DICIEMBRE
2004


El encanto de Chaozhou

Por nuestro reportero Zhang Hong

 

CHAOZHOU, situada en el este de la provincia de Guangdong, es una ciudad histórica y cultural, famosa por su dialecto, el arte culinario, el té de kung-fu y la ópera.

En su territorio se ubican más de 700 sitios de interés histórico, entre los cuales se destaca el puente de Guangji, construido en la dinastía Song del Sur (1127-1279), el cual, junto a los de Zhaozhou, Luoyang y Lugou, conforma los cuatro puentes más antiguos de China. El Templo Kaiyuan, un centro budista en el este de Guangdong, se considera exponente por excelencia de lo mejor de la arquitectura de varias dinastías, mientras que el Templo Huang Kong sobresale por sus preciosas tallas de madera de la dinastía de Qing (1644-1911).  También se conserva en Chaozhou un horno original que reproduce a escala el complejo de producción y exquisita artesanía de la cerámica antigua de esa localidad. A todo esto se suman los famosos bordados y las esculturas en maderas típicas de la ciudad.

El té de Kung-fu

El té de Kung-fu de Chaozhou es parte integral de la vida diaria de los lugareños, y se sirve siguiendo un viejo ritual legado a través de varios siglos. Para su preparación, lo ideal es recoger el rocío de la planta sombreada; también se pueden utilizar el agua de los manantiales montañosos o del río Hanjiang. El disfrute del té Kung-fu es considerado una experiencia de alto valor estético, para lo cual se procura disponer de un ambiente elegante y de buen gusto.

El servicio de té es crucial. La tetera y las tazas son pequeñas. La primera se hace de zisha,  o arcilla roja, y las segundas con porcelana blanca producida en Chaozhou. El servicio de té original, que estaba compuesto por 28 piezas, ha sido simplificado a apenas cuatro o cinco.

Hay diez pasos para servir el té tradicional de kung-fu, el último de los cuales es la observación cercana del color y el aroma. El número de tazas es siempre de una menos que la cantidad de bebedores sentados a la mesa de té, con el fin de propiciar la oportunidad de que los más jóvenes cedan la infusión a los mayores, o los anfitriones a sus huéspedes, en una señal de respeto y deferencia que insufla la ceremonia de un ambiente armonioso.

Zeng Chunan, vice presidente de la Sociedad Han Yu (768-824, influyente poeta y escritor de la dinastía Tang), define que el beber el té del kung-fu es una experiencia que se asienta sobre los pilares de “la amabilidad, la cortesía, la perfección y el disfrute”. Una combinación de amabilidad y cortesía constituyen virtud intrínseca del té de kung-fu, la perfección es su esencia, y el disfrute su alma misma. 

El arte culinario

La cocina de Chaozhou abarca una gran variedad de ingredientes, sobrepasando en ese sentido a otras regiones, y entre los cuales se pueden mencionar diversos productos acuáticos, la patata dulce, el taro, la calabaza, y el gingko. 

Los mariscos son probablemente el componente más delicioso de esta cocina. A diferencia de los platos de pescado servidos en la costa norteña de China, que preservan el sabor original con métodos de preparación simples, los mariscos de Chaozhou son cocinados con hierbas y especias que les dan un gusto delicioso, ocultando el olor característico del pescado. Un plato particularmente complejo es el llamado “El inmortal indicando el camino”. Para su confección se abren los brotes de haba y se rellenan con la masa de aletas de tiburón.

Hay 50 platos de Chaozhou hechos de aceitunas. El más representativo de la cocina local es el “dingbian”, que se prepara con  goma de arroz deshidratada. De bautizarlo se encargó Li Zicheng (1606-1645), líder de los últimos rebeldes de la dinastía Ming (1368-1644).  Este plato parte de la viscosa de arroz preservada durante al menos tres años. La misma se vierte en una cacerola de agua hervida, y, al formarse una costra, ésta se cuece al vapor y se seca. Luego, se hace sopa de “dingbian” con setas doradas en forma de agujas, ostras, hongos orejas de madera y pescado.  Es un plato delicioso y aromático.

Las albóndigas de vaca de Chaozhou son muy famosas en toda China. Estas bolas, simples al parecer, son difíciles de elaborar. Se usa la carne de vaca fresca batida con barras del hierro por espacio de una hora antes de dar forma a las albóndigas.

El Templo Kaiyuan

En 738, el emperador Xuanzong de la dinastía Tang construyó diez templos en las grandes prefecturas de China y puso el nombre de su reinado al Templo Kaiyuan de Chaozhou. A diferencia de otros templos famosos del país, que fueron construidos al lado de las montañas y los ríos, el Kaiyuan se encuentra en una zona urbana bien concurrida.

Chaozhou y Shantou atraen a gran número de peregrinos budistas de la provincia de Guangdong. Al Templo Kaiyuan, centro budista de la región, acuden peregrinos budistas de todo el país. 

La Sala del Rey Divino, la principal construcción del templo, es una pieza que recoge lo mejor de la arquitectura en madera de aquel entonces, y la misma se construyó sin usar un solo clavo. Todas las piezas de madera están machihembradas y encajan perfectamente.

El Todai (Gran Templo del Este) en Japón tiene la estructura de madera más grande en el mundo. Según Lu Bingjie, profesor del departamento de arquitectura de la Universidad de Tongji, en  Shanghai, la disposición de la construcción nipona está basada en el pabellón del Rey Divino del Templo de Kaiyuan.

Lo más valioso entre los artefactos del Templo de Kaiyuan es la Avatamsaka Sutra de 80 tomos, escrita por el antiguo abad Zhicheng. Para terminar dicha obra, el autor permaneció tres años en  confinamiento autoimpuesto, y escribió el sutra con la sangre que sacaba con un objeto agudo de su propia lengua.

Cada verano, los monjes del templo ventilan la Tripitakata de 7,240 tomos, traída desde Beijing al templo en 1765. La misma fue otorgada como recompensa al abad Jinghui, quien a los 80 años de edad hizo un viaje a la capital desafiando todo tipo de peligros y reveses. El emperador Qianlong, conmovido por su gran virtud y lealtad, bajó del trono y puso su mano en el hombro derecho del gran maestro, diciéndole: “Le concederé una colección de mi propiedad”. El Tripitaka es una colección completa de sutras budistas, considerada la mayor del mundo en su tipo. En su momento descolló como uno de los principales 100 grabados e impresos en madera, que sólo se concedía a los templos famosos.

En 1325, un meteorito cayó en Chaozhou. Un laborioso artesano se dio a la tarea  de tallar sobre él, convirtiéndolo en un incensario  de 475 kg de peso, que luego se colocó en el templo de Kaiyuan. Allí ha permanecido por 600 años. Hoy se conserva en buenas condiciones.

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