Orígenes chinos
del calendario azteca
Por SONG BAOZHONG y WANG DAYOU
El 12 de octubre de 1492, Cristóbal Colón
llegó finalmente a la isla de Guanahaní, hoy
día parte del archipiélago de las Bahamas.
Comenzó así la expedición de los hombres
civilizados contra los salvajes. Como
consecuencia, se produjo el choque de las civilizaciones
europea e indoamericana, el cual quedó teñido
de sangre y acompañado de la imposición de
una cultura sobre otra con la espada y la cruz. Para los
indios americanos esto significó el genocidio y la
aniquilación de su civilización. Relacionadas
con este tema, y con el paso del tiempo, han ido ganando
fuerza dos preguntas: ¿De dónde llegaron los
indios americanos? ¿Fue el desarrollo alcanzado por
su civilización totalmente autónomo, o estuvo
vinculado a las civilizaciones en otros continentes?
Hay muchos estudiosos que se mantienen al tanto del asunto
en diversos países. Mi amigo Wang Daoyou y yo hemos
dedicado más de una década a esta investigación.
Desde diferentes ángulos y conceptos de la antropología
cultural y física, hemos detectado lo que nos parecen
múltiples relaciones entre la antigua China y la
América precolombina. Tras analizar la astronomía,
la matemática, la música, la medicina, la
energía y los sistemas de predicción, nos
parece hallar la huella cultural de nuestro país
entre la cultura indígena americana, y si comparamos
la sociedad previa a la conquista europea en esas tierras,
tratando de buscar en ella puntos de contacto con el taiji*,
liangyi, sixiang y bagua (ocho trigramas), así como
el wuxing**, concluimos que en apariencia las culturas china
e indoamericana comparten ciertas raíces. El presente
artículo trata de analizar el calendario azteca,
rareza cultural de la América precortesiana, para
exponer los orígenes de la piedra del sol y las antiguas
relaciones entre China y América.
*Taiji(??): El Libro de los cambios(??) dice: el cambio
se caracteriza por el taiji (ser supremo), y éste
produce el liangyi(??)(dos extremos, o yin y yang) , y el
liangyi da origen al sixiang(??)(cuatro elementos: metal,
madera, agua y fuego; o la preponderancia del yang, la preponderancia
del yin, la deficiencia del yang y la deficiencia del yin)
y el sixiang produce los ocho trigramas(??bagua).
**Wuxing (??): se refiere a metal(?), madera???, agua (?),
fuego (?)y tierra(?). Los antiguos pensadores de China deseaban
exponer mediante estos cinco elementos el origen de todos
los objetos del mundo, los doctores de la medicina tradicional,
toda clase de fenómenos existentes en la fisiopatología,
y los magos, el destino de la gente.
TESORO CULTURAL DE AMERICA. Desenterrado el 13 de agosto
de 1970, el mismo día en que, en 1521, los colonialistas
españoles tomaron la Ciudad de México, el
calendario azteca, piedra del sol (lámina 1) es un
tesoro que por fortuna se ha conservado hasta hoy, y que
se expone al público en el Museo Nacional de Antropología
e Historia de Chapultepec. El calendario es una laja cuadrangular
de 3,77 m por cada lado, con un peso total de 24 toneladas.
Es un disco esculpido de 3,58 m de diámetro y 73
cm de espesor, tallado en bajorrelieve profundo por los
artistas mexicanos sin instrumentos de hierro, en el siglo
XIV o XV. La obra, aunque primitiva, es exquisita y constituye
un resumen científico de la astronomía e historia
de varios milenios, un armonioso tratamiento de figuras
equilibradas y simétricas, un exacto cálculo
de matemática y geometría, una precisa combinación
del movimiento del cuerpo celeste y las leyendas indígenas;
también constituye cumbre de las obras culturales
exitosas de la América precolombina.
El disco central, o círculo primero, de la piedra
tiene la figura del Sol o Tonatiuh (lámina 2). Sus
rasgos característicos son los siguientes: la corona
festiva con jades preciosos, la narguera, los ojos oblicuos
u ovalados, la boca rectangular, los cabellos lacios, las
orejas con pendientes, el rostro lleno de arrugas, el símbolo
de edad entrecana, y la lengua hacia fuera, símbolo
del grupo étnico.
