Novatos en el nuevo
cine chino
Por
TANG YUANKAI
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Liu Hao, joven director que
ha participado en el proyecto "nuevo cine" |
“¡Prefiero
ser otro Spielberg!” Tal es la respuesta del joven director
de cine Liu Hao, puesto ante la disyuntiva de reencarnar
como el super-taquillero realizador estadounidense Steven
Spielberg, o el introspectivo cineasta sueco Ingmar Bergman.
A su juicio, estos son los dos grandes modelos a seguir,
notables artistas en ambos casos. “Si surgen demasiados
Bergman, el público se pondrá a roncar en el cine,” afirma
con desenfado.
Sin embargo, para llegar a ser como Spielberg, se necesitan,
además de una buena dosis de excepcional talento, la oportunidad
y el capital como elementos indispensables.
Liu Hao tuvo un buen año en 2002, cuando dirigió una
película titulada Un par de ovejas, cuya inversión
fue de cinco millones de yuanes RMB (cerca de 609.013
dólares). Para los jóvenes cineastas chinos, la suma no
es nada despreciable.
La parte proveedora fue el Grupo Cinematográfico de China
(empresa estatal) y la Cía. Ltda. Grupo Universidad de
Pekín -Kwans (empresa no estatal). Ambas han desarrollado
conjuntamente un proyecto llamado “nuevo cine,” con planes
de invertir 50 millones de yuanes anualmente en diez películas
que asumirá igual cifra de directores jóvenes.
Esta es una oportunidad dorada para cualquier realizador.
Hasta ahora, centenares de jóvenes cineastas se han apuntado
en la lista, en la cual el primer seleccionado fue Liu
Hao.
Liu Hao, recién graduado del Instituto Cinematográfico de Beijing, enfrenta
una situación muy diferente a la que tocó a la denominada
quinta generación de directores, encabezada por Zhang
Yimou y Chen Kaige, quienes, también recién graduados
del mismo instituto, podían dedicarse en aquella época a filmar películas artísticas, sin preocuparse por los vaivenes de la taquilla.
En la actualidad, empero, ni los productores más agresivos consiguen inversión sin que medie la perspectiva
de buenas ventas de taquilla. Lo cierto es que la quinta
generación ya tiene los ojos puestos en el mercado, mientras
que algunos como Liu Hao pugnan por poner algo de arte
en lo que hacen.
El presidente de la Cía. Ltda. Grupo Universidad de Pekín
–Kwans, señor Wang Xinping, ha destacado sin ambages el
corte comercial que sustenta el proyecto, por lo que los
productos del llamado “nuevo cine” no sólo deben procurar
calidad artística, sino que además deben tener éxito comercial.
Liu está de acuerdo con este punto. La carrera cinematográfica
se apropia de cierta carga moral cuando el director
protege los intereses de los inversionistas, lo que se
traduce de algún modo en el fervor que pone el cineasta
en el proceso de filmación. Por esta razón, se puede afirmar
que Spielberg lleva sobre sus hombros una notable carga
de “buena moral”.
Liu todavía recuerda sobrecogido de pavor los problemas
que debió arrostrar cuando procuraba inversión para Chen
Mo y Meiting, filme que posteriormente ganó el gran
premio de “Tribuna juvenil” y el premio “Mejor Opera Prima,”
otorgados por el Festival Internacional de Cine de Berlín
en 2002.
El propio realizador escribió el guión. Se trata de la
historia de un chico llamado Chen Mo, vendedor de flores,
y de la chica Meiting, ayudante en una barbería, quienes
se apoyan mutuamente en medio de su pobreza material.
En busca de un sentimiento amoroso que yace sembrado en
algún lugar oculto de sus vidas, Chen Mo hace de padre
de Meiting los lunes, miércoles y viernes, mientras Meiting
desempeña la función de madre de Chen Mo los
martes, jueves y sábados. Así tratan de cubrir
la ausencia de los respectivos progenitores y las manquedades
sentimentales de sus vidas.
Al terminar el guión, Liu empezó a buscar capital. No
logró respuesta tras múltiples solicitudes. Por fin, un
amigo de Shanghai le ofreció un préstamo de 140.000 yuanes
(20.000 dólares) por un periodo de año y medio.
Llegada la hora de filmar, y con el objetivo de ahorrarse
en gastos, todo el equipo cinematográfico vivió en humildes
habitaciones de 10 metros cuadrados ubicadas en un subterráneo.
Al terminar la filmación, casi no quedaba nada de fondos,
lo que ponía en riesgo el trabajo de posproducción. Para
obtener fondos frescos, Liu y el productor Guo Nannan
se dedicaron a vender calendarios durante
dos años, hasta pagar la deuda contraída.
