DICIEMBRE 2003


RELACIONES SINO-LATINOAMERICANAS (II)

El Presidente de Estado Jiang Zemin visita Argentina en el 2001

(continuará)

4. Problemas y dificultades
Las relaciones sino-latinoamericanas han registrado un considerable desarrollo, pero también topan con problemas y dificultades.


1. El problema de Taiwan es un tema muy importante en las relaciones sino-latinoamericanas. Latinoamérica es la región de preponderancia para la "diplomacia pragmática de flexibilidad" propugnada por las autoridades taiwanesas. De los 29 países que mantienen "relaciones diplomáticas" con Taiwan, 14 están en Latinoamérica y el Caribe. La mayoría de ellos son países pequeños y pobres pertenecientes a América Central y el Caribe, cuya población y superficie ocupan un 13 y 5%, respectivamente, del total de la región. Pero esto no resta importancia al problema. Desde mediados de los años 90, estos países constituyen fuerzas básicas de apoyo al plan de retorno a la ONU elaborado por las autoridades taiwanesas. Es más, algunos países centroamericanos son ponentes asociados de propuestas para el retorno de Taiwan a la ONU. Estos países forman una concentración geográfica y, además, están unidos por bloques regionales de integración, circunstancias fácilmente aprovechables por las autoridades taiwanesas. Taiwan está presente en Centroamérica desde hace décadas y su influencia en esta región es considerable. Por lo que respecta a América del Sur, las autoridades de Taiwan intentan recurrir a todo tipo de medios para entablar relaciones oficiales o semioficiales con los países que mantienen relaciones diplomáticas con el Gobiernos chino.


Luego de la representación, el presidente del Conjunt Artístico Infantil del Tíbet ofrece un hada a la anfitriona argentina

El desbaratamiento del complot urdido en Latinoamérica por las autoridades taiwanesas para difundir el principio de "dos Chinas" o de "una China y un Taiwan" constituye una importante tarea para el Gobierno chino. Los países latinoamericanos que mantienen relaciones diplomáticas plenas con China siempre han defendido la posición de una sola China y de que Taiwan es una parte inalienable de China, y se han negado sistemáticamente a entablar relaciones oficiales con las autoridades de Taiwan, actitud que el Gobierno y el pueblo chinos valoran muy positivamente.


Con el propósito de resolver el problema de Taiwan y desarrollar relaciones con los países que todavía no establecen relaciones diplomáticas con China, nuestro país se esfuerza por establecer e intensificar las relaciones y los intercambios con ellos: en 1993, China y la República Dominicana firmaron un acuerdo para establecer oficinas de representación comercial en ambas partes; en 1996, China fundó la Oficina Sino-Panameña de Desarrollo de Comercio en la Ciudad de Panamá; y ese mismo año, China y Haití firmaron un acuerdo para establecer oficinas de representación comercial en ambos países.


2. En el terreno económico y comercial, el volumen del comercio y las inversiones sigue siendo pequeño, puesto que no alcanza ni el 2% del comercio tanto chino como latinoamericano. En comparación con la cooperación política y diplomática, en este ámbito la cooperación se encuentra en una fase relativamente atrasada, pero el potencial y las posibilidades son enormes.


Entre los principales problemas que existen en las relaciones económicas y comerciales figuran los siguientes.


Exhibición Fotográfica de México en Beijing

A. Medidas antidumping contra productos chinos En los últimos 20 años, el comercio sino-latinoamericano se ha desarrollado con bastante rapidez. Sobre todo desde los años 90, las exportaciones chinas a Latinoamérica se han incrementado a un fuerte ritmo. En 1998, la balanza comercial de China registró por primera vez un superávit (unos 2.400 millones de dólares), hecho que suscitó preocupación entre los gobiernos y los empresarios latinoamericanos. A comienzos de la década de 1990, varios países empezaron a aplicar medidas antidumping contra los productos chinos, siendo la más dura el establecimiento de elevados impuestos sobre la importación de los mismos. Por ejemplo, para frenar la entrada de los productos chinos, en 1993 México aplicó impuestos de hasta un 1.105% a más de 4.000 tipos de productos chinos. Desde entonces, la aplicación de tales medidas fue extendiéndose por el resto de Latinoamérica y a México se le fueron uniendo Brasil, Chile, Venezuela, el Perú, Argentina y Ecuador. Los productos más afectados son los tejidos, las prendas de vestir, los electrodomésticos, los artículos de la industria ligera, los productos agrícolas, etc. Las causas que provocaron esta reacción contra losproductos chinos son demasiado complejas como para analizarlas aquí. Pero sí podemos mencionar dos de ellas: en primer lugar, algunos productos tradicionales de China, sobre todo de la industria ligera, entran en fuerte competencia con los productos locales; en segundo lugar, los propios exportadores chinos de dichos productos compiten entre sí en el mercado latinoamericano, provocando una tendencia a reducir los precios de las mercaderías para conseguir una cuota de mercado mayor; la consecuencia inevitable de todo ello es el reforzamiento de la lucha de los países latinoamericanos contra los productos chinos.


