ABRIL 2004


Fenómeno de la “beldad artificial”

Por WANG KUI

Después de la operación

Hao Lulu, una chica beijinesa de 24 años, ha sido clasificada como la “primera belleza artificial” de China. Desde julio de 2003, los cirujanos estéticos le han aplicado operaciones en diez partes del cuerpo, en un período de 200 días y con una inversión de 300.000 yuanes. La llamada obra de “creación de beldad” concluyó a fines del año pasado.

Hao Lulu sólo necesitó de 20 minutos para tomar la decisión. Desde entonces ha vivido sumida en un estado de ensoñación que ha sido seguido al detalle por  varios medios de prensa extranjeros como CNN de EE.UU., la Agencia Reuters, de Gran Bretaña, etc, las cuales han filmado todo el proceso quirúrgico. En el territorio chino, por otra parte, lo sucedido es comidilla diaria. La propia chica reconoce que se ha vuelto famosa de la noche a la mañana.

En cuanto al público, hay diversas reacciones al respecto: algunos creen que Hao Lulu es una muchacha afortunada que tiene la oportunidad de cambiar su apariencia física; otros se preocupan por el futuro de la chica y por las consecuencias sociales del caso.

“La cirugía plástica puede generar traumas y dejar cicatrices en el cuerpo humano”

La cirugía está de moda

De acuerdo con el proyecto, las múltiples operaciones aplicadas a Hao Lulu en medio año tienen el objetivo de renovarla de “pies a cabeza y de adentro hacia afuera”. Los expertos del sector consideran que las intervenciones provocarán efectos secundarios.

Primero, serán inevitables los traumas y cicatrices en el cuerpo. “Cualquier intervención, incluida la plástica, acarrea traumas”. El  doctor Chen Huanran, experto en cirugía estética de la Academia de Ciencia de la Medicina de China señala, que “el término médico sin heridas’, se refiere a la reducción al mínimo posible de los traumas. Las cicatrices son otros efectos negativos para la chica. Los cirujanos de primera categoría se esfuerzan por que las mismas sean lo más  pequeñas posible y cubrirlas en todo lo que se pueda”.

El doctor Chen también expresa su inquietud sobre los materiales artificiales que quedan en el cuerpo de Hao Lulu. “A corto plazo no ocurren problemas. No obstante, nadie puede asegurar lo que sucederá en el futuro. La cirugía plástica se ha estado aplicando en China por menos de 20 años, período que, desde el punto de vista médico, no resulta suficiente para contar con un criterio correcto”. No pocos expertos aprueban las opiniones del doctor Chen. Consideran que ningún suministrador de materiales para este tipo de intervención, incluso los importados, osan garantizar sus productos de por vida. “Una de mis tareas en la actualidad consiste en convencer a los visitantes de que abandonen sus aspiraciones”, indica el señor Chen.

La sociedad todavía no está lista de aceptar la “beldad artificial”

Además de las consecuencias negativas para el aspecto físico, quedan las repercusiones sociales: “La sociedad china todavía no está preparada para admitirla “belleza artificial”, afirma el doctor Chen, “Surgen varios problemas, a saber, ¿Será Hao Lulu blanco de la discriminación social?, ¿aceptará el público una belleza que es resultado de tantas operaciones en el cuerpo?”

Actualmente el sector de cirugía plástica de nuestro país ha alcanzado un nivel desarrollado. Chen Huanran, conocido maestro del sector, ha  sido protagonista de numerosas intervenciones con excelentes resultados. De ahí que para este sector el caso de Hao Lulu no sea nada del otro mundo. Sin embargo, hasta ahora ninguna de las miles de personas que se han sometido a tales operaciones se han atrevido a aparecer ante la prensa. El hecho de que miles de “bellezas artificiales” hayan ocultado su historia obedece a la falta de una aceptación social.

Por otro lado, no debemos omitir el problema psicológico que trae aparejado la cirugía plástica. “Hao Lulu tiene como meta su entrada a los círculos de actores. ¿Cómo podrá enfrentar un eventual fracaso?” afirma el doctor Chen.

Hao Lulu, una pieza de ajedrez de los comerciantes

Entre los factores hasta ahora embozados por la incógnita en la historia  de  Hao están las fabulosas ganancias de los comerciantes. La Institución NeverCare Med., donde ocurrieron las operaciones de Hao Lulu, es una clínica común y corriente, que abrió el 18 de mayo del año pasado. Debido a su desventajosa situación geográfica y altos precios, así como a la fuerte competencia del sector, dicha clínica no funcionó bien hasta el 29 de agosto de 2003, día en que Hao Lulu se convirtió en su representante. La Institución Nevercare Med. se hizo famosa al instante. Las fotos de Hao Lulu y los anuncios de la clínica se regaron como pólvora desde ese momento. Aún más, el volumen de ingresos financieros de la entidad comenzó a incrementarse a una tasa mensual de entre dos a tres millones de yuanes. Clientes provenientes de todas provincias, incluso de otros países, han llegado a la misma en busca de cirugía plástica.

