MAYO
2004


 

Tras la implementación en las zonas rurales del sistema de responsabilidad por contrato familiar en función del rendimiento,  la iniciativa productiva de los campesinos se ha desplegado en toda su plenitud. Gracias a esta medida se ha incrementado la producción de diversos productos agrícolas durante 20 años consecutivos. Ahora podemos afirmar que los chinos ya cuentan con abundante comida y ropa, y están avanzando hacia una vida modestamente acomodada.

La tierra cultivable en China es limitada y no puede absorber toda la mano de obra rural, por lo tanto, la única salida para esta fuerza laboral es emigrar a las ciudades donde pueden realizar trabajos que no requieren de estudios o preparación, y ganan mucho más que en las labores agrícolas.

Al principio llenan las vacantes de las urbes, y hacen los trabajos pesados, sucios y de remuneración modesta. Pero poco a poco van adquiriendo un papel más importante. Ahora conviene decir que la vida urbana ya no puede mantener sin ayuda de los trabajadores de origen campesino. Excepto en unas pocas áreas del conocimiento, ya penetran en la abrumadora mayoría de los sectores, como el de la construcción, el comercio, la manufactura y la hostelería. Pero debido a la falta de reglamentos y a las ideas convencionales, este tipo de trabajadores tienen sus legítimos derechos e intereses desprotegidos, y están más expuestos a que los utilicen por su ignorancia y desconocimiento de la ley. Además, sufren con frecuencia el menosprecio y la discriminación de los habitantes urbanos, pues son generalmente poco educados y tienen un comportamiento escasamente respetable.

Por eso, el difunto líder chino, Mao Zedong, señaló: “El problema más serio reside en educar a los campesinos”. China es todavía un país agrícola y los campesinos forman el núcleo de la población. Cualquier cosa que China quiera hacer, no podrá hacerla sin ellos. Es un problema con que se enfrenta el Gobierno Chino y con la modernización del país. A medida que aumentan los trabajadores de origen campesino en las ciudades, el modo de vida, los nuevos conceptos y la nueva mentalidad de los ciudadanos les influirán. Con el tiempo y los esfuerzos del gobierno, se disminuirá la disparidad entre el campo y la ciudad, tanto en la calidad de vida como en su preparación cultural. Algunos campesinos después de trabajar durante años en la ciudad ahorran  para emprender una empresa en su tierra natal con la experiencia adquirida. Estos trabajadores juegan un papel positivo en la promoción de los cambios de ideas y valores.

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