lugar.
En la actualidad, se han perfeccionado los servicios de radiodifusión,
financieros y de seguros, de telecomunicaciones y logístico.
Se han levantado gran cantidad de hoteles, viviendas,
instalaciones de juego y centros comerciales. Entre los
hoteles, hay nueve de tres estrellas y cuatro de dos estrellas,
con una capacidad para alojar a 1,2 millones de personas
al año. Tras diez años de construcción, las instalaciones
y la infraestructura han sido mejoradas y la capacidad
anual para recibir turistas supera los dos millones de
personas. La “ciudad vacacional” se ve más bonita cada
día que pasa.
Ríos, meandros, selva tropical, campo natural, reliquias históricas, monasterios
y viviendas de bambú conforman el atractivo de la zona.
Hasta ahora, se han invertido 50 millones de RMB para
la infraestructura de la segunda etapa. Se están elaborando
una serie de medidas políticas para llevar a cabo proyectos
de turismo, industria ligera, comercio y vivienda. Hasta
primeros de enero de 2003, se definieron varios de ellos:
el centro de cultura de la sutra, un jardín botánico de
valiosas especies y un barrio de viviendas características.
La “ciudad vacacional” de Xishuangbanna es fundamental para el desarrollo
de Jinghong y fue calificada por el Buró de Turismo de
Yunnan como “zona excelente de turismo” en 1995.
La fiesta del agua
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La fiesta de “echarse agua” |
Hace falta visitar una aldea dai para conocer los usos y costumbres
del lugar. Sus viviendas están normalmente dispuestas
a la orilla del río y los bambúes se apiñan dentro de
ellas. Desde antiguo, los chinos tienen predilección por
el pino, el ciprés y el bambú. En Xishuangbanna, hay unas
cien especies de bambú, que tienen múltiples funciones
en la vida cotidiana y en las actividades culturales,
artísticas y religiosas de los dai, un pueblo con
una gran experiencia en el cultivo y el procesamiento
de este árbol.
En Xishuangbanna, cada aldea cuenta con un bosque preservado, que sirve
de cementerio
a los lugareños. Según la costumbre local, dentro de ellos
no se puede llevar a pastar a los animales ni recoger
leña. Por eso, los 400 bosques preservados son auténticos
bancos genéticos de plantas, donde sobreviven unas cien
especies de hierbas medicinales y más de 150 especies
de plantas en vías de extinción.
La fiesta más importante del lugar es la conocida como festividad de “echarse
agua”, que se celebra del 13 al 15 de abril. El primer
día es para despedir lo viejo; el segundo se celebra arrojándose
agua, y el tercero marca el comienzo del nuevo año.
Antes, la gente cogía una jofaina y salpicaba levemente a la otra persona,
lo que significaba que le daba mil felicidades. Sin embargo,
hoy en día la fiesta es diferente. Con la masiva entrada
de turistas, se lleva a cabo una auténtica batalla de
agua por las calles.
Un dicho del lugar dice que el que se moja en la fiesta será feliz toda
la vida. Pero además de echarse agua, durante los tres
días festivos las gentes de las diferentes etnias bailan
y cantan en medio de los aplausos y los vítores. Es, realmente,
el carnaval de Oriente.