SEPTIEMBRE 2003


“Comunicación sin límites”


“Comunicación sin límites” es el eslogan publicitario de una marca de teléfonos celulares. En China, la utilización de estos aparatos no se reduce a la simple comunicación, sino que cumple funciones peculiares. De ahí que en poco tiempo este sector haya experimentado un desarrollo vertiginoso.

Al principio, el celular era un símbolo de la posición económica y social de sus usuarios. En las calles, con frecuencia se veía a personas que hablaban en voz alta y que se sentían muy satisfechas cuando los demás viandantes los miraban de reojo. Hoy en día, hacer ostentación del celular resulta ridículo, puesto que hasta algunos estudiantes de secundaria tienen uno de estos aparatos.

Pero su condición de símbolo de estatus no ha tardado en convertirlos en un objeto muy codiciado por los consumidores. Cambiar de celular es una práctica frecuente entre los jóvenes que cuentan con recursos económicos. En los anuncios televisivos, se muestran funciones de los celulares muy variadas y las principales marcas contratan a estrellas del mundo artístico y deportivo, tanto nacionales como extranjeras, para hacer publicidad. Todo ello impulsa la investigación, el desarrollo, la venta y el uso de este tipo de teléfonos. Tal situación está beneficiando mucho a las compañías más prestigiosas del mundo.

El celular ofrece a los tradicionalmente introvertidos chinos un fácil medio para enviarse mensajes. Se trata de mensajes que permiten no sólo expresarse libremente, sino también recibir todo tipo de información, incluida la que resultaría inapropiado difundir en público. En los feriados, la gente suele enviar mensajes de felicitación a amigos y parientes, costumbre que se traduce en pingües beneficios para los departamentos de telecomunicaciones.

El trasfondo cultural, junto con la peculiar coyuntura económica y social en la que se encuentra China, han creado una serie de condiciones que se han sumado para poner los celulares de moda y para dar origen a una cultura basada en una comunicación más fácil, más rápida y más libre. El mundo de los celulares rebosa de anécdotas, de facetas y de riesgos y oportunidades comerciales, como puede comprobarse leyendo el artículo “El gran mercado del pequeño celular”.

Como recuerda el Excelentísimo Sr. Benny Pollack, Embajador de Chile en Beijing, durante el corto pero crítico período en el que China libró su lucha contra el SRAG (conocido también por las siglas inglesas SARS), los diplomáticos acreditados en Beijing siguieron trabajando a despecho de la epidemia. Gracias a su valentía, la normalidad de las relaciones políticas, económicas y comerciales entre China y los demás países no se vio alterada.

Las terrazas del sur de China se han convertido en un paisaje que atrae a los turistas extranjeros como un imán. Esta forma de ganar tierras de cultivo a la naturaleza es única en el mundo.

n