Una barrera verde en Mongolia Interior
Por Qiu Jianghong
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Desierto de Arxan de Mongolia
Interior |
La primavera, en teoría, debería de ser
la estación del esplendor. Sin embargo, últimamente
no goza de tan buena acogida entre los residentes en la
ciudad de Beijing, debido a las repetidas tormentas de
arena ocurridas en las últimas primaveras. Sólo
en la de hace tres años se produjeron ocho grandes
tormentas de arena en el norte del país. Cuando
llega la tormenta, la ciudad se oscurece casi totalmente
y la gente huye despavorida de las zonas expuestas. No
resulta extraño entonces ver a los transeúntes
acelerados y tapados de arriba a abajo, especialmente
a las mujeres con bufandas y pañuelos en la cabeza
para protegerse el pelo del polvo y arena.
La buena noticia es que en lo que llevamos de año
2003 se aprecia un considerable aumento de días
despejados, y se ve también cierta mejora en la
calidad del aire. Por ahora no habido ninguna tormenta
de arena. El fenómeno se debe, en gran parte, a
las obras de tratamiento del viento y arena en los alrededores
de Beijing. En los últimos años, se realizaron
en el norte del país algunas obras de construcción
ecológica para tratar de fijar bien el suelo y
así evitar que se levante tanto la arena. En este
sentido se ha incrementado la tasa de la cobertura forestal
y se ha mejorado notablemente el medio ambiente.
La venganza de la naturaleza
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Selva artificial de las montañas
Xing´an mayor |
Los especialistas del Buró Estatal de Meteorología
saben que la arena que cae en Beijing y Tianjin proviene
de las prefecturas de Arxan y Ulanqab Meng, pues cuando
las ráfagas de viento pasan por ahí arrastran
recogen del suelo el polvo y la arena que luego sobrevuela
por los cielos capitalinos haciéndose notar de
una manera tan desagradable.
La tendencia de la desertización se debe por una
parte a la transformación propia de la tierra,
pero, por otra parte, al factor humano, como el exceso
de apacentamiento y de los cultivos intensos, que causaron
la pérdida de la capa protectora de la tierra y
la severa erosión del viento en la pradera.
La venganza de la naturaleza es sorprendente. En la pradera
Bashang del norte de Beijing el área desértica
se ha duplicado en las últimas décadas.
En el desierto de Mu Us, la cantidad de dunas se incrementó
en un 47,2 por ciento y la superficie de selva se disminuyó
en un 76,4 por ciento desde la segunda mitad de los años
50 al mediano de los años 90 en el siglo pasado.
El lago Yanju de la prefectura de Arxan fue un inmenso
mar en el pasado. Ya en los años 60 del siglo XX
se veían densas hierbas y lindos ríos. Los
lugareños todavía recuerdan la escena de
aquel entonces, cuando sólo se oían camellos
entrando en la hierba sin que se pudiera ver claramente
su figura. Hoy día el lago está seco y la
anterior pradera de Arxan es el desierto de Arxan de ahora.
La barrera protectora
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Pradera bajo la protección
de un "bosque antiviento" |
En este verano, nuestro reportero vio en la prefectura
de Ulanqab Meng que debido a la aplicación de la
prohibición de apacentamiento se habían
instalado verjas en muchos lugares para limitar el movimiento
del rebaño. Así el estado ecológico
de pradera se ha ido recuperando y la tierra desértica
está volviendo a su verde natural.
En los lugares carentes de agua tratar la tierra desértica
es una difícil obra. Sin embargo, los lugareños
tienen buenas ideas: escavar inumerables huecos en la
montaña y echar arbustos en ellos cuando están
todavía llenos del agua de la lluvia. Así
dos años después toda la montaña
estará cubierta por el verdor.
En el distrito de Balin, las dunas movedizas han sido
cubiertas por una enorme estera de paja, invento de este
lugar, formada por piezas de un metro cuadrado. Para fijar
las dunas, la estera se hunde un metro dentro de ellas
y en cada pieza cuadrangular se ponen matas y arbustos.
Con la protección de cuadro el arbusto no será
enterrado por la arena movediza.
Las matas bajas se dan bien en la tierra arenosa por sus
densas raíces, por eso, la plantación de
matas es un buen método de tratar la arena movediza.
Entre los distritos destacados en el trabajo de forestación
cabe mencionar el de Aohan, que se sitúa en el
sur del desierto Ke´erqin. Hace diez años
fue un inmenso disierto, pero ahora se ven fértiles
tierras rodeadas por bosques protectores de 500 metros
de largo y 400 metros de ancho. En los últimos
años se dedicaron en mayor magnitud en el trabajo
de forestación. En el 2002 la dirección
general de la planificación ambiental de la ONU
otorgó al distrito de Aohan un premio de protección
ambiental.
El tratamiento de arena y viento de Mongolia Interior
fue apoyado no sólo desde dentro del país,
sino también por la comunidad internacional. En
algunos lugares, unos bosques denominados como "bosque
de Beijing", "bosque de Shangdong", "bosque
de Corea" y "bosque de Japón" fueron
establecidos por los amantes del medio ambiente. Estos
bosques artificiales no sólo sirven para impedir
el movimiento de arena sino también para defenderse
del viento de norte, siendo así como una barrera
verde que protege a Beijing.