Chen Mo y Meiting todavía no ha sido distribuida
para la proyección en público y son pocos los que la han
visto. Para Liu resulta fundamental lograr una buena comunicación
con los espectadores antes de seguir su trabajo. Con estos
presupuestos en mente acometió la filmación de Un par
de ovejas: un filme que, según las aspiraciones de
su director, puede dejar provechosas lecciones, tanto
para ancianos de 70 años como para jóvenes de 17. Quizás
al final no lo consiga, pero se considera que ésta es
la mentalidad que sustenta al “nuevo cine”. “En tiempos
anteriores los directores jóvenes enfatizaban lo artístico
y el enfoque de autor, pero el movimiento cinematográfico
de hoy exige que se complazcan todos los gustos por igual.
Sólo así se puede edificar un mercado,” asevera Liu.
Han Sanping, presidente del Grupo Cinematográfico de
China, tiene la misma opinión. Añade que este nuevo proyecto
estaba destinado a un reajuste de gran escala en el mecanismo
de producción, para llegar al grupo más amplio de espectadores.
Las normas para que una película pueda aspirar a la condición
de “nuevo cine”
son muy simples: Una buena historia que quede bien narrada.
De acuerdo con estos parámetros, el éxito de Un par
de ovejas y la capacidad de trabajo de Liu Hao son
la mejor recomendación.
La película fue adaptada de la novela homónima. “Me sentí
atrapado por el ambiente de la novela, y he intentado
mantener el sabor original”, dice el realizador.
El personaje principal del drama es el anciano Deshan,
que vive en una zona montañosa pobre, fría y con tierras
exangües a fuerza de sembrarse. Pero un día se le presenta
la buena suerte: Un amable funcionario local le regala
un par de ovejas reproductoras provenientes del extranjero.
Al principio todo marcha sobre ruedas. Pero los cuadros
de la aldea procuran crear una campaña propagandística
a expensas del anciano, a quien dan la tarea política
de “criar bien las ovejas y obtener descendencia de las
mismas para contribuir al enriquecimiento de toda la aldea”.
El anciano, sintiéndose presionado, se dedica en cuerpo
y alma a buscar pasto de buena calidad y construir un
invernadero adecuado para las ovejas. Más adelante, y
a consecuencia de problemas ambientales, las ovejas pierden
su capacidad reproductora. Para colmo de males, la única
hija del anciano, presta a cumplir “la tarea política”,
acompaña al anciano a apacentar los animales a 30 kilómetros
de su hogar, y muere al caer en un pantano.
Con el fin de atraer a los espectadores, al principio
se pensó en el famoso actor Ge You, ganador en Cannes
por su papel en la película de Zhang Yimou “Vivir”, para
encarnar al anciano. Liu Hao afirma que el drama se escribió
con Ge You en mente, y que es una lástima que posteriormente
hubiera que acudir a otro actor. Algunos comentaristas
consideran que la película también puede encantar al público
por la garra de la historia.
Casi todas las películas de este proyecto que están en
proceso de filmación han tenido buena acogida. Se trata
de producciones a mitad de camino entre lo popular y el
refinamiento del cine de arte.
Ning Hao, también graduado del Instituto Cinematográfico
de Beijing, está filmando Bicicleta, que narra
la historia de un mensajero de envíos expresos. El personaje
principal, limitado en su espacio de vida, sólo sabe cumplir
la tarea de manejar velozmente la bicicleta, rodeado de
algunos sucesos absurdos. Ning ha dirigido gran cantidad
de producciones para
MTV y publicidad, por lo que tiene experiencia
en la filmación de automóviles y bicicletas en movimiento.
Quiere servirse de esta experiencia en su nueva película,
a la cual espera aderezar con algo de humor negro, aspirando
a sacar la risa del público en ciertos pasajes.
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Liu Fang, director de la película
Me gusta Tian'anmen |
Liu Fanggan, quien está preparando de Me gusta Tian´anmen
de Beijing, expresó francamente su meta: hacer más
interesante y exitosa la historia.
Me gusta Tian´anmen es una famosa canción que se
popularizó en
la época de la revolución cultural (1966-1976). Tal vez
el mero título logre atraer a gran cantidad de espectadores,
aunque la historia de la película es simple: Un obrero
que vive en un poblado lejano anhela el amor de una chica,
pero su vida está pasando por una situación desesperada.
Así, hasta que opta por huir de la realidad y realizar
el deseo de su padre— ir a la plaza Tian´anmen y tomarse
una foto antes de regresar al terruño natal.
Hasta la fecha, unos 30 jóvenes directores han participado
en el proyecto del “nuevo cine,” incluidos doctores recién
regresados después de estudios en el extranjero, además
de excelentes graduados del Instituto Cinematográfico
de Beijing, el Instituto Central de Teatro y otras entidades
docentes relacionadas, así como aficionados al cine sin
estudios profesionales. Todos
conocen el mercado del séptimo arte y han sabido
beber en las fuentes de Hollywood, a la vez que asumen
los presupuestos artísticos del cine europeo.