Los
universitarios y el sexo
Por CHEN XINXIN
|
 |
A fines de enero del 2003, Xiaolin y Xiaoma, una pareja
de estudiantes, fueron expulsados del Instituto de Telecomunicaciones
de Chongqing. La razón fue que Xiaoma había
quedado embarazada a consecuencia de las relaciones sexuales
prematrimoniales mantenidas en plena pasión amorosa.
El artículo XX de los reglamentos de la Universidad
dice: "Atendiendo a su gravedad, los actos inmorales
serán motivo de advertencia o se registrarán
en el archivo personal; quienes mantengan relaciones sexuales
ilegales serán castigados o expulsados de la Universidad".
Apoyándose en este artículo, el Instituto
de Telecomunicaciones exigió a ambos alumnos reconocer
la ilegalidad de su comportamiento y hacer una autocrítica.
Pero Xiaoma y Xiaolin, para quienes el amor y la inmoralidad
son cosas distintas, se negaron a calificar sus relaciones
amorosas como "actividad sexual ilegal".
Xiaoma ha sido siempre una estudiante con buena conducta
muy querida por sus compañeros de clase. Uno de sus
profesores la describió así: "Es una
estudiante activa, franca, con muchas aficiones y deseos
de hacer progreso". A los ojos de Xiaolin, su amigo,
es una persona amable que siempre está dispuesta
a ayudar a los demás.
"No estamos de acuerdo con que nuestras relaciones
sexuales sean calificadas como conducta perversa",
escribió Xiaoma, quien añadió: "Ofrezco
lo más precioso de mi vida a la persona a la que
amo. Pase lo que pase, no me arrepiento de mis experiencias
amorosas". Xiaolin, por su parte, dijo lo siguiente:
"Creo que tengo una parte de culpa y estoy en deuda
con ella y con sus padres. Asumo todas las responsabilidades,
pero no puedo hacer lo que el Instituto de Telecomunicaciones
me exige: reconocer que nos comportamos mal y que nuestras
relaciones sexuales fueron ilegales. A mi juicio, los universitarios
tenemos todo el derecho a mantener relaciones sexuales.
Cuando el amor es verdadero, es natural que existan relaciones
sexuales. Con eso no hacemos ningún daño ni
a la sociedad, ni al Instituto de Telecomunicaciones, ni
a los demás. ¿Por qué se califica,
entonces, de mala conducta?".
El padre de Xiaoma, un funcionario público, se mostró
asombrado por lo que había hecho su hija; pero, al
mismo tiempo, estaba furioso por la manera en que el Instituto
de Telecomunicaciones había tratado el asunto. En
su opinión, ingresar en la universidad no es fácil,
y menos para un chico que, como Xialin, proviene de una
lejana aldea de la provincia de Fujian. Además, sus
padres tuvieron que esforzarse mucho durante 10 años
para costearle los estudios universitarios. Si la universidad
tiene la obligación de educar a los jóvenes,
¿cómo puede despojarlos de su derecho a la
educación y destruir su porvenir basándose
en un desliz?
Las interminables discusiones no lograron modificar la posición
del Instituto de Telecomunicaciones, cuyo rector se expresó
de esta manera: "Los reglamentos de la Universidad
tienen como norte el perfeccionamiento moral; quienes los
incumplen, deben ser castigados. Toda actividad sexual prematrimonial
es ilegal. Como docentes, no podemos cerrar los ojos. Si
cunde este ejemplo, las consecuencias podrían ser
muy perjudiciales". Un profesor dijo: "Si no se
les hubiera castigado, la severidad ante tales comportamientos
habría quedado en entredicho. Su expulsión
servirá de advertencia a miles de estudiantes".
Como no quedaba otra salida, a fines del 2002 los dos estudiantes
llevaron al Instituto de Telecomunicaciones a los tribunales
y le acusaron de violar su intimidad y de conculcar su derecho
a la educación. En enero del 2003, su denuncia fue
desestimada. Sin embargo, la noticia atrajo la atención
de los medios de comunicación, que cubrieron el caso
en reiteradas ocasiones.
Una sexualidad más abierta
Desde hace unos años, las relaciones sexuales entre
universitarios son cada vez más frecuentes. Como
es bien sabido, en la Universidad Pedagógica de Changsha,
la Universidad de Hunan y la Universidad Zhongnan hay sendas
"aldea de parejas de universitarios". Los estudiantes
que viven en ellas se consideran representantes de la modernidad
y las nuevas corrientes.
Zhu Qi, investigador y vicepresidente del Instituto Estatal
de Sexología, reveló: "La década
de 1980 marca una línea divisoria. Durante los 30
años posteriores a la fundación de la nueva
China, las relaciones sexuales fuera del matrimonio estaban
bajo el estricto control de la opinión pública.
A partir de 1978, y sobre todo en los años 80, el
concepto occidental de la sexualidad ejerció una
gran influencia en China". El profesor Pan Suiming,
director del Instituto de Sexología de la Universidad
del Pueblo Chino, señaló: "Lo que sucede
es que, a diferencia de lo que ha sido habitual a lo largo
de la historia de China, ahora la gente afirma públicamente
que la vida sexual no está exclusivamente al servicio
de la reproducción y empieza a reivindicar su derecho
a disfrutar de las relaciones sexuales y sentimentales".
