ABRIL 2004


Agencias en China, una gran oportunidad para invertir

Luo Yuanjun

Cierto día en que Cao Hua buscaba entre los anuncios de alquiler de habitaciones en Internet, se encontró con una docena de agencias ofreciendo servicios. Una de ellas declaraba de forma explícita: “Sabemos muy bien que mucha gente no cree para nada en nosotros. Si salimos directamente, perderemos muchos clientes potenciales”. Aunque no todas las personas son incrédulas, la experiencia dicta que  no se puede contar exclusivamente con las agencias.

Lin Tao es un campesino que quería encontrar un trabajo temporal para hacer algo de dinero esta primavera. El mes pasado, y a cambio de un pago de  200 yuanes, una agencia le prometió un trabajo. Pasaron más de diez días, y aunque Lin Tao se entrevistó con tres empleadores, no consiguió trabajo alguno. Hubo uno que incluso le dijo que su entidad nunca había anunciado la existencia de plazas vacantes.

A finales del año pasado, una famosa agencia estatal en Beijing se evaporó repentinamente sin pagar los alquileres a los dueños de las casas donde se encontraban sus oficinas. Dado el renombre de la compañía, tanto el  dueño de la casa como el inquilino confiaron plenamente en ella. “Les dejé mi casa en agosto, y deberían haberme pagado el alquiler en octubre, pero todavía no me han dado mi dinero. Cuando les apremié para cobrar sólo me dieron un montón de explicaciones”, explicó la Sra. Liu.

¿Qué funciona mal en estas agencias?  ¿Por qué la mayoría de la gente no las acepta? Un experto ha encontrado cuatro razones. “Primero, China está en el período de transición de una economía planificada a una de mercado, con leyes todavía incompletas; en segundo lugar, la gestión por múltiples canales genera la falta de una comunicación efectiva; en tercer lugar, como el establecimiento de una agencia no requiere de mucho capital registrado, existen demasiadas, pero sólo algunas tienen buenos resultados; en cuarto lugar, el estatus del gremio es tan ambiguo que no puede desempeñar su función correctamente”.

¿Y qué ocurre con las agencias en los países desarrollados? Algunos expertos sostienen que las agencias son el sector con el mayor potencial de desarrollo. A finales del siglo XX, el valor productivo de las mismas en América superó los 200.000 millones de dólares; en Europa, las agencias de 18 países ofrecieron sus servicios a 134.000 compañías durante 1997, el valor de su producción anual sumó 20.700 millones de dólares; en Japón había más de 6.000 agencias en 1995, y su valor productivo alcanzó los 4.700 millones de dólares. La conclusión de estos hechos es que las agencias en China tienen un gran espacio para su desarrollo.

“El crecimiento de la economía china mantiene una  gran velocidad, sin embargo, hasta ahora el desarrollo de las agencias chinas no cubre la demanda que genera el progreso de la economía de mercado”, sentenció Wu Jinglian, famoso economista chino.

En la actualidad existen 48.000 oficinas legales en China, el número de agencias estatales de Shanghai ha sobrepasado las 4,000, y en Beijing hay cerca de 2,000.

“El aumento del número de agencias surge por la necesaria demanda del desarrollo de la economía de mercado, y es el resultado concreto de la innovación en la administración”, manifestó un experto.

Muchas personas se han quejado del comportamiento de las agencias, en gran medida  porque las leyes chinas que rigen las operaciones de éstas  todavía no se han desarrollado.

Yu Hong fundó una Agencia para Estudiar en el Extranjero en 2003. “Escogí montar este negocio sobre todo porque la ley está aposentada, y me da opciones de vencer al sistema”, aclaró Yu.

“Las agencias deberían jugar cada vez más un papel relevante,  ya que el rápido desarrollo de la economía china reclama su función”, subrayó Long Yongtu, negociador jefe chino ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).

El problema es cómo atraer el negocio a la órbita legal. El profesor He Liping tiene sus ideas al respecto.  “El gobierno debería perfeccionar la ley para que las agencias se atengan a ella, de modo que puedan por fin funcionar correctamente”.

“Las agencias por lo general no satisfacen al público, y pronostico que se precisará de un largo proceso antes de que el sector madure”, señaló He.

A la vez que se amplía la escala del mercado, así crece la demanda de un capital fuerte en las agencias. Como todos sabemos, si una compañía no tiene un capital fuerte, no podrá apoyar una empresa mayor. Es por ello que el capital involucrado sirve de paso para fundar una agencia.

Si no se logra esta premisa en un corto periodo de tiempo, todavía quedarán medios viables para desarrollar la variedad de los servicios de las pequeñas agencias. Por ejemplo, si una agencia quisiera negociar con un “banco de construcción”, la condición previa sería tener un capital superior a los 5 millones de yuanes.

Para que el desordenado mercado de las agencias se fortalezca, la gestión de la administración debe ser efectiva.

También es importante una profunda expansión de la autodisciplina. En una industria la autodisciplina ayuda a muchos a que sus miembros generen una mentalidad que les ayude a mantener la confianza.

El tiempo y la marea no esperan por nadie, y las agencias chinas todavía están en el camino. Hasta el momento, un considerable número de agencias de capital extranjero se han establecido en China, algunas famosas como Bienes Raíces Siglo  XXI, y Mc Kinsey y Compañía, Inc. Junto con el desarrollo de China, llegan más oportunidades de inversión.

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