DICIEMBRE 2003


Una barrera verde en Mongolia Interior


Por Qiu Jianghong


Desierto de Arxan de Mongolia Interior

La primavera, en teoría, debería de ser la estación del esplendor. Sin embargo, últimamente no goza de tan buena acogida entre los residentes en la ciudad de Beijing, debido a las repetidas tormentas de arena ocurridas en las últimas primaveras. Sólo en la de hace tres años se produjeron ocho grandes tormentas de arena en el norte del país. Cuando llega la tormenta, la ciudad se oscurece casi totalmente y la gente huye despavorida de las zonas expuestas. No resulta extraño entonces ver a los transeúntes acelerados y tapados de arriba a abajo, especialmente a las mujeres con bufandas y pañuelos en la cabeza para protegerse el pelo del polvo y arena.


La buena noticia es que en lo que llevamos de año 2003 se aprecia un considerable aumento de días despejados, y se ve también cierta mejora en la calidad del aire. Por ahora no habido ninguna tormenta de arena. El fenómeno se debe, en gran parte, a las obras de tratamiento del viento y arena en los alrededores de Beijing. En los últimos años, se realizaron en el norte del país algunas obras de construcción ecológica para tratar de fijar bien el suelo y así evitar que se levante tanto la arena. En este sentido se ha incrementado la tasa de la cobertura forestal y se ha mejorado notablemente el medio ambiente.

La venganza de la naturaleza

Selva artificial de las montañas Xing´an mayor

Los especialistas del Buró Estatal de Meteorología saben que la arena que cae en Beijing y Tianjin proviene de las prefecturas de Arxan y Ulanqab Meng, pues cuando las ráfagas de viento pasan por ahí arrastran recogen del suelo el polvo y la arena que luego sobrevuela por los cielos capitalinos haciéndose notar de una manera tan desagradable.
La tendencia de la desertización se debe por una parte a la transformación propia de la tierra, pero, por otra parte, al factor humano, como el exceso de apacentamiento y de los cultivos intensos, que causaron la pérdida de la capa protectora de la tierra y la severa erosión del viento en la pradera.
La venganza de la naturaleza es sorprendente. En la pradera Bashang del norte de Beijing el área desértica se ha duplicado en las últimas décadas. En el desierto de Mu Us, la cantidad de dunas se incrementó en un 47,2 por ciento y la superficie de selva se disminuyó en un 76,4 por ciento desde la segunda mitad de los años 50 al mediano de los años 90 en el siglo pasado.


El lago Yanju de la prefectura de Arxan fue un inmenso mar en el pasado. Ya en los años 60 del siglo XX se veían densas hierbas y lindos ríos. Los lugareños todavía recuerdan la escena de aquel entonces, cuando sólo se oían camellos entrando en la hierba sin que se pudiera ver claramente su figura. Hoy día el lago está seco y la anterior pradera de Arxan es el desierto de Arxan de ahora.

La barrera protectora


Pradera bajo la protección de un "bosque antiviento"

En este verano, nuestro reportero vio en la prefectura de Ulanqab Meng que debido a la aplicación de la prohibición de apacentamiento se habían instalado verjas en muchos lugares para limitar el movimiento del rebaño. Así el estado ecológico de pradera se ha ido recuperando y la tierra desértica está volviendo a su verde natural.
En los lugares carentes de agua tratar la tierra desértica es una difícil obra. Sin embargo, los lugareños tienen buenas ideas: escavar inumerables huecos en la montaña y echar arbustos en ellos cuando están todavía llenos del agua de la lluvia. Así dos años después toda la montaña estará cubierta por el verdor.


En el distrito de Balin, las dunas movedizas han sido cubiertas por una enorme estera de paja, invento de este lugar, formada por piezas de un metro cuadrado. Para fijar las dunas, la estera se hunde un metro dentro de ellas y en cada pieza cuadrangular se ponen matas y arbustos. Con la protección de cuadro el arbusto no será enterrado por la arena movediza.
Las matas bajas se dan bien en la tierra arenosa por sus densas raíces, por eso, la plantación de matas es un buen método de tratar la arena movediza.


Entre los distritos destacados en el trabajo de forestación cabe mencionar el de Aohan, que se sitúa en el sur del desierto Ke´erqin. Hace diez años fue un inmenso disierto, pero ahora se ven fértiles tierras rodeadas por bosques protectores de 500 metros de largo y 400 metros de ancho. En los últimos años se dedicaron en mayor magnitud en el trabajo de forestación. En el 2002 la dirección general de la planificación ambiental de la ONU otorgó al distrito de Aohan un premio de protección ambiental.


El tratamiento de arena y viento de Mongolia Interior fue apoyado no sólo desde dentro del país, sino también por la comunidad internacional. En algunos lugares, unos bosques denominados como "bosque de Beijing", "bosque de Shangdong", "bosque de Corea" y "bosque de Japón" fueron establecidos por los amantes del medio ambiente. Estos bosques artificiales no sólo sirven para impedir el movimiento de arena sino también para defenderse del viento de norte, siendo así como una barrera verde que protege a Beijing.



n