Según una encuesta, un 45,7 por ciento de hombres
y un 24,1 por ciento de mujeres mayores de 40 años
habían mantenido relaciones sexuales antes del matrimonio;
pero entre los hombres y las mujeres de 25 a 29 años,
la proporción alcanzaba respectivamente un 72,2 y
un 46,2 por ciento.
Recientemente, una conocida institución efectuó
una encuesta sobre la convivencia prematrimonial de los
estudiantes. El 40 por ciento de los encuestados la calificaron
de "comprensible" o "aceptable", y el
30 por ciento no contestaron. Diez años atrás,
solamente una minoría se mostraba de acuerdo con
este tipo de relación, mientras que más de
la mitad de la población la consideraba "inmoral"
o "inconveniente".
Todo indica que el concepto que los jóvenes tienen
de la sexualidad es más abierto y que las relaciones
sexuales prematrimoniales empiezan antes. Zhou, alumna de
la Universidad de Lenguas Extranjeras, dijo: "El sexo
prematrimonial ya no es una zona vedada a los estudiantes.
Es bien sabido que algunos viven juntos fuera de la Universidad".
Li Feng, novio de Zhou, expresa su tristeza por la expulsión
de la pareja de estudiantes del Instituto de Telecomunicaciones
de Chongqing. Casos como el suyo no son infrecuentes en
las universidades chinas. A veces, los estudiantes revelan
lo ocurrido a sus amigos y familiares, y a nadie le parece
"inmoral". Para los adultos, es su derecho y forma
parte de su intimidad.
Para algunos padres de estudiantes, es muy comprensible
que los jóvenes que se enamoran mantengan relaciones
sexuales, pues ya son adultos.
Algunos profesores opinaron: "No estamos de acuerdo
con que se mantengan relaciones sexuales antes del matrimonio,
pero comprendemos que el amor pueda llevar a ellas".
Y varios sociólogos han explicado que "los estudiantes
que han tenido relaciones sexuales siguen siendo una minoría.
El sexo prematrimonial es consecuencia de la madurez y la
postergación del matrimonio. Hay jóvenes que
simplemente no pueden esperar unos diez años".
Reglas antigua y nuevos problemas
Cuesta creer que tanta gente exprese su solidaridad con
Xiaolin y Xiaoma. Nie Neng, rector de la Universidad donde
estudiaban, declaró: "Acepto que la gente sostenga
esa actitud. Pero como rector, no puedo tolerarlo: nadie
puede traspasar los límites establecidos. Nos mantenemos
firmes en nuestros principios educativos porque lo que queremos
es defender la integridad moral de nuestro centro".
Las autoridades de la Universidad son partidarios de Nie
Neng. Una de las reglas que pronto hará pública
la Universidad de Shenzhen dice así: "A los
alumnos de esta Universidad se les prohíbe tomarse
de la mano, abrazarse y besarse. Todo aquel que viole dicha
prohibición será sancionado con cierto número
de puntos; cuando éste llegue a 30, se procederá
a la expulsión inmediata del alumno o la alumna".
Una prestigiosa universidad de Shanghai también anota
en un archivo los comportamientos considerados inadecuados,
como "besarse en público"; en los casos
más graves, los alumnos pueden ser expulsados. Se
dice que todas las universidades adoptan claramente la misma
postura ante la convivencia fuera de sus campus: ¡prohibirla!
Los reglamentos de la universidad estipulan terminantemente
que una vez descubierta la convivencia, el hecho debe registrarse
en un archivo o procederse a la expulsión de los
implicados.
El famoso sociólogo y sexólogo Li Yinhe ha
advertido lo siguiente: "En esta época de apertura,
no resulta fácil establecer prohibiciones. La actitud
más realista es la de intentar canalizar este fenómeno.
En primer lugar, los departamentos gubernamentales y educacionales
deben impartir una educación sexual adecuada; y,
en segundo lugar, la formación sexual debe incorporar
contenidos que sean prácticos y que interesen a los
alumnos. Lo que ocurre ahora es que se tiende a analizar
el sexo desde el ángulo de la medicina y a relacionarlo
con las enfermedades venéreas y el SIDA, como si
en las relaciones sexuales hubiera siempre el riesgo de
contraer cierta enfermedad.
Según una encuesta efectuada recientemente por el
sitio web SINA y la Comisión Estatal de Planificación
Familiar, los libros de texto rara vez contienen materiales
relacionados con la sexualidad y con cuestiones como éstas:
¿cómo debe reaccionar una estudiante ante
el acoso de un profesor?; ¿qué debe hacer
al descubrir que está embarazada?; ¿que deberían
hacer los estudiantes para conservar su buen estado de salud?
Al mismo tiempo que en China la historia de Xiaolin y Xiaoma
acaparaba la atención de la opinión pública,
en el Reino Unido una estudiante llevaba ante los tribunales
a su antigua escuela y ganaba el caso, sentado así
jurisprudencia. Se trata de una alumna de 21 años
de la Universidad de Cambridge que tiene una hija de cuatro.
A los 16 años quedó embarazada y la escuela
secundaria donde estudiaba la expulsó. Incapaz de
superar el sufrimiento psicológico que ello le acarreó,
tomó la decisión de denunciar a su antigua
escuela. Finalmente, ésta le pidió disculpas,
la indemnizó con 6.250 libras y prometió que
revisaría la regla en la que había basado
su expulsión.
 |
|
|