Pueblos de pintores
Por ZHANG HUA
 |
En las afueras de Beijing existen
muchos pueblos de pintores. Este es uno de los ubicados
en los suburbios orientales de la urbe |
Los pueblos de pintores de China aparecen en la década
de los 90 del siglo pasado, durante un período caracterizado
por el rápido crecimiento de la economía.
Generalmente, el desarrollo económico suele impulsar
el desarrollo del arte. Y de este modo surgieron muchos
pintores talentosos, cuya obra quedó marcada en diversos
grados por la influencia occidental. Estos artistas se retiraron
a las afueras de la ciudad, donde compraron o construyeron
grandes casas-talleres para vivir y crear rodeados de tranquilidad.
Poco a poco, en un ambiente de mutuo entendimiento y respeto
al arte, fue naciendo un pueblo de pintores.
--Redacción
Es un patio común y corriente con trazas campesinas,
donde se agrupan 14 casas de ladrillos rojos, y de cuyas
paredes cuelgan herramientas de labranza, ristras de maíz
seco, un gran cesto donde se deshidratan albaricoques...
¿les sorprendería saber que se trata de la
casa de un pintor? Pues sí, lo es, y de ello se convencerá
quienquiera que franqueé el umbral de la vivienda.
No importa que al entrar se divise una kang (cama de ladrillo
erigida sobre un horno que sirve de calefactor, y que se
estila en las áreas rurales del norte de China),
o que el techo sea simple, las paredes añoren una
mano de cal y haya otros signos de vida agrícola.
La presencia de varias obras -- fotos en blanco y negro,
pinturas al óleo, caligrafías y un tocón
pintado de caracteres chinos, denuncian que aquí
habita un creador.
Prefiero la vida sencilla
Este pueblo de pintores se levantó siguiendo los
dictados de la moda, pero el inmueble de Lü Xiao'er,
pintor de 31 años, compite en sencillez con el propio
dueño del habitáculo, cuya mirada siempre
queda atrincherada tras unas gafas de armadura negra, vestido
con ropas cuya tela ha sido confeccionada en casa. Cuando
inquiero sobre su llano estilo de vida, hasta las palabras
de su respuesta rebosan sencillez y parquedad: Eso
es lo que quiero. Y debe ser así porque se
siente satisfecho cuando oye los ladridos de los perros
y el murmullo del agua de la fuente, o disfruta contemplando
las verdes montañas entre las cuales serpentea la
Gran Muralla... No hay nada que se le pueda comparar,
añade este pintor que rinde culto a la naturaleza.
Al principio, Lü fundó un pequeño museo
folklórico en el mismo lugar de la actual comunidad
de pintores. En él se exhibían las herramientas
de labranza, instrumentos de piedra desenterrados, así
como cerámicas y pinturas que él mismo coleccionaba,
entre otros. No obstante, casi no había visitantes.
No hubo modo de mantener el abierto el museo, pero tampoco
quiso abandonar la vida del lugar, lo que le hacía
sufrir tremendamente. Sumido en este dilema, vio por casualidad
un libro que trataba sobre una comunidad de pintores en
París, lo que le encendió la chispa del entendimiento:
¿Por qué no fundar un pueblo similar?
Si lo logro, no necesitaré abandonar esta vida,
se dijo.
Con este toque fortuito nació el pueblo de pintores
de Huairou. Para atraer a los artistas y aumentar las filas
de su vecindario, Lü colocó un tronco al lado
de la carretera de Beijing a Huairou. Poco a poco fue ganando
fama el círculo de artistas por su acentuada originalidad,
amén de la tranquilidad y sencillez del lugar. Hasta
el sol de aquí es más bonito que el de la
urbe, dijo alguien, exagerando un tanto la belleza
local. En respuesta Lü afirma: Pintores renombrados
como Zhang Daqian han creado sus obras maestras luego de
recorrer las famosas montañas y ríos. Si un
pintor nunca sale de la ciudad, no podrá plasmar
otra imagen que la de un pequeño burgués urbano.
Para percibir la vida original, considera el artista, hay
que retomar el contacto con lo natural.
Mis principios
Sólo recibo artistas, manifiesta Lü
Xiao'er. Compartimos los mismos afectos. No
es de extrañar entonces que acoja siempre gratis
a los artistas pobres, a quienes brinda alojamiento y comida.
Me complace ayudarlos, dice con toda sinceridad,
porque yo también pasé por momentos
así. Cuando era muy pobre, pocos le tendieron
una mano. Al pintar, usaba ambas caras del papel, para ahorrar
dinero. Ahora que tiene buenos ingresos le regalan papeles
de muy buena calidad. Las relaciones sociales
explica, suelen ser así. No quiero
ver que los pintores jóvenes o pobres sufran lo que
yo sufrí.
 |
Lu Xiao'er Cortesía de
Lu Xiao'er |
Según se divulga la fama de la comunidad así
crece el flujo de artistas que llega a la misma. Entre ellos
hay celebridades como Mo Yan, famoso escritor, cuya novela
Sorgo rojo sirvió de base para el rodaje del filme
homónimo dirigido por Zhang Yimou. Mo Yan, vivía
convencido de que sus creaciones de madurez eran inferiores
a las que concibió en sus años mozos, veinte
años atrás. Pero, explica, me sorprendió
la inspiración mientras dormía en el kang
de Lü Xiao'er, oliendo el aroma de la leña ardiente
y charlando con él, a quien considero un caballero
de los que sólo existían en la antigüedad.
El próximo plan de Lü es establecer otra comunidad
de pintores, pero con una concepción opuesta a la
actual. Para mejorar su diseño, ha recorrido muchos
pueblos con las mismas características. Al fin, se
decidió por establecer uno con un ambiente más
amistoso y un salón de exposiciones artísticas
que facilite los intercambios. Esta noticia corrió
como pólvora entre los pintores, muchos de los cuales
han expresado su deseo de vivir en el nuevo pueblo. Pero,
Lü dejó en claro sus nuevas condiciones: Vivirán
allí sólo 15 pintores; cada uno puede ocupar
sólo hasta 200 metros cuadrados; todos deben recibir
la aprobación de Lu. Si no tiene buena moral,
no lo recibo de ninguna manera, aunque me dé un montón
de dinero, dice con la mayor seriedad del mundo.
Bríos para cambiar el mundo que le rodea
A los ojos de los campesinos locales, Lü es una persona
bastante rara. Fe de ello ha sido su abandono de la vida
urbana y su reubicación en el campo. Es decir, una
actitud contraria a la de la mayoría, yendo contra
la corriente y el gusto común. Lo consideran extravagante
porque además siempre se mete en lo que no
le importa. Regala a los niños pinceles, tinta
y papeles chinos, y les enseña sin cobro alguno pintura
y caligrafía. Les lleva al campo a pintar y pega
las obras de los pequeños sobre las barandas del
puente, lo cual dota al pueblo de una escena especial. Por
si fuera poco, pide a los padres y a los campesinos que
sirvan de modelos para los pintores. Ha sido una manera
de ir involucrando a los lugareños en el arte. El
pueblo también atrae a muchos viajeros, pero Lu no
les recibe sin antes presentarles a los vecinos que se ganan
la vida con la actividad turística y recomendarles
que visiten las casas viejas y los vestigios históricos.
De esta manera ha impulsado el desarrollo turístico
local.
|