Lámina 1 Foto de Song Baozhong
Lámina 2 álbum del misterio de las mayas,
antigua civilización de México
El círculo segundo posee las cuatro aspas del hollín,
formado por cuatro cuadretes que representan las épocas
cosmogónicas, o cuatro Soles desaparecidos: los Soles
del tigre, del viento, del fuego y del agua en dirección
inversa a las manecillas del reloj. A ambos lados del quinto
sol se encuentran las garras del águila aprisionando
un corazón humano, como símbolo de los sacrificios
ofrecidos a Tonatiuh. Los cinco soles constituyen el corazón
del cielo u ombligo del cielo. El artículo
se propone demostrar que los cinco soles no son sólo
cinco elementos, sino que su estructura constituye la base
de la concepción del tiempo-espacio y de la estructura
informativa universal, punto muy importante en nuestro artículo.
El tercer anillo se divide en 20 partes iguales y cada
una de ellas corresponde a los nombres de los días
del mes del calendario azteca. Los siguientes días
transcurren en sentido contrario a las manecillas del reloj:
Día Náhuatl Significado
1 Cipactli Cocodrilo
2 Ehecatl Viento
3 Calli Casa
4 Cuetzpallin Lagartija
5 Coatl Culebra
6 Miquiztli Muerte
7 Mazati Venado
8 Tochtli Conejo
9 Atl Agua
10 Itzcuintli Perro
11 Ozomatli Mono
12 Malinalli Hierba
13 Acatl Caña
14 Ocelotl Jaguar
15 Cuauhtli Águila
16 Cozcacuauhtli Zopilote
17 Ollin Terremoto
18 Tecpatl Pedernal
19 Quiahuitl Lluvia
20 Xochitl Flor
El círculo de los quincuences. Un quincuence en
el rectángulo representa una semana. Hay cuatro grupos
de 10 elementos y otros de tres elementos bajo cada cuerda
o casilla, totalizando 260 días del año sagrado.
Dicho de otra manera, 5 x ( 40 + 12 ) = 260.
El quinto anillo es el de los rayos solares, cuatro rayos
grandes y pequeños. Muchos de los libros que abordan
la piedra no explican que significa este elemento. En nuestra
opinión, representan cuatro estaciones y ocho temporadas,
que son: primavera, verano, otoño e invierno, así
como comienzo y equinoccio de primavera, comienzo y solsticio
de estío, comienzo y equinoccio de otoño y
comienzo y solsticio de invierno. Además es un modelo
de espacio--tiempo y estructura informativa universal que
remeda a los ocho trigramas de China.
El círculo sexto y séptimo son los dedicados
al sacrificio, divididos en 16 grupos de cuatro elementos,
y de la aceptación del sacrificio con cinco perforaciones
y puntas de plumas preciosas.
En el octavo anillo se observa el cuerpo de dos serpientes
de fuego con escamas, Xiuhcóatl, formada por trece
segmentos. Por las bocas asoman rostros, Quetzalcóatl,
que personifica al Sol, y Tezcatlipoca, la noche. Quetzalcóatl
y Tezcatlipoca representan de hecho la crema de papá
y mamá, según la clasificación azteca,
mientras son lo masculino y femenino según la de
los chinos. En medio de las colas, una placa con el glifo
de 13 cañas, representa la fecha de la consagración
de la piedra del Sol, el año de 1479 de nuestra era,
o el momento de la aparición del quinto Sol.
En el noveno círculo se encuentran 158 pequeños
anillos, rayos solares y el signo del planeta Venus, simbolizando
las estrellas y constelaciones en movimiento, los rayos
solares y un firmamento ilimitado.
Además, en la parte exterior del disco se ven ciertos
agujeros o puntos que nos parece residuos de dos o tres
constelaciones. Sin embargo, no se puede descartar la posibilidad
de que mediante estos puntos se midiera la sombra solar
para definir las cuatro estaciones y las ocho temporadas
del año.