Hay quienes sienten lástima: Hao Lulu no es más que un peón en el ajedrez de los intereses comerciales, afirman. “La chica ha sufrido mucho por el dolor de las operaciones. Además, tiene que circular por todo el país haciendo publicidad, mientras corre el riesgo de cargar con las posibles consecuencias negativas. El ganador definitivo ha sido la Institución NeverCare Med. A mi parecer, efectuar la operación estética por meros motivos comerciales es un acto irresponsable sin base científica. ¿Acaso los comerciantes sólo se preocupan de los beneficios sin pensar en el futuro de Hao Lulu?”  opina un señor que fue entrevistado para un sitio de la Red.

Tras la intervención estética de pecho, Hao Lulu sufrió unos fuertes dolores que la mantuvieron 10 días en el hospital. Su mamá le acompañó durante todo ese tiempo. Al ver a la hija vomitando, la madre no pudo contener las lágrimas. “A Hao Lulu le ha tocado un papel trágico. Está pagando un precio demasiado alto”, indican muchos usuarios de Internet.

Impactos negativos para los círculos de actores

Buena parte de la sociedad se preocupa por los efectos secundarios sociales acarreados por el fenómeno de la “belleza artificial”. Al ser entrevistada, Hao Lulu expresó su esperanza de ser actriz con una nueva cara. La parte auspiciadora de la operación también hizo patente el deseo de ayudarla a cumplir su sueño.

“En el Instituto Central de Teatro hay un sinfín de chicas preciosas, pero no todas pueden lograr el éxito. Y en el caso de Hao Lulu, una chica que nunca ha estudiado ningún tipo de especialidad escénica ¿cómo puede tener éxito tras las operaciones estéticas? Su experiencia y deseo desorientan a la gente: siempre que tengas una cara linda puedes ser estrella”, apunta un estudiante de dicho Instituto. “Ni Zhang Ziyi ni Gong Li son actrices guapas, pero gozan de fama cinematográfica internacional. Los éxitos dependen de la capacidad  histriónica, no de un rostro lindo y un buen cuerpo. Lo que ha hecho Hao Lulu ha perjudicado a las personas que han dedicado su vida a la escena,” expresa una alumna del Instituto de Cine.

“Si los directores la invitan a desempeñar algún papel en sus películas, es normal que se pregunten si el público va a conceder mayor atención a la primera “beldad artificial” o a la película como tal?”, estiman personajes del sector cinematográfico. El interés del público también va a impedir el desarrollo de la chica.

La “beldad artificial” es un fenómeno negativo para los  jóvenes

Hao Lulu se ha convertido en una figura famosa. Muchos jóvenes empiezan a imitarla. No son pocos los que la critican por haber sentado un mal precedente para la juventud.

Al ser interrogada por la prensa, Hao Lulu señala: “Si en el futuro me invitan a asistir a concursos de modelos, creo que mi papel, por lo menos, debe ser el de participante especial, o miembro del panel de  jueces”. “¡Qué idea tan ingenua y estúpida! Los doctores, no importan cuán excelentes y magistrales sean, sólo pueden modificar la apariencia física de una persona; es imposible a través de las operaciones inculcar el bagaje cultural y el talento, mucho menos insuflar la capacidad que permita discernir como debe hacerlo un integrante de un panel de jueces. Considero que esa idea revela el pensamiento de muchas chicas que aspiran ciegamente a la cirugía plástica. No sé si lo que se está creando es la “beldad artificial” o la tragedia,” dice otro preocupado  señor.

Una chica beijinesa de 15 años ha visitado al doctor Chen en seis ocasiones rogando: “La hermana Hao Lulu pudo renovar todo su cuerpo, ¿porqué no puedo yo? Le pido por favor que me haga algo mejor que a ella, pues también deseo entrar al Instituto de Cine”. Pero el cirujano deja en claro que las operaciones plásticas no pueden resolver todos los problemas.

El fenómeno de la “beldad artificial” ha provocado una serie de reacciones en la sociedad, así como varios cambios en el mercado de la cirugía estética. Según cálculos del doctor Chen, entre los solicitantes de cirugía estética un 40 por ciento está bajo el embrujo del caso de Hao Lulu.

Lo cierto es que el fenómeno de la “belleza artificial” promueve el desarrollo de la cirugía plástica china, aunque a la vez ha traído  efectos secundarios a la sociedad y en especial a los jóvenes. “Me siento perplejo. Cada día atiendo de 10 a 15 llamadas de solicitantes. Siempre les pregunto: ‘¿qué te pasa?’, ‘¿por qué tienes tantas ganas de someterte a la operación estética?’”, continúa el doctor Chen, “El alto nivel alcanzado por la cirugía plástica en nuestro país no significa que cada persona deba recibir una operación estética. Quisiera advertir a las chicas que sueñan con una bella apariencia por medios quirúrgicos, que sería mejor que emplearan su tiempo, energía y  dinero en perfeccionarse como personas y en alcanzar verdaderos  valores”.

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