MAYO
2004


Recorrido por Baoshan, ciudad fronteriza

Por nuestro reportero WANG TONG

La ciudad fronteriza Baoshan, situada en el oeste de la provincia de Yunnan, en la frontera con Birmania (Myanmar), fue uno de los importantes accesos a China en la antigüedad. Una línea comercial llamada “ruta de la seda del suroeste” pasaba por aquí.

Cuando llego a la ciudad, la misma está inmersa en el verdor primaveral. La urbe está concebida como una estructura moderna: Me cuesta asociar  las amplias carreteras de seis carriles y las vallas publicitarias que se levantan en las calles de Baoshan con el paisaje de una ciudad fronteriza montañosa.

Durante 20 años, gracias a los abundantes recursos turísticos locales y la diligente labor de los lugareños, Baoshan, la urbe donde hay flores en todo el año, se renueva constantemente.

---Redacción

 

La entrevista tuvo lugar justo cuando la epidemia de SRAG golpeaba con más fuerza. Pero en esta ciudad, a diferencia de Beijing, donde reinaban el frío y el temor a la pandemia, todo era verdor y paz. Nacido en un lugar pintoresco con verdes colinas y transparentes arroyos, Xiong Qinghua está dotado de rasgos distintivos locales. De vez en cuando muestra una sonrisa apacible. Es parco, pero de ideas agudas.

Al asumir el cargo, el SRAG se extendía por el país. Yunnan, la provincia lejana y preciosa de China, tampoco escapaba al impacto de la catástrofe. El primer caso sospechoso de la enfermedad en la provincia se detectó en Baoshan.

Con anterioridad al brote de la epidemia, el alcalde había tomado medidas de prevención y control. Con el capital reunido se establecieron oficinas especiales de divulgación, mientras Xiong Qinghua se presentaba en escuelas, empresas, aldeas y poblados, exhortando a los habitantes a  enfrentar la situación. Gracias a sus esfuerzos, el desarrollo económico local no vio afectado por la pandemia, lo cual resalta su capacidad de responder a  los imprevistos.

En Baoshan, los lugareños le han otorgado el título de alcalde poeta. El porqué queda ilustrado en la siguiente anécdota: ambos caminábamos charlando por la “antigua ruta de té y caballo”, (en la antigua China, era el sendero por el cual los comerciantes transportaban té, tabaco y artículos artesanales a lomos de caballo y camellos, con destino a Birmania, Tailandia, la India y los países árabes). A lo largo del camino se ve el maravilloso panorama y los pequeños poblados de estilo y sabor antiguos. Toda esta vista inspiró a  Xiong Qinghua, quien no pudo evitar detenerse e improvisar dos poemas. No en balde le llaman el “alcalde poeta”.

Más tarde supe que el edil fungió como profesor de economía en varias universidades de Yunnan. Desde 1994, recibe una pensión especial  del gobierno, aprobada por el Consejo de Estado. Es un verdadero erudito, versado en la economía regional y sectorial.

Rodeado de un agradable ambiente, Xiong Qinghua da rienda suelta a las palabras: “Uno de los rasgos de Baoshan son sus numerosas montañas. Su subsuelo atesora grandes riquezas minerales, como el sílice y la tierra de diatomeas. El nivel más alto sobre el mar es de 3.780 metros, y el más bajo, de 535 metros, los cuales  han influido en la creación de un clima vertical. El lugar tiene cuatro estaciones en un mismo día y diferentes climas en un radio de cinco kilómetros cuadrados’”. Y continuó: “Por otro lado, por aquí fluyen diversos ríos, como el Irravaddyu, el Salveen y el Mekong. Los visitantes, además de apreciar el espléndido paisaje, también tienen la oportunidad de sumergirse en las aguas termales. En Baoshan hay 200 fuentes termales que producen el equivalente calórico de 330.000 toneladas de carbón”. Tras muchos años de explotación, la ciudad se ha convertido en una zona turística donde coincide el volcán, la sierra Gaoligong, las tierras húmedas de Beihai, el monte Yunfeng, el poblado antiguo de la aldea Heshunqiao, el parque cultural Yongchang, la ruta antigua de la seda. Las obras maestras de la naturaleza y lo construido por el hombre constituyen puntos de interés para el turismo provincial. Cada día son más los viajeros que se llegan hasta aquí para contemplar el paisaje natural y divertirse.

“Hemos  puesto a plena capacidad la explotación de los recursos termales y ecológicos, a la par que promovemos el proyecto del Balneario Termal del Parque Ecológico de Tengchong en Baoshan”, dice Xiong Qinghua, sin poder ocultar su profundo amor hacia su pueblo natal.

Al hablar del futuro de Baoshan, el alcalde afirma: “Nos esforzamos por abrir un paso internacional y hacer de Baoshan una ciudad de fama mundial”.  La zona de Asia Meridional es uno de los mercados de mayor potencialidad y mayor vigor en el mundo, por lo que debe ser zona clave que ayude a  reforzar la apertura y la cooperación.  Yunnan está ubicada en el área más  conveniente para entrar a través de China al Sur de Asia. En el siglo IV a.n.e. ya se había abierto la “ruta de la seda del suroeste” la cual pasaba por Yunnan y llegaba a la India. En un futuro no lejano, Baoshan podría devenir  por segunda ocasión centro comercial y puerto de paso internacional.

Cuando estaba a punto de terminar la entrevista, el edil me llevó hasta el Museo de Baoshan. Es una construcción imbuida de espíritu nacional. La  misma  semeja un tambor de épocas lejanas, como encarnación de la firme voluntad y la sabiduría del pueblo local. “Tengo confianza, confesó, en que dentro de poco tiempo, Baoshan será un punto de tránsito internacional dotado de las mejores condiciones de tráfico y con el recorrido más corto y cómodo.”

Una carretera de 200 km de largo conecta a Tengchong, en Boashan, con Birmania. La vía está en transformación; se está edificando asimismo la Universidad de Yongchang, la primera que admitirá a alumnos de Birmania y la India. No puedo evitar pensar en un futuro de prosperidad para Baoshan.

n