China: modelo de comercio e inversiones
(III)
Tradicionalmente China ha sido el país
más conservador a nivel mundial en el uso de fondos
extranjeros. Así tenemos que desde 1949 hasta 1979,
el monto de préstamos acumulados fue de 1.400 millones
de dólares. El grueso de todos ellos, así
como sus respectivos intereses, fueron cancelados.
En 1978 se implementó, junto con
otras reformas del sector comercial, una estrategia para
la utilización de capital extranjero dirigida a
facilitar y acelerar la modernización, hecho que
significó una pequeña revolución
financiera. Los bancos adquirieron mayor autoridad, se
establecieron nuevas corporaciones inversoras y fideicomisarias,
y en los mercados nacional e internacional se lanzaron
instrumentos de deuda, como bonos y acciones. Al mismo
tiempo, se inició el desarrollo de un mercado de
capitales propio.
La captación de capital extranjero
por parte de China se lleva a cabo principalmente a través
de cuatro canales:
1) Préstamos y créditos internacionales
concedidos por gobiernos e instituciones financieras internacionales;
2) Bonos y acciones del mercado internacional de capitales;
3) Inversiones directas extranjeras a través de
joint ventures y otras formas de cooperación empresarial;
y
4) El superávit del comercio exterior generado
por el volumen creciente de las exportaciones.
En cuanto a los préstamos internacionales,
hasta 1978, año en que se inició la política
de apertura, la posición de China con relación
al endeudamiento externo fue muy conservadora. Pero a
raíz de la apertura al exterior, las autoridades
asumieron una actitud muy dinámica respecto a las
solicitudes a los gobiernos extranjeros. Dichos créditos
pudieron materializarse porque contaban con el respaldo
de las exportaciones y gracias a varios tipos de concesiones
financieras.
 |
Zonas de Desarrollo Económico
en los diversos lugares del país atraer gran
cantidad de empresas extranjeras |
Como también es sabido, las ayudas
extranjeras para la ejecución de proyectos fueron
muy bien recibidas tanto por el país como por los
grupos de presión que actuaban en las Naciones
Unidas, Francia y Japón. A ello hay que añadir
un hecho importante: la incorporación de China
al Fondo Monetario Internacional, el Banco Asiático
de Desarrollo y el Banco Mundial, lo que permitió
una mayor fluidez del capital extranjero.
La captación de préstamos se inició
mediante una serie de actuaciones del Gobierno chino y
de instituciones financieras internacionales. Al principio
se otorgaron préstamos por un valor de 5.000 millones
de dólares. Los japoneses fueron los colaboradores
más destacados, puesto que por medio del Japanese
Overseas Development Fund concedieron créditos
por un monto de 1.700 millones de dólares destinados
al sector energético. Los demás préstamos
fueron otorgados por Dimanarca, Kuwait, Bélgica,
Italia, Suiza, Suecia, Noruega, Gran Bretaña, Francia,
Austria, Canadá, España y Australia.
Estos préstamos fueron otorgados con tipos de interés
y condiciones preferentes. Por ejemplo, el Overseas Economic
Cooperation Fund concedió un préstamo de
462,4 millones con un interés del 3,5 por ciento
y a cancelar en un plazo de 30 años, con una moratoria
de 10 años.
Es importante hacer notar que en aquel entonces el Gobierno
chino necesitaba capitales foráneos para poder
llevar a cabo sus ambiciosos proyectos, que la respuesta
del resto del mundo, materializada en préstamos,
fue muy considerable y que durante los posteriores planes
quinquenales siguieron llegando aportaciones.
A través de las instituciones crediticias internacionales,
las instituciones financieras mundiales siguen otorgando
préstamos blandos a China con tasas de interés
preferenciales. Nuestro país ha recibido préstamos
del Fondo Monetario Internacional, de la U.N. Agricultural
Development Fund y del Banco Mundial. Este último
ha aprobado varias moratorias para préstamos destinados
al sector energético y a estudios de valoración
de campos petrolíferos.
Por lo que respecta al mercado de capitales extranjeros,
el Gobierno chino está más involucrado en
el mercado monetario internacional, como se hizo patente
con el lanzamiento de bonos en los mercados de Tokio y
Hong Kong. Tales créditos han mostrado una evolución
acelerada. En efecto, el Banco de China emitió
sus primeros bonos en el mercado europeo a mediados de
1986 y tanto dicho banco como la CITIC (China International
Trust and Investment Corporation) han investigado el mercado
de capitales de los Estados Unidos.
