Comunicación
sin límites
Comunicación
sin límites es el eslogan publicitario de una
marca de teléfonos celulares. En China, la utilización
de estos aparatos no se reduce a la simple comunicación,
sino que cumple funciones peculiares. De ahí que
en poco tiempo este sector haya experimentado un desarrollo
vertiginoso.
Al
principio, el celular era un símbolo de la posición
económica y social de sus usuarios. En las calles,
con frecuencia se veía a personas que hablaban en
voz alta y que se sentían muy satisfechas cuando
los demás viandantes los miraban de reojo. Hoy en
día, hacer ostentación del celular resulta
ridículo, puesto que hasta algunos estudiantes de
secundaria tienen uno de estos aparatos.
Pero
su condición de símbolo de estatus no ha tardado
en convertirlos en un objeto muy codiciado por los consumidores.
Cambiar de celular es una práctica frecuente entre
los jóvenes que cuentan con recursos económicos.
En los anuncios televisivos, se muestran funciones de los
celulares muy variadas y las principales marcas contratan
a estrellas del mundo artístico y deportivo, tanto
nacionales como extranjeras, para hacer publicidad. Todo
ello impulsa la investigación, el desarrollo, la
venta y el uso de este tipo de teléfonos. Tal situación
está beneficiando mucho a las compañías
más prestigiosas del mundo.
El
celular ofrece a los tradicionalmente introvertidos chinos
un fácil medio para enviarse mensajes. Se trata de
mensajes que permiten no sólo expresarse libremente,
sino también recibir todo tipo de información,
incluida la que resultaría inapropiado difundir en
público. En los feriados, la gente suele enviar mensajes
de felicitación a amigos y parientes, costumbre que
se traduce en pingües beneficios para los departamentos
de telecomunicaciones.
El
trasfondo cultural, junto con la peculiar coyuntura económica
y social en la que se encuentra China, han creado una serie
de condiciones que se han sumado para poner los celulares
de moda y para dar origen a una cultura basada en una comunicación
más fácil, más rápida y más
libre. El mundo de los celulares rebosa de anécdotas,
de facetas y de riesgos y oportunidades comerciales, como
puede comprobarse leyendo el artículo El gran
mercado del pequeño celular.
Como
recuerda el Excelentísimo Sr. Benny Pollack, Embajador
de Chile en Beijing, durante el corto pero crítico
período en el que China libró su lucha contra
el SRAG (conocido también por las siglas inglesas
SARS), los diplomáticos acreditados en Beijing siguieron
trabajando a despecho de la epidemia. Gracias a su valentía,
la normalidad de las relaciones políticas, económicas
y comerciales entre China y los demás países
no se vio alterada.
Las
terrazas del sur de China se han convertido en un paisaje
que atrae a los turistas extranjeros como un imán.
Esta forma de ganar tierras de cultivo a la naturaleza es
única en el mundo.
|