El IX Congreso Nacional del PCCh

El 1 de abril de 1969 se inauguró en Beijing el IX Congreso Nacional del Partido. A él asistió un total de 1.512 delegados. Por ese entonces los militantes del Partido sumaban 22 millones en todo el país, y los comités de las provincias, municipios y regiones autónomas del Partido, así como las organizaciones de base del Partido, aún no se habían reestructurado o establecido, y la abrumadora mayoría de los miembros del Partido todavía no había reanudado la vida organizativa. En tal situación, las condiciones no estaban maduras para la realización de dicho congreso. Los delegados al IX Congreso no pudieron ser escogidos mediante elecciones, sino recomendados a través de consultas por el Comité Central y los grupos núcleo del Partido de los comités revolucionarios de las localidades. Esto permitió que Lin Biao, Jiang Qing y los de su laya se aprovecharan de la oportunidad para infiltrar entre los delegados a muchos individuos pertenecientes a sus pandillas y facciones, por lo cual se introdujo en el IX Congreso una grave impureza en lo organizativo.

Una característica relevante del IX Congreso fue que transcurrió, de comienzo a fin, dentro de una atmósfera de fanatismo hacia la desviación ideológica de “izquierda” y de culto a la personalidad. El mismo congreso legalizó la teoría y la práctica de la “revolución cultural” y fortaleció la posición de Lin Biao, Jiang Qin y compañía en el Comité Central del Partido. Sus principios guía, tanto en lo ideológico como en lo político y lo organizativo, eran equivocados. Dicho evento no tuvo ningún papel positivo en la historia del Partido. (Pueblo en línea)