Entre enero de 1979 y octubre de 1985 las inversiones
directas extranjeras en China totalizaron 14.700 millones
de dólares, mientras que sólo en el 2002
ese tipo de inversiones sumó 314.700 millones de
dólares. Ese fuerte incremento fue posible porque
el país hizo las inversiones más atractivas,
modificó los reglamentos financieros y se facilitaron
una serie de regulaciones. Todo ello aceleró la
participación extranjera en las joint ventures,
las corporaciones para la explotación de petróleo,
el comercio compensatorio y otras formas de cooperación
empresarial.
El Gobierno apoya en cierta medida la repatriación
de fondos. El Banco de China elige a las asociaciones
extranjeras y decide la concesión de préstamos
tras su establecimiento. Dicho banco otorga también
préstamos en divisas a algunas empresas cooperantes
con tipos de interés muy competitivos.
El Banco de China muestra mayor flexibilidad en la concesión
de préstamos a las sucursales locales. Las de algunas
ciudades, como Tianjin y Shanghai, pueden hacer préstamos
de hasta 10 millones de dólares. Asimismo, las
sucursales establecidas en ciudades abiertas al exterior
están autorizadas para examinar y aprobar préstamos
de hasta 5 millones de dólares.
Las enormes reservas de divisas de las que dispone China
constituyen el más tradicional y el mayor foco
de captación de capital para la financiación
de sus importaciones. Las exportaciones superan sustancialmente
a las importaciones, lo que genera un superávit
notable en la balanza del comercio internacional. En el
2002, las reservas de divisas de China ascendían
a 212.000 millones de dólares.
 |
Exhibición realizada
por firmas transnacionales |
La política de apertura al exterior
propició la liberalización del comercio.
Sin embargo, a mediados de la década de 1980, se
registró un déficit comercial de 8.000 millones
de dólares. En dicho periodo, muchas empresas locales
utilizaron divisas para comprar bienes de consumo, como
automóviles, televisores, grabadoras, refrigeradoras
y lavadoras. Si bien es cierto que se obtuvieron inmensas
utilidades, también es verdad que la economía
llegó a una grave situación conocida como
"el problema de las divisas".
Dicha situación provocó una caída
de las reservas nacionales de divisas, caída que
tuvo un fuerte impacto en las instituciones encargadas
de su administración. Ello obligó al Banco
Central de China y al Ministerio de Comercio y Cooperación
Económica con el Exterior (MOFTEC) a adoptar una
serie de medidas y de procedimientos relacionados con
la utilización de las divisas y los préstamos
blandos, que pasaron a destinarse exclusivamente a la
adquisición de tecnología y equipos imprescindibles.
China continuará esforzándose por captar
las divisas que necesita mediante préstamos del
exterior, particularmente del Banco Mundial, o mediante
alguna combinación de préstamos de gobiernos
extranjeros y préstamos comerciales para determinados
proyectos específicos en los que se utilicen equipos
de tecnología avanzada y capital occidental.
En cuanto a la banca extranjera, la larga lista de entidades
bancarias foráneas que poseen sucursales en China
lleva a pensar que este país está convirtiéndose
en uno de los líderes financieros mundiales. En
China hay alrededor de 180 oficinas de representación
de instituciones financieras extranjeras, así como
20 sucursales y 100 bancos foráneos de unos 25
países y regiones.
Esta presencia resulta muy llamativa si se compara con
los negocios que se realizan. Actualmente, los bancos
extranjeros todavía se enfrentan con muchas restricciones,
ya que no pueden operar como tales, sino que normalmente
se limitan a actuar en otros mercados de capitales internacionales.
Los bancos foráneos no pueden conceder préstamos
comerciales a las instituciones y empresas chinas, ni
colaborar con las joint ventures en la repatriación
de moneda extranjera.
Los bancos participan en el comercio y lo
apoyan de tres formas:
a) Créditos comerciales;
b) Banca comercial;
c) Servicios de asesoramiento comercial.
Desde 1980, el Banco de China ha firmado
acuerdos generales sobre créditos comerciales con
bancos británicos, franceses, italianos y suecos.
Adicionalmente, dicho banco ha firmado acuerdos específicos
sobre créditos de compra con bancos de los Estados
Unidos, Canadá, Australia, Noruega, Bélgica,
Argentina, Dinamarca y otros muchos países. Además,
ha negociado los créditos proporcionados por el
Banco de Reconstrucción de Alemania y el Ex-Im
Bank de Japón.
