ABRIL 2004


Aldea de piedra en la cordillera Taihang

 

Texto/fotos: Liu Sigong

Abuela y nieto

La cordillera Taihang, parecida a un enorme dragón, se alza sobre el amplio territorio de las tres provincias de Henan, Shanxi y Hebei. Es una importante barrera ecológica en la llanura del norte de China y al mismo tiempo constituye el origen del  sistema de ríos montañosos. Este, el distrito Shexian de la provincia de Hebei, acoge una antigua y singular aldea de piedras llamada Wangjin.

Al entrar en ella uno tiene la sensación de estar penetrando un mundo de rocas, que esán por doquier: en las calles, los callejones, los patios, los pabellones, las mesas, los bancos, los rodillos…La aldea, con más de 300 años de historia, mantiene el estilo arquitectónico de la dinastía Qing y el antiguo paisaje original. La estructura es circunspecta: en toda aldea hay 5 calles de 3,5 kilómetros de largo y 8 callejones entrecruzados y desnivelados. Todo está pavimentado con rocas de diversos tamaños y formas.  Tras unos cientos años, las rocas han sido pulidas como jade y muestran el brillo. El  callejón y las construcciones de piedras a ambos lados permiten al visitante disfrutar del particular encanto y especial estilo del lugar.

Asoleando el maíz

Si llegas al lugar en temporada de cosecha, serás testigo de la alegría que reina toda la aldea. En el patio, bajo el techo, encima de la azotea, yacen el maíz dorado y el caqui  extendidos por todas partes. Los aldeanos exponen el maíz aquí; preparan la tortilla de caqui allá. Al vernos, los lugareños que charlan ociosamente en la calle nos invitan a sus casas. Mientras comemos las frescas verduras y la sopa de mijo, todo parece apacible y cómodo. Todavía hoy guardo en mi recuerdo los montes, las particulares habitaciones de rocas y, sobre todo, las caras puras de los amables aldeanos.

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