Vivencias
de
una
latinoamericana en China
Por
MARGARITA GUEVARA CUEVA
LA primera impresión cuando llegué a la República
Popular fue su arquitectura, edificaciones que se levantan
poderosamente y orgullosamente para los chinos, no por ello
se deja de conservar la típica arquitectura tradicional
china que es otro de los grandes atractivos turísticos que
atrae a multitudes de todas partes del planeta.
Mi lugar de residencia
fue al sur oeste de China, específicamente en Hangzhou en
la provincia de Zhejiang, ciudad turística por excelencia
con un agradable clima húmedo tropical y con 6.079.600 de habitantes. Las
actividades culturales predominan en esta ciudad.
El enfrentarme con
el idioma chino fue la más dura experiencia, la incapacidad
para comunicarme hizo que me dedicara a tiempo completo
al estudio, después de seis meses recién empecé a hablar
y a reconocer los caracteres. Fue un reto muy grande.
La China es un mundo aparte comparado con el de occidente,
su idioma, su alimentación, sus costumbres, su educación,
sus hábitos, su forma de vida, etc. En lo personal de principio
adaptarme a esta nueva forma de vida fue muy difícil. Entre
los aspectos interesantes de vivir en Hangzhou fue conocer
de cerca gente de todas nacionalidades y hacer amistad e
intercambiar ideas y comentar acerca de nuestros países.
Luego de estudiar idioma chino en Zhejiang Daxue (Universidad
de Zhejiang) el segundo año pasé a estudiar Pintura Tradicional
China, Flores y Pájaros “Zhongguo hua huaniao” en la Zhongguo
Meishu Xueyuan (Academia Nacional de Finas Artes de China),
aquí conocí de cerca a los grandes maestros de la pintura
china, aprendí sus técnicas y su filosofía de la pintura
tradicional, como también su calidad artística y humana
del chino.
Vivir en China fue un reto que me propuse y lo logré. Considero
que esta oportunidad de viajar y estudiar que me brindó
el gobierno chino a través de una beca, fue lo mejor que
me pudo pasar tanto a nivel profesional como humano.
Margarita Guevara Cueva, ecuatoriana
estudia Artes Visuales y se gradúa con los máximos honores
en la Universidad de San Francisco de Quito, obtiene una
beca que la lleva por casi tres años a China a aprender
el idioma, la caligrafía y la técnica de la Pintura Tradicional
China, Flores y Pájaros “Zhongguo hua huaniao” en la Zhongguo
Meishu Xueyuan (Academia Nacional de Finas Artes de China).
 
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