DICIEMBRE
2004


China promueve su inversión en el exterior

Por LAN XINZHEN

EL 19 de julio, los Ministerios de Comercio y de Relaciones Exteriores de China publicaron conjuntamente el Catálogo de Países y Ramas Industriales Recomendables para las Inversiones Chinas en el Exterior. En dicho documento se incluyen 67 países y regiones recomendados por el Gobierno como destino para las inversiones de las empresas nacionales chinas.

Esta ha sido la primera vez en que China ofrece orientación general a sus compañías nacionales sobre actividades de inversión. Según lo que informan los funcionarios del Ministerio de Comercio, hasta el momento, cerca de siete mil compañías chinas han colocado capital en más de 160 países y regiones.

Según Zhang Zhuoyuan, profesor del Instituto de Investigaciones Económicas de la Academia de Ciencias Sociales de China, el lanzamiento del catálogo beneficiará una mayor participación de las empresas chinas en la cooperación internacional, el uso más razonable y rentable de los capitales, a la vez que evita las inversiones a ciegas y la competencia entre sí.

Entusiasmo empresarial chino por la inversión en el exterior

De ser uno de los principales receptores mundiales de inversión  foránea, China se está convirtiendo gradualmente en exportadora de capitales. En los últimos dos años, se ha producido una verdadera fiebre nacional por colocar capitales en otras latitudes, en la medida en que  grupos empresariales de reconocida fama como Haier, Gree y Xoceco han establecido bases de producción y centros de fomento en el exterior.

De acuerdo con las estadísticas de la Organización de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo, UNCTAD, las inversiones directas  provenientes de China sobrepasaron los 35 mil millones de dólares en 2003. En sus investigaciones realizadas entre las principales instituciones promotoras de la inversión, la UNCTAD descubrió que en la relación de cinco mayores países inversores, China rebasó por primera vez a Japón y ocupó el cuarto lugar, después de EE.UU., Reino Unido y Francia.

“Para la mayor parte de los países en desarrollo, China puede ser el segundo mayor país inversor después de EE.UU..” agregó el doctor Zhan Xiaoning, responsable de la Oficina de Coordinación de Inversión Internacional de UNCTAD.

Las cifras del Ministerio de Comercio de China muestran que en 2003 se registraron en sus archivos 510 empresas dirigidas a ultramar, con  capital chino y de tipo no financiero, en las que el volumen acordado de inversiones chinas equivale a 2.087 millones de dólares, lo que supone incrementos respectivos de 50% y 110%, en comparación con el año 2002.

Las primeras inversiones chinas en el extranjero datan del año 1979, cuando la aplicación de la política de reforma y apertura hacia exterior apenas ensayaba sus primeros balbuceos en China. En noviembre de dicho año la primera empresa de este género se estableció en Tokio, entre la Corporación de Servicios Comerciales de la Amistad de Beijing y una sociedad japonesa.

En 2003, el Gobierno chino formuló políticas favorecedoras de la inversión en el exterior. Al mismo tiempo, el Ministerio de Comercio y la Administración de Divisas Extranjeras adoptaron una serie de medidas, entre ellas simplificar los trámites de análisis y autorización de proyectos, sobre todo en los terrenos del comercio y la manufactura, así como responsabilizar a las autoridades locales con los proyectos de capital chino por cifras inferiores a los 3 millones de dólares, etc..

Según Wu Xilin, subdirector del departamento de cooperación económica del Ministerio de Comercio, la política se aplica con el fin de promover las inversiones empresariales chinas en ultramar. Hasta el momento, más de diez países toman a China como su mayor inversor extranjero. Japón, Gran Bretaña, Singapur, Suecia y otros, ya han fundado instituciones de fomento para atraer fondos de China.

Las inversiones chinas cubren casi todas las ramas industriales, especialmente las concentradas en el servicio comercial, el procesamiento industrial, la explotación de productos agrícolas y de recursos naturales.

El 20 de julio, el Ministerio de Comercio abrió una plataforma informativa en su portal electrónico, en el cual ofrece datos relacionados principalmente con las empresas chinas interesadas en invertir, e incluye los proyectos extranjeros y las instituciones intermediarias.

“Todo apunta a que en un futuro no muy lejano se producirá una nueva fiebre de inversión en el extranjero” pronostica el doctor Zhan Xiaoning.

Halagüeña perspectiva

Zhao Chunming, profesor del Instituto de Economía de la Universidad Pedagógica de Beijing, reconoció el rápido desarrollo que en los últimos años se ha producido a la sombra del actual apogeo inversionista, pero llamó la atención sobre algunos problemas que afectan la actividad de modo general. “Sobre todo la reducida cuantía de las inversiones directas” agregó.

Además, por tradición, las empresas chinas solían optar por proyectos de producción básica para hacer su inversión, en lugar de decidirse por empresas que enfatizaban la tecnología punta. Esto les deja a merced de la competencia de otros países en desarrollo, coartando perspectivas más promisorias.

En comparación con las corporaciones transnacionales, acostumbradas a operar según su propia estrategia global, las empresas chinas, que encaran el obstáculo de su pequeña magnitud y la escasez de una red mundial, se encuentran en un estado de inferioridad en la competencia internacional, e incluso corren riesgos políticos y financieros a consecuencia del negativo ambiente inversionista de algunos países en desarrollo.

Para resolver los problemas arriba mencionados, el Gobierno chino formuló políticas preferenciales relativas a la difusión del capital, la garantía bancaria y otros terrenos. Por ejemplo, fomentó préstamos a intereses bajos para las empresas productivas con mucha inversión en el exterior, el apoyo financiero gubernamental a los proyectos de ayuda al extranjero, así como la importación priorizada de los productos de empresas con capital chino.

Entre las empresas chinas con inversiones en el exterior, el 46,8% del total se concentra en Hong Kong y Macao y 13,7% en América del Norte, lo que indica un desequilibrio en los países y regiones en vías de desarrollo.

El volumen de las inversiones chinas en el exterior supone sólo un 0.15% del monto total de inversión directa en el mundo. Según las estadísticas, la proporción entre la absorción de capitales extranjeros y la inversión en el exterior de los países desarrollados, en desarrollo y China es, respectivamente, de 1:1.14, 1:0.13 y 1:0.09. Todo esto indica que las inversiones directas de China se encuentran todavía en su periodo inicial.

“En los últimos diez años, la velocidad de crecimiento promedio de las inversiones chinas en el extranjero se mantuvieron en 76,8%. Todo eso beneficiará el crecimiento de la influencia de las empresas chinas.” confirmó el profesor Zhao Chunming.

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