LA PIEDRA DEL SOL A LOS OJOS DE UN INVESTIGADOR DEL LIBRO
DE LOS CAMBIOS. Durante mi estudio en 1993 en la Escuela
Nacional de Antropología e Historia en la Ciudad
de México, tuve el placer de conocer de manera casual
al doctor Gao Qimin, investigador del Libro de los cambios
y profesor de la Universidad de Medicina Tradicional China
de Beijing. En su casa de Iztapalapa, México D.F.,
me contó algo muy interesante sobre el calendario
azteca. Aunque han pasado varios años, no dejo de
pensar una y otra vez sobre lo contado.
El profesor Gao Qimin me dijo que después de regresar
a China, en 1988, llevó un minicalendario azteca
desenterrado para consultar a su maestro del Libro de los
cambios. Aunque éste nunca había estado en
México, le explicó que según Las veinticuatro
historias ( Ershisi shi o ? ? ? ? ), un lúcido monje
de la dinastía Liang (siglo V) fue a México,
llamado entonces Fusangguo (???país de
Fusang). La piedra del sol tenía el nombre original
de Chenghua biao (???estela del
cálculo del tiempo), tesoro estatal y símbolo
de la guarnición y prosperidad estatal. El reino
se fundó en el siglo II antes de nuestra era y experimentó
su decadencia en el siglo VI, pasando por una etapa 800
años de sucesos negativos. Después del año
327, cuando se coronó a un joven rey, el país
entró en una época de desgracias, experimentando
una sequía tras otra. Las cosechas eran pobres y
apenas se reproducía el ganado. El pueblo no tenía
modo de garantizar la subsistencia. El rey, los ministros
y sacerdotes invocaban día y noche a las deidades
para que les bendijeran. La reina misma asumió responsabilidades
estatales, a pesar de su naturaleza enfermiza. Un día
en que se hallaba sumida en la modorra en su habitación,
sin apenas atinar a nada, vio llenarse el dormitorio imperial
de resplandecientes rayos solares y volutas de humo aromático
de incienso, que salían de los cuatro rincones. Súbitamente,
del cielo cayó algo semejante a una pelota, en cuya
superficie se destacaban hermosos y armoniosos motivos y
un enérgico dragón que arrojaba y tragaba
nubes rosadas. La reina, que también se caracterizaba
por su inteligencia, se desperezó al momento y de
un salto abandonó el lecho, tras lo cual cogió
un pincel y dibujó a toda prisa lo visto. Al terminar
el dibujo, trató de acercarse más para ver
con mayor claridad el prodigio. Tal como llegaron, los rayos
solares se alzaron desde la tierra, y el derroche de colores
y la pelota desaparecieron. Cuando poco después el
rey regresó, la reina se apresuró a contarle
lo sucedido, mostrándole el dibujo. Con una mezcla
de sorpresa y alegría, el rey levantó la vista
al cielo y gritó: Bendito sea el dios que nos
ha concedido esta preciosidad! De inmediato ordenó
mediante decreto imperial que los artífices del reino
fundieran 821 medallas de bronce del tipo Chenghua
biao, y luego de hacerlas, destruyeran los moldes,
para así expresar el respeto a las deidades.
El profesor Gao cuenta que apenas se fundieron las medallas,
el rey reunió a los ministros y sacerdotes y celebró
una ceremonia para galardonar con ellas a los mejores funcionarios.
Radiantes de felicidad, los premiados lucían en su
pecho la medalla dorada, atada con una cinta roja. El rey
les dijo que la Chenghua biao es la maravilla
otorgada por Dios. Ha sido fundida por voluntad del Cielo.
Es un prodigio de felicidad, de la protección estatal,
de la rectificación de las acciones y del rechazo
a los males. Y añadió: Debemos cuidarla
y protegerla como a nuestra propia vida. Desde entonces,
los asuntos estatales se atendieron de acuerdo al cálculo
de la estela del tiempo. El país se vio beneficiado
por vientos propicios y lluvias oportunas. Se obtuvieron
buenas cosechas y prosperó la ganadería de
manera continuada. La paz reinó en el reino y el
pueblo vivió feliz. El país de Fusang, rico
y poderoso, se convirtió en aquel tiempo en un centro
político y cultural de América.
Song Baozhong, también conocido como Yaosong, es
profesor asociado del semanario Beijing Informa;
Wang Daoyou, también llamado Shaohua, es redactor
de la Casa Editorial Huaxia.
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