B. Conocimiento mutuo y adaptación al entorno local Debido a las diferencias existentes en el sistema económico, los mecanismos del mercado, las leyes y los procedimientos jurídicos, así como en los ámbitos cultural y lingüístico, adaptarse a un entorno nuevo resulta muy difícil, tanto para los empresarios chinos como para los latinoamericanos. Desde hace tiempo, cada vez son más los grupos y las delegaciones de empresarios chinos que se desplazan a Latinoamérica para comprar y vender, participar en ferias internacionales y buscar oportunidades de inversión y otras formas de cooperación. Estas actividades han intensificado los contactos directos entre los empresarios de ambas partes y están promoviendo la cooperación económica y comercial bilateral. Puede decirse que los empresarios chinos conocen mejor Latinoamérica de lo que los empresarios latinoamericanos conocen China. En China, cada año se celebran decenas de ferias internacionales, pero en ellas los participantes latinoamericanos son escasos; para promocionar sus negocios, éstos deberían ampliar sus conocimientos sobre el mercado chino.


El conocimiento mutuo debe ser entendido en su sentido más amplio y no limitarse a los ámbitos comercial y empresarial, sino extenderse a los campos científico, tecnológico, cultural y académico. Es decir, el conocimiento mutuo no sólo se refiere a la metodología comercial sino que abarca un campo mucho más amplio, sobre el cual se funda una base mucho más sólida y profunda para el desarrollo de las relaciones económicas y comerciales. En este aspecto, los Gobiernos de ambas partes deben brindarse más apoyo. Asimismo, deben intensificarse los intercambios de personal docente, académico, científico y técnico, y la cooperación en las investigaciones académicas y científicas.


C. Apoyo gubernamental Es necesario reforzar las negociaciones intergubernamentales y coordinar las políticas del comercio exterior. Ambas partes deben brindarse facilidades equitativas tanto para el comercio como para las inversiones. Entre China y los países latinoamericanos existen grandes diferencias en lo que atañe tanto al mercado como a la cultura. Por lo tanto, las dificultades en los negocios y la necesidad que los empresarios de ambas partes tienen de contar con el apoyo de sus respectivos gobiernos no deben desatenderse; éstos deben hacer mayores esfuerzos por proporcionar a ambas parte una plataforma para el desarrollo comercial y empresarial.


5. Perspectivas de desarrollo
Tanto China como los países latinoamericanos son conscientes de que en la coyuntura actual, caracterizada por los importantes cambios que se producen en el mundo y por el reajuste constante de las relaciones y el orden internacionales, ambas partes tienen intereses y demandas comunes, y coinciden en que sus relaciones son de cooperación estratégica. Todo ello no sólo es la razón fundamental de que las relaciones sino-latinoamericanas se hayan desarrollado con éxito, sino que también constituye una firme base para su ulterior consolidación.


El gobierno chino presta suma atención al desarrollo y la consolidación de las relaciones y la cooperación con los países latinoamericanos. Como decía el líder chino Deng Xiaoping: "La política china se basa en establecer y desarrollar buenas relaciones con los países latinoamericanos y convertirlas en ejemplo de la cooperación Sur-Sur".
El Gobierno y el pueblo chino están decididos a desarrollar las relaciones con los países latinoamericanos según los siguientes principios:


A. Fortalecer la comprensión y el trato de igualdad, y fomentar la confianza recíproca; estrechar las relaciones políticas bilaterales, profundizar en el diálogo y los contactos directos entre los máximos dirigentes de ambas partes, así como utilizar los mecanismos de consulta política establecidos entre ambas partes con el propósito de fortalecer las relaciones y la cooperación.


B. Intensificar las consultas y el apoyo mutuos en los asuntos internacionales para salvaguardar los derechos e intereses legítimos de China y de los países latinoamericanos.
C. Fortalecer la cooperación económica y comercial basada en beneficio del desarrollo común. Dicha cooperación cuenta con una buena base y amplias perspectivas. Ambas partes deben esforzarse por explotar aún más su potencial y, al mismo tiempo, mantener la actual tendencia al alza del comercio bilateral y procurar situar en un lugar aún más importante la promoción de las inversiones y la cooperación en alta tecnología.


D. Establecer relaciones de cooperación amplias y plenas con miras al futuro y de largo alcance. China y los países latinoamericanos tienen amplios intereses comunes. El razonamiento de la cooperación debe ser más abierto; sus formas, más diversas; sus esferas, más amplias; y su contenido, más rico.


Los países y pueblos latinoamericanos muestran mucho interés por la aplicación de la política china de reforma y apertura, política que han apoyado de manera activa y consecuente. En el mundo actual, caracterizado por los importantes cambios y el reajuste constante de las relaciones internacionales y del orden internacional, China y los países latinoamericanos tienen exigencias e intereses comunes relacionados con el establecimiento de un nuevo orden internacional equitativo y justo, y con una serie de importantes problemas internacionales. Esta coincidencia de intereses y exigencias no sólo explica el notable desarrollo experimentado por las relaciones sino-latinoamericanas, sino que constituye una sólida base para su ulterior desarrollo. A comienzos del siglo XXI y mirando al futuro, estamos firmemente convencidos de que las relaciones sino-latinoamericanas tienen buenas perspectivas. Asimismo, estamos firmemente convencidos de que en el siglo XXI las relaciones de cooperación y de amistad entre China y los países latinoamericanos se desarrollarán plenamente.

Prof. Song Xiaoping, Subdirector del Instituto de América Latina de la Academia China de Ciencias Sociales



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