Por otra parte, en cumplimiento de acuerdos bilaterales,
el Banco de China, la CITIC y el Ex-Im Bank, a través
de bancos comerciales, han concedido créditos al
comprador a países en vías de desarrollo
con cancelaciones a corto, medio y largo plazo. En 1995,
por ejemplo, el Perú obtuvo del Banco de China
un crédito de 150 millones de dólares a
medio plazo para la adquisición de maquinaria y
equipos
La presencia de la banca comercial en China está
justificada por los préstamos comerciales, que
sobre la base de los estándares monetarios son
concedidos a firmas e instituciones locales por entidades
bancarias que en muchos casos no son simples bancos extranjeros
establecidos en China. Como se ha comentado anteriormente,
tanto las regulaciones actuales como ciertas consideraciones
comerciales dificultan la concesión de préstamos
comerciales a empresas chinas por parte de los bancos
extranjeros. Los préstamos comerciales concedidos
por los bancos foráneos establecidos en China se
limitan estrictamente a sus clientes.
En el 2002, el PIB de China alcanzó los 10,2 billones
de yuanes (1,23 billones de dólares), un 8 por
ciento más que en el año interior. Este
logro se debió al éxito obtenido por uno
de los motores de la economía, las inversiones
fijas, que en dicho año totalizaron 2,6 billones
de yuanes (314.700 millones de dólares). Dicha
cifra convirtió a China por noveno año consecutivo
en el país en vías de desarrollo que captó
mayores inversiones extranjeras directas.
La captación de inversiones foráneas está
dirigida principalmente a proyectos que puedan aumentar
la capacidad exportadora. En tal sentido, las prioridades
de utilización de las inversiones extranjeras pueden
resumirse como sigue:
1) Establecimiento de nuevas empresas. Son
proyectos primarios con capacidad para importar tecnologías
internacionales avanzadas, mejorar los procesos técnicos
de fabricación de nuevos productos e introducir
equipos y materiales necesitados con urgencia. Estos proyectos
incluyen productos mecánicos, electrónicos,
repuestos y productos para el desarrollo de nuevos materiales
de construcción.
2) Renovación de las industrias nacionales. Se
trata de proyectos cuya ejecución exige la importación
de tecnologías avanzadas para el desarrollo de
recursos deficitarios, como petróleo, minerales,
energía, así como de tecnología para
la transformación de las grandes empresas manufactureras.
3) Establecimiento de industrias exportadoras. Con el
fin de diversificar el mercado internacional e incrementar
la captación de divisas, China procura desarrollar
nuevas industrias cuya producción esté destinada,
en parte o totalmente, a la exportación.
Resulta evidente que en China pueden hacerse
muchos tipos de negocios. Vale la pena repetir que las
prioridades de este país son las exportaciones
y la captación de divisas. Éstas se utilizan
para importar la tecnología y los equipos necesarios
para modernizar la industria nacional y garantizar de
esta forma el crecimiento económico del país.
El comercio exterior, a pesar de las reformas, permanece
aún bajo alguna forma de control administrativo
y económico de tipo estatal. Este control se ejerce
a través del Gobierno mediante la supervisión
de las divisas, la concesión de autorizaciones
y licencias a las organizaciones de comercio exterior,
y el establecimiento de controles para los productos de
importación y exportación por medio de cuotas
y la aplicación de los procedimientos aduaneros.
Existen otros tipos de organizaciones muy poderosas encargadas
de los negocios internacionales de fideicomiso e inversiones.
Se han creado macroorganizaciones para coordinar las inversiones
extranjeras y los acuerdos de cooperación, con
el fin de reducir los trámites burocráticos.
Al mismo tiempo, estas grandes organizaciones participan
en el comercio y en las operaciones de negocios diarias
de las joint ventures, a las que ayudan a establecerse.
El papel más importante de dichas organizaciones
en el terreno de las inversiones se concreta a través
de la CITIC, los gobiernos provinciales y municipales,
así como las zonas económicas especiales.
En las zonas de comercio designadas, es frecuente que
las funciones de las organizaciones inversoras y comerciales
de las diferentes ciudades y regiones se superpongan;
pero, al mismo tiempo, cada día están adquiriendo
mayor fuerza en el exterior en la atracción de
inversiones y comercio. En la práctica, dentro
de estas áreas, que incluyen las zonas económicas
especiales y las ciudades abiertas al exterior, las políticas
comerciales e inversoras se han liberalizado totalmente.
.