Desmayo de nadadora genera crisis en equipo chileno

XINHUA-CRI

El desmayo sufrido por la nadadora chilena Kristel Kobrich, durante su competencia en aguas abiertas, generó el miércoles polémica al interior del equipo sudamericano en Beijing, por la falta de personal médico de asistencia a la nadadora.
La deportista sufrió una descompensación cuando disputaba el kilómetro 8,5 de la prueba de 10 kilómetros en aguas abiertas, y debió ser trasladada a un centro médico, donde no contó con el soporte médico de la delegación chilena, pese a que era la única deportista de ese país en competencia durante la jornada.
El jefe médico de la delegación chilena en Beijing, Alejandro Orizola, dijo a la prensa que "Kobrich sólo había pedido un masajista".
"Nosotros respondemos a lo que nos solicitan, por lo que el resto (de médicos) se va para donde los demás deportistas. Además, en estos deportes no podemos acercarnos a los deportistas en caso de urgencia sino hasta cuando están en la unidad médica", dijo.
El médico agregó que desgraciadamente no se pueden tener más personas. "Ojalá pudiéramos tener más gente, pero van de acuerdo al número de deportistas y, por reglamento, no se permiten más".
El caso sucitó severas críticas de la prensa deportiva del país sudamericano, que destacó el hecho de que la delegación cuenta con dos facultativos y de que la nadadora era la única deportista chilena en competencia.
Kristel Kobrich fue dada de alta tras ser sometida a varios exámenes para descartar una complicación mayor.
El entrenador de Kristel, el argentino Daniel Garimaldi, dijo a periodistas que la nadadora estuvo muy bien atendida por los médicos de la organización y después se acercó a ella la doctora de la Federación Internacional de Natación.
"Cuando llegó el médico nuestro (Orizola), pidió además otros análisis más, para asegurarse de que no hubiese tragado agua. Lo que sí tenemos que hacerle es algunos estudios cuando llegue a Córdoba", agregó.
Con respecto al estado de salud de su dirigida, Garimaldi señaló que "todavía está con mucha taquicardia y esta noche, según los médicos, ya debería estar un poco mejor. El diagnóstico fue un desvanecimiento por estar demasiado exhausta".
"Es una mezcla de calor, de cansancio y de deshidratación. Una descompensación general. Pero esto no se debe a que haya tratado de seguir un ritmo demasiado fuerte, porque ni siquiera había empezado a apurar todavía", explicó Garimaldi.
"Aún estaba cuidando su ritmo para apurar al final. No tuvo nada que ver con la intensidad de la prueba y, aparte, la primera parte fue muy lenta", agregó el director técnico.
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