FEBRERO 2004


¿Es la bicicleta la gran culpable?

Los equilibristas del manubrio

Veinte años atrás, cuando el transporte público no estaba muy desarrollado, la bicicleta era el medio de transporte para la mayoría de los chinos. Ahora, sin embargo, el desarrollo económico y la ampliación de la zona urbana han traído aparejada una notable mejora de las instalaciones infraestructurales del transporte público, lo que además se traduce en un mayor diapasón de opciones para el público. En Beijing, Shanghai y otras grandes ciudades, se puede ir en bicicleta, tomar autobuses públicos, el metro y el tren de riel ligero, así como conducir coches privados. Sin embargo, la gente no abandona su bicicleta a pesar del rápido desarrollo del transporte público en las ciudades, porque este medio de transporte sigue teniendo evidentes ventajas: No cuesta mucho adquirirlo y nos permite librarnos de las aglomeraciones que en horas pico mantienen a los automóviles sujetos a una marcha de tortuga. Además, es beneficioso para la salud, no necesita combustible y no contamina el ambiente. La bicicleta es un medio de transporte favorable al medio ambiente, irremplazable para la mayoría de la gente en momentos en que crece la conciencia sobre la necesidad de proteger el entorno.

Sin embargo, el uso de la bicicleta también entraña riesgos. En el invierno de 2003 ocurrió un grave accidente de tráfico en un cruce de la avenida Chang’an. Una mujer que manejaba una bicicleta cruzó cuando el semáforo estaba en roja, y fue atropellada por un sedán que circulaba normalmente. La ciclista murió al instante.

Según el departamento de control del tráfico de Beijing, cada año ocurren 30.000 accidentes de bicicletas en la capital, con una secuela de varios miles de muertos y lesionados. En los accidentes que involucran bicicletas y vehículos motorizados, hay una gran proporción de violación de las reglas del tráfico por parte de los ciclistas, quienes, como era de suponer, llevaron la peor parte en cuanto a lesiones físicas.

Todos los accidentes tienen que ver con la disputa por el camino entre las bicicletas y los coches. En China, las carreteras son compartidas generalmente por vehículos motorizados, medios no motorizados y peajes. Este tipo de sistema ha agudizado los conflictos entre estos sujetos. Además, las bicicletas, que constituyen la mayoría, afectan en gran medida el desplazamiento de otros medios de transporte, disminuyendo de esta manera la eficiencia del transporte urbano en su conjunto. Según estadísticas, la velocidad de los coches en horas pico es de sólo 16 kilómetros por hora en las grandes ciudades como Beijing y Shanghai.

Es obvio que la gran cantidad de bicicletas ha ejercido una influencia negativa sobre el tráfico urbano. Las estadísticas revelan que la bicicleta sigue siendo el principal medio de transporte de la mayoría de los habitantes urbanos, y que representan del 40 al 70 por ciento del total de los medios de transporte. Esto evidencia una proporción excesiva de los ciclos en la estructura del tráfico urbano.

Un chofer apellidado Wang se quejó en los siguientes términos: “Son muchos los ciclistas que se llevan la luz roja, transportan personas, van en sentido contrario o doblan de improviso. Por ello nos vemos obligados a conducir el auto con sumo cuidado y no acercarnos demasiado a las bicicletas. Al doblar, debemos dejar un espacio suficiente para las bicicletas. Con esta situación, no hay manera de acelerar”.

Wang Wei, campeón de la bici trepadora

No obstante, los ciclistas se quejan a su vez de los conductores, diciendo que les roban el espacio. Cada día hay más espacios designados como carriles para los vehículos motorizados, con el fin de aprovechar al máximo los caminos existentes. En las horas pico, algunos choferes invaden las pistas de las bicicletas, las cuales, como consecuencia, se ven forzadas a subir a la acera.

No es difícil imaginar cuantos peligros y tragedias potenciales encierra esta disputa por el derecho de vía. En atención a esta coyuntura, Shanghai planea restringir la entrada de las bicicletas en carreteras troncales urbanas en 2004, con el fin de eliminar la congestión derivada del brusco aumento en la cifra de coches privados. Al mismo tiempo, se intensificarán las multas por violación de las reglas del tráfico.

Algunos especialistas proponen estimular a quienes deban recorrer más de 10 kilómetros a usar medios de transporte públicos, para elevar al máximo la eficiencia en el uso de los caminos.

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