RELACIONES SINO-LATINOAMERICANAS
(II)
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El Presidente de Estado Jiang
Zemin visita Argentina en el 2001
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(continuará)
4. Problemas y dificultades
Las relaciones sino-latinoamericanas han registrado un
considerable desarrollo, pero también topan con
problemas y dificultades.
1. El problema de Taiwan es un tema muy importante en
las relaciones sino-latinoamericanas. Latinoamérica
es la región de preponderancia para la "diplomacia
pragmática de flexibilidad" propugnada por
las autoridades taiwanesas. De los 29 países que
mantienen "relaciones diplomáticas" con
Taiwan, 14 están en Latinoamérica y el Caribe.
La mayoría de ellos son países pequeños
y pobres pertenecientes a América Central y el
Caribe, cuya población y superficie ocupan un 13
y 5%, respectivamente, del total de la región.
Pero esto no resta importancia al problema. Desde mediados
de los años 90, estos países constituyen
fuerzas básicas de apoyo al plan de retorno a la
ONU elaborado por las autoridades taiwanesas. Es más,
algunos países centroamericanos son ponentes asociados
de propuestas para el retorno de Taiwan a la ONU. Estos
países forman una concentración geográfica
y, además, están unidos por bloques regionales
de integración, circunstancias fácilmente
aprovechables por las autoridades taiwanesas. Taiwan está
presente en Centroamérica desde hace décadas
y su influencia en esta región es considerable.
Por lo que respecta a América del Sur, las autoridades
de Taiwan intentan recurrir a todo tipo de medios para
entablar relaciones oficiales o semioficiales con los
países que mantienen relaciones diplomáticas
con el Gobiernos chino.
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Luego de la representación,
el presidente del Conjunt Artístico Infantil
del Tíbet ofrece un hada a la anfitriona
argentina |
El desbaratamiento del complot urdido en
Latinoamérica por las autoridades taiwanesas para
difundir el principio de "dos Chinas" o de "una
China y un Taiwan" constituye una importante tarea
para el Gobierno chino. Los países latinoamericanos
que mantienen relaciones diplomáticas plenas con
China siempre han defendido la posición de una
sola China y de que Taiwan es una parte inalienable de
China, y se han negado sistemáticamente a entablar
relaciones oficiales con las autoridades de Taiwan, actitud
que el Gobierno y el pueblo chinos valoran muy positivamente.
Con el propósito de resolver el problema de Taiwan
y desarrollar relaciones con los países que todavía
no establecen relaciones diplomáticas con China,
nuestro país se esfuerza por establecer e intensificar
las relaciones y los intercambios con ellos: en 1993,
China y la República Dominicana firmaron un acuerdo
para establecer oficinas de representación comercial
en ambas partes; en 1996, China fundó la Oficina
Sino-Panameña de Desarrollo de Comercio en la Ciudad
de Panamá; y ese mismo año, China y Haití
firmaron un acuerdo para establecer oficinas de representación
comercial en ambos países.
2. En el terreno económico y comercial, el volumen
del comercio y las inversiones sigue siendo pequeño,
puesto que no alcanza ni el 2% del comercio tanto chino
como latinoamericano. En comparación con la cooperación
política y diplomática, en este ámbito
la cooperación se encuentra en una fase relativamente
atrasada, pero el potencial y las posibilidades son enormes.
Entre los principales problemas que existen en las relaciones
económicas y comerciales figuran los siguientes.
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Exhibición Fotográfica
de México en Beijing |
A. Medidas antidumping contra productos
chinos En los últimos 20 años, el comercio
sino-latinoamericano se ha desarrollado con bastante rapidez.
Sobre todo desde los años 90, las exportaciones
chinas a Latinoamérica se han incrementado a un
fuerte ritmo. En 1998, la balanza comercial de China registró
por primera vez un superávit (unos 2.400 millones
de dólares), hecho que suscitó preocupación
entre los gobiernos y los empresarios latinoamericanos.
A comienzos de la década de 1990, varios países
empezaron a aplicar medidas antidumping contra los productos
chinos, siendo la más dura el establecimiento de
elevados impuestos sobre la importación de los
mismos. Por ejemplo, para frenar la entrada de los productos
chinos, en 1993 México aplicó impuestos
de hasta un 1.105% a más de 4.000 tipos de productos
chinos. Desde entonces, la aplicación de tales
medidas fue extendiéndose por el resto de Latinoamérica
y a México se le fueron uniendo Brasil, Chile,
Venezuela, el Perú, Argentina y Ecuador. Los productos
más afectados son los tejidos, las prendas de vestir,
los electrodomésticos, los artículos de
la industria ligera, los productos agrícolas, etc.
Las causas que provocaron esta reacción contra
losproductos chinos son demasiado complejas como para
analizarlas aquí. Pero sí podemos mencionar
dos de ellas: en primer lugar, algunos productos tradicionales
de China, sobre todo de la industria ligera, entran en
fuerte competencia con los productos locales; en segundo
lugar, los propios exportadores chinos de dichos productos
compiten entre sí en el mercado latinoamericano,
provocando una tendencia a reducir los precios de las
mercaderías para conseguir una cuota de mercado
mayor; la consecuencia inevitable de todo ello es el reforzamiento
de la lucha de los países latinoamericanos contra
los productos chinos.
