Aldea de piedra en la cordillera Taihang
Texto/fotos: Liu Sigong
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Abuela y nieto |
La cordillera Taihang, parecida a un enorme dragón, se alza sobre el amplio
territorio de las tres provincias de Henan, Shanxi y Hebei.
Es una importante barrera ecológica en la llanura del
norte de China y al mismo tiempo constituye el origen
del sistema de
ríos montañosos. Este, el distrito Shexian de la provincia
de Hebei, acoge una antigua y singular aldea de piedras
llamada Wangjin.
Al entrar en ella uno tiene la sensación de estar penetrando un mundo de
rocas, que esán por doquier: en las calles, los callejones,
los patios, los pabellones, las mesas, los bancos, los
rodillos…La aldea, con más de 300 años de historia, mantiene
el estilo arquitectónico de la dinastía Qing y el antiguo
paisaje original. La estructura es circunspecta: en toda
aldea hay 5 calles de 3,5 kilómetros de largo y 8 callejones
entrecruzados y desnivelados. Todo está pavimentado con
rocas de diversos tamaños y formas. Tras unos cientos años, las rocas han sido pulidas como jade y muestran
el brillo. El callejón
y las construcciones de piedras a ambos lados permiten
al visitante disfrutar del particular encanto y especial
estilo del lugar.
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Asoleando el maíz |
Si llegas al lugar en temporada de cosecha, serás testigo de la alegría
que reina toda la aldea. En el patio, bajo el techo, encima
de la azotea, yacen el maíz dorado y el caqui
extendidos por todas partes. Los aldeanos exponen
el maíz aquí; preparan la tortilla de caqui allá. Al vernos,
los lugareños que charlan ociosamente en la calle nos
invitan a sus casas. Mientras comemos las frescas verduras
y la sopa de mijo, todo parece apacible y cómodo. Todavía
hoy guardo en mi recuerdo los montes, las particulares
habitaciones de rocas y, sobre todo, las caras puras de
los amables aldeanos.