B. Conocimiento mutuo y adaptación al entorno local
Debido a las diferencias existentes en el sistema económico,
los mecanismos del mercado, las leyes y los procedimientos
jurídicos, así como en los ámbitos
cultural y lingüístico, adaptarse a un entorno
nuevo resulta muy difícil, tanto para los empresarios
chinos como para los latinoamericanos. Desde hace tiempo,
cada vez son más los grupos y las delegaciones
de empresarios chinos que se desplazan a Latinoamérica
para comprar y vender, participar en ferias internacionales
y buscar oportunidades de inversión y otras formas
de cooperación. Estas actividades han intensificado
los contactos directos entre los empresarios de ambas
partes y están promoviendo la cooperación
económica y comercial bilateral. Puede decirse
que los empresarios chinos conocen mejor Latinoamérica
de lo que los empresarios latinoamericanos conocen China.
En China, cada año se celebran decenas de ferias
internacionales, pero en ellas los participantes latinoamericanos
son escasos; para promocionar sus negocios, éstos
deberían ampliar sus conocimientos sobre el mercado
chino.
El conocimiento mutuo debe ser entendido en su sentido
más amplio y no limitarse a los ámbitos
comercial y empresarial, sino extenderse a los campos
científico, tecnológico, cultural y académico.
Es decir, el conocimiento mutuo no sólo se refiere
a la metodología comercial sino que abarca un campo
mucho más amplio, sobre el cual se funda una base
mucho más sólida y profunda para el desarrollo
de las relaciones económicas y comerciales. En
este aspecto, los Gobiernos de ambas partes deben brindarse
más apoyo. Asimismo, deben intensificarse los intercambios
de personal docente, académico, científico
y técnico, y la cooperación en las investigaciones
académicas y científicas.
C. Apoyo gubernamental Es necesario reforzar las negociaciones
intergubernamentales y coordinar las políticas
del comercio exterior. Ambas partes deben brindarse facilidades
equitativas tanto para el comercio como para las inversiones.
Entre China y los países latinoamericanos existen
grandes diferencias en lo que atañe tanto al mercado
como a la cultura. Por lo tanto, las dificultades en los
negocios y la necesidad que los empresarios de ambas partes
tienen de contar con el apoyo de sus respectivos gobiernos
no deben desatenderse; éstos deben hacer mayores
esfuerzos por proporcionar a ambas parte una plataforma
para el desarrollo comercial y empresarial.
5. Perspectivas de desarrollo
Tanto China como los países latinoamericanos son
conscientes de que en la coyuntura actual, caracterizada
por los importantes cambios que se producen en el mundo
y por el reajuste constante de las relaciones y el orden
internacionales, ambas partes tienen intereses y demandas
comunes, y coinciden en que sus relaciones son de cooperación
estratégica. Todo ello no sólo es la razón
fundamental de que las relaciones sino-latinoamericanas
se hayan desarrollado con éxito, sino que también
constituye una firme base para su ulterior consolidación.
El gobierno chino presta suma atención al desarrollo
y la consolidación de las relaciones y la cooperación
con los países latinoamericanos. Como decía
el líder chino Deng Xiaoping: "La política
china se basa en establecer y desarrollar buenas relaciones
con los países latinoamericanos y convertirlas
en ejemplo de la cooperación Sur-Sur".
El Gobierno y el pueblo chino están decididos a
desarrollar las relaciones con los países latinoamericanos
según los siguientes principios:
A. Fortalecer la comprensión y el trato de igualdad,
y fomentar la confianza recíproca; estrechar las
relaciones políticas bilaterales, profundizar en
el diálogo y los contactos directos entre los máximos
dirigentes de ambas partes, así como utilizar los
mecanismos de consulta política establecidos entre
ambas partes con el propósito de fortalecer las
relaciones y la cooperación.
B. Intensificar las consultas y el apoyo mutuos en los
asuntos internacionales para salvaguardar los derechos
e intereses legítimos de China y de los países
latinoamericanos.
C. Fortalecer la cooperación económica y
comercial basada en beneficio del desarrollo común.
Dicha cooperación cuenta con una buena base y amplias
perspectivas. Ambas partes deben esforzarse por explotar
aún más su potencial y, al mismo tiempo,
mantener la actual tendencia al alza del comercio bilateral
y procurar situar en un lugar aún más importante
la promoción de las inversiones y la cooperación
en alta tecnología.
D. Establecer relaciones de cooperación amplias
y plenas con miras al futuro y de largo alcance. China
y los países latinoamericanos tienen amplios intereses
comunes. El razonamiento de la cooperación debe
ser más abierto; sus formas, más diversas;
sus esferas, más amplias; y su contenido, más
rico.
Los países y pueblos latinoamericanos muestran
mucho interés por la aplicación de la política
china de reforma y apertura, política que han apoyado
de manera activa y consecuente. En el mundo actual, caracterizado
por los importantes cambios y el reajuste constante de
las relaciones internacionales y del orden internacional,
China y los países latinoamericanos tienen exigencias
e intereses comunes relacionados con el establecimiento
de un nuevo orden internacional equitativo y justo, y
con una serie de importantes problemas internacionales.
Esta coincidencia de intereses y exigencias no sólo
explica el notable desarrollo experimentado por las relaciones
sino-latinoamericanas, sino que constituye una sólida
base para su ulterior desarrollo. A comienzos del siglo
XXI y mirando al futuro, estamos firmemente convencidos
de que las relaciones sino-latinoamericanas tienen buenas
perspectivas. Asimismo, estamos firmemente convencidos
de que en el siglo XXI las relaciones de cooperación
y de amistad entre China y los países latinoamericanos
se desarrollarán plenamente.
Prof. Song Xiaoping, Subdirector del
Instituto de América Latina de la Academia China
de Ciencias Sociales